Capitulo 11

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5 días antes de que Goku partiera de Sumeru/Oficina del Pabellón Yuehai; Liyue.

- Con la desafortunada pérdida de Rex Lápiz y el ataque de Osial a surgido la necesidad de entablar una conexión con los adeptus - diría Ningguang sentada en lo que parecía ser su nueva oficina.

Estar ahí le generaba cierto lamento, por el mero hecho de estar podía recordar el momento en el que sacrifico la Cámara de Jade para detener a Osial, pero sabía que no era necesario lamentarse por eso, era cuestión de tiempo para poner en marcha su reconstrucción.

- Aunque ahora en Liyue vivamos en una era "sin dioses" no está de más mantenernos en contacto con los adeptus.... Ganyu, tu como semi bestia iluminada y adeptus, ¿aceptarias esta tarea? - pregunto alzando la mirada viendo a la mujer que estaba frente suyo.

Ganyu al escuchar eso tenía una mirada un poco complicada, por miedo o falta de agallas no había visto a su maestra en 10 años, aunque para términos de tiempo para bestias iluminadas varios pares de décadas no significaban mucho tiempo incluso sin mantener contacto.

A diferencia de otras ocasiones, el no verse todos estos años tenía una razón mucho más significativa.

- Yo... - dijo Ganyu vacilando un poco.

- No te sientas en la obligación de aceptar, puedes seguir con tus actividades rutinarias si así lo deseas - dijo Ningguang recostandose en su silla.

- L-lo haré.. Iré con mi maest... Digo, iré darle el mensaje a Preservadora de las Nubes... - Ganyu alzó la mirada con decisión en sus ojos.

En estos días la culpa había disminuido mucho y sabía que tenía afrontar lo que fuere a ocurrir, además... Tal vez podría recibir ayuda para rastrear a alguien en especial

Ningguang mostró sorpresa por un instante para luego convertirla en una sonrisa satisfecha mezclada con felicidad.

- Que así sea, partirás en breve - dijo poniéndose de pie entregándole un pergamino a Ganyu quien lo tomó.

- Nos vemos maña... - la chica adeptus no pudo terminar dado que su jefa se le adelanto.

- No es necesario... Se que lo has pasado difícil desde hace años y con esto te reunirás con tu maestra, si lo necesitas puedes tomar los días que encuentres necesarios - Ningguang se le acerco colocando su mano en el hombro de Ganyu, quien asintió de forma tímida.

- Gra-gracias Srta Ningguang... Me retiro - Ganyu se dio la vuelta retirándose de la habitación con una misión en su mente.

- Creo que deberías estar un poco decepcionada de tus habilidades para camuflarte... - dijo Ningguang mientras cerraba la puerta.

Si alguien le viera diría que esta loca por hablar sola, pero ese alguien probablemente estuviera muerto por estar escuchando esa conversación.

- Jeje, esconderme de ti no creo que fuera necesario - dijo una mujer mientras estaba recostada en una esquina oscura de la habitación.

- Pero si de Ganyu, ¿te interesaba la charla? - dijo Ningguang dándose vuelta viendo a la mujer que seguía sin salir de la oscuridad.

- Algo así, era sencillamente fascinante verte preocupada así por alguien - dijo la mujer soltando una risilla pícara mientras jugaba con un dado azul.

- Ganyu es una buena chica y quiero que se recupere, no solo por que soy su jefa... Si te hace sentir mejor me preocupare más por ti Yelan - dijo nombrando a la mujer que había salido de la sombra revelando su apariencia

- Ja! Vaya excusa de la relación con los adeptus, si hasta ya estas en investigación para fabricar armar de alto calibre si otro caso como el de Osial se presenta - dijo Yelan con una sonrisa relajada, caminando hasta sentarse en un sillón.

- En caso de ser cierto... Me gustaría que Ganyu mejore su situación... Y bien, tus agentes no están equivocados y "él" en verdad está vivo? - dijo Ningguang con seriedad sentándose frente a su escritorio.

Tan pronto como la noticia de que la arcónte dendro había liberada algunos informantes comenzaron a notificar lo que sabían al respecto. Dado que la persona denominada como "el primer sabio de Buer" era bastante famosa, la Academia manejo con cuidado su imagen en lo que a forasteros se refiere.

Pero justo hace unos días antes, información acerca de esa persona llegó a Yelan, lo cual las llevaba a este momento.

- El primer informe no era erróneo, el llamado "Primer sabio de Buer" tiene un peinado bastante peculiar que coincide con el de cierta persona - dijo Yelan cerrando sus ojos mientras sonreía.

- Se-segura? - preguntó Ningguang provocando que la sonrisa de Yelan creciera.

- Ara... ¿Le conocías acaso? - pregunto posando su rostro sobre su puño mientras miraba a Ningguang con una mirada peculiar.

- Je... Ese mocoso conocía a todo mundo y todo mundo lo conocía a él... ¿Me equivoco? - dijo devolviendole mirada a Yelan la cual no tardo nada en captar.

- Por supuesto - dijo mientras se cruzaba de brazos haciendo resaltar más su generoso busto. - Pero regresando al tema principal.. Mis informantes mandaron otro informe, alto, cabello negro y ojos onix... Además de mencionar en distintas ocasiones un enorme deseo por "regresar a Liyue" - finalizo con una sonrisa encantadora.

- Así que al final no eran simples esperanzas falsas... - dijo Ningguang con cierta felicidad.

- Además de no olvidarnos del nombre de ese susodicho sabio... Son Goku - finalizó Yelan, a lo cual la albina no se mostró tan sorprendida.

- Tome la decisión correcta con Ganyu... Si gustas ya puedes retirarte Yelan, agradezco tu labor - dijo Ningguang con una sonrisa.

- De acuerdo, si averiguo más te lo haré saber - dijo poniéndose de pie para retirarse del lugar.

- "Ese chico..." - pensaría Yelan recordando momentos de hace 10 años, su cuerpo se estremecía solo de recordar su nombre, aún récordaba ese dolor, ese satisfactorio dolor que sintió aquella vez.

..

..

Más tarde, ese mismo día.

Era al rededor del medio dia en los territorios de la Montaña Aozang, lugar que según las leyendas de la gente de Liyue era el hogar de una de las adeptus más importantes de su nación.

A pesar de los habituales paisajes con días soleados o con los hermosos atardeceres que se podían presenciar con normalidad, hoy era diferente, un cielo muy nublado, nubes obscuras que amenazaban con soltar una fuerte tormenta bloqueaban el cielo.

Y hasta abajo de las gradas que conducían a la morada de las adeptus Preservadora de las Nubes se encontraba Ganyu, quien miraba hacia arriba como si estuviera teniendo un duelo interno.

Estar ahí le recordaba mucho a algunos momentos de hace 10 años...

..

Hace 10 años/poco después del 9 se Julio

- ¿Mi-mis cuernos?... - pregunto Ganyu cubriéndose sus cuernos.

- Si, ¿puedo tocarlos? - contestó el pequeño Goku con una sonrisa inocente mientras balanceaba sus piernas estando sentado.

En las primeras semanas que estuvo con Ganyu había intentado algunas veces tocar esos cuernos semejantes a los de una cabra, pero la chica se negó rotundamente en todas esas ocasiones, y que sin su autorización nunca podría permitirle hacer eso.

Ganyu miraba indecisa al pequeño niño, habían pasado dos meses desde que lo había encontrado y ya le conocía bastante bien a su parecer, sabía que no escondía ningún tipo de malicia o dobles intenciones en su petición.

- E-está bien... - Ganyu suspiro en señal de derrota, a lo cual el pequeño saiyajin exclamó victorioso.

Goku se acerco a Ganyu parándose justo a un lado de donde ella estaba sentada, dado que era un sillón para unas 3 personas había espacio, la peli azul bajo un poco la cabeza mientras intentaba prepararse mentalmente para lo sucedido.

No quería hacer sonidos fáciles de malinterpretar, sin embargo, con solo Goku de testigo no importaría dada su ingenuidad, pero tampoco quería hacer esos sonidos.

Goku coloco su pequeña mano en el cuerno derecho de Ganyu, la cual sentia como su cuerpo se estremeció, sus cuernos eran una parte muy sensible al tacto y desde hace ya muchos siglos no dejaba que nadie los tocase.

Pero ahí estaba... Cediendo a la petición de Goku.

El pequeño artista marcial no perdió tiempo y comenzó a mover su mano de forma dócil sobre el cuerno de la adeptus, la cual sentía como su cuerpo temblaba y se contenía lo más que podía para no decir nada raro.

- Wow... Aunque mi colita era más suave - murmuro Goku mientras seguía acariciando el cuerno de la chica por unos minutos más, Ganyu estaba tan metida en su mente para tratar de controlarse que no le presto atención a lo que decía.

Unos minutos después cuando ya estaba satisfecho Goku retiro su mano de la cabeza de la mujer, la cual suspiro en el más puro de los alivios.

- "Aaah, maldición..." - dijo en su mente mientras se recuperaba, habian pasado ya varios siglos desde que le acariciaban su cuerno.

- Oye Ganyu, ¿por que tienes cuernos? - pregunto sentándose a un lado de su amiga, la cual al escuchar esa pregunta sintió como su sensibilidad de hace instantes desaparecía de su cuerpo.

- "Aquí vamos de nuevo..." - pensó decaída soltando un suspiro melancólico.

El ciclo parecía repetirse.

Conocía a un buen amigo o amiga, compartían un tiempo juntos, hasta que eventualmente la pregunta milenaria era hecha.

El por que de sus cuernos.

Siempre fue lo mismo, cuando reveleba que era una adeptus mitad bestia iluminada todo se distorcionaba.

Inmediatamente después de revelar eso sus supuestos amigos se dirigían a ella con un respeto falso o fingido, o siendo un poco o muy descarados en acercarsele para ver si no podían hacerle el favor de que un adeptus mayor como Escultor de Luna o Moldeador de Montañas les hiciera una bendición para fama o riquezas.

Había sido lo mismo durante siglos.

- Es por que soy una adeptus... Una mitad chilin, es por eso que tengo cuernos - dijo suspirando con pocos ánimos.

Aún recordaba esa respuesta.

Aún recordaba ese día.

- Ya veo... -

- ¡¿N-no te importa que sea una adeptus?! - pregunto en shock por esa respuesta, ese tono no demostraba nada, solo una curiosidad saciada.

- ¿Debería? - pregunto Goku confundido, no veia sentido a esa pregunta, no importaba que era, animal, humano u otra raza, si era bueno y amable eso le bastaba.

Ganyu era un completo manojo de emociones en ese momento. Goku no lo sabía pero su forma de expresarse habían perforado muy dentro del corazón de su amiga, y para bien.

- O-oye Goku.... ¿Tu e-eres mi amigo? - el pequeño saiyajin se volteó para ver a la mujer bastante confundido.

- Por supuesto, ¿por que lo preguntas? - para el desde hace ya bastante tiempo eran amigos y dicha pregunta lo dejaba sumamente confundido.

Goku no se lo esperaba, pero de un momento a otro fue tomado como si de un peluche se tratará por Ganyu, la cual sin dudarlo lo abrazo con fuerza pegándolo a sus pechos.

- Oh nada, no es nada - dijo feliz mientras una lagrima traicionera salía de su ojo, estaba feliz por fin tenía a alguien que no fuera un compañero de trabajó.

Hace mucho tiempo firmó que daría todo de si para guiar y proteger a Liyue y su gente, y si pudiera cambiar algo, agregaria a cierta persona a esa promesa.

- "Creo que sus 'cosas' son más grandes que las de Bulma" - pensaría Goku que aún seguía pegado al busto de su amiga, a la cual no parecía importarle en lo absoluto.

..

..

- "Aún lo recuerdo... Fue en ese momento en el que finalmente me di cuenta que lo quería..." - pensó nostálgica mientras seguía sin moverse mirando las gradas de piedra.

Poco después de ese momento Goku le pregunto si podían ir a visitar a su maestra, y no fue capaz de negarse.

Soltando un fuerte suspiro Ganyu se armo de valor comenzando a subir, dispuesta a afrontar lo que fuera a pasar.

Ganyu no tardo nada en finalmente terminar de subir, el cielo nublado con fuertes truenos sonando ambientaban el lugar.

Y cuando finalmente llegó a la cima, ahí había una figura que parecia estarle esperando, se trataba de una mujer adulta de cabello azul con tonalidades verdes, un traje ajustado de tonalidad negra, un listón naranja que cual corbata bajaba estando entre sus abundantes pechos, y como último detalle a resaltar siendo unas gafas de color rojo, donde a través de estas se veían sus ojos azules que veían a la recién llegada con algo de seriedad.

- He vuelto a su morada, maestra - Ganyu se paro firme pero con cierto cuidado justo en enfrente de la hermosa mujer.

La cual seguía viendo col ojos serios a Ganyu, provocando nervios en ella.

Pero su expresión no tardo nada en suavizarce.

- Esta también es y será tu morada y yo siempre seré tu maestra - dijo la mujer mientras bajaba sus brazos para acercarse a Ganyu para darle un cálido abrazo.

Ganyu no dijo y simplemente se limitó a devolver abrazo mientras sentía como sus brazos le temblaban.

- Mi querida Ganyu, me alegra que finalmente hayas venido - dijo la Preservadora de las Nubes mientras acariciaba suavemente la cabeza de su aprendiz.

- Entremos, en mi dominio el clima no nos interrumpira - dijo la preservadora cortando el abrazo, a lo cual Ganyu asintió sin decir nada.

Dicho y hecho ambas comenzaron a avanzar donde varios pasos después el cielo ya no era visible, y el su lugar había un hermoso cielo naranja, presumiblemente hecho por alguna arte adeptica para no perturbar la paz y serenidad justo en esa área.

- N-no crei que usted usará esa forma estando aquí... - dijo Ganyu mientras seguían avanzando.

- Cierto niño consiguió que la usará con frecuencia, después de tantos siglos sin adoptar esta forma recobre el gusto por este forma... - contestó con tranquilidad, pero se detuvo al sentir como su alumna dejó de avanzar.

- Oh... Lo siento - se disculpó con sinceridad viendo como Ganyu había puesto una cara triste, sabía que esa herida no había sanado, pero no esperaba que fuera a ese nivel.

- N-no se preocupe... Me he sentido mejor las últimas semanas... - dijo mientras levantaba la mirada, a lo cual la preservadora la miro directo a los ojos mientras recordaba la última vez que la vio, ese día hace 10 años.

Triste, deprimida, llena de culpa y devastada... Eran las palabras correctas para describirla en aquel día.

Aunque hoy se veía más tranquila era notorio que seguía afectada.

- ¡Casi lo olvidó! - exclamó Ganyu sacando el pergamino y extendiendoselo a su maestra. - Es una mensaje de a Srta Ningguang - la Preservadora simplemente la veía sin moverse o decir nada por varios instantes.

- Ganyu... No fue tu culpa - tales palabras perforaron dentro de la semi adeptus, al punto de no sentir cuando su maestra le quito el pergamino para guardarlo.

- Lo se.... Pero me prometí que lo protegería, y no fui capaz de hacer nada... Ni siquiera pude ver el rostro de ese desgraciado - mientras su tono iba cambiando a uno molesto Ganyu bajo la mirada mientras apretaba sus puños con enojo, lo cual sorprendió un poco a su maestra.

Estaba segura de que podría contar con sus dedos las veces que vio molesta a Ganyu, donde la mayoría de esas fueron ella refunfuñando sobre como le contaba a la gente sus historias de la infancia.

- Supe que abriste una investigación... -

- La archivaron no hace mucho... Como todos los demás casos sin resolver - suspiró con pesadez.

- Y... - la preservadora se dio media vuelta dándole la espalda a su
alumna. - ¿Nunca supieron nada de su paradero? - preguntó mientras sus ojos ya no eran visibles debido a sus gafas.

No es que tuviera la intención de herír o algo a su aprendiz, solo quería saber algo...

- Nada... P-pero hace unas semanas unos ladrones dijeron algo que me puede dar una pista - exclamó Ganyu esperando conseguir apoyo de su maestra.

Su maestra y otros adeptus le tenían una muy alta estima y aprecio al joven Son Goku, estaba segura de que podría conseguir su apoyo para intentar buscarle.

- ¿Y que supiste exactamente? -

- En Sumeru surgió un rumor entre los ladrones acerca de que.... "el pequeño demonio con cola había vuelto" - dijo Ganyu de mala gana.

No le gustaba en lo absoluto referirse al pequeño monito de esa forma, pero era necesario para dar a entender su mensaje.

- "Sumeru... Mucha casualidad" - pensó la adeptus mayor mientras recordaba algo.

Ella y sus otros compañeros adeptus en plena batalla contra Osial sintieron un enorme poder por varios segundos, todos llegando a la misma conclusión cuando tuvieron la oportunidad de hablarlo, lo sintieron en la nación de la arcónte dendro.

Y no solo eso... Estaba segura de que esa presencia le recordaba a alguien, pero debido a la frenética situación en la que se encontraba y al poco tiempo que el poder fue manifestado no fue capaz de hacer una conclusión crítica al respecto.

Pero aún así estaba muy segura que aquella poderosa presencia era parecida a la de ese niño, pero no quería creerlo, no podía creer que ese niño haya llegado a tales niveles sin su supervicion y guía.

Pero, real o no. Tratándose de Goku o no, tenía un objetivo que cumplir, ayudar a su aprendiz.

- Ganyu... Tu has descuidado mucho tu condición física - dijo la preservadora girandose para ver a la peli azul con seriedad.

La cual se quedó muda, sabía que no se refería a su figura o que había subido de peso, estaba segura de a donde iba, y temía tener razón.

- ¡Ma-maestra escúcheme yo...! -

- Prometíste que te empeñarias en entrenar... Se lo prometíste - declaró con una mirada algo severa interrumpiendo a Ganyu.

A lo que solo bajo la cabeza triste, en estos años nunca pudo deshacerse de la tristeza y la culpa, siendo su única salida ahogarse en horas extras en su trabajo para mantener su mente ocupada el mayor tiempo posible, pero aún así, ese sentimiento la carcomía en todo momento.

- ¿Cuanto tiempos estarás aquí? - pregunto la preservadora.

- El que yo vea necesario según la Srta Ningguang... -

- De acuerdo... Hagamos ésto, se que ibas a pedirme algo, pera que yo escuche tu solicitud y la cumpla tendrás que cumplir una tarea - dijo la adeptus mayor mientras se cruzaba de brazos, aunque su tono era de pregunta, era fácil saber que no estaba dispuesta a debatir absolutamente nada.

Y Ganyu ya la conocía lo suficiente para saber eso. - Esta bien - acepto sin más.

Lo debía, se lo debía a Goku por no cumplir con su promesa, y si quería más apoyo para buscarlo se empeñaria en cumplir la tarea de su maestra.

No por nada era muy bien conocida por ello, siempre cumplia con lo que le encargaban, y ésta vez no sería la excepción.

- Me alegra que tomaras la decisión correcta - la mujer asintió gustosa ante la mirada semi molesta de su aprendiz. - Esperame aquí, iré por alguien, no tardo - dijo la adeptus mientras se retiraba dejando a Ganyu sola.

A la cual de un momento su cara le cambio de forma radical, con un rostro somnoliento Ganyu se recostó en el suelo acomodandose rápidamente, y sin tardar un solo instante se quedó dormida, como ya era costumbre.

Tenía el hábito de tomar una siesta a cierta hora, al punto de que su reloj biológico se lo indicaba sintiendo un fuerte sueño, buscando un lugar donde pueda acomodarse como bolita y sentirse cómoda para quedarse dormida, conduciendo a una que otra complicacion a lo largo de los años, como la vez que termino en otra región por dormirse en una carreta.

..

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Una hora más tarde

- Si así lo quiere la maestra así lo haré - mientras iba despertando Ganyu escucho una voz femenina que no pudo reconocer.

- Finalmente despertaste - dijo la Preservadora haciendo que la mujer que le acompañaba mirara a Ganyu.

Ganyu solo puso de pie mientras se tallaba los ojos, luego de estirarse un poco miro a su maestra quien esperaba de forma paciente.

- Ganyu, me gustaría que vieras a alguien... - la adeptus mayor usando su palma hizo un gesto de presentación a la mujer que le acompañaba.

Ganyu al mirarla no pudo evitar poner una expresión de sorpresa.

- ¡¿Shenhe?! - exclamó viendo a la mujer.

Una mujer adulta de piel blanca que a simple vista rondaba los venititantos, alta, de cabello blanco que estaba amarrado en una trenza con una especie de cinta roja, por sobre su cabello había una especie de peineta que le resultaba familiar. Su atuendo consistía en un traje color negro bástate ajustado que resaltaba perfectamente su atractiva figura.

- Hola Ganyu - dijo Shenhe con cierta frialdad, la cual no inmutó a la chica con cuernos.

No le hablaba así por que estuviera molesta con ella o algo, simplemente esa era su forma de ser dadas ciertas circunstancias.

- ¿Có-como has estado? - Shenhe no dijo nada ante la pregunta, y solo comenzó a caminar hasta estar frente a Ganyu, la cual miro hacia arriba para seguir viéndole a los ojos.

Aunque Ganyu tenía unos miles de años, Shenhe era considerablemente más alta.

De un momento a otro Shenhe abrazo a Ganyu, la cual se desconcertó un poco.

- Cuando Goku o la maestra me abrazaban me sentía mejor, quiero tu te sientas mejor - Shenhe dijo de forma estoica, aunque se le podía notar un intento de sonar amable y cariñosa.

- Gracias... - dijo Ganyu devolviendo el abrazo.

Mientras estaban así la Preservadora de Las Nubes no pudo evitar sonreír de forma calida y gustosa, le alegraba ver a sus niñas unidas después de tanto tiempo.

Minutos más tarde las chicas ya habían terminado su muestra de apoyo mutuo, y ahora estaban paradadas a  poco más de un metro de su maestra.

- Sea lo que sea pretendías solicitar Ganyu, tendrás que ganarte el que te escuche y acepte cumpliendo una tarea, ¿todo claro? - pregunto la preservadora asistiendo la semi bestia iluminada.

- Muy bien, tu tarea será... Darle un golpe a Shenhe - dijo la Preservadora mientras se cruzaba de brazos mirando con seguridad a sus alumnas.

- ... - Ganyu se quedo estática y muda al escuchar su tarea. - ¡¿Qué?! - exclamó viendo que su maestra iba totalmente enserio.

- Lo repetiré - la adeptus mayor tosió un poco preparándose. - Tienes que darle un golpe a Shenhe - diría mientras que con su mano derecha hacia una y otra vez un gesto de estar lanzando un golpe.

Aún incredula Ganyu miro de reojo a Shenhe la cual estaba estoica, no quería intentar agredirla o algo, sin embargo, tenía que cumplir con su tarea.

Por lo que suspirando, asintió decidida, donde su maestra al percatarse, se dispuso a comenzar la prueba.

- ¡Comiencen! -

Ante la señal Ganyu miro por unos momentos a Shenhe, preparándose para salir al ataque, cerrando su puño derecho lanzó un golpe el cual fue esquivado por Shenhe sin problemas.

Debido a lo torpe de su movimiento Ganyu perdió el equilibro dando pequeños saltos mientras hacía adelante tratando de recomponerse.

Recuperando el equilibrio Ganyu se dio la vuelta llendo directamente a su compañera lanzando otro golpe, que de igual forma fue esquivado.

La orden había sido clara, Ganyu tenía que darle un golpe a Shenhe, pero ella no tenía por qué dejarse golpear tan fácilmente.

Con movimientos erráticos Ganyu siguio con su cometido, y esos golpes no eran nada difíciles para Shenhe, y al cabo de varios minutos de decenas de intentos Ganyu se tiro al suelo suspirando mientras sudaba a cántaros.

No estaba en lo más mínimo acostumbrada al ejercicio físico, al punto de haber quedado muy agotada por haber derrotado a una banda de ladrones.

- Ay niña... Sigues sin alimentarte bien, ¿cierto? - dijo Preservadora de las Nubes llevándose una mano a su rostro.

Este problema no iba solamente por su depresión al haber perdido a Goku, ya era uno que tenía desde mucho antes, Ganyu tenía una extraña obsesión por mantener su cuerpo delgado, llegando al punto crítico de no ingerir ningún tipo de alimento en mucho tiempo con tal de "compensar" su extraña dieta, si no fuera una adeptus, no cabe duda que ese estilo de vida la hubiera acabado hace mucho tiempo.

Aún al sol de hoy Preservadora de las Nubes seguía sin saber su razón para esa extraña obsesión, aún recordaba aquellos días cuando Ganyu era gordita y rechoncha como bolita en su niñez, hasta que un día tras una batalla se empeño con reducir su figura con medios extremos.

Siendo una historia que Ganyu nunca le a contado a nadie, y el único testigo de ese cambio de mentalidade murió a manos de Ganyu.... O más en específico murió por obra de sus caderas atoradas en el tórax del monstruo que se la trajo de un bocado.

- Reflexiona como te fue y alimentate bien, y si te preocupa tu peso recuerda que estarás haciéndo mucho ejercicio - dijo la Preservadora dándose la vuelta para retirarse a un lugar más apartado.

..

..

Habían pasado dos días desde que Ganyu se había quedado con su maestra para cumplir con la tarea que está le había encomendado, y ha sido en extremo, muy difícil.

A pesar de que el objetivo era sencillamente darle un golpe real a Shenhe podría parecer fácil a primera instancia, pero no, a diferencia suya en todos estos años Shenhe entreno arduamente bajo la tutela de Preservadora de las Nubes, subiendo montañas mientras cargaba rocas y otras cosas.

En resumen, ella era muy ágil, pero aún así Shenhe estaba siendo muy amable con ella, a pesar de sacarle ventaja por mucho Shenhe se movía o bloqueaba con fuerza y destreza bastante moderada para que no fuera una tarea imposible para Ganyu.

Aunque esto fue posible gracias a una larga y tendida explicación de la maestra de ambas mientras Ganyu dormía su siesta.

Ganyu sabia esto, podía sentir y reconocer que Shenhe estaba siendo amable, pero eso daba igual, estaba dispuesta a completar su tarea a como diera lugar.

- "Su tenacidad por completar un objetivo es admirable" - pensaría la adeptus mayor mientras miraba como a lo lejos Ganyu estaba ejercitandose, corriendo, practicando golpes o intentado recordar aquel tiempo en el que había aprendido a usar espada y lanza.

Entendía y comprendia el dolor que Ganyu por su pérdida, pero no podia quédarse todo el  tiempo así, tenía que intentar recuperarse, y había elegido un método un tanto peculiar.

¿Al final de esta misión pretendía que Ganyu se sintiera mejor? Por supuesto que no, por mucho que le gustaría que fuera así.

Lo único que quería era sacarla de ese espiral de tristeza para conseguir una victoria personal que le subiera los ánimos.

- "Vamos Ganyu... Muestra que tan determinada estás" - pensó la mujer mientras afilaba un poco su mirada.

Más tarde ese mismo día, como en los dos anteriores, Ganyu se dispuso a intentar nuevamente en darle un golpe a Shenhe, pero siempre obtenía el mismo resultado, todos y cada uno de ellos eran bloqueados o esquivados con suma facilidad, sin embargo la diferencia era notoria.

A diferencia de otros intentos Ganyu hacia mejores movimientos, habiendo menos movimientos torpes que la hacia agotarse en exceso, sus golpes llevaban mejor dirección y fuerza, además de tardar al menos unos minutos más en cansarse.

- "Parece estar practicando eso de los 'movimientos innecesarios' que decía Goku" - pensó Shenhe mientras hacía un poco más de esfuerzo en mantener a ralla a Ganyu, pero aún conteniendose en gran medida según las indicaciones de su maestra.

Pasando pocos minutos Ganyu finalmente se había cansado, pero sin tirarse al suelo, permanecio de pie mientras suspiraba bañada en sudor.

Completando así otro arduo día de entrenamiento.

- "Voy a completar este desafío..." - pensó entre suspiros pero llena de determinación.

Y así unos cuantos días comenzaron a pasar rápidamente para Ganyu, levantándose desde temprano para comenzar a prácticar para ser capaz de lanzar mejores golpes.

Ganyu tenía buena formación para poder pelear, pero debido a las décadas que pasó siendo solamente una secretaría y dedicándose en extremo a su oficio, dejó de lado cualquier tipo de entrenamiento.

Por lo que no le resultó muy complicado analizar sus errores y saber exactamente que hacer para seguir mejorando, poniéndole cada vez más difícil a Shenhe poder evadirla con la fuerza que ella usaba.

Hasta que finalmente había llegado el sexto día de su estadía en los dominios de su maestra.

Cómo era habitual desde hace 6 días, por la tarde, Ganyu y Shenhe se encontraban en una "combate", donde la mujer de cabello blanco bloqueaba la mayoría y esquivaba unos cuantos, además de lanzar un que otro golpe moderado.

- "Si sigue así, pronto va a conseguirlo..." - pensó la Preservadora viendo con atención.

Ganyu dio un golpe con su puño derecho que fue bloqueado por Shenhe usando su antebrazo, y ejerciendo fuerza hizo retroceder un poco a Ganyu lanzándose al ataque en contra de ella con golpes, que para términos de la hermitaña, eran amables.

Puños, patadas, Ganyu se las arreglo para esquivar todos, mirando con seriedad como Shenhe preparaba otro golpe con su puño derecho, y como reacción pudo bloquearla usando su antebrazo, sintiendo un dolor considerable en este.

- "¡Ahí!" - pensó de forma frenética viendo lo que parecía un punto ciego, y de forma instintiva cerró su otro puño y.......

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- ¡Au! - exclamaria Ganyu desde el suelo mientras iba abriendo sus ojos, con una vista borrosa pudo notar a las figuras de su maestra y compañera.

- Ganyu, lo siento, lo hice por puro reflejo... - diría Shenhe con su habitual tono neutro, pero notándose sienta pena en este.

- ¿puro reflejo?... ¡Au! - exclamó de dolor tocando su pecho.

No entendiendo mucho se giro para ver a su maestra, la cual le veía con una sonrisa orgullosa.

- Lo que sucede es que Shenhe te lanzó un fuerte golpe por instinto cuando... Le diste un golpe - explico pa preservadora expectante a la reacción de Ganyu.

- ¿Le... Le di un golpe? - preguntó quedando estática mientras la miraba.

- Así es, felicidades querida, lo has conseguido - dijo colocando una mano en el hombro de la peli azul.

- Lo logre... - por su mente pasaba el recuerdo de ese instante, por puro reflejo pudo encontrár un momento para dar un golpe.. Y lo conecto.

- ¡lo logre! ¡Si, lo logre! - exclamó eufórica poniéndose de pie alzando ambos brazos al aire.

- Mejoraste mucho Ganyu - dijo Shenhe intentando mencionar algo que sonará como apoyo.

- Has hecho un buen trabajo querida, ahora bien, respecto a mí promesa... Así será, no hace falta que me digas nada, ya se a donde ibas con ese asunto - dijo la adeptus mayor cruzando sus brazos con una sonrisa.

- Maestra.... ¡Gracias! - Ganyu en un movimiento repentino abrazo a la preservadora, quien no dudo ni un instante en corresponder el gesto.

- Si estás agradecida.... ¿Me dejarías acariciar tus cuernos Ganyu? - pregunto separándose un poco mirando con una sonrisa a Ganyu, la cual se aparto de inmediato cubriéndose los cuernos.

- Vaya.... Aún recuerdo cuando eras una niña rechoncha, en esos años a ti solía encantarte que te acariciaran los cuernos... O no vayamos tan atrás, hasta solías pedirle a Goku que te los acariciara - expreso con nostalgia mientras cerraba sus ojos no viendo como Ganyu se ponía más y más roja con cada palabra.

Todo ante la mirada de una estoica Shenhe, la cual se mantenía calladita, no quería meterse y que su maestra comenzará a hablar de ella.

- ¡¿Có-como sabe eso último?! - pregunto roja de la vergüenza.

- Vaya, en el tiempo que pase con el como "Xianyun" le preguntaba muchas cosas y el respondía encantado... - dijo con una sonrisa peculiar. - Como lo que sucedio exactamente el día en el que se conocieron... - la Preservadora o Xianyun abrio uno de sus ojos viendo con picardia a Ganyu, la cual entendió de inmediato a que se refería.

- Aaah~ maldición... Ahora definitivamente estoy arruinada - murmuro arrodillada en suelo mientras un aura deprimente le rodeaba.

- ¡Jajaja! Tranquila, si te lo propones, aún conseguirás pareja - dijo divertida haciendo que finalmente Ganyu caera derrotada mientras Shenhe le daba palmadas para tratar de consolarla.

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Varios minutos habían pasado en los cuales Ganyu finalmente se había recuperado, no le había sido tan difícil dado que soportar la vergüenza que le provocaba su maestra era relativamente normal para ella.

- ¿No te quedarás un poco más? - pregunto Xianyun suspirando algo decepcionada.

- Me temo que no... Aunque pueda tomarme el tiempo que veía necesario no quiero dejar tanto tiempo mi trabajo, llegare a mi casa y descansaré mañana, no se preocupe - Ganyu se llevó una mano a su pecho mirando de forma relajada a su maestra.

- "Haber tenido esa pequeña victoria la hace ver mejor..." - pensaría mientras que dentro de si sonreía con alegría y satisfacción.

- Shenhe, Maestra, gracias por este tiempo, volveré para hacerles una visita - con una sonrisa simpática Ganyu se acerco y abrazo a ambas, donde ambas hicieron lo propio estando en un bonito abrazo grupal por un rato.

- Nos vemos... - Ganyu comenzó a alejarse de ellas, y a una distancia considerable se giro para hacer una despedida con su mano, para finalmente retirarse de la montaña.

Ambas se quedaron ahí paradas por unos minutos, con Preservadora pensando en sus apréndices en general, no importaba cuanto pasara, siempre les iba a querer y si algún día necesitaban ayuda estaría ahí para ellas.

- Maestra... ¿Goku volverá? - pregunto Shenhe de la nada tomando por sorpresa a la adeptus.

- Me temo que no soy capaz de responder a esa pregunta... - negó con la cabeza con algo de descontento. - Sin embargo, haré un esfuerzo para saber todo lo posible con la información que hay... -

Shenhe asintió con la cabeza, ella también esperaba volver a verlo algún día, aún sentía un vacío profundo cada que pensaba en él.

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Horas más tarde/Presente

- ¡Buen día señor! Soy Charlotte periodista de Fontaine para la revista "El Pajaro del Vapor" si no le es mucha molestia, ¿puedo hacerle unas preguntas? - con una sonrisa carismática Charlotte se presentó ante una vendedor en el Gran Bazar de Sumeru.

- Seguro - respondió sin más encogiendose de hombros.

- Todos fuera de Sumeru éstamos muy intrigado acerca del más grande suceso en ésta nación, ¿podría decirme algo acerca del 'Primer Sabio de Buer'? - Charlotte saco una libreta y lápiz dispuesta a tomar nota.

- ¿Goku? Es alguien agradable aunque algo tontorrón, me a ayudado con la carga cuando sufría de dolores en la espalda - contestó el hombre con gracia soltando una leve risa, esa respuesta provoco que en los ojos de Charlotte aparecieran estrellas brillantes al recaudar información a la primera.

- Ya veo... - dijo mientras anotaba.

- Y el día al golpe contra la Academia de Azar... ¿Qué sucedió? ¿Qué habrá motivado a Goku-san en irrumpir en la Academia así? - inquirio con curiosidad.

Aunque esa pregunta causó que el rostro del vendedor pasará a un tono más serio, extrañando un poco a Charlotte.

- Honestamente no estuve ese día, se unos detalles pero sería mejor que le pregunte a los del teatro - dijo señalando con su pulgar a una tarima que había en el lugar.

- Ya veo... ¿Podría brindarme una descripción general de Goku-san? - pidió amablemente.

- Es alto, bastante musculoso pero no muy exagerado, ojos negros y un pelo negro con un peinado alborotado - explico mientras que con una mano alzada daba un ejemplo exacto de la altura del sujeto.

Tal descripción provocó que un pequeño clic se hiciera en la mente de la reportera. A lo que un sentimiento de incertidumbre comenzó a germinar en ella al tener una corazonada de cómo podría terminar esta ronda de entrevistas. Esperaba no tener razón.

- De-de acuerdo, muchas gracias y que tenga un buen día... - dijo Charlotte mientras se alejaba para entrevistar a más personas.

Pero para su mala fortuna, cada descripción era la misma... Casi todos le respondían amablemente a sus preguntas soltando algún que otro dato acerca de la persona que buscaba, además de describir su apariencia de la misma forma.

- ¿Se encuentra bien señorita? - pregunto el Jeque Zubayr mirando como Charlotte tenía cara de estar sudando frío.

Así como los otros, la reportera realizó una pequeña ronda de preguntas al jefe del teatro, donde tras recibir por enésima vez la misma descripción, ese hecho cayó sobre ella como un balde de agua fría.

- De casualidad... ¿Goku-san tiene justo así su peinado? - usando otra página de su libreta Charlotte realizó un dibujo rápido de una cabeza com un peinado alborotado.

- Si... - contestó vacilante el Jeque, tenía un pequeño presentimiento de adonde iba el asunto.

- "Adiós a mi entrevista exclusiva" - pensaría con los ojos en espiral mientras lo que parecía ser su alma salía de su cuerpo en un color oscuro representando lo mal que se sentía.

Sacaría nota de todo lo que pueda conseguir pero se lo guardaría... Prometió publicar una entrevista con el primer sabio de Buer.... Y lo haría.

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La Nación de los Contratos;Liyue

- ¡Wuuuuju! - exclamaba eufórico el saiyajin llendo por los cielos, que estaban adornado por un atardecer.

- 'Vaya, euforia es un término que se adapta perfectamente a tu estado de ánimo, estas que revientas' - río Rukkhadevata de forma divertida.

- ¡Por supuesto! Cuando era niño me la pasé viajando para intentar regresar a Liyue... Aunque ahora que lo pienso, eso era un poco imposible tratándose de otro mundo - contestó Goku mientras soltaba una pequeña risa.

- 'Por supuesto, pero, ¿a donde piensas ir exactamente?' - al escuchar esa pregunta Goku se detuvo de golpe, quedando levitando en el aire mientras se llevaba una mano a su mentón.

- Es verdad, no lo había pensado antes... - pensó mientras buscaba una solución, no conocía la presencia de Ganyu como para ir simplemente a donde ella estaba, además de que no sabía si era buena idea ir a molestarla en su trabajo.

Aunque bueno, aunque nunca lo llego notar, cuando se trataba de él Ganyu nunca se llegó a molestar cuando iba a verla a su trabajo.

- 'Puedes optar por ir cuando ya haya anochecido, mientras haz cualquier cosa' - sugirió la antigua arcónte, a lo que Goku solo asintió.

- Ahora que me doy cuenta... - pensó mientras entrecerraba sus ojos viendo a una dirección en específico.

Rukkadevatha miraba intrigada a tras vez de la perspectiva del saiyajin, sintiendo como un fuerte sentimiento de nostalgia inundaba el ser del guerrero. El cual sin mediar palabra alguna retomo su vuelo llendo a una pequeña colina con varios árboles a su al rededor.

- Hmm... Esa olla no estaba aquí antes... - murmuro mientras iba descendiendo mirando los alrededores hasta que finalmente sus pies llegaron al suelo.

- '¿Qué tiene éste lugar?' - inquirio Rukkha con curiosidad.

- Fue aquí donde vi a Ganyu por primera vez, luego de que haya golpeado a unos tipos - dijo sonriendo mientras recordaba ese día.

Por su cabeza recuerdos de ese momentos comenzaron a hacerse presente, los cuales eran presenciados por su "inquilina" la cual solo miraba en silencio.

- "Que boni...." - Rukkhadevata diría para si misma con cierta ternura, pero arrastro su palabra al ver un recuerdo de como el pequeño Goku palmeaba la zona íntima de Ganyu para verificar su género.

Para Goku estar en ese lugar era nostálgico, marcaba el inicio de toda una travesía de su niñez, no podía evitar seguir pensando en ella, estaba tan cerca que no lo podía creer.

- Bueno... Creo que es hora de comerme todo ésto - dijo viendo la caja que llevaba en sus manos. Sería un desperdicio y una falta de respeto no comerlos y tirarlos.

Goku camino unos metros hasta sentarse atrás de un árbol mientras se recostaba en éste, para luego abrir la caja revelando que en su interior estaba repleto de comida.

Y tras agradecer por la comida muy a su habitual estilo, comenzó a devorar todo su contenido de forma feroz, a fin de cuentas no tenía a nadie que le regañara por comer así... Solo Rukkhadevata que le hacia recomendaciones.

- 'Vaya esto es tan tranquilo...' - diría la antigua arcónte. - 'Me recuerda a cuando me aislaba en el Santuario y me ponía a meditar encerrada...' - menciono, y aunque no se le notará tras decir eso su ceño se frunció en señal de molestia.

- '¿Por que suenas tan molesta?' - pregunto confundido por su tono mientras le hablaba por medio de su mente.

En la última semana había estado adquiriendo el hábito de hablarle desde su cabeza.

- 'Nahida estuvo encerrada en una prisión que yo misma cree..' - dijo con seriedad. - 'Su función era mantenerme aislada de lo que ocurría en el exterior mientras yo meditaba, estaba diseñada para abrirse desde dentro y por fuera, pero los Sabios la modificaron...' - dijo un tanto molesta por un movimiento así de ruin por parte de aquellas personas que llego a considerar de confianza en el pasado.

- 'Qué fastidio con esos ancianos' - suspiro Goku con pesadez, no iba a generalizar pero mucha de esa gente que ocupaba el puesto de sabio en la academia eran personas desagradables, pero gracias a Tignari y por la propia Nahida, habían buenos tipos ahí dentro.

Así Goku y Rukkadevatha comenzaron a tener una charla, donde la diosa le explicaba más a detalle algunas cosas de Sumeru, no siendo consiente ninguno de los dos de algo.

A unos metros de donde Goku estaba acostado, a una dirección opuesta, los pasos de una mujer iban acercándose lenta pero progresivamente al mismo lugar.

Se trataba de Ganyu, la cual había decidido tomarse un pequeño desvío para visitar el lugar donde su vida cambió un 9 de mayo.

Con una mirada triste y nostalgica Ganyu miraba el lugar sintiendo un hostigamiento en su corazón, sin embargo, a diferencia de los últimos 10 años, no era tan fuerte, podía soportarlo al sentirse mejor y haberse sentido peor.

- "Me preguntó..." - pensó mientras caminaba unos metros para luego sentarse mientras apoyaba su espalda en un árbol. - "Si de verdad te tendré a mi lado..." -

Estar ahí le recordaba a Goku, todos los buenos momentos que pasaron juntos, pero en los últimos años esos recuerdos solo estrujaban aún más su corazón.

Sintiendo de nuevo todas esas emociones, Ganyu inhalo y suspiro para tratar de recomponerse, no quería volver a sentirse mal después de un día lleno de emociones; y por sorpresa, le había funcionado, al haber inhalado sintió algo que le transmitía mucha felicidad.

- "Siento un olor que me hace feliz..." - pensarían simultáneamente ambos recostados en cada lado del árbol.

Goku que había terminado de hablar con la antigua arcónte de Sumeru, sintió un olor que le transmitía felicidad y nostalgia, pero por más que pensaba no daba.

Pero de un momento a otro abrió por completo sus ojos mientras se quedaba helado debido a algo que llegó a sus oídos...

https://youtu.be/HlWONWIXdZM?si=0X_y_H9cKEXBH_6C

https://youtu.be/HlWONWIXdZM

Con el anochecer haciéndose presente, Ganyu se puso de pie mirando al cielo.

Mientras cantaba una letra que salía desde lo profundo de su corazón, una que expreseba como poco a poco una sonrisa la fue cautivando.

Un poco escéptico, Goku se apresuró a ponerse de pie para mirar inmediatamente a la persona que había comenzado a cantar y al hacerlo se quedó completamente quieto, sorpresa? No lo sabía.

- Como en sueño hecho realidad... Bailabas conmigo una vez más... - con sus ojos cerrados Ganyu cantaba desde el fondo de su corazón, esa sensación de felicidad no hacia más que incrementar dentro de ella.

Justo como su letra decía, aquel lugar que fue y es tan valioso para ella aparecía en su mente, queriendo verlo de forma lúcida se giro para verlo y seguir cantando

- Siempre juntos podemos... soñar... - a como iba avanzando la frase Ganyu fue abriendo poco a poco sus ojos y al hacerlo se quedó muda por lo que sus ojos veían.

Se había quedado estática y helada al ver un hombre con un rostro y un peinado que nunca olvidaría.

Quería pensar algo...

Quería decir algo...

Pero simplemente no podía... Estaba en shock.

- Ganyu... - diría Goku sorprendido pero muy contento mientras avanzaba unos cuantos pasos.

- Go....Go...... Goku.... ¿Eres tu mi Goku? - con una expresión incrédula y ojos llorosos Ganyu miro fijamente al azabache.

- Si soy yo.... Tu te ves igual de linda que siempre Ganyu - dijo Goku mientras sonreía con su jovial actitud.

Con el cuerpo tembloroso Ganyu comenzó a caminar los pasos que la separaban del azabache, con sus palmas temblorosas tomó el rostro de Goku mientras lo miraba de forma fija.

- Eres tu... Eres tu... En verdad eres tu... - con lágrimas bajando por sus ojos Ganyu abrazo con fuerza a Goku mientras que con su olfato desarrollado sentía su aroma natural.

Era ese olor que tanto la hacía feliz...

- Si Ganyu soy yo Goku, yo también quería verte... - dijo mientras abrazaba a la peli azul.

Ya sin poder contenerse más, Ganyu rompió en llanto mientras aumentaba el agarre en el Son.

- ¡BUAAAAAAHHH! ¡ESTAS VIVO EN VERDAD ESTAS VIVO! - exclamó con fuerza mientras enterraba su rostro en el pecho de Goku soltando sus lágrimas

Finalmente lo que había anhelado cada día desde hace 10 años de había vuelto realidad.

Goku y ella estaban juntos de nuevo...

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Fin del capítulo.

Bueno... Solo queda decir que espero que les haya gustado el capítulo.

Finalmente sucedió... Pero aún de se viene cosas.

No tengo del todo claro que misiones irán a aparecer, pero ya se que la mitad de los eventos antes de la 2.0 si estarán.

Además de un pequeño agregado con Fontaine antes de entrar en el arco de Inazuma. Se trata de dos waifus de ahí, adivinen.

Espero leer sus opiniones sobre el cap.

Nos vemos hasta la próxima.

¡Bye!


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