Hermanos mayores.

-¡Aniugue! ¡Aniugue!-tocaba una y otra vez Leonhard la puerta del cuarto de la habitación de su hermano mayor con preocupación.

-¿Que pasa, Leo-nii?-pregunto Licht poniendose a su costado, su pequeña pancita ya se estaba notando.

-Licht, Kai no quiere salir a almorzar.

-¿Sabes la razón?

-Lo vi muy deprimido esta mañana, pero no se cual es la razón, estoy preocupado por Kai...-susurro Leonhard apoyando su cabeza en la puerta.

Kai tenia apoyada tambien su cabeza, sintiendo miserable al hacer preocupar a sus hermanos de esa manera.

Dandose un par de palmadas en la cara, como dandose valor, abrio la puerta, vio a su hermano menor con lagrimas en sus hermosos ojos celestes.

-Leonhard... no te preocupes por mi...-poniendo una mano en su mejilla, la acaricio suavemente, con su pulgar le quito las lagrimas traicioneras que bajaban sin el consentimiento del menor por sus mejillas-Estoy bien...

-N-No puede evitarlo... Aniugue...

-¿Si?

-¿Vamos a almorzar?-con sus ojos brillando como el cielo mismo, vio a los duros ojos de Kai, que aunque no pareciera, se ablandaban, motrando una pequeña y calida sonrisa.

-Si, vamos-respondio tomando la mano de Leonhard, el rubio sonrio enormente y se lo llevo al comedor.

Licht quedando de tercero, vio como ambos hermanos se iban agarrados de la mano.

Y Licht sonrio, como cuando tramaba algo.

-Ni se te ocurra-dijo Bruno atras suyo acomodandose los lentes.

-¡¿Uh?!-sorprendiendose exclamo, volteando a verlo-¡Bru-nii! ¡No me asustes asi! ¡Por el susto casi se me sale el niño!

-¡Que va a ser niña!

-¡No lo sabemos! ¡Falta un mes para poder saberlo!

-Si lo se-acomodandose los lentes hablo, dandose cuenta de algo-... Una disputa por un territorio no es una buena razón para casar a dos principes.

-¿A que te refieres?

-O es que ese tal Aslan...

-Sebastian-corrigio Licht.

-Si, o es que ese tal sebastian no nos haya dicho la verdadera razón por la causa de ese matrimonio arreglado o es que mi padre quiere casar a Adele tan rapido...

-Mejor ahi que ir a preguntarle, esta en el cuarto de invitados.

-¿Como sabes eso?

-Papá lo habia dicho hace unos momentos...

-... Voy a ir a su cuarto.

-Espero que no me engañes.

-¡No pienses mal!

-Jajajaja Broma, broma-moviendo su mano de arriba a abajo, sacandole la lengua-hablaras con el en la comida, estos nenes tienen hambre~-dijo apuntando a el y a su bebe con el pulgar.

-Entonces yo les dare de comer.

Por alguna razón, en vez de que eso calentara a Licht, lo hizo reir fuertemente haciendo que Bruno se tape la cara avergonzado.

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-Sal de ahi-viendo a su hermana mayor por minutos, escondida debajo de la cama asustada, le era algo raro. El pequeño gatito trataba de animarle dandole palmaditas con sus patitas en la cabeza.

Ella siempre con una sonrisa le decia que debemos afrontar lo que nos depara el futuro. Que debian ser fuertes ante todo aunque el mundo se les venga encima, porque siempre, ambos estaran juntos.

Y por eso el la admiraba. La admiraba, ya que entre ambos, ella era una prodigio en todo.

Pero al ver a su hermana, escondida, asustada, hizo que se sorprendiera de sobremanera, ya que, aunque el fuera un chico, ella era mas buena en manejo de armas, fuerza, una imaginación enorme, amable, sabiduria que con el paso del tiempo seguira creciendo y una autoestima casi  inquebrantable.

El, solamente tenia sabiduria y una lengua filuda, no tenia mucho en especial como su hermano mayor Eins, que tambien se le consideraba un prodigio, o a sus hermanas que eran buenas en muchas cosas.

No como el, que solo le gusta el arte y la musica.

Metiendose debajo, arrastrandose hacia donde estaba ella, puso su mano en su hombro y le sonrio calidamente para poder calmarla un poco.

Almenos trataria de animarla, como ella siempre lo hace.

-...¿Y si me hago pasar por ti?

Ella volteo a verlo sorprendida, para luego abrazarle fuertemente.

-Gracias, pero, yo debo hacerme cargo de mis impulsividades.

-Pero...

-Estare bien, despues de todo, solo es un almuerzo-dijo tranquilamente, picandole la frente.

Y hay estaba ella, con una sonrisa saliendo y caminando siempre hacia delante con la frente en alto.

Por eso el la admiraba mucho.

-Gracias, Daniel...

-¿Eh?

Aunque, Shira, nunca se habia considerado especial, mas bien, veia a su hermano que era un verdadero genio, veia como se los aprendia los libros con tan solo haberlos leido una vez, tal vez no sea el mejor en en manejo de armas, o en defensa personal, pero tenia un don para el arte, la musica, una enorme voluntad y una lengua filuda para poder defenderse.

Por eso Shira admiraba a su hermano.

Porque ambos desean ser el otro, aunque no sabe que ambos sienten el mismo deseo.

Ambos eran el soporte del otro.

-¿Crees que este esta bien para ir a un almuerzo?-pregunto Shira sacando todos los vestidos que le trajo su padre en tan solo unas horas.

-Elije este-dijo Daniel sacando un lindo y simple vestido negro.

-¡Hermoso!-grito agarrando ese vestido y corriendo rapidamente al baño para cambiarse.

-... Si enamoro a ese tal Alexander... padre tendria que casarnos a nosotros y no a ella con el...

Recordo cuando Sebastian y ella salian por un momento al parque atras de la capilla.

Aunque el ya sea todo un adulto, nunca le habia visto faltando el respeto a su hermana-incluso para besarla-cada vez que los vijilaba-por voluntad propia-era muy dulce con ella, caballeroso, la trataba como si fuera lo mas delicado del mundo.

-Aunque no lo sea...

-¿Dijiste algo, Daniel?-pregunto saliendo de hay con el vestido ya puesto, aunque estaba descalza y algo despeinada.

-Que habra sopa de frijol.

-Ah, bueno, tendre que ir.

De pronto la puerta fue abierta de par en par, dejando ver a Viktor con un semblante molesto. Heine estaba atras suyo.

-Padre, madre ¿Que pasa?-pregunto shira viendo a su padre que la miraba de arriba para abajo. Heine se quedo en su sitio sin palabras.

-S-Shira...

-Te ves hermosa-alago Viktor sonriendole, ambos hermanos se sobresaltaron al ver la puerta arrugarse por la fuerza que ejercia en esta-Te vestistes tan bien... para ese chico...

-No la celes, Viktor-advirtio Heine a lo que el rey hizo un puchero.

Ambos hermanos suspiraron cansados, sus padres aun se comportaban como niños.

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El peliazul viendo el pequeño cuaderno rojo entre sus manos, aparte del mapa que habia, revisaba los apuntes que habia en varias hojas al igual que los dibujos y diseños de varios trajes.

-"Aveces el problema es que tu corazón noquiere admitir lo que tu mente ya sabe"-leyo la pequeña frase que estaba escrito en la ultima linea, cerro el cuaderno, abrazandolo contra su pecho sonrio.

Queria volver a ver a ese chico.

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Se quedo sin palabras al ver sus manos.

Un pequeño dolor en su parte baja lo hizo sobresaltar rapidamente al igual que un liquido que vio en su pantalon salir y mancharlo de carmesi.

El color de la sangre.

Su sangre y el del pequeño que tenia adentro suyo.

-Aborto espontaneo...-susurro en un hilo de voz.

No pudo evitar que sus ojos se llenaran de lagrimas, asustado dio un grito desgarrador.

-¡¡BRUNO, VEN RAPIDO!!

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