Por encima del Orgullo

Una vez más, les traigo el siguiente capitulo de la serie, espero que les guste y pues la verdad; hoy no sé qué más decir. Por alguna razón; no sé porque siento que me quiso dar Covid, tuve un poco de síntomas, pero ya salí, solo era algo de tos y un poco de dolor de cabeza, pero nada insistente… me bastaron dos inyecciones y una caja completa de antibiótico… ya estoy como nueva… solo espero que no haya sido nada de eso y que solo haya entrado en una etapa paranoica y haya sido la lluvia que me bajo las defensas. Quitando eso, pues ya es todo lo que tengo que contar; no me pasado mucho. Nos vemos en la próxima, cuídense mucho y si tienen algo de síntomas (como yo) a consultar, mejor que las llamen exageradas y no acaben en un hospital. Besos y nos vemos.

~ 1 ~

Tal parecía que ese sitio tenía muchos años abandonado, todo lo que se encontraba a los alrededores de ese sito estaba carente de vida, los árboles estaba secos, las hierbas se encontraban altas pero la mayoría de ellas se habían teñido de un color amarillento, Bian y Shura se adelantaron un poco para cada uno de ellos colocarse frente a cada puerta que se alzaba ante ellos, comenzaron a empujar muy ligeramente para poder abrir aquel portón que se encontraba oxidado y el cual parecía que se rompería con el más mínimo contacto, se escuchó un fuerte rechinido que alerto a todos los presentes, cada uno de ellos miraron a todos lados en caso de que pasara algo.

Cada uno de ellos cruzo para adentrarse al patio de una gran casa que se encontraba arruinada, a la vista parecía que en cualquier momento se iba a caer en mil pedazos. Hades se quedó de pie en el centro de ese gran patio mientras que los guerreros se encontraban explorando el sitio antes de adentrarse a la mansión, la mirada de Scott se encontraba fija en una de las ventanas, en ella se podía ver una sombra que los observaba desde lo alto.

Sin pensarlo mucho, camino hacia la entrada de ese lugar, empujo la puerta haciendo que esta diera un duro y fuerte golpe contra el muro de concreto. Hades se sorprendió al observar el interior de la mansión, era todo lo contrario a lo que se podía observar desde el exterior. Todo el sitio se encontraba adornado con los mayores lujos que había visto en toda su vida, el resto de sus acompañantes se quedaron sorprendidos al igual que él. Las paredes se encontraban adornadas con hermosos tapices de un color similar al dorado, había cientos de mesas con jarrones antiguos llenos de bellas flores, tapetes de color rojo, cortinas doradas, cuadros de varios artistas famosos de siglos atrás… parecía el decorado de una antigua casa victoriana.

Pronto escucharon unos pasos que descendían de la escalera, las miradas se quedaron puestas en ese lugar, pronto apareció un joven de mediana altura, de cabellos largos y rubios, ojos castaños y piel ligeramente bronceada, vestido con un pantalón negro ceñido a sus piernas, botas negras a juego, una camisa de manga larga blanca, con un corte ligero en V en el pecho el cual se podía cerrar con ayuda de unas cintillas, pero tal parecía que ese joven la prefería usar con la abertura. Pronto se colocó frente a Hades, el dios del Inframundo seria unos 5 centímetros más alto que el dios que se encontraba frente a él. Se mantenía serio, observando cada rasgo de Scott, analizando la situación en la que se encontraba en ese momento. Sus guardianes elegidos se mantenían a raya, esperando cualquier clase de orden que les fuera a dar.

-¿Qué es lo que deseas Hades, dios del Inframundo?

-Hablar con el dios del Sol… Abel- respondió, el joven solo sonrió de forma sínica

-¿El dios del Sol?- dijo de manera irónica -te equivocas de persona, a quien en realidad buscas es a Apolo, no es a mi

-En la mitología griega, eres considerado también como el dios del sol

-Exiliado- respondió y les dio la espalda dirigiéndose a un salón, Hades espero un poco antes de ir detrás de él, el resto lo siguió

-¿Podemos hablar?

-¿Qué es lo que estamos haciendo?- le pregunto mientras tomaba asiento en uno de los sillones individuales, le invito a tomar asiento -porque yo lo conozco como "conversar"

-Entonces… escucha lo que tengo que decir

-Te escucho

-Quisiera pedirte que te unas a nosotros en la próxima batalla que estamos por enfrentar- tomo una pausa para observar a su acompañante -los Titanes han sido liberados y no tenemos suficiente fuerza para poder hacerles frente. Yo y otros dioses reencarnados estamos en busca de aliados para poder no solo salvar a la humanidad; sino también, la vida de nosotros y no exagero al decir que también el universo como lo conocemos

-¿Es por eso que vienes ante mi presencia?- pregunto -solo porque requieres de mi ayuda- dejo salir un suspiro -no cabe duda que todos los dioses Olímpicos son egocéntricos

-¿A qué te refieres?- le pregunto con duda

-A que solo piensan en los demás cuando necesitan sobrevivir; sino es por eso; no les importaría siquiera saber si estamos vivos o no

-Tal vez tienes razón- respondió serio -pero si no fuera porque la vida de todo ser viviente está en peligro no te estaría molestado

-¿Quién esta inmiscuido en todo esto? ¿Zeus? ¿Afrodita? ¿Hera?

-Hasta ahora, solo somos 5 los que vamos a enfrentar esta guerra- respondió -Ares, Apolo, Poseidón, Athena y yo

-¿Quieres que haga equipo junto a Apolo?- pregunto sin creer lo que había dicho Hades, este solo lo observo fijamente

-No es como crees- se apresuró a decir -es muy diferente a como lo pintan en la mitología griega

-¿Y si me niego?- pregunto -¿Qué harías si decido no pelear con ustedes?

-Ofrecerte una segunda opción- respondió confiando, sorprendiendo al joven

-Te escucho- le animo a continuar

-Athena tiene en su poder un arca, la cual contiene unas joyas que permiten absorber el Cosmos de la reencarnación que la lleva consigo- comenzó -absorbe un poco de su energía, de esta manera alguno de nosotros podríamos usarla en el momento de la batalla si llegara a ser requerida, en este caso sería yo quien usara esa energía. De esa manera, no arriesgas tu vida

-Entonces…- pensó un poco en lo que iba a decir -sino presto mi fuerza física, tendré que prestarles mi Cosmo energía. De una u otra forma tendré que ayudarlos

-Algo así- le vio ponerse de pie y mirarlo fijamente para después desviar la mirada hacia donde se encontraba el resto de los guerreros

.

.

De un momento a otro, el sitio donde se encontraban había quedado atrás, la oscuridad cubrió todo el sitio, Hades comenzó a observar todo lo que se encontraba en su alrededor, ya no estaba en aquella tenebrosa y lujosa mansión.

-¿La nada?- se preguntó a si mismo al no ser capaz de ver nada frente a él, mas que solo oscuridad total

-No- escucho que le respondió Abel, quien dé un momento a otro se visualizó frente a él -este es un sitio donde acostumbro a traer a mis "visitas sorpresa", se llama Salón Central.

-¿En dónde están mis acompañantes?- pregunto seriamente, observo que el joven sonrió arrogantemente, eso aumento el coraje de Scott -una vez más… ¿en dónde está mi guardia?

Observo que Abel chasqueo sus dedos y de pronto, detrás de él aparecieron sus acompañantes dentro de jaulas, todos y cada uno de ellos se encontraba desmayado. El lugar de pronto se comenzó a iluminar tenuemente con algunas antorchas para una mayor visibilidad, Hades se puso rígido, su cuerpo se tensó demasiado, su respiración y frecuencia cardiaca aumento de sobre manera esperando a que Abel dijera algo más.

-No sé qué tienes en la cabeza- comenzó a hablar con un tono más lúgubre -pero el que me quieras hacer pelear a lado de Apolo, el usurpador; es demasiado

-¿Usurpador?- pregunto con duda sin entender, decidió olvidar eso y continuar con lo que tenía en mente -no puedes hablar de esa manera sino lo conoces- continuo y observo el rostro de su acompañante -sé que puede llegar a ser demasiado prepotente, presumido, mandón, poco tolerante con las personas, desesperado y arrogante- tomo un poco de aire y continuo -pero tiene un lado diferente cuando lo llegas a conocer- trataba de convencer -es muy amoroso y sobre protector con su hermana y al otro también lo cuida, a su modo pero lo protege

-Zeus siempre temió el poder de Abel- respondió -es por eso por lo que él junto a su hijo preferido Apolo me desterraron, me exiliaron; fui olvidado por todos, me arrebataron el derecho con el que había nacido, me fue negado mi lugar entre los demás dioses

-Ahora no importa, después puedes arreglar eso con Apolo; pero… mientras necesito saber si nos…

Hades callo por falta de oxígeno y tuvo que aguantar todas y cada una de las maldiciones que se habían formado en su mente, se le habían quedado atoradas dentro de sí, un dolor en el centro de su abdomen ocupo su total atención y de sus labios salió algo de saliva cuando intento jalar aire por medio de su boca, cayo lentamente de rodillas al suelo en el momento en que Abel retiro su puño del cuerpo del regente del Inframundo, Hades se apoyó en el suelo con una sola de sus manos mientras que la otra la había dejado en la zona del golpe

-Jamás- escucho que hablo Abel y lo miro con sus ojos entrecerrados -yo no voy a prestar mi ayuda, si la tierra y el universo han de perecer… que lo hagan, eso a mi me tiene sin cuidado

-No seas egoísta- dijo entre dientes, ante tal respuesta recibió un golpe más, Abel lo había pateado en el rostro haciendo que se cayera al suelo, un poco de sangre fue escupida por Scott

-¿Me llamas egoísta? ¿A mí?- de nuevo volvió a darle una patada, en esta ocasión en su abdomen -¿yo soy el egoísta? ¿y Apolo? ¿Qué me dices de Zeus?

-No sabemos qué fue lo que en realidad paso entre los dioses- respondió mientras se ponía de pie -solo sabemos lo que está escrito en libros de biblioteca, lo que encontremos en algunos pergaminos que nos den… no sabemos que paso en realidad- le miro fijamente -y ni siquiera sabemos si lo que dicen esos pergaminos es real o solo fue un invento de quien lo escribió

-Yo si- respondió mientras le golpeo de nuevo con su puño en el rostro, Scott retrocedió unos pasos -soy Abel, el verdadero dios del Sol… y soy la reencarnación más antigua que hay en esta tierra- le dio otro golpe más, de nuevo Scott dio otro paso hacia atrás -soy el dios más poderoso que hay en esta era, mi solo poder bastar para que pueda tomar la vida de cualquier enemigo que se me ponga en frente

-¿Y porque no lo haces ahora?- continuo Hades mientras escupía algo de sangre al suelo, sin duda alguna lo estaba comenzado a provocar sin querer -ahora que es cuando más te necesitamos… cuando necesitamos toda la ayuda posible- continuo -si en verdad eres tan poderoso como dices serlo, no te hará daño alguno depositar algo de energía en esa piedra… es más; no tendrás problema alguno en hacerle frente tú solo a uno de los Titanes que han resurgido

Para Abel las palabras de Hades se encontraban huecas, el odio que la esencia del dios del Sol tenía en contra de Apolo seguía ahí, continuaba en esa alma… Scott no respondía a los golpes que Abel le estaba propinando, golpes llenos de ira y odio. Sabía que su trabajo era conseguir que le prestara ayuda y si llegaba a responder a esos golpes su plan se vendría para abajo; internamente agradeció a que su suerte lo hubiera guiado hacia él, porque de a ver sido Apolo… ya se estarían matando.

El cuerpo de Scott se estrelló en contra de la dureza de la pared, cayó al suelo y observo a Abel que se encontraba con sus puños llenos de sangre que no pertenecía a él sino a las heridas que ya le había abierto en su rostro.

-Defiéndete- le ordeno el dios del Sol

-No- respondió y recibió como respuesta de su acompañante un golpe que dio de lleno en su ojo

-¡Defiéndete marica!

-No lo hare- respondió de nuevo y otro golpe más le dio de lleno

-¡Pelea cabrón!- exigió para plantarle una fuerte patada en el estómago que lo mando a dar unas vueltas en el suelo -¡ten los suficientes huevos para defenderte!- de nuevo lo golpeo

-Vengo en son de paz- respondió -por favor… recapacita- susurro y escupió más sangre al suelo

Abel se acercó a donde se encontraba Hades, lo levanto de su camisa para que lo mirara de frente, en el rostro del dios del Sol ya no había esa sonrisa sínica ni prepotente, ahora le miraba serio y sus en sus ojos podía observar claramente una llama de furia que se encontraba creciendo poco a poco. Frente a Abel se encontraba uno de los dioses más poderosos del Olimpo y el más temido de todos, pero solo era el nombre pues el recipiente que ahora era Hades se encontraba siendo humillado, como si fuera un humano común y corriente; Scott se encontraba agitado, tratando de respirar y de olvidar el dolor que ahora sentía su cuerpo con los golpes que estaba recibiendo.

-¿Por qué no peleas?- insistió

-No tengo por que

-¿De verdad?- pregunto seriamente, llevo sus manos al cuello del joven y comenzó a apretar fuertemente -¿y ahora?

-No- respondió en susurro mientras con ambas manos sostenía las de su oponente

-¿Estás seguro?

-No hay enemigo aquí conmigo- respondió con mucha dificultad, Hades sentía que le estaba comenzando a faltar el aire, sus pulmones comenzaban a arder y sentía que estaba comenzado a perder la conciencia

-Patético- susurro Abel antes de azotarlo fuertemente en contra del suelo -demasiado patético para mi gusto

La espalda de Hades se golpeó fuertemente en el suelo con unas rocas que salían de esta, comenzó a toser y tratar de tomar todo el aire que podía, algo de saliva rojiza salió de sus labios, dirigió la mirada hacia donde estaba Abel quien lo veía molesto. Cuando tuvo la fuerza para ponerse de pie, se encaró una vez más a su acompañante

-Entonces- hablo –¿Qué has pensado?

-¿Acaso no entiendes?- pregunto de nuevo y apunto la palma de su mano en contra de Hades, este recibió de lleno el impacto de una bola de fuego que lo arrojo al suelo

-En verdad… esa fuerza que posees… la necesitamos

-Terco- dijo entre dientes y chasqueo sus dedos, inmediatamente sus prisioneros volvieron en sí, de inmediato Kagaho volvió en sí y quiso gritarle, pero no salía voz alguna de él -caerás ante tu guardia- sentencio y en su mirada se pudo ver una chispa de locura

-Solo si eso…- callo para toser un poco -si eso significa…- trato de ponerse de pie, pero cayó al suelo una vez más -si eso significa, que nos ayudaras. Si es así, con mucho gusto te daré mi vida para que calmes tu sed de venganza e ira

-¡No me jodas!- le grito una vez más mientras le lanzaba un ataque que provoco una gran explosión en el sitio -¡Si eres el dios del Inframundo, pelea! ¡Pelea como un hombre! ¡No me salgas con sacrificios pendejos!

-No lo hare- respondió una vez más -sé que puedo vencerte, lo sé; así como también se que si llego a responder a tus agresiones- tosió un poco y volvió a escupir un poco de sangre -si lo hago, no cooperas con nosotros

-Demuéstramelo- dijo Abel mientras se acercaba con pasos decididos hacia donde se encontraba el joven herido -Pelea y defiéndete- dijo mientras daba un giro y le plantaba una patada en el rostro. De nuevo cayó al suelo

-No- continuo mientras quedaba sentando en el suelo, su ojo derecho ya comenzaba a cerrarse -no lo hare, es mi última palabra

Abel se le quedo observando fijamente, el rostro del joven se encontraba ensangrentado y muy inflamado, se encontraba respirando agitadamente, sus rubios cabellos se encontraban alborotados y llenos de polvo, la camiseta deportiva y sus jeans se encontraban ya con varias rasgaduras, peros sus ojos verdes aun destilaban fuerza… él tenía razón, si Hades se pusiera a combatir en serio podría llegar a ganarle, dentro de él yacía un gran poder que moría por salir a flote, pero se estaba conteniendo. Se acerco una vez más a él, detuvo un momento sus pasos cuando observo un aura oscura alrededor de Scott, dejo salir un suspiro y de nuevo se encamino hacia donde estaba aquel soldado caído.

Lo tomo de su camisa para obligarlo a ponerse de pie y que le plantara cara, pero Hades no hizo nada más que mirarlo fieramente, Abel alzo su puño derecho y comenzó a golpearlo fuertemente en el rostro si descanso alguno, una vez más cayó al suelo, estaba demasiado frustrado con el hecho de que Scott no metiera las manos ni siquiera para poder detener uno de sus golpes.

-No eres ese Hades del que tanto escuche hablar, del que se contaban temibles leyendas, él que imponía los castigos más dolorosos… no… solo eres una basura, siento lastima por ti- dijo para después escupir en el suelo, cerca de donde se encontraba él

-Lo siento- escucho que le respondió y detuvo su andar -siento no ser esa persona que esperabas- le observo tratar de ponerse de pie y cuando estuvo a punto de erguirse cayo de nuevo sosteniéndose solo con sus rodillas, de nuevo reunió toda su fuerza y se puso de pie para mantenerse con las pocas fuerzas físicas que le quedaban para poder permanecer erguido -pero yo ya no soy ese tipo de dios, no quiero serlo, no puedo aceptar eso

-¿Niegas acaso tu esencia? ¿tu ser?- le encaro mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho -¿reniegas el hecho de ser llamado el mas temido? ¿el más poderoso?

-Si tomas esa actitud, la forma en la que siempre has sido descrito…- cerro los ojos y muchos recuerdos llegaron a su mente -lo único que causaras será daño a muchas personas inocentes, si dejas que te digan como eres sin tener tú mismo tu propia opinión… te perderás

-Suenas patético

-¡Yo se lo que te digo!- respondió exaltado

-Negar tu esencia, es negar quien eres

-Yo se… que debía de ser ruin, malvado… tenía que ser un dios que juzgara a todos y les impusiera un castigo, pero no quiero… mis antiguas acciones ocasionaron muchos problemas- dio unos pasos hacia el frente para de nuevo perder el equilibro y caer una vez más al suelo -hice sufrir a una persona, que ahora se ha vuelto muy querida para mi… sé que no importa cuánto perdón le pida… sé que jamás me perdonara

-No puedo creerlo- dijo Abel mientras se acercaba a donde se encontraba Hades -el gran y poderoso Rey del Inframundo, pidiendo perdón- dijo de manera burlona para después cambiar a una actitud seria -te veo ahora ante mis pies, mancillado, derrotado y humillado… hablando de amor, paz, serenidad y… ¿buen camino?; no, redención- dijo -el verdadero dios Hades sin duda alguna sentiría vergüenza si viera al tipo que ahora ha renacido como él.

-No me importa- respondió

-Está bien- dijo mientras le veía con una mirada de superioridad -te ayudare- respondió sin muchas ganas -a ti y a tus patéticos amigos

-Ellos no son patéticos- le respondió poniéndose de pie una vez más algo molesto por el ultimo comentario de Abel -serán muy estúpidos, arrogantes, inocentes, tercos, irreverentes- comento mientras recordaba a los otros cuatros dioses y las actitudes que llegaban a tener cuando estaban reunidos los 5 -pero jamás patéticos, ¡tienen mucho más valor y coraje de lo que jamás vas a llegar a tener!

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~ 2 ~

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Lo siguiente que observo Hades fue el cómo Abel se lanzaba en su contra para comenzar a darle una brutal golpiza, como siempre y desde que había comenzado la pelea, Scott no metió las manos. Se dejo golpear por el dios del Sol, pero en esta ocasión los golpes eran más fuertes, ahora había encendido su Cosmos y varias bolas de fuego se estrellaban en el cuerpo del regente de los muertos.

Aquellos que habían sido elegidos para poder ser la guardia de él se encontraban tratando de salir de aquellas jaulas en las que estaban prisioneros; pero ni la Corona de Fuego de Kagaho, ni las Ondas Huracanadas de Bian o la filosa espada de Excalibur de Shura pudieron romper los barrotes que los mantenían alejados de Hades, solo podían ser espectadores de como uno de los dioses que se jactaba de ser uno de los más poderosos se encontraba siendo apaleado por otro más, que cualquiera del resto de los otros dioses podría acabar con él; incluso Hades, ya se estaban desesperando porque este último no hacía nada. Abel continúo golpeándolo hasta que ya no pudo más, hasta que su Cosmos se agotó, hasta que su cuerpo le rogo por un descanso, hasta que su ira ceso.

Hades se encontraba tirado en el suelo, respirando agitadamente, descansando ahora que Abel había cesado su castigo. Cerro un momento los ojos y escucho la voz de Abel una vez más, exigiendo de nuevo saber por qué no se defendía, porque se dejaba golpear de esa manera, abrió un poco su mirada y le observo sentado en el suelo. En su mente se formó la respuesta… "No lo entenderías".

Y era cierto, no solo estaba evitando echar a perder el plan que había formulado junto a los demás, que era lo más importante… después de tanto tiempo, aun había culpa dentro de él. Aun no podía ver a Athena a los ojos sin sentirse culpable de todo el sufrimiento que le había causado, el ser golpeado de esa manera era una forma de expiar la culpa que aun llevaba en su corazón, podría llegar a ser demasiado extrema, tal vez ella le llamaría loco, los otros le llamarían testarudo… pero esa era la única forma en la que podía estar en paz.

Otra de las razonas por la cual no metía las manos era sencillamente que se podía ver reflejado en él. De la manera que ahora se encontraba Abel es el primer recuerdo que tiene en el momento en que reencarno como dios del Inframundo, con un alma que había sido envenenada desde hacia mucho tiempo, un alma a la cual le habían estado fomentando una venganza, un odio que no era de él pero que sin embargo lo había aceptado, sin saber las consecuencias que traería el aceptar todo lo que le dijeron.

Era lo mismo que en ese momento estaba demostrando Abel, un odio que el mismo dios del Sol había dejado impreso en su alma y que ahora su reencarnación portaba en esa época.

-Como te decía- escucho una vez más la voz de Abel -te ayudare a pesar de la falta de respeto que has cometido hacia mi divinidad

-Gracias- susurro muy levemente

-No sé qué dijiste- escucho que le respondió -pero mi ayuda no será gratis- se formó un silencio en todo el sitio -arrodíllate ante mí, inclina tu cabeza en el suelo y ruega por mi ayuda

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Espero un momento, Abel sabía que le había pedido algo mucho más allá de lo que Hades podía llegar a soportar. Al final del día, era el dios del Inframundo, tenía un orgullo que cuidar y por más cariño que le tuviera a sus amigos no doblegaría su espíritu ante él, eso no valía la pena, no lo haría. Después de que se negara podría echarlo de ahí, que se fuera a otro lado a causar lastima. Le vio tratar de incorporarse, Scott se apoyó con sus rodillas y sus manos para poder comenzar a levantarse, poco a poco se fue incorporando, cuando por fin pudo erguirse su peso le gano y le hizo dar dos pasos hacia atrás para caer al suelo una vez más. Se encontraba demasiado lastimado como para poder mantenerse erguido; trato una vez mas de ponerse de pie y cuando lo hizo comenzó a caminar hacia donde estaba Abel, una vez más cayó al suelo.

-Ya no tienes fuerzas Hades- le dijo de manera burlona -ya deja esto por la paz y largarte, ya no causes más lastima, eso no va con un dios de tu categoría, no es digno de…- callo en el momento en que observo que Scott no se iba a dar por vencido

Comenzó a andar con sus rodillas y manos, poco a poco se fue acercando a donde se encontraba Abel, este no podía creer la fuerza de voluntad de Hades, se fue acercando hasta quedar frente a sus pies. Le vio inclinar su cabeza hasta que la frente de Hades toco el suelo.

-Esto tiene que ser una broma- susurro para sí mismo

-Por favor- escucho la voz quebrada de Hades

-No- pidió ahora Abel en un susurro

-Por favor, te pido de la manera más humilde mi señor Abel, que nos prestes tu ayuda y conserves una piedra contigo- rogo con las pocas fuerzas que tenía -mi persona se humilla ante mi señor

Observo el cuerpo de Hades temblar, sentía algo dentro de él… pero no sabía que era con exactitud. Si, para él era divertido ver a Hades de esa manera, pero por alguna extraña razón no lo estaba disfrutando. Acepto el pedido de Hades y este de inmediato invoco el arca que contenía las piedras, Hades la tomo y la ofreció ante su persona sin siquiera despegar la mirada del suelo.

Con algo de desconfianza Abel abrió la caja, sus ojos se llenaron de sorpresa al observar aquellas gemas que yacían frente a él, había pocas y aun así se tomó su tiempo para poder elegir una, desvió la mirada hacia Hades, se fijó en su rostro sangrante pero aun así, pudo ver unas marcas… no sabía por qué ahora se encontraba llorando su enemigo, porque así había sentido al joven que había llegado a su hogar, como un enemigo, como una amenaza ¿tal vez era que ahora se encontraba humillado? ¿le dolían los golpes? ¿Por qué esas lagrimas?... en realidad, no entendía nada de lo que ahora estaba pasando.

Sin más tomo una piedra de color azul marino, cerro fuertemente la caja y comenzó a caminar hacia el lado contrario, Hades aún se encontraba en el suelo con la caja elevada ofrecida a la nada. Abel dio una última mirada más, chasqueo los dedos y de un momento a otro aquel sitio había desaparecido.

La guardia de Hades apenas sintió que ya no se encontraban atrapados corrieron hasta donde se encontraba Scott que había dejado caer la caja al suelo para después caer él.

Este se encontraba desmayado, completamente ensangrentado. Kagaho y Minos giraron el cuerpo de Scott para verificar que aun siguiera con vida, Kagaho coloco su oreja en el centro del pecho del dios al que servía, su corazón aún seguía latiendo, con mucho cuidado Minos lo tomo entre sus brazos y comenzó a caminar con rumbo al lugar donde se encontraban establecidos, pero en el último momento decidieron partir de inmediato al Inframundo para poder atender las heridas del señor del Inframundo, Kagaho busco entre sus bolsillos y arrojo una esfera del tamaño de una pelota de tenis al suelo, esta se estrelló y abrió de inmediato una portal que todos los que se encontraban ahí cruzaron.

Abel se encontraba observándolos desde una de las ventadas de su mansión, no entendía aun por qué la insistencia de Hades, el que se dejara humillar de esa manera. Miro la roca que traía entre sus manos para después guardarla en uno de sus bolsillos, pensó para el mismo, si el resto de los dioses que iban a encarar batalla en contra de los Titanes era como Hades, entonces sería una batalla perdida, pues a la hora de pelear no existía emociones ni sentimentalismo, solo el deseo por la victoria y sobrevivir.

Si ellos al igual que Hades se negaban a pelear, si preferían protegerse los unos a los otros iban a perder, si eran como Hades; que preferían arreglar todo a palabras… la derrota del universo seria sin duda alguna la menor de las preocupaciones de ellos.

-Que patético- comento a la nada mientras comenzaba a caminar con rumbo a su habitación -tener que llegar a ese grado con tal de conseguir ayuda, es realmente patético, sobre todo viniendo de un dios de la categoría de él

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Los demás jóvenes se quedaron sentados en la sala principal del palacio de Cocytos, o así creyeron que los dos Jueces habían nombrado ese sitio. Ahora solo tenían que esperar a que les asignaran alguna habitación mientras esperaban a que Hades se recuperara.

Mientras tanto, en otro lugar, en la habitación principal que le correspondía a Hades, se encontraban dos de los Espectros más poderosos y de confianza de Scott, tratando de atender cada una de las heridas que albergaba en su cuerpo.

Kagaho pronto acudió con varias vendas y muchos ungüentos dejándolos en una mesa para después salir y regresar una vez más con una bandeja con varias ánforas de agua. Minos se encontraba retirando las ropas mortales que el joven llevaba. Poco a poco fue limpiando el cuerpo del señor del inframundo hasta que se dio cuenta de que el joven yacía profundamente dormido.

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Oigan, estaba pensando en hacer un fic (ya se, otro mas…) pero de lo que tiene que enfrentar a Athena no como diosa, sino como personal medico, en realidad no saben que cosas pasa un en una noche, me gustaría contarles lo que suelo pasar yo en las guardias de hospital; sobre todo cuando se esta en el departamento de Urgencias, nunca sabes lo que te va a llegar. No se si les gustaría algo asi

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