En busca de Apoyo

Debido al exceso de trabajo que he tenido el hospital, pues tuve que atrasarme para poder subir el cap de la semana. Básicamente salia y llegaba a mi casa solo a dormir. Ni he podido escribir nada mas ni he podido jugar, pero como les comente anteriormente.. tengo unos caps de reserva y con esos mientras la libro. ¿como siguen? ¿como les esta llendo? Espero que les guste y nos vemos para la otra.

~ 1 ~

Las miradas de los Guerreros y del mismo dios Poseidón no podían ocultar la sorpresa de haber encontrado a aquella persona que había renacido como el dios del vino… Dionisio.

Frente a ellos se encontraba una mujer de al menos un poco más de 35 años, de cabellos muy cortos y rubios, ojos levemente adormilados y de un color chocolate, de piel oscura, figura delgada sin curvas algunas que fueran capaces de seducir a los hombres. Se encontraba sentada en una silla con una botella en la mano, detrás de ella se encontraba una casa construida sencillamente con madera que se encontraba sin pintar, de esta sonaba una suave música que era capaz de adormecer los sentidos de los que estuvieran cerca de ahí.

La mujer se puso de pie, se encontraba descalza, vestida únicamente con un vestido blanco; pero no se dirigió hacia donde estaba ellos, sino que camino hacia la parte trasera de su hogar.

-¿La seguimos?- pregunto Ío

-Vamos- ordeno Poseidón

Pronto se dieron cuenta de que ella se encontraba de pie, bebiendo de la botella y manteniendo su mirada fija en el viñedo. Sonrió orgullosa ante su obra, bebió lo último que quedo de su botella y la arrojo hacia el viñedo, se giró para poder encarar a sus visitantes, de nuevo les sonrió y se acercó a ellos a paso firme.

-¿Quién eres?- le pregunto

-Poseidón, dios de los mares- respondió tratando de soportar el olor etílico que provenía de la chica -deseo saber si se encuentra Dionisio

-Si- respondió de inmediato

-¿Tu eres alguna de sus sacerdotisas?- le volvió a preguntar mientras levantaba un poco su rostro tratando de alejar ese olor penetrante de ella

-No- respondió seriamente

-¿Con quién estamos tratando?- pregunto Oneiros y ella comenzó a reír

-Esta tipa está bien ebria- le susurro Ío a Krishna, él solo asintió

-¿Acaso usted es la diosa Dionisio señorita?- pregunto directamente Salha

-Como vas a preguntar eso- dijo Ángelo -es imposible

-¡Bingo!- respondió ella sorprendiendo a todos los presentes -Yo soy Dionisio, diosa del Vino y de otras cosas que en realidad no son muy importantes- comenzó a tararear una canción y se adentró a su hogar dejando a sus invitados afuera

-¿Cómo puede ser eso posible?- se preguntó Niels -se supone que es un dios masculino, no femenino

Poseidón no se quiso quedar a averiguar por qué ahora Dionisio había reencarnado en una chica y no en un chico, lo que él quería era acabar con la tarea que se le había encomendado, pero sobre todo, salir de ahí… esa mujer le provocaba nauseas, el haber estado cerca de ella ya le había hecho doler la cabeza. Abrió la puerta de esa casa y se adentró a esa, el sitio en si parecía otro sitio.

Las paredes del hogar de ella se encontraban tapizadas con enredaderas de las cuales había una cantidad de flores de diversos tipos, tamaños y colores. La música que sonaba aun continuaba suave y continua, arpas y címbalos era lo que más predominaba en ese sonido. Poseidón comenzó a gritarle a la mujer, la cual encontró acostada encima de una cama de hojas con muchas flores.

-Oye tu- le llamo

-¿Me acompañas?- le pregunto mientras le ofrecía un vaso con un líquido rojo

-He venido para hablar contigo- respondió ignorando la invitación de ella -debo de saber si estas bien… ¿te encuentras en tus 5 sentidos para poder prestarme algo de tu atención?

-He bebido toda mi vida- dijo ella muy sonriente -tome mi primer trago hecho por mí a los 8 años

-Tienes un serio problema de alcoholismo- le respondió algo sorprendido Poseidón

-¿Ah que vas venido papi rico Poseidón?

-Estas bien borracha- le respondió sin caer en su juego -estamos por caer en la segunda fase de una guerra que tendremos en contra de los Titanes

-¡Titanes!- grito ella bien emocionada y comenzó a reír

-No le veo la puta gracia

-¡Titanes! ¡Los Titanes han regresado!

Poseidón sintió que si seguía escuchando las risas de esa mujer iba a perder la paciencia y terminaría por destrozar no solo esa casa y viñedo; sino también a esa diosa ebria, salió de ahí y tomo asiento en el suelo. Su rostro lo decía todo, los guerreros no decían nada, solo se encontraban esperando a que mencionara palabra alguna.

-Señor- hablo Krishna -yo puedo ir a hablar con ella, si usted me lo permite.

Pero Poseidón no dijo absolutamente nada, estaba tratando de que su mal temperamento se calmara un poco. Esa mujer sí que lo sacaba de quicio, tal vez por cómo se comportó con él, con esa insinuación dentro de su casa, por ese olor etílico… no sabía, pero en verdad que esa mujer no tardó mucho en ponerlo de mal humor.

-¡Oye tú!- se escuchó la voz de la mujer -ven a ayudarme- pero ella espero ahí en la entrada de la puerta, ninguna de las personas presentes se acercaba, ella dejo salir un suspiro seguido de un hipido -¿Qué no son hombres?

Observaron a Poseidón, este solo asintió con su cabeza. Krishna fue el primero en caminar hacia donde estaba la mujer, detrás de él Oneiros y Niels. Lo primero que les llamó la atención fue el cómo era que se encontraba adornada el interior de la casa, después todas las botellas tiradas en el suelo. La mujer ordeno a Krishna que tomara la mesa que estaba cerca de la puerta y la sacara, los otros dos los puso a cargar a cada uno de ellos dos cajas, pronto ella los siguió trastabillando con sus propios pasos.

-Oye, mi amor- le llamo a Poseidón y tomo asiento en el suelo frente a él -¿a qué has venido ante mí?

-Necesito de tu ayuda- dijo sin más -pero en el estado en el que encuentras dudo mucho que puedas entender lo que te voy a decir o puedas armas una frase coherente

-Dijiste anteriormente que los Titanes han salido de su prisión- comento

-No fue eso

-Lo deduje de inmediato- dijo -me comentaste que estaba por comenzar la segunda fase de una guerra- Poseidón se sorprendió en ese momento, ella se veía completamente sobria, muy diferente hasta hace unos minutos atrás -¿en que quieres que te ayude?

-Te debo de entregar una piedra, necesito que la lleves contigo hasta que la necesite

-¿Un contenedor de energía?- pregunto ella y cayeron en silencio -así que quieres tomar prestado una parte de mi Cosmo energía para poder incrementar la tuya y tener de esa manera una ventaja sobre tus oponentes…- se dejó caer al suelo y contemplo el cielo -una estrategia demasiado interesante

-Algo así- el joven no dejaba de sorprenderse ante la mujer que estaba frente a él

-¿Quiénes son los idiotas que se enfrentaran a la mayor amenaza del universo?

-Además de mi- dijo -Ares, Apolo, Athena y Hades

-Puro Olímpico, la elite, la crema de la crema- dijo ella -yo también pertenezco a ustedes. Pero lo mío no es la pelea, además Dionisio jamás resurge con guerreros, no soy un dios que le guste la guerra, lo mío es la fiesta, repartir alegría… ya sabes… yo pongo el trago

-¿Me ayudaras?- pregunto

-Claro- dijo sin más -pero antes…- dijo y se puso de pie de un solo salto, se veía que era ágil a pesar de encontrarse completamente en estado de ebriedad -deben de darme una prueba de que tú serás digno de usar un poder tan grande como el mío

-¿Quieres pelear contra alguno de ellos?- dijo confiadamente -eso sería mucho abuso para ellos, en ese caso lo hare yo.

-Oh si; pelearemos, pero no a golpes- dijo -en primer lugar soy mujer y solo por eso no deben de ponerme una mano encima y en segundo no tengo quien me defienda

-¿Entonces?- la vio sonreír y acercarse a la mesa, abrió de una patada una de las cajas y de ahí saco dos botellas que coloco encima de la mesa

-Competencia de beber- dijo ella sonriente -si cualquiera de ellos o tú me puede vencer en la bebida… con gusto te ayúdame mi amor… sino… olvida todo lo que te dije y regrésate a tu hogar papacito, que no obtendrás nada

.

.

Poseidón se dedicó a hablar con sus guardianes unos metros alejados de donde se encontraba aquella mujer. Debatían entre hacerlo o no, si debían de caer en su juego o simplemente obligarla a realizar lo que le había pedido el joven Kai.

-¿Entonces?- pregunto Krishna -¿Qué haremos señor?

-Haremos lo que dice- comento algo dudoso el Emperador de los mares

-Ya está ebria- dijo Oneiros mientras observaba que la joven se encontraba dormida en el suelo -vencerla será sencillo

-De ser así, no debemos tardar mucho en derrotarla- se animó Salha

-Si me permite señor, no deseo participar en este absurdo encuentro- comento Krishna

-Claro- permitió Poseidón

-¿Quién será el que la derrote?- pregunto con duda Niels

-Yo lo hare- se animó Ío -lo hare rápido- dijo confiado

-Están olvidando lo más importante- hablo por primera vez Ángelo llamando la atención de todos los presentes

-Vaya, si hablas- se burló Ío -pensé que te habías quedado mudo

-Pendejo- le susurro -ella es la reencarnación de Dionisio, principalmente el dios del vino… ¿creen que será fácil derrotarla en lo que ella es la representante?

Nadie hizo caso a las palabras de aquel que era protegido por la constelación de Cáncer, creían que estaba exagerando. Así que sin más, todos y cada uno de ellos tomaron sus turnos, siendo Krishna el penúltimo en que desafiara a la joven, Ángelo seria el ultimo, pues creían que no sería necesaria la participación ni él ni los demás.

-Oye- le llamo Ío

-¿Están listos?- pregunto ella adormilada -¿Qué han decidido?

-Aceptamos tu reto- le respondió -yo seré quien te derrote

-Eso lo veremos- dijo con una enorme sonrisa en su rostro -el alcohol que esta guardado en esas cajas son las más añejadas que tengo, además de las más fuertes… ¿aun estas seguro que podrás hacerlo?

-Claro- dijo seguro mientras la seguía y se colocaba frente a la mesa, en el otro extremo la chica, una botella frente a cada jugador -¿Cómo lo haremos?

-Juegos- dijo sencillamente -el primero se llama "palabras encadenadas"

-¿Qué diablos se hace?

-Yo diré una palabra, por ejemplo…- pensó un poco –"mapa" y tu dirás una palabra con las dos últimas letras, en este caso sería una así como… "pasa"

-Ya entendí- dijo -sencillo

-¿Comenzamos?

-Primero las damas

-Casa

-Saco- respondió de inmediato Ío

-Comer

-Mercado

-Domingo

No supo el porqué, pero Ío tardo un poco más de lo permitido en decir alguna palabra y tuvo que dar el primer trago de la botella. En ese momento sintió que su garganta ardía, era cierto lo que ella le había dicho; la bebida resulto ser demasiado fuerte pero de un exquisito sabor. Continuaron así por lo menos 15 minutos, la joven no había perdido el hilo de las palabras e Ío ya casi se terminaba la botella.

-¿Estas bien?- le pregunto Krishna, este solo le vio alzar su mano

-Amar- continuo ella sonriente

-Ar… arco- apenas pudo decir entre dientes

-Cortina

De nuevo la lengua de Ío se enredó en su boca y ya no pudo decir nada, Dionisio le ordeno beber de la botella, la mirada del Marina no lograba enfocarla, trataba de tomarla con su mano pero no sabía con exactitud donde estaba o cual de todas las botellas que veía era la real, frunció el ceño y por fin la tomo. Dio un largo trago, sus compañeros le advirtieron que no lo bebiera todo pero no hizo caso, bebió hasta que la botella quedo vacía, Ío trato de colocarla encima de la mesa pero esta cayó al suelo seguido de aquel Marina.

-Dionisio, la diosa sexy 1, los agregados del sexy Poseidón 0- miro a los jóvenes que restaban, Krishna trataba de despertar a Ío quien se encontraba totalmente dormido -¿Quién sigue?- dijo ella segura de sí misma

-Yo- se animó Oneiros

-Anda, que sigue "Pim, pum, pam"

-¿Qué es eso?- pregunto el Espectro

-Ya lo veras

-Antes- pidió Oneiros y tomo dos botellas de vino -cambia la que tienes ahí por esta, tal vez estés haciendo trampa

-Claro- dijo sin rechistar, Dionisio tomo la botella que estaba frente a ella y la arrojo hacia el suelo para tomar la que el Espectro le estaba dando

-¿Qué se hace aquí?

-No se puede decir ni 3, 5 y 7, así como sus múltiplos- comenzó a explicar -el que diga uno de esos bebe y si tardas mucho también bebes

-¿,2, pim, pum, pam?- dijo dudoso el Espectro

-4, pim, pum, pam, 6, pum, pam- respondió ella

Oneiros apenas podía seguir el juego que la joven había impuesto, pronto se comenzó a equivocar y comenzó a beber tal y como lo dictaban las reglas del juego, después de permanecer jugando un poco más de 10 minutos, en el que la joven diosa solo dio 4 tragos de vino, Oneiros cayó derrotado y con un serio problema de visión, no podía ver si el camino se movía o era él.

-Veamos… ¿Qué tienes para mi?- pregunto Niels

-"Yo nunca, nunca…"- susurro, la mirada de la joven estaba llena de decisión

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.

Él al igual que Krishna y Salha quedaron derrotados, la joven apenas se había terminado la primera botella mientras que sus oponentes se habían terminado ya una caja entera. La joven se acercó a donde se encontraba Poseidón, en el rostro del dios del vino se podía observar que sabía que lo iba a derrotar, tal como ella le había dicho, no sabía pelear y lo mejor que se le daba era el beber, así que usaría eso para poder salvarse de lo que fuera. Poseidón era hombre de palabra, tendría que cumplir y tragarse las burlas de los otros.

-O en el peor de los casos las mentadas de madre que me dirán- susurro al observar como todos aquellos que debían de protegerlo se encontraban profundamente dormidos, con olor a alcohol -pinche bola de ebrios

-¿Entonces?- dijo ella confiada

-Lo haré yo- dijo seguro al observar que Cáncer no había dicho nada

-No- rompió el silencio -lo haré yo, para eso vine y no me pienso acobardar- comenzó a caminar hacia la mesa -te odio, pero si no lo hago Athena me mata

-Oh- susurro la mujer sorprendida -eres un guerrero de la diosa de la guerra

Ángelo se encontraba frente a la mujer, tal y como lo habían hecho todos y cada uno de sus compañeros, no sabía si podía ser capaz de aguantar lo suficiente para que ella se rindiera, pero también sabía que su vida peligraba, de antemano Poseidón o cualquiera de los otros iría con el chisme de que no quiso ayudarles en nada, se cruzó de brazos y espero a que Dionisio estuviera lista.

-Muy bien, ahora será…

-Yo elijo- ordeno Ángelo, ella se sorprendió -¿tienes problema con eso?

-Estás muy confiado guerrero de Athena- dijo ella

-Confió en mis habilidades

-¿Desde cuándo beber es una habilidad?- escucho que pregunto Poseidón

-¡Cállate!- le ordeno Cáncer y miro hacia la mujer -beberemos hasta que uno de nosotros no pueda mas

-¿Estás seguro?- pregunto ella dudosa -tus compañeros apenas pudieron resistir una botella

-Yo no soy ellos- respondió confiado.

Pronto la mesa se llenó de botellas de licor. Se miraron fijamente, tomaron una botella y ambos contaron hasta tres para después comenzar a beber sin pausa. La mujer se quedó sorprendida al observar cómo Ángelo se bebió completamente una de las botellas que los demás no habían soportado, este la miro y le sonrió; ella le devolvió el gesto y bebió su botella, como un Caballero que era, espero a que ella terminara.

-¿Y bien?- le pregunto ella

-Es un sabor nuevo, es bueno… pero no lo suficientemente para mí- dijo y miro al cielo -no caeré tan fácil como ellos lo hicieron

-Creo que iré llamando a la ambulancia- dijo Poseidón cruzado de brazos -se me van a morir por coma etílico

-¿Continuamos?- pregunto ella

-Claro- respondió con una sonrisa en su rostro

Comenzaron a abrir las botellas y beber todo el contenido de estas, apenas tenían tiempo para poder respirar antes de volver a beber de la botella. Dionisio solo veía sorprendida como era que uno de los guerreros de Athena bebía como si nada, se suponía que para todas las botellas que él ya había ingerido debía de estar ya dormido, pero no; aún seguía ahí, de pie.

Poseidón no sabía si sentir orgullo porque le habían otorgado un protector que era bueno para la bebida o sentir vergüenza, miro de nuevo a donde se encontraban el resto de los demás muchachos que habían ido con él. Se veían que estaban soñando de los más lindo, ellos si le provocaron vergüenza.

.

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~ 2 ~

.

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-¿Qué paso?- pregunto mientras miraba el techo de la habitación del hotel barato en el que se encontraban descansando

-Que todos son una bola de ebrios- escucho que se encontraba molesto -todos y cada uno de ellos ahora están dormidos, babeando y apestando a alcohol. Mañana se van a levantar con una cruda… con eso me las voy a vengar

-No seas duro con ellos- le pidió -se enfrentaron al dios del vino en su propio juego, es normal que hayan caído derrotados- dijo y comenzó a reír

-¡No le veo la puta gracia Apolo!- le reclamo y eso aumento las risas de él -no te atrevas a decirme nada ebrio de calle- escucho que le grito a alguien de los guerreros

-Ya déjalo- pidió -¿lograste que te ayudara?

-Claro- dijo de inmediato -a pesar de que al final Cáncer cayó derrotado, ella acepto a ayudarnos. Dijo que porque ese tipo había sido un buen compañero de tragos

-Respeto- dijo -pero no sé si tomarlo como algo bueno, al final sigue siendo solo por ebrios… pero la ayuda es ayuda

-¿Y a ti? ¿Cómo te va? ¿ya encontraste al tuyo?

-Lo he localizado- dijo -mañana tendré una entrevista con él

-¿Le vas a pedir trabajo?- pregunto de manera burlona

-Claro que no imbécil- respondió -pero no sé qué esperar por parte de él, si querrá pelear o simplemente hablar

-Espero que tengas mejor suerte que la mía… imagínate tener que transportar a toda esta bola de borrachos y quedarnos a dormir en medio del puto bosque con un chigo de moscos que no hacen más que querer picarme

-Regresa a Grecia- le pidió -has cumplido con tu parte, si todo sale bien yo regresare para pasado mañana

-¿Has hablado con tu hermana?

-Trate, pero no responde- comento -¿y tú?

-Por eso te pregunte… trate de llamarle, pero tampoco me respondió

-A la mejor no tiene señal, igual si pasara algo sentiríamos explotar su cosmos

.

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Frente al dios del sol se encontraba un joven, de sexualidad dudosa para su percepción… Apolo no sabía si era una persona que se preocupaba por su belleza o por verse bien.

Ese día Apolo se levantó temprano y se arregló lo suficientemente bien. No llevaba trajes costosos, relojes o algún otro accesorio; decidió que unos jeans negros, tenis y una camisa de deportiva del mismo color era suficiente para ir en busca de la persona que le habían asignado, además si tenía que pelear sería mucho más fácil tener esa movilidad que con un traje sastre.

-Un momento- escucho la voz del dios -necesito subir esto a mis redes sociales

-Claro- respondió armándose de toda la paciencia del mundo.

Jamás pensó que uno de los modelos más famosos de Europa fuera la reencarnación de Eros, pero los rasgos finos de su rostro no podían haber servido para otra profesión. Pero el que estuviera ligeramente maquillado era algo que no podía pasar por alto, sobre todo esos labios en tono coral… demasiado para la hombría de él.

-Vamos- le ordeno -iremos a un café que quede cerca- observo que le miro de arriba hacia abajo -con esas fachas dudo que puedas entrar a un restaurante de los que acostumbro a ir

Apolo estaba a punto de plantarle un golpe pero su autocontrol lo detuvo, rogaba internamente que no fuera a decir que no, porque no sabría hasta qué punto tendría que llegar para obligarlo a que cooperara con ellos. Comenzó a seguir a aquel joven por las calles, unos pasos detrás de él… odiaba tener que esperar cada que se detenía y las chicas le pedían una foto con él, algo a lo que jamás se negó, en verdad que era vanidoso mucho más que el mismo Poseidón.

-¿Se encontrara bien?- pregunto Aioros

-No lo creo- respondió Damián -conozco al señor Apolo y ahora mismo debe de estar contando hasta mil, no es de mucha paciencia

-Juro que si ordena golpearlo, con gusto lo hago- dijo Ikelos algo molesto llamando la atención de todos los presentes -este niño de cara bonita me está colmando la paciencia

-¿Por qué? Si no te ha hecho nada- le respondió Issak

-¿Por qué?- repitió -¿no ven que solo ha estado dando vueltas, es la tercera vez que pasamos por esta maldita calle

-No me había dado cuenta de eso- se unió Ebbe

-Ahora que lo mencionas…- Aioros comenzó a observar todo el camino -tiene razón, ya hemos pasado por aquí

-Entonces si… está tratando de acabar con la paciencia del señor Apolo- concluyo Damián -y eso no va a acabar bien

Pronto comenzaron a caminar después de que Eros se tomó otras 4 sesiones con las fans que se encontraban en el camino.

-Aquí- dijo Eros -pasemos a beber algo fresco

-Por fin- susurro Apolo y se dirigió hacia su guardia -ustedes, siéntense en otra mensa, los quiero cerca. Pendientes si este mocoso intenta escapar- busco en su pantalón y le dio una tarjeta a Damián -pidan lo que quieran, me la das cuando regresemos

-Si señor

-Barra libre- murmuro Ikelos

Los dos dioses se sentaron un poco más alejados de los guerreros, pronto Eros llamo la atención de todo el personal femenino y las clientas de ese lugar. Sin duda alguna su rostro era muy bello, cabello rubio platinado, sus ojos con un bello defecto, pues uno de ellos era azul y el otro verde. Su piel clara, cuerpo delgado pero fornido sin llegar a ser tosco, alto y de un excelente porte… cualquier chica se fijaría en él. Pero lo único que hacía que todo ese encanto se fuera al desagüe era su edad… apenas tenía 17 años… todo un chico inmaduro.

-Y bien… ¿Qué desea señor Apolo?- le pregunto sin dejar de ver su celular

-En primera, que me pongas atención y en segunda que guardes ese celular antes de que lo rompa en mil pedazos

-Acepte reunirme con usted a pesar de la agenda tan apretada que tengo- le respondió serio -y se atreve a hablarme de esa manera… es más, me amenazas

-Es una advertencia- respondió sencillamente mientras se acomodaba en la silla -tómalo como mejor te convenga

-Entonces…- retomo la palabra Eros dejando el celular sobre la mesa -¿para qué me quería ver?

-Para pelear en contra de los Titanes- soltó sin más, la cara del joven no mostro reacción alguna -¿me escuchaste?

-Debe de estar bromeando señor- le respondió -ellos no existen

-Existes tú- dijo -y sabes quién eres en realidad y quien soy yo- dijo mientras tomaba un sorbo del café que había pedido -¿Qué te hace dudar que ellos existen?

-Si es así… estas con el dios equivocado- respondió -busca a Poseidón y Hades, ellos también han reencarnado

-En este momento están haciendo lo mismo que yo- dijo -tratar de convencer a los dioses restantes de que nos presten su ayuda, pero a mí me toco hablar con un mocoso

El silencio se alzó en esa mesa, desde el otro extremo del local los guerreros no perdían detalle alguno. Ebbe había usado una habilidad que le permitía escuchar todo lo que estaban platicando en ese momento esos dos dioses.

-Se está aguantando- dijo Damián -y mucho

-Ya le hubiera plantado su puño en la cara- se unió Issak -el señor Poseidón por menos de eso ya lo hubiera asesinado

-Athena ya lo estaría ahorcando- dijo Aioros y sonrió ante la imagen que se formó en su mente

-Cállense- dijo Ikelos -retomaron la platica

.

.

Apolo le conto todo lo que había pasado desde que se habían liberado los Titanes, en algunas ocasiones Eros se distraía con las chicas que pasaban cerca de ahí o por las notificaciones que le llegaban a su celular. Trato de poner toda la atención que podía, pero sencillamente la plática con el dios del Sol le estaba aburriendo demasiado.

-Oiga- le interrumpió y Apolo le fulmino con la mirada -su plática está muy pero muy interesante- dijo de manera sarcástica -pero mejor dígame que quiere y ahórrese toda la historia

-Necesito que lleves contigo a partir de hoy una piedra- dijo -porque algo me dice que no eres de los que pelean, ni siquiera debes de saber dar un golpe

-¿Para qué?- respondió con una sonrisa burlona -si sabe usted que no todos los dioses nacen con guardia incluida y no a todos los dioses nos gusta pelear o aprender a pelear… y sí; tiene razón, no soy de los que pelean

-Se nota

-No me gusta eso de tener en mi cuerpo sudor o que me queden moretones, raspones, heridas… las cicatrices son mi peor enemigo… desde que tengo 10 años he sido modelo…- dijo orgulloso -ese es mi trabajo, a eso me dedico y me gusta, hago ejercicio y me mantengo en forma porque eso me lo exige mi trabajo

-Por favor, corta tu historia

-Está bien- dijo -como sabe usted señor Apolo, yo soy el dios del amor Eros. No me interesa pelear, jamás he usado mi cosmo para nada… ¿para qué le serviría?

-Te hare entrega de una piedra- dijo -te encargaras de llevarla contigo a todos lados, no te la vas a quitar ni siquiera para bañarte o tomarte tus fotos.

-¿Y eso para qué?

-Se almacenará parte de tu energía- explico -me encargare de pelear en contra de los titanes para que tu sigas viviendo de maravilla como super modelo o lo que quieras hacer…. Solo necesito parte de tu Cosmos para poder vencerlos

Observo que el joven le miraba fijamente. Volvió a tomar su celular y comenzó a beber del capuchino que había pedido, Apolo dejo salir un suspiro de cansancio; no le había dicho nada, pero intuyo que en ese momento Eros lo estaba pensando y parecía que ya había tomado su decisión desde momentos atrás.

-Está bien- dijo -solo espero que no sea tan fea para arruinar mis fotos, si la voy a traer conmigo hasta no se cuándo, debe de combinar conmigo, con mi personalidad

-Estoy a tres de matarte- pensó para sí mismo Apolo

-¿Entonces?- le pregunto sacándolo de su pensamiento asesino. El dios del sol miro hacia todos lados, verificando que nadie estuviera viéndolos, bajos sus manos e invoco aquel cofre, lo subió a la mesa y lo coloco frente a su acompañante

-¿Y esa cosa pasada de moda?- pregunto al observar un cofre blanco con varios adornos dorados -en verdad, tiene que actualizarse

-¿Y dónde sugieres que traigamos las piedras?

-Una maleta, que estén dentro de un banco… hay que modernizarse señor Apolo

-Toma la maldita piedra- le sugirió ya molesto

El joven abrió aquel cofre y miro todas las piedras que había ahí. Como le había dicho a Apolo, tenía que escoger una piedra que combinara no solo con todos los atuendos que llevaría; sino que también se viera bien, sobre todo en él. Miro por un largo tiempo, las piedras en si eran pequeñas, podía llevarla con facilidad como un dije, varios colores muy llamativos, sobre todo porque parecía ser que dentro de esas rocas había un universo con vida propia, de entre todas tomo una de color lila, esta de inmediato destello y reacciono ante el Cosmos de Eros, los ojos de este se iluminaron por unos segundos, el brillo desapareció.

Apolo tomo la caja que resguardaba aquellos tesoros, miro de nuevo a todos lados y la hizo desaparecer. Eros de inmediato se quitó un cordón sencillo que llevaba en su cuello, quito un dije de la representación del Ying y Yang para colocar esa roca, cuando la pudo asegurar y verificar que no se iba a caer de ahí volvió a atar aquel cordón a su cuello. De inmediato todo su celular de último modelo, coloco la cámara frontal; acomodo aquella roca entre su mano que tenía libre y la puso cerca de sus labios, trato de afilar su mirada y pronto comenzó a tomarse unas fotos.

-¿Se puede saber que estás haciendo?- pregunto cansado Apolo al ver la actitud del joven

-Todos mis seguidores están al pendiente de lo que uso, ellos serán los primeros que cuestionarán por qué ya no llevo el dije anterior que he usado desde que comencé mi carrera- comento mientras escribía en su celular -tengo que decir… tengo que poner algo para que apoyen mi cambio a un joven maduro

-De verdad… necesitas un psicólogo- susurro

-¿Algo más que necesite señor Apolo?- pregunto aun mirando su reflejo en el celular -tengo mucho trabajo

-Ah sí… que te tomen fotos debe de ser muy cansado para ti

-Aunque no lo crea, si lo es- respondió molesto -pero no lo va a entender porque nunca lo ha hecho

-Soy el presidente de una empresa muy importante- dijo -eso sí es un trabajo estresante, además de tener que proteger a la humanidad

-De eso se encarga otra deidad- respondió y miro retadoramente a Apolo -¿o me equivoco?- no recibió respuesta alguna -proteger a la humanidad no es tu trabajo; sino de otro dios… una diosa- continuo -la diosa de los humanos es Athena, no eres tú

Se alzo un largo y tenso silencio entre ambos, Apolo sabia que de un solo golpe podía hacer que ese joven altanero lo comenzara a respetar y en caso de ser necesario que le comenzara a temer, pero no quería hacer alguna clase de estupidez, ya había conseguido que llevara consigo aquella piedra y no lo iba a echar a perder. Tomo la taza y bebió todo el contenido del café, la azoto fuertemente en la mesa y se puso de pie, se acomodó un poco la ropa y comenzó a caminar para salir de ahí, pero el joven Eros tenía algo… una lengua muy filosa.

-¿Conoces a Athena?- pregunto -¿sabes si es tan linda como dicen los rumores? ¿o tal vez conoces a Afrodita? Imagino que debe de ser aún más bella que ella, también quisiera conocer a…

-Deberías de aprender a guardar silencio- comenzó a elevar su Cosmo y su mirada cambio, giro medio cuerpo y en ese momento Eros temió por su vida -puedes irte a buscar a Afrodita si así lo deseas… pero no se te ocurra siquiera mencionar otra vez el nombre de mi hermana…. ¿de acuerdo?

-Si señor- respondió temeroso

-Te encargo esa roca- le ordeno y camino hacia donde se encontraban los guerreros que lo acompañaban -nos vamos

Eros se quedó paralizado, jamás había sentido un poder como el que había revelado su acompañante en ese momento, había mentido al decir que jamás había usado su poder como dios, pero en ese momento supo que la energía que yacía dentro de él era insignificante a comparación del dios del Sol. Una duda surgió dentro de la mente del dios del amor… si Apolo, poseedor de un gran poder como el que tenía estaba buscando ayuda… sus oponentes debían de superarlo en gran manera.

-Ese tipo está loco- susurro sonriendo nervioso -es un acto suicida lo que va a hacer, está fuera de sus cabales y quienes lo van a ayudar están aún más locos

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Bueno, me retire a mi guardia al hospital y se me olvido subir el capitulo, ya me acorde cuando iba en el bus y estaba a 15 minutos de llegar al trabajo. Ademas, quiero volver a pedirles que no dejen de usar el cubrebocas y tampoco de dejar de usar el gel antibacterial o lavarse las manos cada que puedan, he visto como mucha gente ya sale a la calle sin sus debidas precauciones y me da un sentimiento entre coraje y tristeza, así que por favor no bajen la guardia para que podamos salir de esto lo mas rápido que pidamos. Gracias chicas y nos vemos para la próxima semana.

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