Alianza
Hola a todas, quiero pedirles de antemano una disculpa... se que les dije que seria doble capitulo para el 30 de abril; pero no contaba con que tendría guardia en el hospital... me toca estar desde hoy en la tarde hasta el domingo. ¿Habra doble capitulo? si, pero les pido un poco de paciencia, en este momento estoy aprovechando que baje a cenar un poco antes de seguir en piso, voy a subirlos desde mi celular, y como sabrán; por motivo de la pandemia no puedo sacar el celular o algún objeto personal en el piso en el que estoy. Ademas no se porque no me deja subir los dos de una sola vez. Si, afortunadamente, estaré pasando mi cumpleaños haciendo lo que mas me gusta, ayudar a las personas y mas en esa situación. Subiré este cap ahora y en el transcurso del día de mañana subiré el que sigue.
~ 1 ~
Te encontrabas viendo por todos lados hasta que un rostro conocido se mostró entre todo el mar de gente que había ahí. Te saludo con una ligera reverencia cuidando de no llamar la atención de las personas, lo comenzaste a seguir junto a Shion. Pronto salieron del aeropuerto y abordaron un lujoso auto último modelo, tomaste asiento detrás y te acomodaste, sabias que sería un largo viaje de por lo menos 1 hora y media sin contar el tráfico. Miraste por la ventana mientras ibas recordando días atrás en el Santuario.
-Quedaras a cargo Dhoko- escucho que le dijo Shion, te encontrabas sentada en el suelo del Salón Patriarcal, la Orden completa se encontraban ahí unos sentados contigo y otros más de pie -no quiero que nadie, absolutamente nadie salga de aquí, ninguno de ellos ira a misiones, ninguno de ellos tomara el poder de querer hacer o decidir sobre los Caballeros restantes, soldados o aprendices
-Cuenta conmigo- le dijo de manera seria -no me veas así Shion, sabes que puedo llevar las riendas del Santuario mientras no estés aquí
-Les has encubierto muchas cosas a todos- dijo y te vio alzar la mano -¿Qué paso Athena?
-¿Por qué papá Dhoko se queda a cargo si el que está contigo casi 24/7 es Kanon?- preguntaste -él conoce muy bien lo que hay que hacer y lo que no
-Athena- te dijo
-Dime
-No dejare a Kanon a cargo del Santuario- miro al susodicho -sin ofender hijo
-No hay problema Maestro- le respondió
-Debe de haber algo más- dijiste -no es que no confié en ti papá Dhoko, pero créeme que es muy difícil
-Lo sé hija. Y también sé que Kanon es muy capaz de hacerlo… pero no creo que a Shion le parezca eso
-Si hay alguien a quien culpar por no haberle dejado el cargo, he ahí el culpable- apunto y todos dirigieron la mirada hacia ti
-¿Yo?- preguntaste indignada -¿Por qué yo? Es injusto, no tienes por qué decirme esas cosas tan feas
-Desde que llegaste y comenzaste a llevarte con todos has desatado su desobediencia y su rebeldía- te dijo y tú le mirabas ofendida -sobre todo ellos, de los que jamás pensé que me desobedecerían
-¿Ahora porque nosotros?- pregunto Camus pues el grupo que apunto fue en donde estaba él junto a Virgo, Aries, Capricornio y Sagitario
-¿Les doy una lista?- les pregunto sínicamente, ellos solo miraron para todos lados
Ibas sonriendo al recordar eso, después de ahí comenzaron a decidir quién de ellos iba a quedar a cargo, no era que no aceptaran que se quedara Dhoko, pero bien sabían que apenas el Patriarca saliera de Grecia, él saldría de ahí para ir con su aprendiz Shiryu para continuar con su entrenamiento o algo así. Al final del día fueron descubiertos por Libra y como siempre salieron castigados. Otro recuerdo más acudió a tu mente en el momento en que la palabra castigados acudió a tu mente
-Chicos- les llamaste y detuvieron su andar -les quiero decir algo
-¿Te lastimo Zeus?- te pregunto Shaka preocupado, soltó tu mano y se quedó frente a ti
-No- respondiste de inmediato
-¿Entonces?- pregunto Camus
-No hay que decirle a papá que peleamos en contra de él. Solo que me acompañaron para poder confirmar que voy a pelear, solo eso
-¿Por qué?- te pregunto Radamanthys
-Ya saben- les dijiste y parecieron no entenderte -nos va a castigar
-Cierto- dijo Shura y todos asintieron.
Caminaron rumbo al Templo Patriarcal con paso decidido. Le contaste todo a Shion mientras él escuchaba atentamente lo que salía de tus labios. Les pregunto a ellos si te habías comportado y que sino no habías echo algo que te pudiera acarrear problemas, Radamanthys y Shura tomaron la palabra diciendo que no habías hecho nada malo, hasta te habías inclinado con mucha veneración; el Maestro del Santuario pareció satisfecho con sus comentarios, pronto se dieron vuelta para salir de ahí hasta que de nuevo su voz los detuvo.
-Estarán castigados- escuchaste y de inmediato te regresaste para quedar frente a él
-¡¿Por qué?! ¡¿ahora que hicimos?!
-En primer lugar; no me grites, respétame mocosa- te dijo, te enojaste y cruzaste tus brazos en tu pecho -en segundo lugar, te conozco muy bien; por algo eres mi unigénita- dentro de ti sentiste un calor muy especial, en verdad que ese hombre te amaba como su hija pero aun así tenías que conservar tu cara molesta y seria -en tercer lugar, ellos te encubren todo
-Con todo respeto Patriarca, le dijimos la verdad- dijo Camus
-Estuvimos con ella todo el tiempo, de verdad que se comportó- se unió Shaka
-Están nerviosos, además Radamanthys y Shura que son los que más reclaman cuando se les va a imponer un castigo ahora no lo han hecho- dedujo -debe de ser porque están encubriéndote- continúo analizándolos -Camus está mirando fijamente el suelo, lo hace cuando está nervioso. Shaka tiene los puños cerrados, signo de que está ocultando algo, Kanon y Saga se están mirando entre ellos y ambos tienen la mano en la cintura y tu…- te miro -estas enojada y de inmediato me reclamaste antes de jugar una broma
-Ahora resulta que nos tienes bien vigilados- dijiste
-La experiencia de los años- dijo -ya escucharon. Están castigados- te miro -en verdad no aprendes niña. Tienes una guerra fuerte y te vas a pelear con Zeus
-No es justo- continuaste
-La vida no es justa
Volviste a enfocar tu mirada al camino, estabas sonriendo, solo esperabas que pudieras regresar al Santuario y que los angelitos no lo vayan a destruir en tu ausencia. Te acomodaste de nuevo en tu asiento y miraste el celular, le mandaste un mensaje por WhatsApp a Apolo avisándole que ya habías llegado, te respondió de inmediato que te vería en su casa, pediste permiso para ir con él a su trabajo pero te dijo que era mejor que descansaras, guardaste tu celular de nuevo.
-Llegaremos en media hora más señorita Athena- te saco de tus pensamientos la voz del guardia de tu hermano
-Gracias- respondiste -¿te puedo preguntar algo Sebastián?
-Claro
-¿Mi hermano tiene mucho trabajo?
-Está viendo nuevos prospectos de socios- te respondió -pero no se preocupe, ya sabe que está aquí y no se demorara en salir del trabajo
-Ya veo- ya habías tanteado el terreno, se encontraba de buen humor, señal inequívoca de que Apolo no lo había explotado en esos días -otra cosa, no es que sea entrometida; pero ¿no les ha comentado algo? ¿sueños raros? ¿cosas así?
-¿Algo en especial?- te pregunto
-No- dijiste -busco un tema de conversación, solo eso
.
.
La mansión en donde vivía tu hermano no te dejaba de sorprender, era demasiado grande, lujosa… aun así se encontraba muy sola. Solo era habitada por sus guerreros guardianes (los que se quedaban ahí), ya que en algunas ocasiones salían por causa de trabajo o visitar su país natal. Subiste a la habitación que era tuya, a lado de la de él y la de Shion se encontraba a lado de la tuya, a pesar de que ninguna era la recamara principal ambas eran grandes.
Las horas pasaron de inmediato, escuchaste el auto de Apolo afuera de la mansión y de inmediato saliste a recibirlo.
-¡Hola!- apenas lo viste te lanzaste en un abrazo que el acepto, apenas le diste el tiempo de colocar su maletín encima del techo del auto
-¿Cómo estás?- te pregunto, miro hacia la entrada de su casa -Bienvenido Maestro Shion
-¿Cómo esta príncipe Apolo?- le saludo cordial.
Apolo se encamino hacia su habitación para cambiar su fino traje por unas ropas más cómodas, cenaron juntos y estuvieron platicando amenamente, te aviso que durante la fiesta de cumpleaños en su honor iba a estar Poseidón y no quería que te pelearas con él, le juraste que llevarías la fiesta en paz.
Apenas marco el reloj las 9:30 de la noche te retiraste a descansar, el viaje te había cansado mucho y lo único que querías era dormir, ya después hablarías con más calma con él o hasta después de la fiesta. Te despediste de ellos y subiste a la habitación que te correspondía.
.
.
-Olvido su celular- comento Shion mientras veía el aparato en una mesa, Apolo le ofreció una copa de vino que acepto
-Se ve más viva- le dijo a Shion, este solo lo observo -en verdad le hacía falta estar con todos ustedes
-Me sorprende que no la hayas traído a vivir aquí durante ese tiempo
-Lo intente- confeso -pero ella siempre se negó, dijo que el Santuario es su hogar y aun había muchos Caballeros que la necesitaban
-Hay algo que quiero preguntarle, sin ofenderlo- le dijo Shion y Apolo le presto toda la atención -¿Qué relación buscas crear con Athena?
El lugar cayo en un profundo silencio, la mirada del dios del Sol se encontraba seria y fija en el Patriarca del Santuario, bebió de un solo trago toda la copa de vino que se había servido y camino hasta donde se encontraba una pequeña mesa, saco de un florero una llave que yacía escondida ahí, abrió el cajón y saco un pequeño libro, camino de regreso y se lo entrego a Shion, se volvió a servir de nuevo vino mientras que Shion miraba sorprendió el contenido de aquel libro.
-Se llamaba Alejandra- comento después de un momento de silencio -como puede ver Maestro, es mi hermana gemela
-Ella es…
-Si, ella es Artemisa- dijo -al igual que en las leyendas donde se cuenta que ellos eran gemelos lo mismo nos pasó a nosotros
-No tengo el honor de conocerla aun- dijo Shion
-Ni lo hará- respondió y bebió más vino, su invitado espero a que retomara la palabra -ella murió hace muchos años
-Lamento escuchar eso- respondió Shion, no sabía que más decir ante esa situación
-Se enamoro de un humano, de alguien mortal- dijo y sonrió amargamente -renuncio a su reencarnación y de alguna forma logro desvincularse de ser una diosa, viviría lo que un humano normal- miro fijamente al fuego de la chimenea que había encendido -contrajo matrimonio con él a la edad de 16 años. Yo me opuse, no quería que siguiera ese camino. A mí no me importo verla feliz, lo que yo deseaba era que se quedara y asumiera su rol como diosa, jamás conocimos a nuestros padres, ni siquiera sé si tuvimos padres, siempre fuimos ella y yo.
-Eran muy unidos- comento Shion al mirar una foto donde ambos estaban abrazándose uno al otro
-Ella se fue de la casa renunciando a todo. Dejo la riqueza y la abundancia para vivir en la pobreza y la carencia; aun así, ella era feliz porque estaba a lado del hombre que había elegido. Dos años después volvió a mí, ya no era mi bella hermana sino una mujer diferente, una acabada, sumida en lo más profundo de la oscuridad, su esposo estaba muy enfermo y ella no tenía dinero para poder atenderlo.
-¿La ayudo?- comento mientras tomaba la botella de vino que le había pasado el joven para que se sirviera el mismo
-Por supuesto que si… pero era demasiado tarde, su esposo murió y con él toda la esperanza que le quedaba a mi hermana, se consumió en su depresión y en su soledad, en su dolor… ella partió dos meses después.
-En verdad, lamento su perdida
-Ella era hermosa, feliz, rebosaba alegría, irradiaba esperanza, inocencia. Por eso cuando ella murió por causa de ese humano, lo deteste, no solo a él sino a todos los humanos. Me consumí en deseos de venganza hasta ese día… el día que conocí a la mujer que había reencarnado como diosa de la guerra. Y a pesar de que la conocí en medio de una batalla me pude dar cuenta de que se le asemejaba en carácter a mi hermana, solo que Athena es algo aguerrida, en cambio mi hermana era muy tranquila- callo un momento, reviviendo recuerdos de años pasados, limpio sus ojos de aquellas lagrimas que amenazaban con salir -no sé, tal vez el deseo de tener a alguien cerca, de querer saber que aún tenía familia… no se… solo sé que no quise apartarme de ella, no quise dejarla ir. Ella jamás iba a ser mi hermana de sangre, pero lo deseaba, en lo más profundo de mi ser enmendar ese error que había tenido con Artemisa, pero… ese día… cuando dio esa batalla contra Thanatos… sentí miedo… no quería volver a perder a alguien a quien amaba, ya había perdido a una hermana no perdería a otra más.
Después de eso, se sumieron en silencio mientras que unas lágrimas silenciosas resbalaban por el rostro de Apolo, las limpiaba violentamente, Shion solo lo observo, jamás pensó que el dios del Sol tuviera un lado sentimental, jamás pensó que en verdad amara a Athena como a su hermana y que se negaba a que le pasara lo mismo que le había ocurrido a su hermana de sangre. Algo tenía esa chica que había nacido como diosa que hacía que todos los que se encontraban a su alrededor la quisieran tener cerca, la quisieran proteger.
La joven diosa había bajado de nuevo para tomar el celular que había olvidado pero se detuvo y se mantuvo escondida cuando escucho el nombre de Artemisa, escucho con atención todo el pasado de Apolo y le dolió saber que había tenido que sufrir tanto como ella lo había hecho esos años, lo único diferente era que ella había recuperado lo que perdió mientras que él no tenía nada… sacudió la cabeza, la tenía a ella, y se encargaría de ser la hermana que Apolo tanto ha cuidado. Subió en silencio hacia su habitación y cerró la puerta con suma delicadeza.
Shion no sabía cómo actuar, el joven había sufrido todo eso y solo, sin tener nadie a su lado, se puso de pie y se colocó a su lado, Apolo se limpiaba las lágrimas que se negaban a dejar de brotar, el Patriarca coloco con mucha duda su mano encima de la cabeza del joven, él no rechazo el tacto, después de unos minutos se apoyó en el cuerpo del Maestro del Santuario, acto que él no rechazo. Al final del día, su lado paternal se había intensificado desde hacía tiempo.
.
.
Athena iba bajando las escaleras vestida elegantemente con un vestido negro de tirantes delgados y largo, un vestido muy sencillo tal como a ella le gustaba vestir cuando era necesario, se había tomado el tiempo suficiente para poder planchar sus cabellos y de esa manera dejarlos sueltos, ligeramente maquillada; como siempre prefería estar lo más natural posible a excepción de sus labios que iban pintados de un rojo oscuro.
Camino hasta donde se supone que debía de ser la reunión de las personas que iban a festejar a su hermano, pero al abrir la puerta a las únicas personas que encontró fue a Shion y Apolo vestidos elegantemente con trajes negros, camisas blancas y corbatas a juego, lo más normal que se puede vestir. Las tres personas salieron de ahí para abordar un auto que los esperaba afuera de la mansión, subiste y detrás de ti ellos, durante todo el camino iban en completo silencio, tal parecía que ninguno de ellos tenía algo de que hablar mientras que la diosa se moría de ganas de saber a donde era que se dirigían, pronto llegaron a un lujoso restaurante, bajaron y cuando entraron ahí, el recepcionista los llevo a una de las mesas más exclusivas. En ese momento la diosa se dio cuenta de que era lo que estaba pasando.
-Buenas noches- saludo ella a las dos personas que se encontraban ya ahí
-Buenas noches- regreso el saludo el dios de los mares, beso la mano de ella de forma caballerosa
-Hola- saludo más informal Ares
-Perdón por la demora- dijo Apolo -no había tomado en cuenta una desviación que nos encontramos en el camino
-Pensé que el festejo iba a ser en tu casa- expuso Athena a Apolo
-Lo cancele de última hora- dijo mientras tomaba de la copa de vino que le habían servido en ese momento -creo que lo que vamos a platicar es mucho más importante que una fiesta en la que la mayoría son solo desconocidos
-Ya- susurro la joven y agradeció sorpresiva por una copa que le habían dejado con jugo de mora al igual que a Ares
-Se que la diosa de la tierra no es buena bebedora- escucho que le dijo Poseidón -así que me tome el atrevimiento de pedir por ti antes de que llegaras. El jugo de mora de este sitio es exquisito
-Pues, gracias- respondió sorprendida y agradecida por el gesto del dios de los mares, pero ese tono de autosuficiencia y arrogancia que tenía era algo que no se podía quitar de él y hacía que toda buena acción se pusiera en duda
-Buenas noches- escucharon una voz más que se les unió.
-Buenos días Hades- de nuevo el cinismo de Poseidón
-Disculpen mi tardanza- comento algo molesto por lo que había dicho el dios de los mares, tomo asiento a lado de Athena, ella se le acercó un poco
-No le hagas caso, yo tengo apenas unos 5 minutos que acabo de llegar con papá y Apolo- el regente del Inframundo rio ante esa declaración.
Pronto las comidas fueron servidas, cada una a su debido tiempo, había algo de platica en ese lugar del restaurante, dentro de la diosa de la guerra se encontraba naciendo una molestia y nervios, ya Apolo le había asegurado que se había cancelado el festejo por lo que ella tenía que decir, pero ahora no sabía cómo era que lo iban a tomar el resto de los dioses, a los que, sin autorización de ellos, ya había comprometido para esa guerra. Después de un tiempo se comenzó a escuchar que entonaban la canción de feliz cumpleaños al dios del Sol, de vez en cuando Athena obligaba a Ares a continuar cantando. Sirvieron el postre y en esta ocasión toda la mesa quedo en absoluto silencio.
.
.
No le quitabas la vista al resto del pedazo de pastel que te habías servido por segunda vez, de pronto sentiste que ya no podías comer más. Levantaste la mirada sin que nadie se diera cuenta, todos estaban igual que tú, sumidos en sus propios pensamientos, algo había en ese sitio que de un momento a otro los había comenzado a incomodar, eso pensabas.
-Athena, es hora- te dijo Shion, eso capto la mirada de todos los que se encontraban ahí y ahora tú eras el centro de atención
-Seré directa- comenzaste -se aproxima una guerra que amenaza con acabar con toda la humidad, principalmente con nosotros
-¿Quiénes?- pregunto Poseidón, le miraste fijamente
-Titanes, aquellos que quieren acabar con la tierra, la humanidad, con nosotros… son los Titanes
-¿Los que vencieron Hades, Poseidón y Zeus?- pregunto Apolo, tú asentiste -es casi imposible
-Yo también pensé eso- dijiste y dejaste salir un suspiro, comenzaste a despedazar el pedazo de pan con el tenedor -hasta que tuve de nuevo aquellas visiones
-¿Visiones?- te pregunto Ares, los demás estuvieron callados
-Si- dejaste salir en un suspiro -tal vez piensen que estoy loca, pero… cuando pelee por primera vez con Apolo, supe de algún modo, algo así… no sé como decirlo… me veía rodeada de fuego, atada a una gran roca- levantaste la mirada para ver a Apolo pero este parecía más concentrado en ver su copa de vino -después de eso, solo he tenido un sueño que se repite en muchas ocasiones… todos nosotros en un lugar diferente, enfundados en nuestras armaduras que en ocasiones están rotas, enfrentándonos a algo enorme, algo que siempre nos vence a pesar de que peleamos juntos.
Todo continuo en silencio, nadie decía nada, de alguna manera ya sabias que no se iban a tomar en serio lo que les habías contado, a lo mucho solo en una ocasión había ido Apolo con Shion pero solo fue una vez, ya no te había dicho que continuara con eso, tal vez solo lo había tomado como un mal sueño y ya. Pero si te ponías de lado de ellos, pensarías que la persona que conto eso estaba loca, no los podías juzgar mal ni tampoco podías obligarlos a creerte.
-Yo también- escuchaste que hablo Hades -yo también estoy comenzado a tener ese tipo de sueños, cada noche se vuelven más continuos, jamás me había pasado algo así
-La mayor parte del tiempo que los llego a tener, termino devolviendo todo lo que he comido durante el día- se unió Poseidón -cada vez son más seguidos, cada vez son más reales
-Maestro Shion- escuchaste que hablo Apolo -¿cree que es verdad? ¿acaso será que tendremos que unir fuerzas para acabar con eso?
-Dudaría de eso- comento Shion -pero, fue por la mano de Hera y no por la de Athena o Hades que hemos vuelto a la vida- comenzó -fueron los mismos dioses del Olimpo que pidieron ayuda de Athena para acabar con la amenaza que se aproxima
-¿Por qué a ella?- pregunto Poseidón, esa misma duda rondaba en tu cabeza desde hacía tiempo -¿Por qué no yo o Hades?
-En esta era, es Athena quien gobierna la tierra- dijo Shion -no sabría decirle otra respuesta- sentiste la mirada del dios de los mares sobre ti
-Ni idea- respondiste de inmediato -a mí me caen mal
-¿Qué vamos a hacer?- pregunto Hades
-Chronos está encerrado en el Tártaro, ese sitio está en tus dominios- le dijo Apolo -así que tu deber será que se mantenga ahí, sin que tenga opción a escaparse
-No sé dónde queda el Tártaro- en ese momento no solo tu sino también los demás lo miraban con sorpresa -jamás he bajado tanto, no me gusta mucho ir al Inframundo, me da miedo
-Ok, hagamos esto…- tomaste la palabra
-¿Hagamos esto?- te interrumpió Poseidón -¿acaso crees que nos vamos a juntar como buenos amigos?
-Eso es lo que espero- respondiste -a menos que quieras que te partan la madre a ti solito y ni eso… te van a matar
-¿Eso crees?
-Por el amor de Dios- dijiste -tenemos los días contados, nosotros y la tierra… no va a quedar nada
-De ser así- les interrumpió otra voz -cuentas conmigo Athena, sabes que no te voy a dejar sola en esto, sobre todo si nos vamos a jugar la vida
-Gracias Apolo- le respondiste sonriente
-Yo igual- se unió a ti Hades, pronto el dios del mar tenía fijas las miradas en él, se veía que estaba molesto, no quería unirse al equipo, sobre todo porque sabias que tu estabas en el
-Me uniría- comento -pero solo poseo el nombre de Poseidón, no tengo más poder
-Lo sé- respondiste -por eso voy a liberar tu alma
-¡Athena!- te llamo Shion y todos los demás te observaban fijamente
-Lo siento papá, pero esto es más importante- miraste fijo a Posesión -¿con eso te basta para que nos prestes tu ayuda?
-Entonces si- dijo -me uniré a su grupito- una sonrisa sarcástica y victoriosa apareció en su rostro, en ese momento tenías ganas de borrársela de un solo puñetazo
-¿Y qué haré yo?
Se les había pasado por alto que en esa mesa se encontraba reunido un dios más, uno que a pesar de ser el más pequeño de todos los que se encontraban ahí tenía un poder terrible, no sabias si ya lo tenía controlado porque de no ser así, sería muy difícil controlarlo en plena batalla. Nadie le había preguntado nada a Ares acerca de lo que estaban a punto de hacer, aunque él también se quedó callado durante toda la conversación. Tratabas de encontrar algo que él pudiera hacer, no querías dejarlo de lado (para que no se molestara y decidiera irse a lado de los Titanes en un berrinche) ni tampoco querías arriesgarlo.
-¿Has tenido alguna clase de visión?- le pregunto Poseidón
-No, nada de lo que han dicho me ha pasado a mi- dijo -por eso no dije nada
-Entonces deja a los adultos hablar- en esta ocasión le dijo Apolo
-No te metas niño- le volvió a decir Poseidón
Desviaste la mirada hacia el niño casi adolescente, se encontraba molesto demasiado para tu gusto, Hades al igual que tu habían permanecido en silencio, a los pocos segundos alzo la mirada para verte, en busca de alguna clase de ayuda, pero lo que él no sabía era que no tenías nada que decir, de alguna manera apoyabas a esos dos, porque así se mantenía alejado de toda la muerte que se aproximaba, pero sería demasiado difícil tener una fuerza y poder como el de ese niño menos en el equipo recién formado.
-Ares- el llamaste -si no has tenido ninguna clase de esas premoniciones, es mejor que te mantengas alejado- iba a hablar, pero se lo impediste alzando tu mano -habrá mucha destrucción y lo más posible… muerte- dejaste salir un suspiro -en mi caso, solo peleare yo
-Athena- te llamo Shion
-Ya te dije en el Santuario y ahora con testigos de por medio… Ninguna Orden de Caballeros que está bajo mi mando va a luchar en esta ocasión
-¿Pelearas sin ayuda?- te pregunto Hades -es como firmar tu sentencia de muerte
-He dicho- reafirmaste -pero Ares, yo sé que de cualquier modo vas a querer ayudar, por más que te diga que no lo hagas- pensaste en lo que ibas a decir -encontrare algo en que puedas ayudarnos, pero sin arriesgarte demás
-Soy un dios, no se te olvide
-Lo se Ares- respondiste -tal vez hasta el más fuerte de los que estamos presentes aquí, por el simple hecho de que aún no controlas al máximo tu cosmo
El pequeño solo sonrió ante lo que le habías prometido, pero de verdad no sabias que era lo que le ibas a encomendar, además con la poca ayuda y la empatía de los dos dioses mayores era imposible.
Comenzaron a hablar de futuras estrategias que tendrían que poner en práctica, sonaban muy fáciles de llevar a cabo; en todas ellas salían victoriosos de los Titanes, claro… en esas hipótesis sus oponentes no oponían resistencia alguna, pero en la vida real… no sabían que era lo que les iba a esperar.
-Entonces…- hablo Poseidón -Hades va a bajar al Tártaro con Apolo y Ares- dijo mientras te observaba fijamente -para que puedan verificar que el sello sigue ahí, de ser posible que se esté debilitando lo vas a fortalecer
-Shion- llamo a tu padre -tú te vas a encargar de ser el que nos Aconseje, tu sabiduría es muy beneficiosa para esta guerra, además de tu experiencia en batalla
-Si con eso puedo ayudar, lo hare
-¿Quién te puso como líder Poseidón?- preguntaste algo molesta, se estaba tomando demasiados atributos
-¿Acaso querías ser tú la líder?
-Debería- respondiste -fue a mí a quien se dirigieron a pedir ayuda
-Tengo mucho más tiempo viviendo aquí, además de experiencia- contraataco -mucho más que tú y un ejercito que me apoyara en batalla
-¿Papá?- le llamaste pidiendo ayuda
Esperabas a que él dijera a todos los que se encontraban ahí que serias tú la que ibas a liderar todos los ataques, por algo Hera y Zeus te habían llevado hasta el Olimpo, viste que Shion se estaba tardando demasiado en hablar, estaba pensando mucho y eso te estaba poniendo de nervios. Alzo la mirada y los observo a cada uno de ustedes, coloco sus codos encima de la mesa y su mentón descanso en el dorso de sus manos, cerro los ojos unos minutos mientras tú y los demás esperaban a que hablara.
-Debería ser Athena- dijo y sonreíste triunfante, ya te ibas a burlar de Poseidón pero volvió a hablar -más sin embargo, no lo apruebo- no solo tú, sino todos los presentes se sorprendieron ante su afirmación.
-¿Por qué?- preguntaste en susurro
-No niego que has derrotado a cada uno de ellos, pero no tienes la habilidad para dirigir algo de este tamaño- ibas a reclamar pero te callo con solo mirarte fijamente, demasiado serio para tu gusto -Apolo se rindió y no peleo en ese momento con todo su poder, Ares se rindió ante ti, peleaste con Poseidón y le venciste gracias a que antes se había enfrentado a los Caballeros que fueron contigo y al final contra Kanon, Hades y tú se enfrentaron y quedo en empate pero a la hora de la batalla real, se pasó a tu lado y ambos derrotaron a los dioses gemelos, pero tú Athena tuviste ayuda de tus amigos
-Quiero creer que no me estás diciendo que gane gracias a la suerte y no a que me partí la madre por mí misma- mencionaste entre dientes, estabas molesta
-Athena, madura- te dijo y sentiste que esa frase te dolió -si tiene que haber un líder, debe de ser uno que no se irrite con facilidad, que no se deje provocar a la primera palabra y que no sea tan estúpido como para ir a provocar a sus enemigos- tu, Hades y Poseidón se sintieron incómodos con la palabra "provocar"
-¿Maestro Shion?- le llamo Hades
-Apolo- dijo sin más y te sentiste traicionada -por todo lo que han pasado, yo creo que el príncipe Apolo debe ser el líder de esta alianza
Todos los presentes guardaron silencio, no se esperaban que Shion llegara a esa conclusión, miraste de reojo a Apolo, este se encontraba con los brazos cruzados sobre su pecho con los ojos cerrados, ahora se hacia el interesante, en ese momento si estabas molesta con todos ahí, sobre todo con el Patriarca del Santuario, sentiste que eso había sido un golpe demasiado bajo para tu orgullo.
-¿De verdad piensas eso Shion?- le pregunto Poseidón con algo de coraje impreso en ellas
-Me dijo que apreciaría cada una de mis sugerencias, ¿no es así?- le dijo y el dios de los mares callo, era verdad -entonces, si mi primera sugerencia es molesta para todos los presentes, no sirve de nada que este aquí y que les ayude en futuras decisiones
-Por favor, no se moleste- le respondió
-Estoy de acuerdo- dijiste llamando la atención de todos -si es Apolo, cuenta conmigo, estaré dispuesta a que seas el líder- sino habías sido elegida por aquel que decía que era tu padre y tú su hija, al menos joderías a Poseidón
-Yo también- se unió Hades
-¡No!- dijo Ares -yo no quiero que él sea el líder- miro al dios de los mares buscando apoyo -mil veces prefiero a Poseidón que a ese idiota
-Modales en la mesa Ares- le reprendiste
-No quiero- continuo molesto
-Si Shion dice que debe de ser él, entonces que así sea- acepto Poseidón
-¡No, no, no!- dijo derrotado Ares -es que no debe de ser así…- miro a toda la mesa y con la mirada le animaste a que apoyara la decisión -¡no, no, no!... bueno, ya que… que sea él
-¿Esta seguro Maestro Shion?- le pregunto Apolo
-Si- le dijo
-Entonces acepto el cargo- dijo -seguiremos el plan que estaba diciendo Poseidón, pero en lo que nosotros bajamos a verificar el sello tú y Athena irán en busca de tu alma
-¿Yo sola con él?- preguntaste
-Si, ¿hay algún problema?- te pregunto
-Por mí no- dijo Poseidón -a menos que tengas miedo de estar sola conmigo
-Maldito- dijiste
-Deja de gruñir, pareces perro Athena- te reprendió Shion -eso se lo aprendiste a Milo y Cáncer
-Entonces que así sea, nos ahorraremos mucho tiempo si nos dividimos en los destinos- dijo Shion mientras te daba un pellizco en el dorso de tu mano izquierda -ya te dije que dejes de gruñir
-Ahora que lo recuerdo- interrumpiste mientras sobabas la parte afectada de la agresión de Shion -Hera me dio unas piedras, unas joyas que me dijo que servirían para incrementar el poder de nuestras armas
-¡¿Y no se te ocurrió decirnos eso antes?!- te dijo en un tono de voz elevada Apolo, te sorprendiste ante esa reacción
-Perdón- susurraste
-¿Las trajiste?- pregunto Hades tratando de desviar la atención del momento incomodo que estabas teniendo
-No- respondiste
-¿De que van?- se unió Poseidón
-Dijo que esas piedras debíamos de colocarlas en nuestras armas, para que de esa manera se pudiera elevar el poder de ellas- comentaste -me dio a elegir una, esa piedrita ya nadie más lo podía tocar. Tengo otras 11 guardadas
-Espera- te interrumpió Poseidón -¿dijiste 11?- tu asentiste -nosotros somo 5; eso nos deja con 7 libres
-Entonces tendremos 7 aliados más- dedujo Hades seriamente
Volvieron a caer en un largo silencio, un mesero diferente al que había estado atendiéndoles les volvió a dejar una copa de vino a cada uno de ustedes, como siempre tú y Ares jugo. Sabias o querías deducir que ellos estaban pensando lo mismo que tú, la localización de los otros dioses y su posible ayuda, además de otros planes en caso de que ellos no quisieran cooperar con ustedes o en el peor de los casos, que ni siquiera sabrían que eran las reencarnaciones de algún dios.
-Primero enfoquémonos en la primera parte del plan- dijo Apolo -después veremos que más vamos a hacer
-Lo que digas- dijo Hades
-¿En dónde será nuestro cuartel?- pregunto Ares llamando la atención de todos los presentes
-¿Nuestro punto de reunión?- pregunto Poseidón y el pequeño asintió
-El Santuario- dijo Shion y todos le miraron -en ese lugar se encuentra Star Hill, del cual se dice que es la entrada al Olimpo
-Athena- escuchaste que te llamo Poseidón -¿hay algo más que se te esté olvidando decir?- tu negaste -¿segura?- asentiste
-Si se llegaran a presentar de nuevo las deidades como Hera o Zeus, sería mucho más fácil para ellos estar en el Santuario por esa puerta que se encuentra a unos kilómetros de ahí
-Concuerdo con el Maestro Shion- le apoyo Apolo y el resto le siguió
-Se me había olvidado Star Hill y nomas por eso ya me quieren matar- pensaste para ti mientras tomabas de un solo trago el jugo que estaba frente a ti.
.
.
Apolo se encontraba sentado frente a su computadora en la oficina que había en su mansión, desvió la mirada hacia la derecha en donde observo atentamente un porta retrato doble, en una de las caras venia un collage con varias fotos de él junto a Athena y en la otra una individual que le había pedido a Shion que les tomara antes de salir a aquel lujoso restaurante "toma, no es tan lujoso y caro como lo que ellos te dieron, pero es de corazón", aun recordaba lo que le había dicho la joven, entre molesta y apenada.
Abrieron la puerta de su despacho y observo que Poseidón tomo asiento frente a él, le prestó atención pero el Emperador de los mares se encontraba atento a su celular.
-¿Ya regreso Athena a su Santuario?- le pregunto sin mucho interés
-Si- dijo él –Poseidón- le llamo seriamente y en ese momento el mencionado dejo su celular de lado -más te vale que no planees traicionar esta alianza o tratar de hacer algo en contra de Athena cuando ambos vayan por tu alma- observo que el aludido sonrió orgulloso
-¿Te atreverías a pelear en mi contra?- pregunto con burla -ya no soy el mismo que derrotaste tiempo atrás Apolo
-No será solo contra Athena con quien pelearías además de los Titanes; sino conmigo- le amenazo sutilmente -así que ve con cuidado
-Vaya- dijo soltando un suspiro -así que este es el llamado amor fraternal- se sumieron en un largo silencio que el mismo dios de los mares rompió -cumplo mi palabra Apolo, no haré nada en contra de ella. No soy tan pendejo como para saber que me echaría no solo de enemigo al dios del sol, sino también al de la Guerra violenta y al del Inframundo… todo se hará en paz y como buenos aliados y amigos
-Eso espero- le dijo y volvió su atención a la computadora
-Por cierto, en unas horas los papeles estarán listos y nuestras empresas terminarán como una sociedad
-Perfecto- dijo Apolo y de nuevo ambos se sumieron en silencio
Porque ambos sabían que en ese momento no importaba las relaciones como empresarios, tampoco se podían dar el lujo de traicionarse entre ellos, había una gran Guerra de la más grande escala casi tocando a sus puertas y tenían que cuidarse unos a los otros, aunque eso le molestara a más de uno. No se podían dar el lujo de perder aliados, al contrario; solo ellos 5 estaban confirmados para la batalla, de los demás… no sabrían hasta que les preguntaran en sus caras.
Bueno, las leo al rato. Ahora continuare con mi valor, ando en ese momento diciendome a mi misma "amo mi trabajo, me gusta mi trabajo" jajajaaja las vere cuando baje a comer o cenar... o lo primero que se me ocurra o me dejen.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top