Como no soy popular, pediré ayuda
N/A: Hola de nuevo, aquí estoy de vuelta con la primera actualización del año, pero en lugar del otro fic les traigo de regreso este que venía empolvándose desde hacía más tiempo. Aunque en realidad, este es el fic con el que más avances he hecho, dado que tengo material en producción para una temporada completa ¡y más! Así que pueden esperar una gran cantidad de episodios de este fic ;). Algo que confieso sobre este capítulo es que en realidad debía ser estrenado más adelante, planificado para ser el 6to del fic, pero lo tenía terminado desde hace un tiempo, el que se suponía que iba a ser el tercero apenas llega a la mitad, y como tengo el tiempo súper limitado para escribir, decidí mejor adelantar su estreno, solo para que tengan algo de mí mientras busco más tiempo para escribir. En fin, este capítulo estará enfocado en Lori y su meta de ser popular, siendo este el primer episodio enfocado en una hermana (sip, habrá más y de más hermanas). Disfrútenlo.
Había una vez un pueblo llamado Royal Woods. Era un pueblo olvidado dentro de un estado no tan relevante, porque dentro de este pueblo no había nada nuevo que ofrecer. Dentro del pueblo vivía una gran familia, que estaba constituida por 13 miembros: Los dos padres y 11 hijos. Sin embargo, lo único resaltado de esa familia era la cantidad de miembros que tenía, además de eso, no tenía nada más con qué destacar. De entre toda esa vasta familia había un miembro que destacaba aún menos que cualquiera de los otros, y ese miembro era la hija primeriza del matrimonio, una chica de 17 años llamada Lori Loud.
Esta chica, a diferencia de sus hermanas, no tiene nada con qué resaltar. Sus altas notas no son suficientes para sobresalir en su salón, tenía nulo talento para los deportes y actividades humanísticas, y por sobretodo no tenía ningún amigo con quien hablar. La única excepción a este último punto era la mejor estudiante del último año y la chica más popular de la escuela, Carol Pingrey, y sin embargo, no eran muchos los momentos donde solía convivir con ella debido al demandante estatus social de chica popular. Por lo tanto, la impopular Lori Loud se encontraba sola a casi todas horas, puesto a que tampoco suele convivir mucho con su familia.
En esta ocasión, la solitaria Lori se encontraba despierta en su cuarto a más de la medianoche, como ya estaba acostumbrada. Estaba sentada frente a su computadora, como ya lo venía haciendo desde varias horas atrás, leyendo un artículo que encontró en internet.
-¡Oh, diablos! Es como leer un artículo basado en mí-exclamó con lamento tras terminar de leer el artículo, posicionando su barbilla en el escritorio entre sus brazos que atrapaban su cabeza.
La razón de este lamento por parte de la primogénita se debía a que el artículo que estaba leyendo era sobre el trastorno de ansiedad social, el cual se topó con el gracias a un programa que vio que le despertó la curiosidad. A medida que leía los síntomas del trastorno y las conductas que presentaban las personas que lo padecía, Lori se sentía cada vez más miserable.
-Sabía que tenía un problema de ansiedad, pero no tenía idea de que fuera tan grave-dijo Lori a sí misma.
Sentía que cada dato que suministraron lo obtuvieron a instancias de ella, como si un grupo de investigadores la hubieran estado siguiendo por un tiempo con el fin de obtener datos acerca del trastorno. Presentaba muchos de los síntomas, y la coincidencia que tenía con respecto al comportamiento usual de una persona afectada le aterraba.
-Hago esto...y esto...¡también hago esto!-expresó sintiéndose miserable al ver que coincidía en alguna de las conductas, como por ejemplo su extrema timidez al interactuar con alguien, su tendencia a la idealización de las relaciones, y quizás el más importante, su continua autoevaluación.
Para el ojo externo Lori podría ser una simple chica tímida que no habla mucho, pero eso solo era la capa superficial de su verdadera naturaleza. La verdad es que Lori es una chica que vive constantemente criticándose. Ella analiza cada movimiento que hace y piensa cuidadosamente cada palabra que va a decir, con el único propósito de cumplir una sola meta: No. Pasar. ¡Vergüenza! Siempre creyó que esto era algo bueno, por no considerar una virtud de su parte, pero con este descubrimiento entendió que solo era parte de un problema.
-Dios...creí...creí que lo hacía bien. Que al menos podía salir de esto con un poco de esfuerzo, pero ahora...no sé si pueda-admitió para sí misma, sintiéndose totalmente abatida.
Al principio de año Lori se propuso el objetivo personal de ser popular en su último año de escuela. Y ahora que aprendió más sobre sí misma, ve su objetivo inalcanzable.
-(Suspiro) ¿A quién engaño? Eso es imposible, nunca seré popular, con suerte Carol se quedará conmigo hasta final del año y después se olvidará de mí en la universidad. Mejor debería sentarme en el rincón sin hablarle a nadie como todos los años-dijo Lori admitiendo la derrota y preparada para sellar su destino de tener una vida triste y solitaria.
No obstante, antes de cerrar sus pensamientos antes la realidad, algo dentro de ella se encendió y evitó que diera por sentada las cosas. Un sentimiento que le renovaba la confianza en sí mis
-¡No! No esta vez. Ya pasé demasiado tiempo sentada sola sin hablar con nadie, este año voy a cambiar las cosas y hablaré con más personas hasta hacerme popular.
Se trataba de la determinación, que la motivaba a seguir adelante y le llenaba de valor para enfrentar los desafíos que le vendría en su búsqueda de la popularidad, incluido los obstáculos que le presentaba su propia condición.
-Sí, eso es lo que haré. Me hice una promesa a mí este año y voy a cumplirla. Yo juré que iba a ser popular, ¡y nada evitará que lo haga!-dijo Lori totalmente confiada de sus palabras, en contraste con la actitud derrotista que tenía hace un momento. Quizás se debía a la labilidad emocional que a veces tenía, pero la Lori de hace un segundo fue cambiada por una más segura de sí misma, cuya actitud le sería de ayuda para cumplir con su objetivo-¡Así es, nada podrá detenerme de llegar a mi meta!
Pero así de fácil que llegó su seguridad en sí misma también se esfumó, y todo por una simple acción...el encendido de la luz. Al sentir la molesta luz en sus ojos, Lori reaccionó y volteó a ver al responsable de encenderla e interrumpir su momento de vanagloria. Se trataba de Leni, que ahora tenía una cara de pocos amigos por la falta de sueño y fulminaba a Lori con la mirada.
-¿Tienes idea de qué maldita hora es?-dijo con un tono de voz irritable.
-Pues...
-¡Son más de las 12 y tú estás hablando de tus estúpidos problemas sociales y de ansiedad QUE A NADIE LE IMPORTAN!-esto último lo gritó Leni, sin preocuparse por despertar a sus congéneres debido a la amargura que sentía.
-Pero yo...
-¡CÁLLATE!-le gritó a su hermana mayor, llenándola de miedo-Si no te acuestas a dormir en los próximos 3 minutos, ¡JURO POR DIOS QUE TE CONVERTIRÉ EN PRETZEL HUMANO, ¿ENTENDIDO?!
-Sí, hermana-respondió rápidamente Lori llena de miedo. Inmediatamente después apagó su computador y se acostó a dormir, todo bajo la fúrica atenta mirada de Leni.
La rebelde se acostó en su cama para intentar recuperar el tiempo de sueño que le robó su hermana. Y en cuanto a Lori, ella a pesar del miedo sentía cierta emoción porque sea hora de ir a su escuela. Tenía el presentimiento de que todo iba a cambiar.
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Intro (Watamote Opening)
Watashi ga Motenai no wa Dou Kangaetemo Omaera ga Warui! (Nota: Se suponía que aquí iba a ser más detallado con la intro, pero al final me dio fastidio y lo salteé. En resumen, es la intro del anime, peor con Lori en lugar de Tomoko).
https://youtu.be/gZYq7rat9d4
Wa- mou ii desu sou iu no!
Kyou mo
Onaji ichinichi ga hajimaru
Dare yori mo hito no me wo ki ni shite
Jissai kawaii hi mo aru yo? Kanchigai ja nai shi
Mushi ka yo
Ano toki no kimochi ga
Kawatte shimau no ga kowakute
Waiwai wa kirai na no issho ni saretaku nai shi
Sonna bokura wo mushi shite
Ikite ikou! to osshatteru
Yasashiku sarete choudo ii
I'm on my way to finding my way
Kenage na no sasshiro ya!
Yume no nai jidai yo me wo samashite
Watashi ga moteru mirai made kono sekai wo yurusanai
Moteta mono wa enryousei kore ijou wa enryousei
Muda na teikou wa yamete
Horero horero horero horero
Motero motero motero motero
Subete ga kawaru mirai de aou
Watashi ga motenai no wa dou kangaetemo omaera ga warui!
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Al día siguiente, Lori llegó a la escuela con total disposición a hacer un cambio radical en su vida social.
-Bien Lori-pensaba Lori para sus adentros, una costumbre que tenía para hablar consigo misma sin parecer una rara ante los ojos de los demás, mientras caminaba por los pasillos de su escuela manteniendo la mirada baja-ya estás aquí, en tu primer día para hacer cumplir tu objetivo. De pasar de ser una estudiante fantasma a la chica más popular de la escuela y ser recordada como una chica capaz de llevársela bien con quien sea. Pero hay un problema...no sé cómo hacerlo-se dijo Lori reconociendo su falta de conocimiento en la resolución del problema.
-Si hubiera sabido qué hacer desde un principio no estaría en esta situación, estaría rodeada de un montón de amigos y con Bobby a mi lado solo para mí. En su lugar, estoy aquí sola pasando totalmente desapercibida por todos. ¿Qué es lo que debo hacer? Si tan solo alguien me dijera.
Y en el momento que se hizo esa pregunta, levantó la mirada y la respuesta se encontró frente a sus ojos: Su compañera y única amiga, Carol Pingrey.
-¡Por supuesto! ¡Carol! Es la chica más popular de esta escuela. Además, ella y yo somos muy parecidas, prácticamente iguales. Incluso vestimos casi igual. Aun así, ella es popular, porque a pesar de lo parecida que somos ella tiene una habilidad que carezco: Habilidades Sociales. Sí hay alguien en esta escuela que sabe cómo llevarse bien con las personas es ella-concluyó Lori, y posteriormente fue a los casilleros donde se encontraba Carol para pedirle ayuda.
Al llegar hasta ella le tocó el hombro para llamar su atención.
-Oye Carol, yo...
Pero en cuánto ella terminó por voltearse, Lori quedó totalmente pasmada al ver que su amiga había cambiado...bueno, algo así. La verdad es que Lori en un principio no había notado el cambio de atuendo que se decidió hacer Carol, puesto a que seguían siendo el mismo vestuario que el de antes siendo el único cambio el color de las prendas. El color de la falda y los zapatos se mantenían del mismo color, pero en cuanto a su camisa, medias y diadema estas habían cambiado de color azul a morado, de la misma forma la sombra de sus ojos. Y aun cuando se trataba de un cambio de color, de alguna manera eso bastaba para resaltar más la belleza de la joven Pingrey.
-Ah, hola Lori, ¿qué pasó?-preguntó casualmente Carol.
-Tú...tú...ca-cambiaste de r-ro-ropa-musitó Lori absorta en un estado de incredulidad al presenciar la belleza que resaltaba su amiga, sin evitar sentirse totalmente opacada.
-Oh, ¿esto? Yo no lo llamaría un cambio, más bien fue un...ok, sí fue un cambio, pero solo de color. Es que sentí que era momento de usar algo diferente, pero no tuve mucho tiempo para decidir así que solo me puse esto que encontré en mi guardarropa. En fin, ¿qué te parece?
-P-pu-pues...pues...te ves...bien-dijo Lori todavía absorta en su impresión.
-Gracias, Lori, lo aprecio mucho. En fin, ¿qué me querías decir?
-¿Y-yo? Pues...yo... ¿recuerdas...el primer día de clases?
-Sí, lo recuerdo.
-Y... ¿recuerdas que...yo hice una promesa para...ya sabes, ser popular y eso?
-Ehm...creo que tengo cierta noción al respecto.
-Y...que dijiste que...ibas a ayudarme.
-Oh, ya veo. ¿En qué quieres mi ayuda?
-Bueno...en...ya sabes...cómo...hablar con alguien.
Tras oír la petición de Lori, Carol rio ligeramente pensando que se trataba de una broma. Pero después de un par de segundos, la cara de Lori seguía mostrando seriedad.
-Espera, ¿hablas en serio?
-Sí, lo hago.
-¿Qué? Pero...yo...ni si quiera sé qué es lo que me estás pidiendo.
-Solo quiero que me ayudes a hablar con las personas, es todo.
-Ah ya. Je, vamos Lori, eso es fácil. Sólo es usando tus habilidades sociales a tu favor, es todo-dijo Carol como consejo en su dilema, pensando que de esa forma la mente de Lori se esclarecería y encontraría su propio camino a la resolución del mismo. En cambio, Lori la tomó de la cara para que concentrara su mirada en ella y su expresión facial se endureció.
-Enséñame-pidió con un tono serio.
-¿Enseñarte qué?
-A tener habilidades sociales.
-¡¿Qué?!-expresó Carol con total sorpresa-¿Tú quieres que...? ¿Hablas en serio?
-Sí, hablo en serio.
-Pero Lori, eso que me pides es... ¡no puedo hacerlo! Es como pedirme que te enseñe a respirar o a caminar. Esas cosas las aprende uno mismo, con experiencia y eso.
-Pero yo...no sé hacerlo, de veras.
-Vamos Lori, de seguro alguna vez tuviste que hablar con alguien, con eso es suficiente para aprender.
-Pero mis experiencias fueron...un fracaso-admitió Lori sobándose el brazo en señal de pena.
-Por favor, ¿qué tan malas pudieron ser?
Y de ese modo, Lori recordaba (a la vez que relataba) sus experiencias previas al intentar congeniar con las demás personas:
Recordó cuando tenía 7 años y era su primer día de clases. Esperó ansiosamente a la hora del receso para presentarse oficialmente con sus compañeros, con la esperanza de terminar siendo su amiga. Recordaba haber salido al patio de la escuela, también el ver a un grupo de chicos hablando animosamente entre ellos, y también la emoción que sintió al ir acercándose al grupo.
-¡Oigan chicos! ¡¿Puedo...?!
Pero también recordó cuando tropezó con una piedra en el camino y cayó al suelo dolorosamente. Los chicos al ver la caída no pudieron evitar reírse.
-Miren, se cayó como una boba-dijo uno de los chicos.
Pronto sintió cómo las risas incesantes aumentaban de intensidad, todavía recordando la tristeza que sintió al sentirse humillada tras hacer el ridículo frente a todos. Y cómo terminó por huir al baño para escapar de las risas, la primera vez que lo hacía y no sería la última.
Rememoró cuando tuvo 11, la edad en la que su timidez se presentó mayormente. No olvidaba aquella vez en la que estaba comiendo sola en la cafetería de la escuela, y repentinamente vino alguien y se sentó con ella, una niña pelirroja de trenzas con pecas para ser más precisos.
-Hola, ¿puedo sentarme aquí?-preguntó con amabilidad.
Inmediatamente, Lori sintió un manojo de nervios revolverle el estómago inhibiéndole el habla. Aunque esto no era tan malo, puesto que ahora podía pensar cuidadosamente en sus palabras para no estropearlo.
-Muy bien Lori, esta es tu oportunidad-pensaba la pequeña Lori en un intento por calmarse-Sé que estás nerviosas y que probablemente termines por devolver la comida al plato gracias al nudo en tu estómago, pero no dejes que eso tome control de ti. Tú puedes hacerlo, sé que puedes hacerlo. Solo es devolverle el saludo y listo, después podrás seguir hablando con ella. Pero recuerda, no muestres demasiada emoción o pensará que eres rara y la asustarás, tampoco muestre mucha seriedad o podría malinterpretarla como ha pasado antes. Solo sé cool, actúa relajada ante ella y en menos de lo que canta un gallo será tu nueva mejor amiga. ¿Lista? Ahora, ¡vamos!-se animó a sí misma en su mente para tomar el valor necesario para voltear a su costado y responder apropiadamente al saludo de la niña.
No obstante, al momento de voltearse, la niña ya no se encontraba al lado de la mesa. Ahora se encontraba en la mesa atrás suyo, junto con un grupo de niñas. Al estar cerca de la mesa, pudo oír lo que estaban hablando.
-Oye, y esa chica detrás de nosotros, ¿cuál es su problema?-escuchó a Melanie preguntar.
-¿Lori? Ella es así. Nunca habla con nadie y es malhumorada. Creo que odia a todo el mundo.
-¿Por qué?
-No lo sé, pero mejor mantente alejada de ella para evitar problemas. Podría ser una bravucona.
Y al oír la opinión que tenían los demás niños de ella, Lori sintió cómo su corazón sufría un duro golpe para una niña de su edad. Sintiéndose no-bienvenida en la cafetería, tomó sus cosas y se fue en silencio al baño a terminar su almuerzo.
Y no pudo olvidar aquel incidente que tuvo a los 15 años, esa dura época donde tenía frenillos y el acné proliferaba en su piel. Cuando llegó una alumna nueva, una caucásica de cabello castaño hasta los hombros y con lentes, vio su oportunidad para vencer sus miedos y hablar directamente con alguien. Se acercó hasta ella para saludarla.
-Hola, soy Lori Loud. Yo...-se presentó y luego estiró la mano para presentarse apropiadamente...un grave error que jamás olvidaría. No midió la distancia entre ambas y su mano terminó tocando su...ejem...bueno, la zona donde no debía tocarse.
Tanta era la vergüenza que sintió Lori en ese momento que no pudo evitar gritar.
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
Posteriormente salió corriendo con todas sus fuerzas al baño y se quedó encerrada ahí intentando negar y olvidar lo que definitivamente fue el momento más vergonzoso de toda su vida.
Al terminar de relatar sus fallidos intentos por intentar congeniar, Lori sintió vergüenza de sí misma y bajó la mirada. Carol por su parte, no pudo evitar sentir pena por ella.
-Guau, así de mal.
-Lo sé, soy patética. Por eso necesito de tu ayuda.
-Entiendo, pero...no sé si pueda ayudarte. Es decir, se trata de habilidades sociales, uno no nace con ellas, sino que las va aprendiendo a lo largo de la vida.
-No importa, estoy dispuesta a trabajar muy duro para cumplir mi objetivo, al igual que lo hizo Rock Lee al convertirse en un gran ninja solo usando Taijutsu.
-Ah... ¿qué?
-Por favor, Carol, sé mi sensei. Eres la única que puede ayudarme a ser popular. Sin ti, estoy segura que terminaré bajo un puente viviendo con un vagabundo desagradable porque tengo miedo de pedirle que se vaya-suplicó Lori a su amiga amenazando con entrar en llanto.
-Pues...yo...-al ver los ojos cristalizado de su amiga, Carol sentía su voluntad flaquear poco a poco, hasta que al final terminó por ceder-(Suspiro) Está bien, te enseñaré.
-¡Gracias, Carol-sama!-le agradeció Lori y luego la abrazó.
-¡No!-dijo bruscamente Carol, rompiendo el abrazo-Escucha, sé que accedí a enseñarte a hablar con los demás, pero de ninguna forma permitiré que me llames "Carol-sama". Quizás no sepa mucho de los japoneses o el anime, pero sé que esa es una forma de referirse a alguien superior...o algo así tengo entendido. Así que si vamos a hacer esto no me llames "Carol-sama", "Carol-san", "senpai" o "sensei", ¿entendido?
-Sí, señora.
Carol se golpeó por la frustración y se pasó la mano por toda la cara. Decidió dejar pasar eso y seguir adelante.
-Ok. (Suspiro) Escucha Lori, debes entender que aun cuando accedí a enseñarte lo que sé, las habilidades sociales son individuales. Es decir, que tú, por tu propia cuenta, deberás desarrollar tus habilidades sociales para hablar con las personas, ¿entiendes?
-Sí, entiendo.
-Sin embargo, hay cosas esenciales que puedo enseñarte que te ayudarán al momento de entablar una conversación. En general, cuando uno trata de llevarse bien con alguien debe seguir 3 consejos esenciales: #1, mirar a los ojos a la persona. #2, dedicarle una cálida sonrisa. #3, decirle un halago. Fíjate cómo lo hago.
Carol dio un par de pasos por los pasillos para buscar a la persona indicada con la que ejemplificar sus consejos, al encontrar a Dana decidió hacer su demostración.
-Ay hola, Dana-saludó Carol sonriendo y mirando sus ojos.
-Ah, hola Carol.
-Me encanta tu nuevo pelo.
-¿De veras? Me lo hice el fin de semana, pero no estaba segura si se veía bien.
-¿De qué hablas? Se te ve fantástico, amiga.
-Ay gracias. Adoro tu cambio de ropa.
-Aw gracias, Dana. Bueno, ya me tengo que ir. Hablamos más tarde, ¿sí?
-Sí, claro. Hasta luego, Carol.
Las dos se despiden con un beso y Carol regresa con Lori.
-¿Ves? Es fácil. Ahora inténtalo tú.
Lori primero inhaló aire para agarrar confianza y acercarse a Dana para tener una conversación.
-Eh...ho-hola, Da-Da-Dana-saludó Lori a su compañera de clase.
Al voltearse para que ver a la persona que le hablaba, Dana se asustó al ver a Lori esbozando una sonrisa perturbadora y mirándola fijamente de forma obsesiva, por no mencionar la evidente invasión al espacio personal que la hacía sentir incómoda y temerosa.
-Eh...bo-bo-bonito aretes-dijo Lori en forma de halago, intentando inútilmente ocultar su miedo y pena.
Dana sintiendo un gran miedo a la situación, se quitó sus aretes morados y se los entregó.
-Tómalos, son tuyos. Por favor, no me hagas daño-pidió Dana llena de miedo y luego salió huyendo despavorida.
Lori vio confundida a su compañera huyendo de ella, después de haberle entregado sus aretes. Regresó con Carol y la vio pasándose la mano por la cara con decepción.
-Lori, te dije que le sonrieras y le hablaras.
-E-eso hi-hice, lo juro. N-no entiendo po-por qué huyó.
-Quizás la espantaste. A ver, muéstrame tu sonrisa.
Lori acató la orden y sonrió de la misma forma que lo hizo con Dana y, al igual que con ella, asustó a Carol.
-Diablos Lori, ¿qué es eso? Pareces que planeas matar Batman. Intenta no mostrar los dientes.
Lori vuelve a sonreír esta vez sin mostrar los dientes, pero de alguna forma sigue siendo perturbadora.
-Wow, con esa sonrisa harías sentir orgulloso al Grinch-dijo Carol haciendo que Lori relajara el rostro entristecida-Mira, solo se trata de sonreír con naturalidad. Te enseñaré de nuevo.
Carol iba a realizar otra interpretación para Lori, pero en el camino se encontró con su amiga Whitney.
-Amiga, te estuve buscando toda la mañana, ¿dónde estabas?
-Es que yo...
-Mira, no importa, te tengo noticias candentes. El chico de intercambio de Europa ya habla bien nuestro idioma, y ¿qué crees? Dijo que le gustan las rubias.
-Eso suena bien, pero ahora estoy ocupada con...espera, ¿en serio?
-Sí, te lo juro. No sé qué es lo que estás haciendo, pero será mejor que lo dejes ahora o si no Tiffany tomará ventaja y sabes bien que ella no desaprovecha una oportunidad.
Ahora Carol se encontraba en una encrucijada. Por un lado, Lori necesitaba de su ayuda para poder hablar con las personas con naturalidad. Por otro lado, el guapo chico de intercambio que estaba soltero dijo que le interesaban las rubias, y no quería dejar pasar la oportunidad de estar con un chico tan lindo. Al final, la respuesta resultó ser muy clara para Carol.
-Lori, ¿te importa si lo dejamos hasta aquí? Tengo cosas muy importantes que hacer hoy, pero podemos continuar mañana-avisó Carol a Lori-Vamos, Whitney, tenemos que ir a saquear Roma.
Dicho esto, las dos partieron rumbo a donde se encontraba el chico de Europa para intentar ligar con él.
-Por cierto, Carol, me encanta tu nuevo atuendo: "Fresca como una uva". Y no quería decírtelo antes, pero cuando era azul te veías media ñoña-comentó Whitney a medio camino.
Aunque estaba a distancia considerable, Lori escuchó claramente el comentario de Whitney, y se sintió golpeada. Antes de llegar a su escuela, Lori había hechos varias conclusiones, siendo una de estas el parecido en sus vestimentas, pero si alguien como Carol se veía media ñoña con su antiguo vestuario, entonces alguien como Lori debería verse...muy ñoña.
-Oh, diablos-se lamentó Lori bajando la cabeza con desanimo.
No ha empezado las clases todavía y ya se siente juzgada por los demás.
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El día de escuela transcurrió con relativa rapidez. Lori no volvió a ver a Carol por el resto del día debido que tenía que atender sus asuntos, y no se dignó en hablar con nadie más. En otras palabras, fue otro día normal para Lori.
Pero el problema es que Lori ya no quiere que días como este sean algo normal. Quería que estar rodeada de personas que la alagaran y la respetaran. Querían que la reconociera como una chica linda y muy agradable. Quería sentirse parte de la sociedad. Pero hasta ahora no ha sabido cómo hacerlo, y el día de hoy sólo generó más dudas al respecto.
Al llegar a su casa fue directo a su habitación a recostarse en su cama y pensar en qué hacer con respecto a su problema.
-No lo entiendo-pensaba Lori-hice todo bien y aun así no logro hablar con nadie. Creí que el problema era que no sabía qué hacer, pero ahora que lo sé sigue sin haber un cambio en mi vida. ¿Qué estaré haciendo mal?
Lori pasó a sentarse en su cama, y al estar erguida se vio en el espejo.
-¿Será eso? ¿La ropa que uso? Whitney dijo que Carol se veía media ñoña con su ropa anterior. ¿Significa que eso que la razón por la que las personas no me hablan es porque me veo muy ñoña?-especulaba Lori a medida que se veía en el espejo. No obstante, acabó por descartarlo-No, no creo. De ser así, no tendría sentido que Carol fuese popular cuando usaba su antigua ropa. Además, no creo estar lista para hacerme un cambio de imagen, eso será mejor para cuando ya sea popular, así podría saber qué ropa está de moda sin parecer una boba marginada social.
-Lo mejor será enfocarse en mis habilidades sociales. Pero lo de hoy me dejó en claro algo: Carol no va a estar siempre disponible para mí, así que no podré recurrir a ella todo el tiempo para pedir consejos o agarrar experiencias. Así que, necesito a alguien que me ayude a adquirir habilidades sociales, pero ¿quién?-se preguntaba Lori en su mente.
Lori pensaba en alguien que supiera mucho sobre ser popular y con el que pueda recurrir en varios momentos del día, pero la respuesta se encontraba detrás de la puerta...literalmente. Leni entró a la habitación con un evidente mal humor.
-Tsk, no puedo creer que papá no me haya dejado salir con mis amigas solo porque "ya he salido mucho últimamente". Ah, pero él sí puede salir con sus amigos todos los días, ¿verdad?. Qué hombre tan hipócrita-se quejaba Leni y señalaba su hipocresía, aunque en realidad esas "salidas con amigos" que tenía su padre no era más que horas extras que tomaba seguidamente para poder costear las necesidades básicas del hogar. Luego se acostó en su cama y se dispuso a charlar con sus amigas a través de las redes sociales.
Al ver a su hermana armar una escena por no poder salir con sus amigas, Lori se dio cuenta de que Leni era la persona perfecta para que le ayude con su problema. Era una chica popular y, pese a su actitud chocante, era alguien que sabía usar las palabras para llevar a cabo una conversación, además de ser su hermana, motivos que la hacían la candidata ideal para que sea su instructora.
-O-oye, Leni.
-¿Qué?-respondió sin despegar la vista de su teléfono.
-Y-yo quería saber si...po-podías ayudarme con algo.
Leni dejó de mensajear y miró a su hermana con intriga.
-¿De qué se trata?
-Es que yo...bueno, verás...yo...
-Mejor apúrate antes de que pierda el interés-advirtió la rebelde con poca paciencia.
-Yo...quiero ser popular-admitió Lori, sintiendo pena por su confesión.
-Sí, y yo quiero ser la Mujer Maravilla. Lástima que nada de eso va a pasar.
-Leni, por favor. Necesito tu ayuda.
-¿Acaso tengo cara de hada madrina? Pues te diré de antemano que ni ella podrá hacer tal milagro.
-No pido que hagas mucho por mí, solo una pequeña cosa.
-¿Cómo qué?
-Pues a...ya sabes, ayudarme a...hablar con las personas.
Después de escuchar la extraña petición de su hermana, la segunda hija del matrimonio Loud se quedó mirando seriamente a su única hermana mayor, procesando las palabras que acaba de oír. Unos segundos después, para sorpresa de nadie, comenzó a reírse. Pero a reírse con fuerza, como si le estuvieran haciendo cosquillas en zonas sensibles. Se reía tan fuerte que se agarraba del estómago. Y era tanta la gracia que sentía, que no dejó de reírse por un buen tiempo, dejando a Lori cada vez más avergonzada con cada segundo que pasaba.
-Por Dios, de todas las cosas absurdas que me han pedido, esta definitivamente se lleva el premio. Por un segundo creí que hablabas en serio-dijo soltando un par de risillas al final.
Pero al ver la cara de pena de la mayor, Leni comenzaba a dudar de que fuera un chiste.
-Espera, no lo dijiste en serio, ¿o sí?
-Eh...sí-admitió Lori cabizbaja.
Al descubrir que su hermana hablaba totalmente en serio, la gracia que sentía Leni fue reemplazada por la vergüenza que ahora sentía hacia su hermana mayor.
-¿Estás loca? ¿Cómo se te ocurre pedirme algo como eso? ¿Qué sigue después, pedirme que te enseñe cómo limpiarte el trasero?-reprochó Leni con sarcasmo.
-Por favor, Leni, necesito esto. Hace tanto que no hablo con nadie que no sea alguien de la familia que ya no sé ni cómo saludar. Solo necesito que me ayudes a practicar hablando conmigo de vez en cuando para agarrar experiencia.
-¿Por qué no le pides ayuda tu estúpida amiga, Carol? Es como tú, pero mucho menos patética.
-Lo intenté, pero...no creo que ella esté disponible en estos momentos. Por favor, Leni, te lo imploro, solo necesito que hables conmigo más seguido para que pueda saber cómo llevar una conversación. Te juro que no te pediré nada más en toda mi vida, pero por favor ayúdame con esto-suplicaba Lori rebajándose a ponerse de rodillas, intentando que de esta forma Leni se apiadara de ella y accediera a ayudarla.
-Oh, claro, voy a ayudarte.
-¿De veras?-dijo Lori ilusionada.
-Sí, ¡cuando el infierno se congele!-no obstante, las palabras frías de su hermana rompieron su ilusión, dejando a Lori totalmente desanimada.
-Bueno, debí saber que esto pasaría, Leni nunca ayuda a nadie ni mucho menos a nuestra familia. Supongo que tendré que esperar a que Carol se desocupe para que me ayude. Seguramente no tendré que esperar mucho tiempo-pensaba Lori en forma de consuelo para sí misma. Sin embargo, la vida le tenía preparada otra decepción
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Lo que se suponía que iba a ser un relativamente corto periodo de espera, se convirtió en un largo período de esperar. 2 semanas tuvo que esperar Lori para que Carol estuviera disponible para ayudarla. Aunque se sentía enojada por tener que esperar tanto, ella no iba a expresar su sentir a su amiga por temor a una mala reacción de ella, y hoy precisamente no se encontraba de muy buen humor.
-Agh, estúpido Lule. No puede hablar conmigo porque no me entiende nada. Ah, pero sí puede hablar con la zorra de Tiffany, ¿verdad? Ajá, sí, como tú digas, miserable cretino europeo. Ese cuento de que "es mi profesora de inglés" no se lo cree ni tu abuela-decía la chica popular expresando toda su indignación hacia el chico de intercambio, aunque en el proceso también incomodaba a Lori.
En estos momentos, los estudiantes se encontraban en la hora del almuerzo. Hora que era aprovechada por los alumnos para entablar conversaciones amistosas entre ellos, y en esta hora Carol ayudaría a Lori.
-Pero bueno, ya no hablemos más de esa rata traicionera. Mejor concentrémonos en tu problema de no saber cómo hablar con las personas, y para eso estamos aquí, en la cafetería de la escuela. Si quieres aprender cómo hablar con las personas de este entorno, este es el lugar indicado.
Lori contemplaba el ambiente donde los estudiantes se alojan para realizar sus interacciones sociales, y aunque para la gran mayoría era un sitio acogedor donde pasar un buen rato con sus amigos, para ella era todo lo contrario.
-¿La cafetería? ¿En serio literalmente es aquí donde todos se reúnen a hablar entre sí? Vaya, yo pensaba que solo los buscapleitos y los bromistas se reunían aquí para perder el tiempo. Siempre lo vi como una jaula donde los gorilas comían y se tiraban las heces entre sí. Pero no es mi culpa, si cada vez que comía aquí iniciaban una guerra de comida y yo terminaba literalmente con mis lentes empañados con salsa de albóndiga...y también mi cabello. Fue por eso que comencé a comer en las escaleras y, además, era muy incómodo ser la única sentada en la mesa del centro y que todos vieran lo patética que soy. Así, ¿cómo esperaban que yo supiera que ahí es en dónde se hacen las amistades? No era posible. Es como si ellos...no querían que lo supiera, y por eso me alejaron-concluía Lori dejándose llevar por sus inseguridades y baja autoestima...sin embargo, tal conclusión prontamente se vio descartada.
-Bah, ¿qué estoy diciendo? No creo que literalmente todos confabularan contra mí para que no me integrara al grupo. Digo, si fuera solo mi salón tendría sentido, pero ¿toda la escuela? ¿Y desde la primaria? Eso ya es algo exagerado, hasta para mí. Seguramente fue una coincidencia, una muy triste coincidencia...aunque...no era tan malo comer en las escaleras. Literalmente había mucho silencio y paz alrededor, podía dormir ahí si hubiera querido. Además, a veces dejaban abierta la puerta del techo de la escuela, al menos solo en la escuela primaria, y podía comer allá afuera. Eso era increíble, sentir el viento en mi cara, la luz solar bañándome con su pureza, el sonido de los pájaros cantando, y por supuesto el...
-¡Lori!
-¡Ah! ¿Qué?-soltó Lori por la abrupta interrupción de sus pensamientos por parte de Carol.
-Escuchaste lo que dije, ¿verdad?
-Esperen-volvió a pensar Lori-¿Otra vez estaba divagando en mi mente? ¡Diablos! ¡¿Por qué nunca aprendo?! ¡Esto no es como en los animes, el tiempo no se detiene cuando pienso!-dijo en sus pensamientos alarmada-Está bien, no entres en pánico. Solo finge que escuchaste y estarás bien.
-A-a-ah, s-s-sí. Yo...
-Uy, qué bien, porque ese consejo que te di fue el mejor que he dado en toda mi vida y me salió improvisando, así que no creo que pueda repetirlo.
-¡Oh, diablos!
-Como sea, creo que con lo que dije es suficiente en la parte teórica. Ahora es momento de la parte práctica.
-¿Pr-pr-práctica? ¿Y-y con quién practicaré?
-Más bien dicho "con quiénes", y será con ellos.
Carol señaló a un grupo de 5 chicos (2 chicas y 3 chicos) que estaban sentados en una mesa hablando entre ellos. Al verlos, y al entender lo que tenía que hacer ahora, Lori sintió un miedo intenso apoderarse de ella.
-¡¿Qué?! ¡¿No puedo ir con ellos?!
-Tranquilízate, son solo los miembros del club de golf. Son buenas personas, no van a hacerte nada malo.
-A-aun así, no puedo.
-Pero es necesario para que aprendas a hablar con las personas, creí que había quedado claro en lo que expliqué.
-S-sí, pero...son demasiado, no puedo-dijo la nerd para luego esconderse detrás de Carol, temblando como si fuese un gatito indefenso frente a una gran manada de tigres enojados.
-No tienes de qué preocuparte, Lori. Yo seré tú salvavidas social.
-¿Mi qué?
-Tu salvavidas social, alguien con quien puedes refugiarte cuando no puedes hablar con otra persona por distintos motivos. Si te sientes muy nerviosa, solo habla conmigo y yo te ayudaré a continuar con la conversación. Claro, existe el riesgo de que los demás se sientan ofendidos al malinterpretar tu timidez con soberbia y piensen que eres muy arrogante como para hablar con ellos causando sin querer que tengan un odio hacia ti, pero ¿qué tan probable es que eso pase?
-En mi experiencia, ¡muy probable!
-Tranquila, yo estaré contigo en todo momento. Ahora vamos con ellos.
Carol se llevaba jalando del brazo a Lori hasta la mesa, pero la chica otaku sacaba las garras para no tener que ir con ellos, pero de nada le sirvió. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban frente a la mesa de los chicos del club de golf de la escuela. Entre los miembros del club se encontraban un chico rubio con un peinado hacia atrás, camisa color salmón y shorts blancos, un castaño con puntas abiertas con suéter azul celeste y pantalón azul, un afroamericano de cabello negro rizado con camisa abotonada de color verde lima y jean azul y una chica pelinegra de camisa estampada con la frase "Have fun" escrita en cursiva de color rosa y pantalón corto blanco.
-Hola chicos.
-Hola Carol-saludaron al unísono los miembros del club de golf.
-Hacía tiempo que no te sentabas con nosotros, chica-dijo el rubio
-Sí, perdón por eso, pero había estado ocupada con algunas cosas y demás.
-Tranquila, entendemos-declaró el chico castaño.
-En fin, quiero presentarles a una amiga que me va a acompañar, Lori Loud. Saluda Lori.
-Eh, ho-ho-hola-saludó Lori muy nerviosa y con un tono de voz muy bajo.
-Hola-devolvieron los chicos el saludo.
Las dos chicas, proceden a sentarse en la mesa para continuar con la plática.
-Entonces Lori, cuéntanos. ¿Te gusta el golf?-preguntó con curiosidad el castaño.
-Pues...
-¡Claro que le gusta! Es su deporte favorito-respondió Carol por Lori.
-¿En serio? ¿Y por qué no te inscribiste en el club de Golf?-preguntó la chica pelinegra.
-Pues yo...
-Es que ha estado ocupada con varias en su casa-volvió a interrumpir Carol a su amiga introvertida-Pero aún está interesada, ¿no es así Lori?
-B-bueno...sí-contestó tímidamente Lori.
De pronto sintió que alguien la estaba mirando fijamente. Voltear a un lado, descubrió que se trataba del joven afroamericano, quien inmediatamente sintió pena al verse descubierto.
-Ah, perdona, no quise incomodarte. Es que...me pareces muy familiar. De casualidad, ¿no nos habremos visto antes en otro lado?
En un principio Lori no entendía a lo que se estaba refiriendo el chico, pero tras un momento su cerebro unió los cabos y captó a lo que se refería, generando un gran pánico en la chica.
-Eh, ¡no, no, no! N-n-nunca nos...he-hemos visto-dijo Lori evidentemente nerviosa.
-Claro que la has visto, Roger-intervino Carol-Ella es de nuestra clase.
-Lo sé, pero siento que yo...
-¿Qué?
-Nah, mejor olvídalo-finalmente dijo el moreno para el alivio de Lori.
-De acuerdo. ¿Y de qué hablaban?
-Nada en especial-respondió el rubio-Pero Anthony trajo el tema de la inclusión del golf en los Juegos Olímpicos.
-Uy, eso suena muy interesante. Por mi parte, opino que la inclusión en las olimpiadas del 2016 como deporte de exhibición fue...
-¡Carol!-la palabra de la chica popular fue cortada con el llamado de una de sus amigas, Whitney, quien esta vez se veía muy alarmada-¡Ahí estás, te tengo noticias terribles!
-Ahora no es buen momento, Whitney.
-Pero Carol, ¡unos vándalos están robando tu auto!
-Whitney, por favor, estoy en medio de una plática sobre...alto, ¿qué dijiste?
El sonido de un vidrio quebrándose se escuchó en el ambiento, luego le siguió el de un motor encendiéndose y finalmente el de las llantas correr por el pavimento con violencia.
-¡¿Pero qué?! ¡¿Me están robando! ¡Mi papá va a matarme!-exclamó Carol con desesperación y junto con Whitney salió de la cafetería para intentar detener a los vándalos que le estaban robando.
-¡Carol, no te...!-Lori intentó detenerla en vano, su amiga ya estaba afuera del área y ya no la podía escuchar.
-Vaya, qué lástima lo de Carol-dijo el afroamericano.
-Sí-dijo el castaño-Pero bueno, como estaba diciendo...
El chico llamado Anthony siguió dando su punto de vista con respecto al tema en cuestión, sin embargo, Lori no estaba escuchando ni una palabra que decía porque estaba inmersa en sus pensamientos.
-Ok, Lori, no entres en pánico. Sí, literalmente estás sentadas con unos extraños y no sabes absolutamente nada sobre qué decir y no puedes irte así de improviso porque pueden malinterpretarlo y hacer que te odien, pero está bien, nada malo debe pasar. Quizás perdiste tu oportunidad de poder hablar con ellos cuando Carol cruzó esa puerta, pero todavía tienes oportunidad de evitar la vergüenza frente a ellos. Solo...mantén la cabeza gacha y no digas absolutamente nada, así ellos olvidarán tu presencia y no te juzgarán por algo que dijiste o hiciste. Si no hago nada pasaré totalmente desapercibida y así no haré una escena vergonzosa. Y así puedo esperar a volver a intentarlo con Carol, como si nada hubiera pasado.
-¿Y tú qué piensas, Lori?
-¿Ah?-soltó Lori cuando sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el chico castaño llamado Anthony le dirigió la palabras.
-Sobre lo que dije, ¿qué tú piensas?-preguntó nuevamente esperando saber su opinión.
-¡Aaaahhhh! ¡Lo hice de nuevo, me concentré tanto en mis pensamientos que no escuché de lo que me hablaban! ¡De verdad que no aprendo!-se gritaba a sí misma la rubia, entrando en desesperación.
-Eh...¿Lori?
-¡Vamos, estúpida miedosa! ¡Di algo! ¡Di algo! ¡Di algo!-se repetía varias veces en su mente para
forzarse a decir algo
-¡Algo!-y debido a la fuerza con la que se gritaba a sí misma y las repetidas veces que lo hacía, llegó a un punto en que literalmente lo que dijo fue "algo", para la confusión de los presentes en la mesa.
-Ah...¿algo qué?
Y tras percatarse que había dicho algo absurdo de su pensamiento, la cara de Lori enrojeció por completo al sentirse totalmente avergonzada. Con todo esto solo había una opción que le quedaba para escapar de tal humillante momento.
-¡AAAAAAAAHHHHHHH!
Y esa opción era huir de la escena presa del pánico, ahorrándose el grito para sí misma en un intento por no empeorar la situación.
-¿Fue algo que dije?-preguntó Anthony desconcertado.
La chica tímida corría tanto como le daban sus piernas para alejarse lo más que podía de ese lugar infernal que le traía miles de malos recuerdos, ahora sumado uno más. Desesperadamente buscaba el baño donde solía refugiarse cuando quería escapar de una difícil situación. Por fortuna, no le tomó mucho tiempo encontrarlo y sin vacilar se adentró al baño.
Una vez dentro, se recargó sobre la puerta para obstruir el paso y comenzó a respirar con pesadez. Pasaron unos segundos antes de que Lori soltara el suspiro que le tranquilizara, pero luego su mente llegó para reprocharla.
-Genial, esto es literalmente fantástico. Ahora los del club de golf, los chicos menos cool con los que se junta Carol, creerán que soy un bicho raro y...tienen razón. Digo, ¿quién es tan rara como para decir "algo" en voz alta y luego salir corriendo? Hice el ridículo frente a todos, una vez más. De verdad que soy patética, no puedo ni siquiera responderle a alguien sin trabarme la lengua o sudar como puerco. ¿A quién engaño? No estoy lista para hablar con alguien.
Los lamentos de Lori se vieron interrumpidos por el gruñido de su estómago, avisándole que necesitaba comer su almuerzo. Lori iba a sacar su almuerzo en su mochila, pero no podía encontrarla, hasta que recordó en dónde la dejó.
-¡Oh, diablos! Dejé mi mochila en la cafetería-dijo maldiciendo su suerte.
/
De regreso en las clases, el maestro se encontraba impartiendo la clase de la materia correspondiente, pero Lori no estaba concentrada en la lección. Los sucesos de la cafetería seguían muy presentes en su mente, y el tormento que le generaba le rompía la concentración, por lo que se encontraba viendo la ventana inmersa en sus pensamientos.
-¿Qué se supone que haga ahora? No estoy preparada para hablar con nadie todavía, pero tampoco puedo quedarme aquí sentada sin hacer nada. ¡Agh! Literalmente estoy entre la espada y la pared.
Lori cambió su mirada hacia dentro del salón, concretamente donde se encontraban los populares, hablando en voz baja ignorando las enseñanzas del maestro.
-Míralos. Riendo, bromeando y divirtiéndose entre ellos-la rubia soltó un suspiro-Como quisiera poder ser como ellos, el tener esas habilidades sociales para poder interactuar con los demás sin hacer el ridículo. Estoy segura que así ya sería popular.
Lori comenzó a imaginarse a sí misma siendo popular, usando una vestimenta diferente (que consistía en un pulóver azul claro, pantalones cortos marrón, zapatos color azul sin cordones, sombra de ojos azul, y pendientes de perlas), rodeada varias amigas que la admiraban y respetaban y con Bobby a su lado como su amado novio que le jura lealtad y cariño hasta el fin de los tiempos. Al imaginarse ese hipotético escenario, a Lori se le escapó una sonrisa soñadora.
-Sí, eso sería genial.
-De acuerdo, chicos-dijo el maestro, interrumpiendo los pensamientos de Lori-Saquen sus libros para explicar el ejemplo de la página 32 y ahondar un poco más en los conceptos-ordenó el maestro.
Lori buscó en su mochila el libro que le pedían, pero por más que buscara no podía encontrar el libro.
-¿Pero qué? ¿En dónde está? Juraría haberlo guardado anoche.
Revolvió todo dentro de su mochila, revisando cada bolsillo del bulto, pero al final no pudo encontrarla.
-Diablos, no sé qué pasó, pero no está aquí. Supongo que tendré que pedirle al chico de al lado para que me deje ver su libro
La introvertida miró a su compañero que estaba ubicado en la fila contigua. Este, al sentirse observado, volteó hacia Lori y ella al percatarse entró en pánico y posó la vista a la ventana intentando disimular.
-¡¿Qué estoy pensando?! ¡Después del fiasco de la cafetería no puedo volver a correr un riesgo como ese! No, tengo que mantener la cabeza gacha para evitar que el maestro se dé cuenta de que no tengo el libro. Además, es el último año de preparatoria, literalmente este año no es tomado en cuenta por nadie, así que no habrá ningún daño con que no atienda una sola clase. Solo tengo que esperar a que termine la clase y es todo, y mientras tanto...puedo seguir con mis fantasías.
Quizás en la vida real Lori es una persona totalmente irrelevante, pero en el mundo de sus fantasías ella era la figura central. A veces se imaginaba como la princesa indefensa que necesitaba ser rescatada por sus valerosos caballeros, otras veces se veía como una guerrera fuerte y determinada con capacidad de hacer frente hasta al más horrible monstruo que amenazase a su ciudad. Su papel cambiaba, pero su relevancia no. Tan atrayente era ese mundo que lo frecuentaba cada vez que estaba aburrida y no tenía nadie con quién hablar...es decir, casi todo el tiempo.
En esta ocasión, se imaginaba como una hermosa asesina a sueldo, encomendada con la misión de matar al primer ministro de un país europeo, que en realidad era un farsante, cuyo liderazgo subyugaba a los ciudadanos y su ambición podía desencadenar una guerra. Lori se posicionó en el techo de un edificio frente a la sede de la ONU y sacó un rifle de francotirador de un estuche. Armó el arma y se preparó para fijar el objetivo. Su blanco se movía mucho y a veces era obstruido por algún colega de las Naciones Unidas, pero por suerte la reunión programada dio inicio y su objetivo se sentó con quietud en su asiento correspondiente. Ahora con el blanco fijado, Lori se preparó para disparar. No había vuelta atrás si apretaba el gatillo, pasaría de ser una asesina de bajo perfil a ser considerada terrorista, y si la llegaban a atrapar el castigo sería muy severo. Pero no le importaba, tenía un trabajo que cumplir y nada la detendría de cumplirlo.
Puso el ojo sobre la mira y se aseguró que no hubiese algún obstáculo en el camino. Se colocó en la mejor posición para disparar, colocó el dedo sobre el gatillo y...
-¡Señorita Loud!
-¡Ah!
Sus pensamientos fueron bruscamente interrumpidos por su profesor. Lori salió de su mundo de fantasía sobresaltada y desorientada. Cuando cayó en cuenta en donde estaba, contempló a su maestro parado justo al lado de su asiento, luciendo una cara de enfado que la asustaba.
-Se puede saber, ¿por qué no sacó su libro para atender la clase?-exigió saber el maestro.
A Lori le invadió el temor por la posición comprometedora en la que había sido agarrada. Siempre se había asegurado de prestar atención a todas las clases sin importar qué tan insignificante fuese. Pero justamente el día en que no trajo el libro, al maestro le dio la intención de pasar por su asiento, algo que nunca antes le había pasado.
-E-e-es que y-yo...y-yo-las manos de Lori sudaban a cántaros, y el temblor que tenía afectaba hasta a su voz-Y-y-yo...o-o-olvidé m-mi li-libro, m-m-m-maestro.
El maestro soltó un suspiro de exasperación antes de replicar.
-Entonces pídale a un compañero que le deje ver su libro para que no se pierda la clase.
-Ah, cl-cl-cl-claro.
El maestro regresó al frente de la pizarra para continuar la clase, y Lori se vio obligada a enfrentar sus miedos para pedirle al chico de al lado que le permitiese ver el libro con él.
-Eh, di-di-disculpa, ¿p-p-puedo...?
-Sí, claro, puedes ver mi libro si lo necesitas.
-Oh, gr-gra-gracias.
Lori pegó su asiento con el del chico para que pudiese vislumbrar el libro con mayor facilidad. La otaku solo quería sentarse y leer para evadir otra situación vergonzosa, pero el muchacho no estaba dispuesto a seguir su plan.
-Creo que no nos hemos presentado. Hola, me llamo Joey-se presentó el chico con amabilidad. El muchacho tiene piel clara, cabello castaño claro rizado, pecas y ojeras pequeñas. Viste un suéter de cuello alto de color amarillo claro y jean azul oscuro.
-Y-yo soy...L-L-Lori-devolvió el saludo la rubia muy nerviosa.
-No recuerdo haberte visto antes, ¿eres nueva?
-N-no, yo...-estaba por corregir al chico, pero desistió al ver lo patético que era explicarle al chico que los dos han sido compañeros de clases desde la primaria. Mejor guardó silencio, esperando que así la plática entre ambos se detuviese, pero no fue así.
-Vaya, el profesor sí que es un estirado, ¿no crees?-bromeó el chico buscando aligerar el ambiente-Digo, estuvo de más hablarte de esa forma por no traer el libro.
Lori se limitó a responder asintiendo con la cabeza, fijando la mirada sobre el libro con el fin de pretender que estaba concentrada.
-De por sí la clase es aburrida, pero este sujeto se las arregla para hacerla aún más aburrida.
Lori continuó pretendiendo que estaba leyendo el libro.
-No sé por qué, pero siento que los profesores son los que hacen las clases aburridas. Es como si sus voces tuvieran un filtro para volverlo aburrido-seguí hablando el muchacho mientras Lori intentaba ignorando-Porque en realidad el tema es interesante, pero al momento en que lo explican se pierde todo el interés. Es como si...
Mientras hablaba el muchacho, Lori se adentró una vez más en sus pensamientos.
-Diablos-pensaba Lori-¿Este no deja de hablar? Creí que era de esos estudiantes que viven con la nariz pegada en los libros y nunca hablaban con nadie, ahora resulta que es un hablador como Hanzo en Hunter x Hunter. ¿Es que no entiende que no puedo hablar con él y menos ahora? Creí que sería alguien tranquilo y callado, pero la apariencia engaña.
-¿Y qué opinas?
-¿Mm?-Lori ladeó la cabeza ante la pregunta de Joey.
-Acerca de lo que dije, ¿qué es lo que piensas?
La otaku no entendía a lo que se refería, pero el chico parecía muy expectante a su pregunta. AL principio creyó que se trataba de alguna tontería de la que estaba hablando, pero sus gestos faciales denotaban seriedad. ¿No sería acaso algo referente al tema de la clase? ¿Algo realmente importante que requiere su opinión?
-¡Oh, diablos! ¡Lo hice otra vez!-se maldijo a sí misma al ver que cometió el mismo error una vez más.
-Eh...¿qu-qué q-quieres diga?
-No lo sé, lo que tú piense del tema. Tal vez eso me ayude.
-¡¿Pero de qué estás hablando, gran tonto?! ¡¿Es de la clase, alguna estupidez tuya?! ¡Agh, si tan solo le hubiera prestado atención!
-¿Y bien?-insitió Joey en obtener respuesta.
-¡Rápido, Lori! ¡No puedes quedar mal ante este tonto! ¡Di algo cool! ¡Algo cool! ¡Algo cool!
-¡Algo cool!-gritó sin querer la rubia, llamando la atención de todos sus compañeros y de su profesor.
-¿Dijo algo, Loud?-preguntó el maestro confundido por la acción de su alumna.
Sintiendo los nervios apoderándose de su ser por ser el centro de atención, Lori intentó aclarar todo.
-N-n-n-nada, pr-pr-profesor.
Y por aclarar quería decir negar.
Lori vio cómo Joey la miraba como si una segunda cabeza le hubiera salido del cuello. La actitud agradable del chico prácticamente se esfumó, y regresó la mirada al libro para no tener que volver a hablar con su compañera. Y en cuanto a la rubia, ella deseaba con todas sus fuerzas que la tierra la engullera por completo para así escapar de otro momento humillante de su vida.
/
Después de clases, Lori y Carol volvieron a encontrarse.
-¿Cómo que no congeniaste con los chicos?-preguntó Carol estupefacta-¿Qué pasó?
-Pues...n-no sé. S-s-supongo que no les caí bien-mintió Lori para encubrir la vergonzosa.
Carol soltó un suspiro.
-Debí saber que eso pasaría, no estabas preparada para dar ese paso. Lo siento, Lori.
-Está bien, estoy acostumbrada-dijo Lori con pesar y luego dio un bocado a su sándwich, que era su almuerzo.
-Pues no deberías. Nadie debería estar acostumbrada al rechazo, ni siquiera tú.
-¿Ni siquiera yo? ¿Qué quieres...?
-¡A partir de ahora, Lori, yo haré todo lo posible para corregir eso! ¡Yo me encargaré de convertirte en la chica más popular de toda la escuela!-prometió Carol con toda disposición en ayudar a su amiga. Lori por un momento sintió su ánimo elevarse al ver a su amiga decidida a ayudarla.
-¡Carol! ¡Es hora de irnos!-llamó un señor desde un auto a las afueras de la escuela
-¡Un segundo, pa!-avisó Carol a su padre y luego se dirigió a Lori-Oye...sé lo que dije, pero...¿será que podemos hacer eso otro día? Es que con lo del robo de mi auto tengo que ir a la estación y...ya sabes.
Y así como subió, el ánimo de Lori bajó hasta llegar al suelo. Aunque tomando en cuenta la poca presencia de su amiga, a estas alturas ya no le sorprendía.
-Está bien, como quieras.
-¡Gracias, Lori! ¡Nos vemos mañana!-se despidió Carol antes de llegar al auto de su padre e irse a su casa.
Lori vio cómo se alejaba su amiga hacia su casa, mientras reflexionaba la amistad que ambas compartían.
-Entonces, ella es la única amiga que tengo, ¿no? Ni siquiera sé si literalmente puedo llamarla amiga. Apenas la veo y hablo con ella, y puede que sea más que lo que hago con todos los demás, pero ni siquiera me siento tan cerca de ella como para sentirme su amiga. Por no mencionar que toma mi tema de habilidad social a la ligera, como si no se tratase de algo importante, pero lo es para mí. Apuesto que el aprecio que le tengo no es correspondido por ella, como si estuviera conmigo solo por lástima-reflexionaba Lori mientras terminaba de comerse su almuerzo.
De pronto, su teléfono le avisó la recepción de un mensaje. Como supuso, se trataba de una de sus hermanas, concretamente de Leni.
"Como estabas parada como una estúpida sin hacer nada, me lleve la camioneta para la casa con nuestros hermanos. Disfruta la caminata, idiota"
Lori soltó un suspiro de resignación tras leer el mensaje.
-Genial, ahora tendré que caminar hasta la casa. ¿Este día puede ponerse peor?
Su pregunta inmediatamente fue respondida, pero la respuesta no era agradable, porque repentinamente comenzó a llover. Al principio fueron pequeñas gotas de agua, luego la intensidad aumentó hasta llegar a ser verdadera lluvia.
-Era una pregunta retórica, pero gracias, universo-agradeció con evidente sarcasmo.
La rubia no se llevó condigo un paraguas confiando en el pronóstico del clima que prometía un día soleado, un error que buscaría no volver a repetir. Ahora se vio obligada a correr bajo la lluvia en busca de un lugar donde refugiarse. Llegó hasta un parque cercano y se resguardó bajo una glorieta.
-Genial, parece que me quedaré aquí por un buen rato. No sé qué es peor, tener que esperar aquí a que escampe la lluvia, pasando frío y con mi teléfono descargado, o...que estoy sola de nuevo.
Lori dio un vistazo a su alrededor. No había nadie caminando en busca de un refugio y que terminasen sentándose al lado de la joven. De hecho, no parecía haber ni una sola alma a su cercanía, como si todo el mundo hubiera acordado alejarse de ella, o al menos así lo sentía Lori. Quizás sea por el clima o por el mal día que tuvo, pero hoy se sentía más sola que nunca. La soledad era abrumadora, sentía como si estuviera en un espacio confinado, como una cúpula de cristal que la separaba de todos los demás y podía ver cómo disfrutaban de la interacción social sin que ella fuera parte de eso. Ese sentimiento la llenaba de gran impotencia, no importaba lo mucho que se esforzara, no podía formar parte de la sociedad. Y tanta era la impotencia que sentía que inevitablemente comenzó a llorar.
-No lo entiendo, ¿por qué no puedo? Yo trato y trato congeniar con los demás con todas mis fuerzas y nunca lo logro. ¿Por qué a todo el mundo le es fácil y a mí es tan difícil? Incluso...incluso a los personajes de anime le es fácil. Digo, personajes como Sailor Moon y Naruto pudieron hacer amigos con facilidad aun con todos sus defectos, y yo...nada. Incluso alguien como Tomoko Kuroki en el manga pudo conseguir varios amigos a mi edad, mientras que yo solo cuento con una pseudo-amiga con la que apenas hablo-pensó con pesar, sintiendo un gran dolor en su corazón por las constantes decepciones que ha llevado en su vida, especialmente en el ámbito social.
-¿A quién quiero engañar? Es obvio que no puedo. No importa cuánto me esfuerce, jamás seré popular. Jamás seré amiga de alguien. Y...siempre voy a estar sola-dijo Lori para sus adentros, aceptando su destino a siempre estar sola.
Pero justo en el momento en que se iba a dar por vencida, alguien vino corriendo desde la calle hasta la glorieta con el fin de protegerse de la lluvia. La persona resultó ser un chico, aparentemente de la edad de Lori, de tez caucásica y pinta de extranjero, con el pelo corto de color negro, vistiendo una franela roja y pantalón azul. El chico parecía estar cansado de tanto correr, y no parecía notar la presencia de Lori.
-¡Oh por Dios, es un chico! ¡Y es lindo! ¡Estoy parada al lado de un chico lindo! ¡AAAAAAHHHHH!-gritó en su mente producto de la emoción, olvidando por completo la pesadez que la consumía hace un momento-Bien Lori, tienes otra oportunidad, quizás la última, así que no vayas a arruinarlo. Sécate esas lágrimas patéticas y habla con ese chico, aunque la vida te cuesta. ¡Es todo o nada!-se ordenó a sí misma para agarrar confianza y hablar con ese chico.
-Ah...ah...ah...hola-lo cual era más fácil en su cabeza. Apenas pudo musitar en voz baja y temblorosa un pequeño saludo, pero por suerte fue suficiente para que el chico escuchara.
-Oh...hola-devolvió el saludo luciendo algo nervioso.
-Ok, Lori, ya diste el primero paso, ahora es momento de dar el siguiente con...¡un tema de conversación! Pero...¿de qué hablo? No conozco a este chico y no sé de qué hablarle. Ay, no sirvo para esto, pero no puedo dar marcha atrás cuando voy tan bien. Debo pensar en algo y rápido. Algo como...¡lo tengo!
-O-o-oye-llamó Lori al chico-Y-yo m-m-me llamo Lori, Lori Loud. ¿Cu-cu-cuál es...tú nombre?
-¿Nom...bre?-repitió el chico sin entender al principio-¡Ah, nombre! Yo...eh...llamar...Lule Hoxha.
-Genial, es como sospechaba, si tiene un nombre tan raro debe ser extranjero, lo que me da la oportunidad de continuar esta conversación.
-¿Tú...tú...tú...de d-dónde v-vienes?
-¿Venir? Venir...¡Ah, venir! País, ¿cierto?
-S-s-sí, eso.
-Yo venir de Kosovo.
-¿Kosovo? Nunca oí de ese país, ¿será asiático? No creo, no parece ser asiático. Mejor le pregunto.
-¿Y e-e-ese país en d-dónde q-queda?
-¿Queda?-repitió el chico luciendo confundido-No entender.
-¡Ah! ¡N-n-no importa!-dijo Lori retractándose.
-Diablos, este chico no parece hablar bien nuestro idioma. No puedo seguir hablando con él si tengo que explicar cada palabra, ¡no tengo el valor para eso! Pero tampoco puedo darme el lujo de tirar todo mi esfuerzo por la borda, tengo que encontrar la forma de continuar con esta conversación a como dé lugar. Pero, ¿qué se supone que haga?... ¡ya sé! Haré un comentario gracioso, eso deberá servir.
-Je je, e-está ll-ll-lloviendo mu-mu-mucho. Como si...un p-p-pokemon u-usara "Danza de lluvia", je je...je...
-¡¿Danza de lluvia?! ¡¿Es lo mejor que se me pudo ocurrir?! ¡Por Dios, es la broma más tonta que he dicho en mi vida! Seguramente ha de creer que soy una idiota-pensaba Lori con vergüenza.
-¿Danza?... ¡Ah, danza! Sí, danza-exclamó el chico con una alegría que confundió a Lori.
-¿Eh? No parece estarse riendo, pero parece estar alegre. ¿Habrá malinterpretado lo que dije?... ¡Bah! Como sea, lo importante es que no lo arruiné así que tengo tiempo para...
Los pensamientos de Lori fueron interrumpidos por la alerta del teléfono del joven extranjero. El joven lo revisó y comprobó que tenía un mensaje.
-¡Ah! Madhe Ata erdhën për mua-dijo el chico en lo que parecía ser su idioma natal. Luego le dirigió la palabra a Lori-Disculpa. Mis padres...ah...llegar. Gusto...gusto conocerte...Lori-se despidió el chico dándole un apretón de manos antes de retirarse de la glorieta.
Lori quedó estática al sentir el suave tacto del chico extranjero. La verdad era que esperaba otro fracaso rotundo al intentar intimar con él, pero en esta ocasión terminó siendo...un éxito.
-Lo logré. Hablé con un chico. Y...le agarré de la mano-dijo en sus pensamientos, sin despegar la vista del lugar por el que se retiró el chico.
Por unos segundos más se quedó totalmente estática y con la mente en blanco, hasta que cerró el puño y lo alzó al cielo.
-¡SIIIIIIIIIIIIIIII!-gritó en un estado de alegría exorbitante, también dando un gran salto para expresarlo.
Toda la tristeza y pesadez que sintió hace un momento se desvaneció por completo para dar lugar a la euforia y optimismo. Además, comenzó a bailar de alegría dentro de la glorieta, estando segura de que nadie la estaba viendo. Coincidentemente, la lluvia cesó al momento en que Lori empezó su baile, como si hasta el clima estuviera feliz de ver una sonrisa en su rostro.
/
Ahora con los ánimos renovados, y el sol reapareciendo de entre las nubes, Lori caminaba por la calle con una sonrisa adornando su rostro. Su mente rememoraba una y otra vez la fugaz conversación que tuvo con ese chico extranjero, y cada vez que lo recordaba su sonrisa se ensanchaba más.
-¡No puedo creerlo, de verdad lo hice! ¡Hablé con alguien, y era un chico lindo! Fue tan emocionante, cómo yo le preguntaba algo y él me respondía. ¡Eso fue genial! Realmente supe cómo manejar la situación. Ahora ya sé que si tengo habilidades sociales, y unas muy buenas debo decir, jeje. Este éxito que tuve merece un premio, así que me recompensaré con un dulce.
Lori se dirigió a un mini súper para comprar un dulce con el cual recompensar su progreso. Había muchos chocolates deliciosos para elegir, y ella quería elegirlos a todos, pero lamentablemente solo le alcanzaba para uno, así que eligió una barra de Milky Way. Llegó a la caja y puso el chocolate en el mostrador.
-Sería 1.96 dólares. ¿Desea comprar algo más?
Lori no se había fijado en el cajero, pero cuando posó la vista sobre él, vio que se trataba de un chico de su edad, de pelo castaño con puntas abiertas y muy atractivo. Apenas lo vio, un intenso sonrojo se presentó en sus mejillas y desvió la vista con pena.
-N-n-no, gr-gr-gracias-respondió en voz baja y cortada, pero el muchacho fue capaz de entenderla y procesó la compra con normalidad.
Al salir de la tienda, el orgullo que sentía Lori por sí misma creció más gracias a esa otra experiencia con otro chico.
-No puedo creerlo, ¡hablé con 2 chicos lindos en un día! ¡AAAAAHHHH! ¡Me quiero morir! Esto es el comienzo de una nueva era para mí. Hoy fueron 2 chicos, mañana serán 4, y antes de qué me dé cuenta ¡todos los chicos estarán peleando por mi atención! Si sigo así, mi sueño de ser popular pronto se volverá realidad. Ya puedo imaginarlo con claridad.
Lori se imaginó ese futuro escenario, donde estaría sentada en su pupitre rodeada de la atención de las chicas populares de su escuela (incluyendo Carol) recibiendo elogios por parte de ellas.
-¡Guau, Lori! Nunca antes había conocido a alguien tan interesante como tú.
-Sí, eres simpática, inteligente, ¡y además hermosa!
-Sí, Lori, qué envidia me das, ¿cómo lo haces?
Eran los comentarios de algunas de las chicas a su alrededor.
-Jejeje, lo siento chicas, pero simplemente nací con esas cualidades-respondió Lori con aires de soberbia-Aunque si necesitan ayuda, puedo enseñarles todo lo que sé sobre las habilidades sociales.
-¿En serio?¡Muchas gracias, Lori senpai!-dijeron las chicas en forma de gratitud.
De pronto, Bobby apareció a su alrededor, vistiendo un smoking y llevando consigo un ramo de rosas.
-¡Oh, Lori! He sido muy ciego todo este tiempo. Perdóname por favor por no haber apreciado tu radiante belleza hasta ahora, pero te pido que aceptes ser mi amada esposa y te juro que no tendré ojos para nadie más que para ti, mi bella Lori bebé.
-Ay, Osito bubu-dijo Lori aceptando las flores de su amado.
-Vamos, nena, sellemos nuestro amor con un beso de verdadero amor.
El mexicano toma de la mano a la rubia y la atrae a sí mismo, hasta quedar a centímetros de distancias. Luego, ambos se miran a los ojos transmitiendo todo el amor que sentían el uno por el otro y acercaron sus rostros hasta que sus labios formaron un dulce y cálido beso, que expresaban con sinceridad sus sentimientos.
Eso era lo que imaginaba Lori, pero la verdad era que se encontraba en medio de la calle con la mirada perdida, una sonrisa muy boba y soltando risillas que reflejaban el éxtasis que sentían, sin olvidar el inconsciente babeo que presentaba.
-¡Mami, mira! ¡Esa chica tiene la cara graciosa!-señaló una niña que pasaba al lado de Lori junto con su mamá.
-No la mires, cariño-ordenó la mamá a su hija, viendo de reojo con asco a Lori por poner esa cara en un lugar público.
/
Después de unos de caminata, la primogénita de la familia Loud llegó hasta su casa. Encontró a Lola, Lincoln, Lucy y Leni sentados en la sala. Los 3 primeros estaban viendo la televisión, mientras que la última tenía su vista fijada en el teléfono. Solo Lincoln notó la llegada de Lori, y por supuesto que no perdió la oportunidad de molestarla.
-Oh, hola hermana. ¿Cómo estuvo la caminata? ¿Perdiste muchas calorías?-se mofaba Lincoln de su hermana, pero ella no reaccionó.
En cambio, Lori caminó dirigiéndose a donde estaba Leni hasta quedar frente a ella. Al sentir su presencia, Leni despegó la vista de su teléfono para ver a su hermana con desgano.
-Si quieres una disculpa por lo de hoy, pues será mejor que se la pidas a alguien más, porque yo no haré tal cosa. Es más, deberías agradecerme por ayudarte a tomar tu primer baño en años-se burló Leni de su hermana cruelmente.
Los demás esperaban un suspiro desanimado de parte de Lori por el comentario, no obstante, la mayor se mantenía plantada frente a la rebelde sin mostrar expresión alguna. Los hermanos presentes se sintieron perturbados por la falta expresividad de Lori. Su silencio transmitía un aura que los asustaba y los obligó a pegarse entre sí para sentirse más seguros. En cuanto a Leni, se encontraba confundida por la extraña actitud que adoptaba su hermana, incluso llegaba a sentir algo de miedo.
Repentinamente, la mayor alzó los brazos de forma amenazante y los hermanos instintivamente se cubrieron el cuerpo para amortiguar el golpe. Leni simplemente cerró los ojos esperando la llegada del inevitable golpe...pero en lugar de un golpe, lo que recibió fue algo más suave, pero igual de molesto. Lo que recibió fue...un abrazo.
-¡Gracias, Leni!-dijo Lori sintiendo total gratitud hacia su hermana, pues por ella fue que tuvo la oportunidad de hablar con el chico extraño.
Los hermanos presentes reaccionaron de formas distintas ante el abrazo. Lincoln las miró irritada y negó con la cabeza, Lola simplemente se encogió de hombros sin darle importancia al asunto y Lucy quedó encantada al ver tan adorable escena.
-¡Oye, ya suéltame, pedazo de basura con retraso mental! ¡¿Qué crees que estás haciendo, gran bolsa de estiércol?! ¡YA SUÉLTAME!-se quejaba Leni exigiendo su inmediata liberación, más aún cuando Lori empezó a sacudirla sin soltarla.
Cada segundo que pasaba abrazando a su hermana ella le dedicaba al menos 3 insultos diferentes, pero ya no importaba, su vida estaba por dar el giro definitivo hacia el éxito y todo se lo debía a Leni, por ello no la dejaría de abrazar por un buen tiempo.
/
Al día siguiente, Lori regresó a la escuela más alegre de lo que nunca había estado. El día anterior dio un paso importante hacia su meta personal y antes de hacer otro movimiento quería hacer una cosa, contárselo a Carol. Tuvo que esperar hasta que finalizaran las clases, pero valió totalmente la pena cuando vio la cara de asombro de su amiga tras contarle de su experiencia extra-escolar.
-¡Guau! ¿De verdad hablaste con un chico?
-Y no cualquier chico, Carol, era un chico muy guapo.
-¿Qué tan guapo?
-Basta con decir que era europeo.
-¡¿Europeo?! Ulala, Lori Loud ya está cazando-dijo Carol con picardía.
-Jeje, pues sí-dijo Lori con algo de vergüenza-Solo tenía que hacer uso de mis habilidades sociales para conectar con las personas.
-¿Ves? Es como te dije. ¿Cuándo aprenderás que siempre tengo razón?
-Supongo que sí. Pero ahora que descubrí estas habilidades, solo es cuestión de tiempo para que me convierta en la chica más popular de esta escuela.
-Es bueno que tengas ese ánimo, pero que no se te suba a la cabeza. Aun tienes mucho camino que recorrer para llegar a ese punto. Pero descuida, yo estaré contigo en todo momento y te ayudaré en lo que necesites, ¡para cumplir con tu meta de ser popular!-prometió Carol comprometiéndose para ayudar a su amiga en todo el camino para llegar a ser popular.
Pero de pronto el claxon de un auto se hizo escuchar al frente de las dos amigas. El papá de Carol había llegado, y parecía estar de mal humor. Al verlo, Carol perdió su actitud segura.
-Ehm...sé que te dije que te ayudaría en todo momento, pero...mi papá está muy molesto por lo del auto y...bueno, será más estricto conmigo. Así que...
-Está bien, Carol-dijo Lori sonriendo para tranquilizar a su amiga-Entiendo que no puedes estar disponible en todo momento. No te preocupes, estaré bien, ayúdame cuando puedas.
Carol sintió alivio al escuchar tales palabras de parte de Lori, y aunque no pudo expresarlo, se sentía muy afortunada de poder llamar a alguien así su amiga.
-Gracias, Lori-agradeció Carol y posteriormente se subió al auto de su padre y los dos partieron rumbo a su casa.
Nuevamente Lori se quedó mirando la ruta por la que partió Carol hacia su casa, solo que esta vez bajo una nueva perspectiva.
-Carol, de veras lamento haberte juzgado mal ayer. Sí me has ayudado, más que nadie en este mundo. Estaba tan frustrada por mis constantes fracasos que no pude ver la gran contribución que has hecho en mi vida, e injustamente te comparé con las amistades que veo en los animes. Quizás no estés conmigo todo el tiempo o cuando lo necesites, pero es porque tienes una vida muy ocupada, y el hecho de que te esfuerces por pasar el tiempo conmigo lo más que puedas es lo que te hace mi amiga. Y de no ser por ese esfuerzo, yo nunca habría podido hablar con los dos chicos ayer. No Carol, gracias a ti-decía para sus adentros, agradeciendo todo el esfuerzo que ha realizado su amiga y que hasta ahora no había sabido valorar.
Sus pensamientos se interrumpieron por una notificación de su celular, concretamente la de un mensaje de parte de su hermana Leni.
"Disfruta la caminata, idiota. A ver si así bajas unos kilos a los muslos y aprendes a no molestar"
Era lo que leía en el mensaje. Pero ahora ya no le importaba, de todas formas, pensaba en tomar más caminatas en busca de repetir la agradable experiencia de ayer. Respondió con un emoticón de Pulgar arriba. Ni siquiera Leni podía quitarle el buen humor con el que venía el día de hoy
Caminaba por la calle por la misma ruta que tomó ayer, viendo todo el panorama con mayor positivismo. Nunca antes había visto a la ciudad tan brillante como en el día de hoy, era increíble lo bello que se veía el mundo cuando tenía un pensamiento positivo. Llegó al parque y por primera vez en varios años podía sentir la serenidad y alegría que transmitía este agradable lugar, ahora podía entender por qué a todo el mundo le gustaba caminar por el parque.
Antes de dirigirse a su casa, quería visitar una vez más aquella glorieta donde vivió uno de los mejores momentos de su vida. Quería verla ahora desde un punto de vista positivo, y sentir las agradables sensaciones que le brindaría aquel hermoso recuerdo de esa plática. Pero a unos metros de llegar a la glorieta, vio al mismo chico con el que habló ayer en compañía de su compañera de clases Tiffany.
-¿Qué? ¿Qué hace el chico extranjero con Tiffany? Mejor voy investigar.
Lori se escabulló dentro de los arbustos alrededor de la glorieta, ubicándose cerca de los dos chicos para poder escuchar su conversación sin ser vista.
-La chica...con la que...hablé ayer...era muy rara.
Al momento de escuchar esas palabras, Lori sintió una punzada en su corazón que destruyó todo el buen humor que tenía el día de hoy.
-¿Qué? P-p-p-pero él...él habló con...no, no puede ser. Tiene que ser un malentendido, no puede estar hablando de mí. Tiene que haber un error. Simplemente...no puede ser-se decía a sí misma, intentando convencerse de que todo se trataba de un error.
-La persona...que estaba aquí...era desagradable.
Y con esas últimas palabras del parte del joven extranjero fue que el corazón de Lori terminó por romperse. Ya no necesitaba oír más, todo estaba claro. La conversación de ayer solo fue agradable para ella, pero para el chico resultó ser una experiencia desagradable. Se había engañado a sí misma. No solo no había dado un paso hacia la dirección correcta, a estas alturas ya ni sentía que estaba en el camino.
Lori sintió una tristeza profunda al ver sus esperanzas romperse, pero no soltó ni una lágrima. Nunca antes había estado tan triste como ahora, pero para este punto no veía el caso en llorar. Simplemente bajó la cabeza con pesar y se retiró en silencio.
-Bien Lule, veo que estás mejorando con las oraciones en pasado y con los adjetivos-felicitó Tiffany a Lule-Ahora, repasemos las "oraciones positivas"-indicaba la chica, mientras el joven kosovar se entusiasmaba por su progreso.
Si Lori se hubiese quedado tan solo unos segundos más...bueno, ya no importaba, su corazón estaba roto al igual que sus esperanzas. Ahora Lori estaba sumida en la depresión total.
/
Por la noche, Leni Loud estaba paseando con sus amigas sin preocupación alguna, disfrutando de una amena plática que mantenía con ellas. Pasaron por al lado del parque, justo donde se encontraban los juegos infantiles, a estas horas totalmente vacíos. O bueno, casi totalmente vacíos. Leni notó la presencia de alguien en los columpios. Se podía percibir un aura de pena y tristeza a su alrededor, como si hubiera recibido la noticia de la muerte de un ser cercano. Detuvo su andar cuando se fijó que se trataba de su hermana Lori. El verla en ese estado la confundió, puesto a que desde ayer traía consigo un extraño entusiasmo y fe por la vida, pero ahora se veía totalmente decaída.
-¿Mm? Leni, ¿vienes?-preguntó Becky al ver a Leni parada mirando al parque.
-¿Ah? Mejor vayan sin mí, chicas. Yo...tengo algo que hacer.
-¿Ok? Entonces, adiós-se despidió y junto con las demás siguieron su camino.
Lori estaba sentada en los columpios cabizbaja. A decir verdad, no tenía ganas de hacer nada. Ni de volver a su casa, ni de volver a la escuela mañana...de hecho, no tenía ganas de moverse del columpio. Solo quería sentarse ahí y dejar que todo el mundo siguiera ignorándola, eso era mejor que sentir el rechazo de las personas. Pero de forma imprevista, una sombra se cernió sobre la hija mayor de la familia Loud. Al levantar la vista, contempló que se trataba de su primera hermana menor, Leni.
-Hola-saludó Leni en voz baja.
Lori esperaba que viniese para mofarse de ella por su situación, pero no detectó algún signo de hostilidad en la voz de su hermana.
-Hola-devolvió el saludo sin mostrar ánimo.
En medio de ambas algunos podrían interpretar tensión en el ambiente, pero la verdad era que bajo ese silencio sepulcral se enmascaraban un sinfín de sentimientos más reconfortantes. No había signo de hostilidad alguna y tampoco de querer tener una plática, pero para Leni esa era su forma de mostrar empatía.
-Vamos a casa-pidió Leni secamente.
-Eh...está bien.
No eran palabras de ánimos, pero era la forma en la que Leni buscaba hacer sentir mejor a alguien.
Las dos se encontraban caminando bajo el brillo de las de las estrellas. Era un ambiente melancólico y pacífico, pero Lori lo sentía frío y desolador. Leni veía la devastación que expresaban los ojos de su hermana, a pesar de que estos no la miraban directamente. Nunca antes la había visto tan devastada como ahora. Quizás ellas dos no se llevaban muy bien, pero seguía siendo su hermana y sea cual sea su problema quería ayudarla a sentirse mejor. El problema es que no era muy buena para reconfortar a las personas, perdió esa habilidad hace ya un tiempo. Sin embargo, había algo que tal vez podía ayudarla.
-Está bien, lo haré.
Lori levantó la cabeza al escuchar la voz tranquila de su hermana.
-¿Qué cosa?-preguntó con una pizca de curiosidad.
-Te ayudaré a hablar con las personas.
Aquella declaración tomó por sorpresa a Lori. No podía creer aquello que salió de la boca de su hermana.
-¿Lo...lo dices en serio?
-Sí, lo prometo.
Lori sintió sus ojos llenarse de lágrimas con las palabras de su hermana. Justo cuando creía que no había esperanza, Leni inesperadamente vino y le tendió la mano prometiendo que le ayudará con su problema. Tanta fue su emoción que no resistió más y abrazó a su hermana, desprendiendo pequeñas lágrimas en el proceso.
-Gracias-agradeció en voz baja y quebrada.
Esta vez, Leni no se enfadó por el abrazo de su hermana. En su lugar, le devolvió el abrazo y le expresó tanto cariño fraternal como podía.
-Por nada-replicó Leni.
Las dos hermanas se quedaron en esa misma posición bajo el manto de la noche. Ninguna quiso romper el momento, pues este era algo especial. Era la primera vez en varios años que ambas se comprometían en ayudarse, y más importante aún, era la primera vez en años que las dos tenían un momento de hermanas.
N/A: Y bueno, ¿qué les pareció? ¿Valió la pena la espera o fue decepcionante? Les confieso que este cap lo escribí cuando estaba en depresión, me sirvió para descargar un poco. Obviamente tomé referencias personales para el capítulo, así como también de varias series que sirvieron de inspiración. En fin, espero que hayan disfrutado de este capítulo. En los próximos veremos más participaciones de las hermanas y sus relaciones entre ellas, sin olvidar las aventuras individuales que vivirán cada una (así también como Lincoln). Recuerden que si tienen alguna idea para un futuro capítulo, ya sea adaptado u original, me lo pueden sugerir en los comentarios. Sin más nada que agregar, me despido por hoy esperando verlos pronto con otra actualización. Adiós.
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