─ Capítulo 0015 王: Reviviendo el pasado.
[🏯]
─ ¿Qué horas son estas de llegar? ─Pregunto Eunji, deteniendo mi paso. ─ El asistente Park vino a verlo y Sunghoon tuvo que fingir que eras tu, enserio fue un desastre.
─ Agradezco el gesto, solo resolvía unos asuntos en el Reino Fantasma ─me recosté sobre el sofá pensativo ─ Yo iré a la corte uno de estos días, solo necesito tiempo para resolver este asunto.
─ ¡Oh hyung! ya llegaste, ¿Eunji te contó sobre la visita? ─exclamó alegre ─ no sabes lo mucho que sufrí.
─ Si, iré a mi habitación, estoy demasiado cansado para pensar en algo ─mencioné exhausto, dirigiéndome a mi destino.
Una vez dentro me lancé a la cama, mierda ¿ahora como lo miraré a la cara de nuevo? no tuve que haberme dejado llevar, pero en ese momento solo lo vi y ahg, ¿desde cuando soy así?
Tal vez debería dormir un poco y luego presentarme a la corte, seguramente ya saben que hice una visita al Reino Fantasma, siento que estoy dando círculos, no se a donde ir ni que seguir. Se que pronto tendré que irme para siempre, temo que pasará con Eunji, Sunghoon y sobre todo con Han Sung, tantos años de búsqueda y simplemente tendré que decirle adiós.
Una pesadez invade mi pecho y siento que no puedo respirar, la cabeza me da vueltas, un sonido metálico invade mi boca, esta sensación me es ya conocida. Mi habitación se fue transformando poco a poco en mis aposentos del palacio, me levanté poco a poco caminando hacia la puerta pero alguien la abrió antes.
─ Su Alteza ¿Qué esta haciendo fuera de sus aposentos? ─un tono arcaico resonó en mi oídos haciéndome sobresaltar. ─ La Reina Madre nos ordenó que se quedará a descansar, el gran príncipe heredero ya esta en los brazos de su madre.
No entiendo que es lo que sucede, debería estar en mi cama en un lujoso apartamento en Seúl, no en mi ostentoso aposento de la era de mi reinado, demonios ni siquiera puedo ir a buscar a Eunji ni a Sunghoon, aún faltan mas de mil años para que los conozca. Pero debido al ritual, se supone que tengo un fuerte lazo con Eunji unido por un hilo, debo buscarla.
No había otra forma de salir, con las doncellas y el Eunuco Kim vigilando la puerta, debía salir como sea, no se si es un sueño, una ilusión o tal vez ya morí, pero no puedo desaprovechar esta oportunidad.
Salí de la habitación, pese a los reclamos a mis espaldas, se supone que estoy en el año del nacimiento de mi hijo, debo evitar que Munseong me vea, mientras pueda seguir en el palacio, debo cambiar algunas cosas.
Seguí vagando por algunos pasillos, sin saber a donde ir, terminé llegando a la cocina, el aroma a especias me hizo rugir el estomago, esto ocurre antes de mi coronación, ¿no debería haber algo mal?
Iba a seguir avanzando, pero algo me retuvo, una extraña barrera que me impedía seguir, así que seguramente hay limitaciones. Decidí regresar mi camino, pero me topé con ¿Han Sung? entonces ya debe haber sido el reclutamiento, ya que aún lleva la placa que todos los nuevos oficiales llevan.
─ ¡Oh! Buenos días Su Alteza, soy el nuevo recluta Han Sung ¿conoce a mi abuelo? el es el primer ministro de defensa. ─saludo precipitadamente.
No pude evitar sonreír, ¿ya había tenido esta conversación antes? o es producto de este sueño, al demonio todo, solo quiero abrazarlo, ese brillo en sus ojos, su enorme sonrisa, es algo que no puedo ver en el futuro.
Me acerqué abrazándolo fuertemente, si tan solo pudiera ir atrás en el tiempo, renunciaría a mi vida, solo por estar a su lado, pero las cosas no siempre son como uno desea.
─ ¡Hermano! ¡hermano! ─una voz me llamó a lo lejos, me separé rápidamente ─ ¡hermano! ya estoy aquí.
Una jovencita se abalanzó hacia mi, me sentí confundido al instante, hasta que se separó y fue ahí que la reconocí, es ¡Eunji! no hay manera de que no pudiera reconocerla, sin embargo sus personalidades no son nada iguales.
─ Hermano ¿te encuentras bien? tu nariz esta sangrando ─señalo, sin embargo la cabeza nuevamente me dio vueltas.
Todo se fue desvaneciendo ante mi, los rostros eran borrosos, así que todo termina aquí.
─ ¡Hyung! ¡hyung! ─abrí los ojos, topándome cara a cara con la de Sunghoon ─ ¿aún me reconoces?
─ apártate idiota, tendrá pesadillas ─reclamó Eunji, alejándolo ─ Su Alteza ¿se encuentra bien?
─ Estaba en el palacio, mi hijo había nacido y estaba confundido ─respondí levemente ─ la Reina madre me había confinado en mi habitación, Han Sung había pasado el reclutamiento y tu también estabas ahí, Eunji.
─ Debe haber sido una pesadilla ─se burlo Sunghoon, ganándose un golpe de Eunji.
─ De hecho, era tan vivido que creí que había vuelto a mi vida pasada ─explique brevemente ─ incluso al final, supe quien eres en realidad, la única explicación del por qué el ritual solo funciono contigo, es porque fuiste mi hermana.
Todo se quedó en silencio, nadie sabía que decir ni como reaccionar, pero recordé que debo ir a algún lado antes, hablaré con ellos después.
Salí rápidamente de mi habitación, dirigiéndome a la puerta, me coloque los zapatos como pude, pero una mano en mi hombro me hizo detener.
Miré hacia atrás encontrando con Eunji con los brazos abiertos, no dude ni un segundo y correspondí a su gesto, a pesar de conocernos hace tanto tiempo, nunca me había sentido tan cerca de las barreras que ella ha puesto.
─ Sigue tu corazón hermano ─susurró levemente ─ pero no me mires ahora, no quiero que me veas así.
─ nunca creí que te escucharía decir eso ─dije de igual forma.
Se separó de mi dándose la vuelta, el debe estar ahí, debo llegar, incluso si tuviera que dejarlo todo, para que ellos esten bien, lo haría sin quiera pensarlo dos veces.
Había salido tan apresurado que olvide recoger las llaves, miré rápidamente mi reloj, no usar mi poder ahora, sería desfavorable para mi, mas tarde. Creo que mi cuerpo me odiará después de esto.
La gente pasaba a mi lado, pero debía darme prisa, tengo que llegar a tiempo, la brisa golpeaba en mi rostro. No debo detenerme, debo seguir, incluso si los cielos se interponen, seré un rey orgulloso hasta al final.
Di vueltas en círculos, hasta que lo vi a la distancia, mis piernas flaquearon, pero no me detuve.
─ Creí que no vendrías ─dijo, cuando finalmente había llegado.
─ Te lo prometí ¿no es así? ─respondí exhausto ─ ahora solo quiero hacer esto.
Sin dudar me acerqué más, tomé su rostro con mis dos manos y junte nuestros labios, solo me importas tú.
.
.
.
Z I D I A N
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top