─ Capítulo 0014 王: Toma mi mano.

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— Creí que no le iba a decir quien era, ¿Qué lo hizo cambiar de opinión? —preguntó nuevamente — incluso se aferró a el en un largo abrazo, aigo que romántico.

— Fue solo un impulso, lo vi paseando en los jardines y solo quise que supiera que estaba ahí —murmuré— además no fue nada romántico, deja de decir tonterías.

No podía ilusionarme, incluso después de tanto tiempo aún lo seguía amando, creí que solo sería algo pasajero de mi juventud, pero incluso ahora no puedo evitar seguir anhelando su presencia.

Hwang me ha insistido en ir a hablar con el, pero no podría ¿Y si le dice algo vergonzoso? no podría volver a darle la cara, fue un movimiento muy arriesgado decirle quien era en verdad.

Escuche que había estado buscando un guía, para recorrer el Reino Fantasma, pero no estoy seguro si yo sea el indicado.

— ¡Mi general! el Rey Demonio solicita una audiencia con usted —exclamo Hong, repentinamente.

— Estoy ocupado ahora, lo buscaré más tardé —dije tratando de contener mi emoción.

— Es muy insistente, dijo que no se irá si no lo recibe, menciono de un asunto pendiente —dijo nuevamente Hong — mi General recomiendo que lo reciba.

— Ya dejé de hacerse del rogar, Hong dile que pasé que nuestro General lo recibirá inmediatamente —intervino Hwang dejándome sin palabras.

— ¿Enloqueciste? todo fue un momento de impulsividad, no estoy listo para poder enfrentarlo ahora —admití nervioso.

— Así que ahora planeas ignorarme,  General ¿no cree que eso es muy cruel? —dijo burlonamente — Han Sung, estás llegando tarde a nuestro recorrido.

Esto es revivir el pasado, su porte elegante digno de Su Alteza, incluso su rostro era tan celestial.

— Es un placer tenerlo aquí Su Alteza, he oído muchas maravillas de mi General y claro rumores que se han divulgado en la corte —menciono Hwang, avergonzándome por completo— me presento soy Hwang, mano derecha del General Fantasma, he ansiado en conocerlo por fin.

— Es un honor volver a verla, Sargento Hwang, ha pasado mucho tiempo —saludo, dejándome confundido — veo que no me reconoce, ya no hay que ser tan formales.

— ¿Acaso se conocen? —pregunte confundido.

— Servimos en el ejército hace demasiado tiempo, pero luego nunca supe que había sido de usted —conto levemente— me alegra que este junto a ti, Han Sung.

— aigo, he envejecido tanto que no pude reconocerlo, mi General estará junto a usted desde ahora, así que me quedaré aquí hasta que hayan regresado —se despidió Hwang, dejándome solo.

— Parece que los reencuentros no han cesado ¿Nos vamos? —Pregunto sonrientemente, extendiendo su mano.

— Vamos —respondí, tomando su mano — ¿Esta bien, estar así? ¿Y si alguien lo malinterpreta? Y comienza a esparcir rumores.

— ¿Qué podrían decir? siempre lo hago con Sunghoon y Jihyun —dijo aún con esa sonrisa, sin saber  lo mucho que significa esto para mí — andando, no hay que perder tiempo.

Nunca habría pensado que sería así, he cometido crímenes atroces desde que adquirí este puesto, siempre tuve miedo de revelar quien era en realidad, temía que el me odiara por lo que me he convertido.

— Han Sung ¿Cómo es un día normal en el Reino Fantasma? —preguntó repentinamente, sacándome de mis pensamientos — es como si esta parte del mundo, no hubiera avanzado en el tiempo.

— Creo que "normal" no es una palabra que yo usaría, cada día es distinto al anterior, muy diferente al reino humano ¿no cree, Su Alteza? —respondí rápidamente — aún así, hay momentos en que nos llegamos a sentir atrapados.

— Tienes razón, atrapar demonios todas las noches, no me divierte tanto como antes —aclaró burlonamente — incluso lidiar con los problemas "adolescentes" de esos dos.

No hubiera creído que podríamos pasar un momento casual como este, pasear juntos, reírnos y disfrutar como si el resto del mundo no importará.

Aunque al final del día, te das cuenta que nada es para siempre, después de todas esas risas llegan las lagrimas, dejándote con un amargo sabor en la boca.

─ Hwang, me contó que había deseado conocerme, después de escuchar todas las cosas que le contabas sobre mi ─dijo repentinamente ─ Enserio es repugnante.

Lo miré inmediatamente, sus ojos mirándome con desdén y odio, un nudo se formó en mi corazón.

─ Tendré que rechazarte ahora, había sido amable todo este tiempo, pero veo que has confundido todo, ¿crees que no he notado la forma tan lasciva con la que me miras? ─cuestiono, empujándome ─ Tal vez debí haberte dejado morir en aquel lugar, así esos soldados no se habrían atrevido a tocarme.

Empuño su espada, cerré los ojos esperando el golpe...todo termino ahí.

─ Han Sung ¿Te encuentras bien? ─una voz cálida, llego a mi haciéndome reaccionar ─  ¿tuviste un mal sueño?  

Así que era una pesadilla, todo se había sentido tan real, esa expresión en tu rostro, su voz, esa espada atravesando mi cuerpo, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

— Yo solo...creo que fue el cansancio ¿Qué hace aquí Su Alteza?  —pregunté levemente, parecía que había anochecido, no debería seguir por aquí.

— Hwang me invitó a quedarme, me contó que sufres de pesadillas y que estar junto a ti te ayudaría —dijo sonriente, maldita sea Hwang, no podrás librarte de mi — además me contó que había deseado conocerme, después de todas las cosas que le decías sobre mi, enserio es...

"repugnante" Lo detuve antes que completará lo que iba a decir, no quería seguir escuchando, se sentía como si hubiera tenido una visión.

— Solo haz lo que tengas que hacer y que sea rápido —mencioné rápidamente, cerrando los ojos.

Fueron unos minutos hasta que sentí un peso sobre mi, mi cuerpo estaba rígido y no me podía mover.

— Estás un poco extraño, lo que trataba de decir es que enserio es halagador, nadie había hablado tantas cosas buenas de mi juntas —murmuró, dejándome sorprendido —  después de tanto tiempo, podré cumplir mi promesa.

Abrí los ojos lentamente, este ahora se encontraba delante de mi, extendiéndome la mano. Me reincorporé dudoso de lo que iba a ser. Se paró frente a mi, arrodillándose haciendo varias reverencias a la vez, no sabía como reaccionar ¿por qué hacia eso? 

— Yo, Jeongjong, antiguo monarca de este reino, me inclinó a ti, en presencia de los cielos, para poder cumplir con mi promesa hecha a mi joven soldado, que murió tratando de salvar a Su Alteza —comento en un tono solemne — ¿No fue muy exagerado verdad? lo estuve pensando todo el día y no quería decir algo tan simple.

No pude contener la risa, había estado nervioso y ansioso todo el día, pero nunca pensé que pasaría algo así, siento que ya puedo respirar.

— Es un momento serio, ¡tu! ¿por que te ríes ahora? —se levantó, caminando rápidamente hacia mi— ¿Acaso quieres recibir un castigo?

El ambiente cambio repentinamente, nuestras respiraciones se chocaban, la luna en su punto mas alto, sus manos subiendo de mi cintura a mi rostro, nuestros labios juntándose, ya no hay marca atrás.

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Z I D I A N

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