Capitulo 1| Disponible en Librerías de Latinoámerica




Pov Nick

Otro año escolar aburrido. Como siempre las mismas cosas, las mismas personas, ¡los mismos problemas! Menos mal que es el último año y luego ¡me largo de aquí!

He enviado solicitudes a algunas universidades. He obtenido las mejores calificaciones en toda la escuela, inclusive he superado a la nerd del curso solo para fastidiarla. ¡Pff!, como si eso me importara. ¡En fin! Solo espero que acabe la maldita clase para salir a hacer lo que más me gusta: correr en mi moto. Me ayuda a olvidar los problemas. Sobre todo los de mi casa, las cosas allí cada vez son más insoportables. A mamá parece ya no importarle nada, y papá, cada vez está  peor. No pasa un día en que no esté borracho o no quiera desquitarse conmigo por haber arruinado su vida. «Todo hubiese sido mejor si no hubieses nacido», no se cansa en repetirme.

Ya no me causa tanto dolor; finalmente entendí que está enfermo y ni siquiera sabe lo que dice. Y todo porque perdió su empresa y no ha podido recuperarse y volver a empezar. Lo único que me decepciona es ver cómo mamá se ha dejado hundir con él. Ella solía ser fuerte, vigorosa, imparable, súper luchona. Y ahora es apenas la sombra de lo que fue. Creo que es por eso que no soporto a Danna... Cuando sonríe, me hace recordar a cuando mi familia y yo éramos felices.

Danna es la niña tonta de mi curso y que además, parece niño. Hago cualquier cosa con tal de molestarla. Pero a pesar de eso, ella siempre está bien, positiva, como mi madre era antes. Nunca entenderé por qué hay veces que viste como un chico, ¡por Dios! ¿quién hace eso en este siglo? ¡Ni las feas se dejan! La verdad no lo entiendo. Si se arreglara sería linda. Lo que necesita es un buen empujón de confianza y vea que realmente es bonita. Necesita  alguien que le dé el empujón, pero está claro que no seré yo. ¡Ni en mis pesadillas!

Sus amigas deberían ayudarla, ¡por Dios! Aunque su clan de nerds también dejan mucho que decir. No sé qué le ve Sam a ese grupo de chicas. Ya tengo suficiente con Jessica,  ero es empalagosa; es una de las populares de la escuela, Últimamente se ha vuelto más pesada, cree que porque salimos de vez en cuando tiene derechos sobre mí. Peor aún, cree que somos novios. ¡Ni ahora ni nunca! Alguien cómo ella no sería mi novia.

  Su novio es de otra escuela: un niñato de cuarta que ha querido ganarme en las carreras que suelen darse en la antigua pista de carreras de autos, que se ha dejado de usar hace ya algún tiempo, desde que construyeron otra para competidores profesionales y en esta ya solo realizan carreras de aficionados, sin ningún beneficio económico. 

Así me han conocido y algunos me temen, saben que no pueden meterse conmigo. Esas carreras que se realizan en la antigua pista son buenas para ganar un estatus entre los que saben de eso y que siempre te respeten. Esta noche es una de esas oportunidades para demostrarlo. Dicen que hay un chico de la escuela al que tal vez no podría ganar, porque es tan bueno o mejor que yo. Inclusive rumorean que tiene una hermana a quien nadie gana en coche.

Me gustaría conocerlos, pero creo que tendré que esperar un poco más; esta noche me resulta imposible asistir a la carrera. ¡Demonios! Si no fuera mi mejor amigo, lo dejaría en banda, pero él me necesita esta noche. Es como un hermano y no podría fallarle, me pidió ayuda con su cita y ha organizado una cita doble para que pueda conquistar a la chica que le gusta. No ha querido decirme de quién se trata, porque piensa que lo criticaría y dice que debo dejar de ser así porque lo importante en la vida es el interior de las personas. ¡Carajo! ¡Si lo sabré! Lo sé perfectamente, me lo enseñó la única persona que valía la pena en mi vida y me dejó. Y todo por una maldita enfermedad. Mi abuelo. ¡Él era todo! y sé que si me viera ahora lo pero no sé cómo mostrarme ante las personas, que no sea de este modo. Para que me respeten y

Me volví así desde que mi abuelo falleció, desde que papá sólo se emborracha y no hace más que reclamarme por todo, desde que mamá se dejó vencer y, sobre todo, desde que Amber me engañó con otro. Y no otro cualquiera, sino el mejor amigo del novio de Jessica —la popular de escuela—,  con quien suelo salir; él ha sabido arruinarme la vida. Sam y Jake son mis mejores amigos. Somos los tres mosqueteros; siempre nos hemos apoyado en todo. Es todo lo que necesito. Sin ellos todo me valdría madre, ni siquiera la escuela tendría importancia.

¡Al fin! Ha tocado la campana. Nos retiramos del maldito salón, veo que la tonta de Danna está por salir y la alcanzo, chocándola por el hombro y haciendo que sus cosas caigan al suelo.

—¡¿Qué te pasa tonto?!

— ¡Oye! Deberías fijarte por dónde vas, ¿no crees, tonta?

— ¡Si fuiste tú quien me empujó! ¡Lo has hecho a propósito!

— ¡No te creas importante, niña! Si acaso eres una, ¿no?

—Ya, Nick, no la molestes...

— Dale, Jake, siempre defendiendo a los pobres. ¡Pff!, hasta la ayudas a recoger sus cosas. No me digas que ahora también defenderás a esta tonta, Jake.

— ¡Ya basta, Nick! —Dirigiéndose a la chicha—: Siento que mi amigo haya tirado tus cosas, aquí las tienes.

—Gracias, por suerte no se te han pegado las costumbres de tu amigo.

—No me digan, ¿y ahora se darán besitos?

—Nick...— Hago señal de rendición con mis brazos y me quedo callado: ya la he fastidiado por el día de hoy, con eso estoy complacido.

—Adiós, Danna

—Adiós...

— ¡Jake!, me llamo Jake.

—Adiós, Jake, y ¡gracias!— La tonta salió del aula y se dirigió quién sabe a dónde y ya solo quedamos Sam, Jake y yo. Pero esta vez Sam se adelanta en hablar.

— ¿Jake, te gusta Danna?

—Sí me gusta, es muy bonita así de simple y natural.

—¡Wooo! ¿Qué te pasa, hermano? ¿Has visto su ropa y que siempre trae de una cola de caballo? ¡Es poco femenina!

—No sabes lo que dices, Nick.

—Jake tiene razón, hermano, un día te darás cuenta que estás equivocado. Además, yo conozco al hermano de Danna, son muy buenas personas. Créeme, cuando lo sepas, los admirarás.

—¡Vaya, vaya, vaya! ¿Ahora me darán un sermón? 

—Calma, calma, hermano, ya verás que no todas son  como Amber.

—Jake, concuerdo contigo. Ya verás, Nick... y ya deja de molestar a la pobre de Danna, si no, Jake no podrá conquistarla.

—¡Así se habla, hermano!

—Por hoy ustedes ganan, pero no siempre estarán para defenderla. Que quede claro, ¿eh?

—Nick, mejor vámonos.

—Vámonos.

—¡Esta vez pido doble! Muero de hambre.

—¡Yo prefiero con papas!

—Solo vámonos, allá veremos qué pedir.

Y así salimos los tres de la escuela y nos dirigimos a una cafetería cerca de aquí, donde trabaja la amiga de Sam, quien fue la que le presentó la chica que le gusta. Así pasó el tiempo volando. Me despedí de mis amigos y me fui a mi casa, si así se puede llamar a ese lugar donde solo se escuchan reclamos y más reclamos.

Me bajo de la moto, entro a la casa y, al abrir la puerta, lo primero que veo es a papá tirado en el sofá con sus bebidas alrededor y al borde de la inconsciencia de tanto alcohol. Desearía que esto fuera una pesadilla, que por una vez en esta puta vida cerrara los ojos y, al abrirlos de nuevo, todo fuera una estúpida y ridícula pesadilla. ¡Pero no!, no es así. Y debo afrontar mi realidad.

— ¡Mira nada más a quién tenemos aquí, al inútil de mi hijo...

—No te cansarás nunca, ¿no? —le hablo entre dientes y con toda la rabia del mundo, un día de estos olvidaré que es mi padre y juro que lo moleré a golpes. ¡Ya no aguanto seguir así!

—¡No! Porque siempre me recuerdas lo que pude haber tenido y ¡y por tu culpa no lo logré!

—¡Henry, ya cállate!

—¡Cállate tú! ¡También es tu culpa por amarrarme a ti con un hijo, que no podemos siquiera mantener!

He aquí mi realidad. ¡Otro día más! Como no quiero seguir escuchándolos, me voy directo arriba a mi habitación.

—¡Ven aquí, no he terminado de hablar!

Cierro de un portazo y me quedo en mi habitación lo que resta de la tarde, golpeando un pequeño saco de box que he instalado para descargar mi rabia cada vez que me frustro al escuchar a mis padres reclamar o lamentarse por nada.

¡¿Cómo es posible que no se den cuenta de que los necesito?! Tienen un hijo y no importa si tenemos dinero o no, lo único que pido es una familia unida. Algo que dejamos de ser hace dos años, desde que mi abuelo nos dejó. ¡Ojalá me hubiera llevado con él! ¡Estarían mejor y más felices sin mí! ¡Ahh! ¡Carajo! Empecé a golpear sin haberme puesto los guantes y me lastimé la mano derecha. ¡Lo que me faltaba! Pero prefiero sentir esto a seguir escuchando la misma mierda de siempre.

Debo encontrar una solución o hacer que uno de mis padres reaccione. ¡No podemos seguir así! No puedo permitir que arruinen mi vida; si ellos quieren seguir así pues que lo hagan, pero yo no. Intentaré una vez más hacerlos reaccionar, pero si no entienden y solo prefieren tocar fondo, ya no podré hacer nada, será problema de ellos. Solo espero que puedan dejarse ayudar y que quieran mejorar. Espero todo mejore y ojalá sea pronto. O tendré que largarme.

     


           


Bien amigos lectores esta es una nueva historia espero también me acompañen en esta aventura. Espero llegar a ustedes cómo #Sólo Contigo!
¡Y disfruten de esta nueva historia!

Nos leemos pronto!
Los quiero!
Pati 💜😘

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