I

Disfruten de esta historia gente, hace tiempo quería escribir algo con temática oscura, ojalá les guste... Y recordar que todo esto es solo ficción. :)

21 de Marzo, día de la depuración anual.

1 p.m, 7 horas restantes para empezar la depuración.

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-De tin, marin, de do, pingüé... Quién será el próximo que mataré~.

La familia no paraba de llorar, desesperada. Suplicando de que esa pesadilla se acabara.

La madre temblaba asustada, viendo cómo el cadáver de su esposo era utilizado como un muñeco por ese maniático.

Volteó a ver a sus hijos, los pobres niños no paraban de llorar, aterrados ante la imagen de su padre muerto. Y para empeorar la situación, estos estaban cubiertos con la sangre de su progenitor.

Su madre rogaba con todas sus fuerzas de que no les pasara nada.

Esa noche de depuración no había salido nada bien para la familia Kawata. Lo que parecía una noche tranquila y segura, terminó en un macabro juego de ruleta rusa, siendo la familia los participantes de esta.

Todo por un pequeño descuido de la madre, al no asegurar bien las ventanas de la cocina...

Gracias a eso, ahora toda la familia se encontraba amarrada en sillas, formando un círculo, mientras que el maniático que había entrado a su casa saltaba alrededor de ellos, ajitando su pistola de un lado a otro, mientras tarareaba canciones que eran imposibles de descifrar para los Kawatas en ese estado.

-Bien, bien, bien... ¡No hay que parar la diversión! Aún nos queda tiempo para seguir jugando~.- El hombre rió, mientras paraba justo detrás de la silla en la que se encontraba el cadáver del padre.- Después de todo hay que ver quién va a ser el afortunado que acompañará a este guapo caballero.- Dijo, apretando los cachetes ensangrentados del hombre, sonriendo al ver las expresiones de horror en el resto de la familia.

Oigan no se pongan así... ¡Estamos divirtiéndonos! no sean amargados.- Se quejó.- Además todavía hay que ver quién va a ser el ganador... Así que no perdamos más el tiempo ¡Es hora de continuar el juego!- Sonrio, empezando nuevamente a dar vueltas alrededor de la familia, pero esta vez apuntando la pistola directamente a las cabezas de cada uno de los Kawatas.

De tin, marín, de do, pingüé, quién será el próximo que mataré~.- Cantaba sin parar.

El gemelo mayor no paraba de llorar, viendo cómo su hermano y su madre se encontraban en su mismo estado. Sudando, llorando, suplicando, temblando... Y cubiertos de sangre.

Volteo a ver a su padre, estremeciéndose del miedo al ver cómo su progenitor tenía un gran hoyo en la cabeza, del cual seguía escurriendo sangre fresca.

se quedó hipnotizado viéndolo, sin percatarse de que el maldito asesino había parado su ronda justo detrás de él. Asustándose al sentir como este apoyaba su mano en su hombro.

-Vaya, así que el muchachito tiene suficientes huevos como para ignorar mi canción eh~.- Le hablo en el oído. Paralizando el cuerpo del pobre niño.

-¿Qué pasa campeón? ¿Te sientes triste porque papá ya no está?- Consulto, pasando la pistola por todo el rostro del infante peli naranja.- ¿No te gustaría volver a encontrarte con él?... ¡Estoy seguro de que eso lo pondría muy feliz!

el hombre solto una carcajada, apuntando firmemente el arma a la cabeza del menor, provocando terror en la familia.

-¡NO!- Gritó desesperada la madre, sin parar de llorar.- ¡Te lo suplico! ¡Con mi hijo no por favor! ¡Con mis niños no!- Rogaba cubierta de lágrimas. Viendo cómo su pequeño temblaba aterrado en la silla, partiéndole el corazón.

El asesino volteó feliz a verla.-¡Excelente! por fin alguien habla, ya me tenían aburrido con su actitud tan patética.- Alejó el arma del niño.- Agradezco tu participación querida... Pero no es tu momento de brillar ¿Sabes?- Se burló, sonriéndole de manera cínica a la mujer, quién tembló paniqueada ante la escalofriante sonrisa.- No seas mala mamá cariño, ahora le toca a tu hijo ir a la luz... Y nosotros no podemos interrumpir su viaje~.- El hombre estalló en carcajadas, volviendo a apuntar el arma a la cabeza del niño, quién preso del pánico empezó a suplicar entre lágrimas, gimoteando y temblando de miedo, sin percatarse de sus pantalones mojados, y del olor a orina que comenza a inundar la casa. El niño estaba hecho un caos.

todo dentro de esa casa era un caos.

-¡NO POR FAVOR!- Lloró la mujer.- ¡NAHOYA! ¡HIJO!

- ¡NAHO! ¡NAHO!- Sollozaba también su hermano.

El niño no podía pensar, no podía hacer nada, la casa se había sumergido en un montón de risas, suplicas y gritos. Siendo su nombre el protagonista de todo la situación.

-¡NAHOYA MI NIÑO!- Escuchaba a su madre.-¡NAHO, HERMANO, NO TE VAYAS!- Escuchaba a su gemelo.- HAHAHA ¡Cómo amo los juegos!- Y escuchó al asesino.

Subió la mirada, encontrándose con los perversos ojos que lo veían fijamente.- Bueno, esto fue entretenido, me gusto haberte conocido niño... Feliz noche de depuración pequeño Nahoya~.

¡NAHOYA!

Despertó de un salto, agitado, volteando a ver al lado. Dónde se encontró con los azules ojos de su hermano, los cuales no dejaban de verlo preocupado.

-¿Hermano todo bien?- Cuestionó el peli azul, sentándose a la orilla de la cama.

Nahoya se tomó un tiempo para responder, procesando lentamente todo lo que había pasado. Miro a su alrededor, observando con atención todas las cosas qué habían en su habitación. Asegurándose de que cada una de estas fueran reales.

Una vez calmado, logro comprender todo, solo había tenido una pesadilla... Bueno en realidad era un recuerdo, un horrible recuerdo, que según él era mejor no recordar. Cosas así solo tenían que ser enterradas en el pasado. Donde nadie pudiera saber de ellas...donde él no pudiera saber de ellas.

Volteó a ver a su gemelo, quien aún lo seguía mirando, esperando impaciente una respuesta.

Le dio una pequeña sonrisa.- Todo está bien SouSou, solo fue una tonta pesadilla.- Acarició con suavidad el rostro de su gemelo, riendo al ver como su gesto lograba calmar a su hermano.

-Bueno... Si tú lo dices, es hora de ir a comprar las últimas cosas para esta noche, no quiero esperar hasta última hora para salir y arriesgarnos a quedar atrapados en medio de la purga.- Dijo serio, alejando de su rostro la mano de su hermano.

Nahoya suspiró, había olvidado por completo ese detalle. Hoy día era el día de la depuración anual, miró el reloj colgado en su pared, el cual marcaba las 01:00 p.m

¡MIERDA!

¡Se había quedado dormido! Se levantó rápidamente de la cama, abriendo su closet, empezando a sacar ropa para poder vestirse.

Su hermano y él tenían que ir al supermercado a comprar los últimos suministros para esa noche. No podían permitirse perder más tiempo, ya que el supermercado no quedaba precisamente cerca de su casa, y ellos no contaban con ningún medio de transporte para apresurar las cosas.

Comenzó a vestirse, pero se detuvo al sentir el brazo de su hermano, volteándolo a ver.- Naho, no es por fastidiarte, pero no creo que sea buena idea que salgas sin haberte bañado primero.- Sonrío, viendo divertido la cara confundida de su gemelo.- Por si no te has dado cuenta, estás sudando como si hubieras corrido un maratón.

Miró su cuerpo, carajo, su hermano tenía toda razón, su cuerpo está cubierto en sudor, probablemente causado por la pesadilla que tuvo hace rato. Sin querer discutir tomó una toalla, y se dirigió con rapidez al baño. Cerrando de un portazo la puerta.
Souya nego con la cabeza, sonriendo, su hermano era todo un testarudo.

-¡Naho te espero afuera!- Abrió la puerta, yéndose al obtener una afirmación de su hermano.- ¡Y no te demores tanto, recuerda que no nos queda mucho tiempo!- Advirtió, cerrando así la puerta de su hermano.

...

Espero afuera de su casa, algo inquieto al ver como personas ya empezaban a caminar con máscaras puestas. Mientras gritaban y saltaban de un lugar a otro.

Souya se disgustó. Eran unos jodidos locos... Pero no tenía por qué preocuparse, solo irían al supermercado y volverían, pasando la noche encerrados como en cualquier otra purga.

Si... Nada malo podía pasar...
¿Entonces por qué seguía sintiendo un mal presentimiento?

Algo definitivamente pasaría esa noche.

¿Acaso su hermano y él podrían volver a salir vivos? ¿O terminarían siendo las nuevas víctimas de la depuracion?

Y sí tal vez... Solo tal vez... En esta noche... Se arruinarán sus vidas.

-¡BUH!- Tomó a su hermano por detrás, causando que Souya saltara asustado en su lugar, soltando un grito medio agudo.

-JAJAJAJA ¡Debiste ver tu cara Sousou! ¡Saltaste como una niña asustada!- Siguió riéndose, apoyando una mano en la pared, intentando no caer de la risa.

-¡Uy maldito idiota!- Golpeó el hombro de su hermano.- No es momento para tus estupideces, tenemos cosas que hacer.-Lo miro con un puchero, enojado al ver como su regaño no era tomado en serio.

-Ya, ya, no te enojes hermanito, sólo era una bromita~.- Sonrío a su gemelo, apretando uno de sus cachetes. Provocando aún más molestia en el menor.

-Ya déjate de estupideces.- Le apartó el brazo.- Es hora de irnos.- Empezó a caminar, siendo seguido por su hermano que aún se seguía riendo.

-No te enojes Sousou, solo estaba jugando.- Se acercó a su gemelo.- Además... ¿Por qué te ves tan preocupado?

-...No es nada Naho, solo me pone nervioso la gente de por ahí.- Apunto a un grupo de depuradores enmascarados. Que con sus armas no paraban de romper y patear los botes de basura, causando desconcierto entre las personas que pasaban por ahí.

-Ah... Malditos idiotas.- Miro disgustado.- No te preocupes Souya ¡Todo estará bien!- Sonrío.

-Si... Claro... Si tú lo dices...- Le devolvió la sonrisa a su hermano, algo dudoso, volteando a ver de nuevo al grupo que causaba tantos caos.

Solo esperaba que su mal presentimiento solo fuera eso, un presentimiento.
Y de que esa noche fuera igual de calmada como todas las noches anteriores que habían tenido de purga.

Pero... Para mala suerte de nuestros gemelos, eso no iba a pasar. Estaban a punto de vivir las más grotescas horas de su vida... Solo que todavía no lo sabían.

Después de todo, ninguno de los dos se había percatado de los individuos enmascarados que los miraban fijamente.

Los cuales comenzaron a seguir a los gemelos a una distancia prudente, sin que estos se dieran cuenta de que ya estaban siendo objetivos del caos.

Oh queridos gemelos... Protéjanse bien... El peligro anda cerca.

  Qué Dios esté con ustedes.

¡Holi! :D

Quiero dejar por aquí algunas aclaraciones.

Tanto los Kawata como los Haitani son mayores de edad, adultos jóvenes para ser específicos. Pero se usarán sus apariencias de jóvenes, ya que me gustan más esas que la de los Haitani adultos.

Esta historia tendrá 3 partes, tal vez un poco más, ya que quiero explicar bien cada suceso de la historia.

Tendrá contenido fuerte, el cual Intentare explicar de la mejor manera para que no me borren la historia.

Tocando temas como distintos tipos de asesinato, relaciones sexuales con consentimiento dudoso, violencia, y bueno... Todas las cosas malas que pueden pasar si ya has visto la película de la purga.

Así que, si no es de tu agrado, quedas totalmente advertido, leer solo bajo tu propia responsabilidad.

Sin más que decir, me despido.

¡Bye! :]

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