‧͙⁺˚*･༓☾ 002.Shadowhunters ☽༓･*˚⁺

Ambas chicas le explicaban al mismo tiempo todo lo sucedido a su madre, honestamente les sorprendía que las entendiera porque ni ellas misma lo hacían.

Jocelyn solo las miraba sabiendo que definitivamente no podía mantener más este secreto.

—¿Nos han drogado?—pregunto Clary.

—Mamá, ¿qué escondes?—esta vez hablo Selene.

—El chico, ¿tenía marcas como estas?—la mujer uso una stela para dejar ver una marca como la del grupo de antes en su brazo.

—Somos extraterrestres—chillo Stela lanzándose al sofá— ¿venimos de kriptón?

—No Selene, pero todo lo que habéis visto esta noche tiene un significado y una explicación. He temido tener esta conversación con vosotras desde el día que nacisteis.

—¿qué está pasando?—cuestiono Clary al borde de las lágrimas, a lo que su hermana de inmediato se levantó para estar a su lado.—¿estamos locas?

—No, pero no puedo protegeros más, tenéis 18 años y es hora de que sepáis la verdad.

Mientras ambas entraban en pánico, su madre explicaba que había tratado de posponer la conversación hasta el último minuto—Jocelyn, mira por la ventana.—interrumpió Dot—magnus ha avisado, te han encontrado.

—Dot, es la hora—su madre corrió de la ventana a ellas—escuchadme, tenéis que iros, he enfadado a alguien muy poderoso.

—¿Qué has hecho?

—Ocultarle algo a él y a sus seguidores—informo colocando un collar en cada una de sus hijas—pensad en mí cuando lo llevéis.

—Definitivamente, no es momento de regalos—murmuro Selene—¿qué demonios está pasando?

Dot le entrego algo a su madre y esta miro a clary—eres más poderosa de lo que crees—se giró hacia su otra hija—no le temas al fuego—ahora las miro a ambas—confiad en vuestro instinto y nunca, jamás os soltéis de la mano—esa frase siempre había sido la forma de su madre de decir que debían estar unidas—Dot ábrelo.

Una pared de color púrpura se abrió entre dos puertas—todos mis errores siempre han sido porque os quiero más que a nadie, luke os explicara todo y os ocultara. ¿Dónde está luke ahora?

—en la comisaria—murmuro Clary confundida—¿mama que está pasando?

—Solo podéis confiar en él, os quiero...

No había explicación para como habían mágicamente aparecido en la comisaria, tomadas de mano—no, no, no—murmuraba clary a lo que su hermana la hacía mirarla.

—No es momento de analizar que mierda está pasando, hay que buscar a Luke, él nos explicara y todo tendrá sentido.

—Nada tiene sentido Sel—chillo—esto es una pesadilla.

—¿Chicas?—pregunto la capitana Vargas al verlas—son las dos de la mañana, ¿que hacéis aquí tan tarde?

—Luke dijo que nos llevaría a casa—explico la mayor.

—Aún no se fía de los taxistas—rio la mujer—luke está en medio de un interrogatorio, podría tardar un rato.

—Lo esperaremos en la cafetería—respondió Clary— nos vemos.

—¿Clary?—ambas se detuvieron—¿tienes algún problema?, ¿de chicos tal vez?

—Si—exclamo—cosas de chicos.

—Buenas noches, capitana Vargas—dijo Selene para poder alejarse, cuando se aseguraron que la mujer se había ido, comenzaron a caminar al cubículo de Luke.

Había una mujer y un hombre con luke—En cuanto supimos que jocelyn fairchild estaba viva, fue fácil encontrarte.

—¿Fairchild?—susurro Clary a su hermana, ¿cuántas mentiras más?

—Jocelyn y tú siempre estabais cerca. El círculo la tiene ahora y es cuestión de tiempo que cojamos a sus hijas—deciz el hombre.

—Puedes tener a las tres si nos das la copa mortal—le siguió la mujer.

—No me importa ninguna, no significan nada para mí—respondió luke—matadlas si os apetece, los míos quieren la copa.

Fue poco el tiempo que duraron las lágrimas antes de salir de los ojos de clary, Selene no lloraría. Esa había sido su dinámica toda la vida, Selene le limpiaba las lágrimas a su hermana mientras se aguantaba las suyas.

—Escúchame lloraremos después, ahora hay que ir a por mama—ambas pelirrojas salieron de allí, corriendo entre la lluvia.

(...)

Sangre, había sangre fuera de su hogar—no, no, no—murmuraba Selene tratando de mantener la calma, mientras su hermana gritaba por su madre.

Todo estaba destruido, pero un ruido las detuvo, ambas tomaron lo primero que encontraron que parecía capaz de hacer daño para subir a su casa—Dot—grito con emocionalidad la menor.

—Se han llevado a Jocelyn.

—¿quién?

—Shdowhunters rebeldes que buscan la copa mortal—explico la mujer.

—Pensad chicas, ¿vuestra madre no os hablo nunca de una copa?, es muy importante, es de oro casi como un cáliz.

—No, no sabemos nada de una jodida copa—se molestó Selene.

—Han secuestrado a nuestra madre, tenemos que salvarla y no pensar en una copa—continuo Clary.

—Sabéis más de lo que pensáis chicas Fray—con esta frase la boca de dot se abrió en forma de tentáculos lista para atacar a su la menor, quien le clavo su stela en el pecho.

—Maldita sea—gruñó selene viendo a la mujer, mejor dicho a la ahora cosa, retorcerse en el piso hasta convertirse en un horrible monstruo gris y asqueroso—corre clary—saco su stela, viendo que la de su hermana había hecho daño—ven a por mí—grito cuando este se acercó a su hermana.

La chica corría de un lado a otro hasta que quedo encerrada entre la espada y la cosa "No le temas al fuego" esa frase resonó en su cabeza mientras sentía un cosquilleo en sus manos, su madre le había dicho que confiara en su instinto y este le decía que usara sus manos.

Las levanto sintiendo como si una calidez subiera por su cuerpo, pero antes de que algo pasara una espada atravesó al monstruo, era el chico de antes acompañado por el rubio—¿qué paso?—susurro antes de desmayarse.

(...)

—Clary—se despertó de la nada, la mayor de las mellizas.

—Está a tu lado—informo el chico de antes, en efecto su hermana estaba durmiendo mientras que una chica estaba sentada en su cama, pero casi de inmediato Clary tuvo la misma reacción que Selene solo que golpeando a la chica frente a ella.

—Ouch—se quejó esta.

—¿Quiénes sois?

—Yo soy Isabelle y este es Karson—explico—a jace nunca le habían interesado tanto unas mundanas o distraído a Karson. Como ya habéis visto, las distracciones son peligrosas en nuestro trabajo.

—No tenemos ni idea de que hablas—ataco Selene.

—¿Quién es Jace?—continuo confundida su hermana.

—Es cierto que no sabes nada—murmuro Karson.

—Nuestra madre fue secuestrada por unos psicópatas y ahora ustedes nos secuestraron a nosotras, eso sabemos.

—Lo único que hemos hecho es salvaros la vida—ecplico Isabelle.

—¿Dos mundanas?—gruñó un pelinegro haciendo acto de presencia, Selene lo había visto aquel día en el club, era el más alto y en su opinión el que mejor se veía, pero al parecer no era el más amistoso.

Los tres chicos comenzaron una discusión sobre si las chicas eran o no mundanas—Isabelle, ¿me dejas?—hablo el rubio—soy Jace Wayland.

—Clar...

—Sabemos quienes sois, Clary y Selene Fray—dijo el que ahora sabían era Jace.

—¿Soy el único al que le parece raro?—se quejó el pelinegro.

—A ti todo te parece raro, Alec—ataco Karson.

—Tendré que avisar a la clave...

—¿puedes apagar la tontería un segundo?—allí se desató otra discusión entre todos esta vez.

—Son peores que nosotras—murmuro Selene a su hermana.

—Solo dadme un segundo—pidió el rubio.

—Yo me quedo—informo Karson—la herida se ha curado—señaló a Clary.

—¿Cómo es posible? Me curo milagrosamente y todos vosotros sois guapos y tenéis poderes mágicos—soltó la menor.

—Clary—bufo, Selene. 

—No. No me confundas con un brujo—rio el rubio.

—¿Un qué?—murmuro la mayor mirando al castaño.

—Un brujo, en uno de los subterráneos—explico este.

—Estoy más perdida que antes.

—Brujos, vampiros, hadas...

—Me va a estallar la cabeza—comenzó a entrar en pánico la menor, a lo que su hermana se levantó y se sentó junto a ella, tomando su mano.

—Vale, os lo explico de una forma más sencilla. Todas las leyendas son ciertas, somos shadowhunters.

—Se supone que protegemos el mundo humano del mundo de los demonios—continuo Karson—esos que visteis morir en el pandemónium, no eran personas, eran demonios cambiantes.

—No nos interesa entrar en vuestro club de la lucha sobrenatural—contesto clary a lo que Selene solo pensó "habla por ti", esta podía finalmente ser junte, ya que sentía una extraña sensación de seguridad aquí.—solo queremos a nuestra madre.

—eso es cierto, necesitamos ayuda encontrando a nuestra madre, por favor. 

—Tendréis que confiar en nosotros.

—Estáis pidiendo mucho—murmuró la mayor mientras su hermana hablaba con Simon al teléfono—¿Tú que me miras?—cuestiono al castaño.

—Yo tengo ojos y tú eres una chica linda, semidesnuda—respondió restándole importancia—tu hermanita está vistiéndose, haz lo mismo—señaló donde había ropa.

—Gracias—fue todo lo que murmuro—¿cómo se llama eso que tenéis dibujado?—pregunto al por fin fijarse en las marcas—yo las dibujo a veces—explico.

—Son runas.

—Vamos Sel, simon está afuera—llamo su hermana.

—No iras a matar a simon—señaló la espada de jace, la mayor.

—Matar demonios, cuidar humanos. Algún día lo entenderéis, esto es solo porque he visto algo detrás de vuestro amigo.

—¿Por qué no puede verte?—pregunto Clary a Jace.

—Esta runa es un glamour, me esconde de los mundanos. Una pena no saben de lo que se pierden.

—Alguien tiene un gran ego—murmuró Selene llevándose una sonrisa de Jace.

Simon estaba fuera de la entrada de la iglesia, bastante confundido y preocupado—¿Qué lleváis puesto?  Os llevaré a casa.

—Simon, creo que ya no tenemos casa.

—¿qué quieres decir?

—Clary y Selene Fairchild—hablo una voz detrás de ellas, era un hombre armado quien rápidamente fue atacado por Jace.

—¿Qué estás viendo?—pregunto su amigo al ver a clary comenzar a entrar en pánico.

—Tienes que calmarte—murmuro Selene, simon definitivamente ya pensaba que estaban consumiendo drogas y luego de esto pensaría que estaban locas.

Jace lo había terminado—¿esta muerto?—pregunto selene, hasta que el cuerpo se volvió visible para todos.

—¿Qué mierda?—murmuro Simon.

—Pudieras desglamurizarte o como sea para que no piense que estamos locas—pidió Clary a Jace, quien asi lo hizo.

—¿Que esta pasando?

—No hay tiempo, vamos dentro.

Se desato una pelea entre las tres personas a su alrededor, pero como le sucedia no escuchaba nada puesto que sus manos comenzaron a cosquillear una vez mas y su cabeza a doler fuertemente, se le escapo un grito.

—Hey—unas manos se acercaron a ella—respira con calma.

No sabia quien era pero solo sintio todo volverse negro a su alrededor.