𝟏𝟖 𝐋𝐚𝐩 (𝐦𝐚𝐫𝐚𝐭𝐡𝐨𝐧 𝟏/𝟑)
'Cause what if I never find anything better?
The doubt always creeps through my mind
So we'll stay together 'cause, how could I ever
Trade somethin' that's good for what's right?
En un antiguo libro, fue escrito una profecía, para una Princesa pelirroja, la cual era difícil saber si el amor estaba destinado para ella, la profecía decía lo siguiente:
"Pensarás que conociste al amor de tu vida, pero él te destruirá en mil pedazos el corazón. Luego llegará un valiente guerrero que intentará arreglarlo, pero tú terminarás destruyéndolo a él. Continuará un poeta que intentará algo nuevo contigo, pero solo pensarás que es palabrería. Finalmente, llegará un apuesto príncipe de una tierra muy lejana, quien será el amor de tu vida, tu futuro esposo y el padre de tus hijos. Pero no será fácil quedarte con él. ¿O sí?"
Barcelona, España, Agosto 2023.
La clínica de psicología en Barcelona tenía un ambiente sereno y acogedor, pero nada de eso lograba calmar la ansiedad de Madeline. Estaba sentada en la sala de espera, moviendo su pierna frenéticamente mientras sus pensamientos daban vueltas. No quería estar allí. Había cedido a los ruegos de sus amigos y hermanas, que la habían convencido de que necesitaba ayuda profesional. Aunque había avanzado un poco en sus sesiones, sentía que el progreso era insignificante.
Finalmente, su nombre fue llamado. Madeline se levantó de su asiento y caminó hacia la oficina de la psicóloga. Al entrar, fue recibida por una mujer con una sonrisa cálida y profesional.
—Hola, Madeline. ¿Cómo has estado? —preguntó la psicóloga mientras Madeline tomaba asiento frente a ella.
—Lo normal —respondió Madeline con un tono indiferente.
La psicóloga asintió, notando la resistencia en la actitud de Madeline.
—Hoy me gustaría que habláramos de un tema importante —dijo la psicóloga—. Sé que no es fácil, pero creo que es necesario para tu proceso de sanación. — le indica el trabajo que realizarán hoy.
—Está bien. ¿De qué tema se trata? — accede con resignada, para suspirar un poco al final.
Mientras que la psicóloga la miró con suavidad.
—Es sobre Lila, la actual pareja de Eric.— le indica
Madeline cerró los ojos por un momento, sintiendo una oleada de emociones difíciles de controlar. Finalmente, asintió, indicándole a la psicóloga que podía continuar.
—Sé que es un tema difícil para ti —dijo la psicóloga—, pero es importante que hablemos de lo que sientes cuando piensas en ella o escuchas su nombre.— le explica la razón para hablar de ese tema en esa sesión.
—Me molesta —respondió Madeline con un tono lleno de amargura—. Ella fue quien destruyó mi matrimonio.— lo dice con un remordimiento comenzando a fluir en sus palabras.
—Entiendo. Cuéntame más sobre eso.— La psicóloga asintió, animándola a seguir.
Madeline respiró hondo, comenzando a recordar los dolorosos detalles.
—Lila era amiga de Iñaki Peña. Nos la presentó en una fiesta para celebrar el cumpleaños de Ter Stegen. Desde entonces, comenzaron a surgir rumores sobre su cercanía con Eric. Recuerdo una noche, mientras preparaba la cena, vi una foto comprometedora de Lila en el teléfono de Eric. Estaba en el sofá y no se molestó en ocultarla. Me sentí traicionada. También comenzó a asistir más a los partidos. Una vez, cuando estaba embarazada, fui a felicitar a Eric después de un partido que el Barcelona había ganado. Pero cuando llegué a los vestuarios, vi a Lila felicitándolo de una manera demasiado cariñosa, y él no hizo nada para detenerla. — le abre finalmente su corazón a la profesional que intentaba ayudarla.
La psicóloga escuchó atentamente, permitiéndole desahogarse.
—Es normal que sientas rabia y dolor, Madeline. Pero es importante recordar que Eric también fue responsable. Él permitió que eso sucediera. Debes entender que en la vida siempre habrá personas como Lila que intentarán interponerse en tu relación. Pero si alguien te ama de verdad, solo tendrá ojos para ti. No tengas miedo de enamorarte de nuevo.— le aconseja y comenta la realidad mientras la mira con comprensión.
Madeline asintió, sus ojos llenos de una mezcla de tristeza y esperanza.
—Gracias —dijo con una sonrisa nostálgica—. Sé que necesito avanzar.— confiesa finalmente, era cierto, no podía seguir en un pozo esperando a que alguien la sacase de ahí, ella era misma la que tenía que salir por su propia cuenta.
La sesión concluyó minutos después, y mientras Madeline salía de la clínica, sintió una ligera carga aligerarse de sus hombros. El camino hacia la sanación sería largo y complicado, pero estaba dispuesta a seguir adelante, un paso a la vez.
Monza, Italia, Agosto 2024
Madeline escuchaba a lo lejos voces y ocasionales gritos, tratando de aferrarse al sueño. Dormir en un asiento no era lo más cómodo, pero el cansancio la había vencido. Se encontraba en el jet privado de Sebastian Vettel, rumbo a Monza, Italia, para la próxima carrera. Oscar y Coral también estaban a bordo.
Intentando seguir dormida, no pudo evitar escuchar una conversación entre Coral y Sebastian. La rubia se negaba vehementemente a regresar a la Fórmula 1, mientras Sebastian, con su voz suave y persuasiva, intentaba convencerla.
—Haremos algo, cariño —decía Sebastian—, hablarás con Susie Wolff. Estoy seguro de que ella puede convencerte.— le asegura mientras le extiende una mirada de súplica.
—No lo creo, es difícil convencerme —respondió Coral, con una nota de firmeza en su voz.
Finalmente, Maddie se despertó. Abrió los ojos lentamente, encontrándose con la mirada cálida y dulce de Oscar. Él sonrió.
—Buenos días, bonita. ¿Pudiste descansar?— inquiere con sumo interés y cuidado el piloto de Mclaren.
Madeline le devolvió la sonrisa, aún medio adormilada.
—Sí, aunque con esos gritos, es imposible.— confiesa entre broma y cierta realidad.
—Una disculpa Maddie, no era nuestra intención— se disculpa el rubio expiloto mientras la mira con un rostro de pena.
—Si Maddie, perdona— se une a las disculpas la ojiverde.
—No hay problema —aseguró con una sonrisa, restándole importancia al asunto de cierta manera.
Oscar le ofreció agua segundos después, y ella aceptó con una sonrisa que reservaba solo para él.
—Sería bueno que regresaras a competir, Coral —dijo Madeline, dirigiéndose a su amiga—. He oído muy buenos comentarios sobre ti. Intentarlo de nuevo sería excelente, seguro que inspirarías a muchas mujeres.— le aconseja, sabía que todos necesitaban un empujón para continuar con lo que aman hacer. Sebastian y Oscar asintieron de inmediato.
—¡Eso le hemos dicho, pero se niega! —exclamaron los dos hombres al unísono.
Madeline suspiró y le sonrió a Coral con nostalgia.
—Bueno, mi Coral, tiempo al tiempo.— también le hace ver que no hay tanta prisa, todo en esta vida es un proceso de tiempo y voluntad.
Coral le agradeció con una mirada agradecida, mientras el piloto del avión anunciaba que se ajustaran los cinturones, pues estaban a punto de aterrizar en Italia. Todos obedecieron, y en unos minutos aterrizaron en el aeropuerto de Monza.
Mientras descendían del avión, Oscar cargó tanto su maleta como la de Madeline. Se volvió hacia ella con una mirada pícara.
—¿Te gustaría recorrer Monza conmigo?. Podríamos divertirnos estos días.— le extiende esa idea que cruzó por su cabeza sobre las nubes antes de llegar a la ciudad mientras miraba a la fotógrafa dormir en ese asiento del avión.
Madeline aceptó con gusto, dejando claro que había elegido con quién quería estar en este tiempo, aunque aún pensaba cómo hablar con Logan. Detrás de ellos, Sebastian bajaba con su propia maleta y la de Coral. De repente, su teléfono vibró y se detuvo a leer el mensaje.
Sebastian y Vincent habían vuelto a trabajar juntos, como en los primeros días de Coral en la F1. Vincent era su representante de relaciones públicas y buscador de patrocinadores, mientras que Sebastian ahora era su mentor y representante.
Guardando el móvil, miró al cielo y suspiró resignado.
—Solo espero que Coral acepte volver... —murmuró para sí mismo.
La determinación y el amor por su protegida eran claros en sus ojos, mientras todos se dirigían hacia el próximo capítulo de sus vidas en la vibrante Monza.
(.˙✧˖°📷 ༘ ⋆。°.)
Era jueves de prensa en el Paddock de Monza. Oscar se encontraba con otros pilotos en una entrevista, mientras Madeline estaba en el hospitality de Red Bull, charlando con su hermana Eva. Comentaban cómo veían su fin de semana y planeaban visitar algunos lugares de la ciudad. De repente, llegó Checo Pérez al espacio de las hermanas Zomer.
—Hola Maddie, Lily te está buscando —dijo Checo sin más, ignorando por completo a la menor de las hermanas. Madeline, extrañada, agradeció, pero Eva interrumpió.
—¿Y solo para interrumpir nuestra conversación has venido, tremendo tonto? —dijo Eva con desdén. Checo frunció el ceño con cierta molestia.
—No es mi culpa que tu conversación sea tan aburrida.— contraataca.
—Aburrida será tu vida, siempre siguiendo a Max como un perrito faldero.— Eva no dudó en devolverle con un insulto.
—Al menos tengo una vida, no como tú que siempre estás metida en los asuntos de los demás.— el piloto de Red Bull replicó.
—¡Pues al menos no soy un segundón que nunca ganará un campeonato!— Eva no duda en pasar la línea de insultos, causando rabia y molestia al mexicano.
Antes de que la pelea se intensificara, Madeline los detuvo.
—¡Basta! Ustedes, Vettel y Coral me tienen hasta los cojones. Siempre están gritando o discutiendo. Solucionen sus problemas o follen, no sé, pero me tienen harta.— expresa finalmente la española, mucho tenía con la otra pareja y enserio que es estresante escuchar peleas y gritos por todos lados.
Con eso, se marchó de la escena, caminando rápidamente hacia la salida. Mientras reflexionaba sobre las similitudes entre esas dos parejas; Como el hecho de que ambas parejas tienen diferencias de edad y son tan testarudos.
Sintió una mano en su hombro. Se giró y se topó con Lily. Ambas se saludaron con emoción y un fuerte abrazo.
—Logan desea verte —dijo Lily—, y esta es una excusa para que estemos juntas y luego se unan a la charla.— le comenta un poco de plan, luego de que James le prohibiese a Logan estar con Madds sabía como ingeniárselas para estar cerca de la pelirroja.
Madeline sonrió y aceptó la idea. Ambas se dirigieron al hospitality de Williams. Al entrar, Madeline notó algo interesante: Vettel y James Vowles charlando en una mesa al fondo. Los dos hombres parecían serios, rodeados de papeles y cafés.
Sin embargo, las voces de Logan y Alex la sacaron de sus pensamientos. Se unieron a los chicos en unas mesas, y Logan saludó a Maddie de manera tierna, abrazándola por los hombros.
—¿Cómo te sientes para fotografiar este fin de semana? —preguntó Alex.
—Un poco nerviosa, pero emocionada —respondió Madeline con una sonrisa nerviosa.
—Eso es normal —dijo Logan—. Monza siempre tiene una atmósfera especial.— le comenta con una leve sonrisa sin despegar su mirada de ella, amaba todo de ella, desde sus pecas hasta sus hermosos ojos color miel.
Alex se rió —Sí, y no olvidemos las locuras de la primera curva. Siempre hay algo inesperado.— recuerda con una mirada divertida.
—Recuerdo una vez —comenzó a decir Logan— que casi me estampo contra el muro porque alguien frenó de golpe. Creo que fue Sainz.— comenta ahora entre risas pero ese día estaba que se moría del susto.
Todos rieron, compartiendo más anécdotas graciosas. La atmósfera era ligera y agradable, hasta que Logan besó la mejilla de Madeline y la abrazó. En ese momento, una voz interrumpió las risas.
—Hey!. Hola a todos— dice esa voz que Logan escuchó por años, de esa voz salían palabras de cariño y otras no tan gratas para el rubio.
Todos miraron hacia atrás y vieron a Oscar junto a una chica rubia, de ojos verdes, una figura esbelta, algo alta y con un uniforme de la escudería Williams. Oscar tenía una mirada un tanto nerviosa, mientras la otra chica no despegaba los ojos de Logan. Él rubio también la miraba, pero con sorpresa.
La rubia habló antes de que alguien más pudiera decir algo.
—Hunter, he vuelto, como te lo prometí — es lo primero que le dice al estadounidense que seguía aún en shock, se la imaginaba a kilómetros lejos de él, pero cuando equivocado estaba.
Mientras que la española la mira con disgusto, algo en esa rubia no le cuadraba del todo.
—Logan, ¿quién es ella y de qué habla? —le cuestionó la pelirroja.
Logan se levantó y carraspeó, saludando a la chica con amabilidad pero esta no dudo en atraerlo hacia ella y abrazarlo fuertemente.
—Ehh, Maddie, ella es Rochel. Rochel, ella es Madeline —las presentó con un tono serio impresionando a todos.
Oscar,con esa mirada nerviosa, no dudó en posar sus ojos en Maddie, sabía que ella necesitaba una explicación de todo lo que acontecía en frente de ella. Logan comentó que tenía que hablar con Rochel. Madeline no tuvo más opción que aceptar, observando cómo se alejaban un poco. Suspiró con resignación, recordando las palabras de su psicóloga sobre que en momentos de su vida aparecería una "Lila".
Oscar se acercó a Madeline y le dijo que necesitaba hablar con ella. Maddie aceptó y se despidió amigablemente de Alex y Lily, caminando hacia el motorhome de Oscar con cierta tristeza en su pecho, pero sabiendo que Oscar le daría respuestas sobre lo que estaba pasando.
Madeline ingresó al motorhome junto a Oscar y tomó asiento, mirando al rubio con duda. Oscar se acomodó el cabello, pensando en cómo explicarle la situación entre Rochel y Logan.
—¿Me vas a decir qué pasa o no? —dijo Madeline, impaciente. Oscar suspiró y comenzó a hablar.
—Vale, quiero dejar en claro que no soy quien para hablar de la vida pasada de Logan, pero creo que tienes derecho a saberlo ¿no?. Rochel y Logan son ex-novios. Salieron por varios años, pero a Coral y a mí, cuando conocimos a Logan, su novia no nos agradó. Sus vibras y su manera de tratar a Logan no nos gustaron. Intentamos hacerle ver a Logan que ella lo manipulaba, pero él jamás quiso verlo. Luego ella se alejó para estudiar ingeniería mecánica, y ambos se prometieron volver a estar juntos cuando ella finalizara sus estudios.— le resume años de disgustos para los compañeros de equipo como lo fueron Oscar y Coral, les estresaba solo escuchar el nombre de Rochel.
Madeline lo miró con sorpresa, sintiendo que seguramente Logan se alejaría de su lado pronto.
—Comprendo la situación —dijo Maddie con un tono resignado—. Voy a comenzar a trabajar en dejar a Logan, porque seguro él lo hará primero.— se dice casi así misma, ya veía venir algo así, pero jamás supo cuando, pero el momento llego, Logan se alejaría de ella en poco tiempo.
Oscar se sentó junto a ella y le dio palabras de ánimo, sabía que la pelirroja lo necesitaba. Ambos se quedaron mirando a la nada, pensando en cómo este Gran Premio prometía mucho drama en el camino.
(.˙✧˖°📷 ༘ ⋆。°.)
Maddie estaba en el hospitality, disfrutando de una bebida y una conversación animada con Lily, cuando su teléfono vibró con un mensaje.
Logie🐻💘
Te necesito, ven a mi motorhome por favor.
—Uy... no me gustaría irme Lily, pero Logan me necesita, ¿nos vemos después?— se disculpa porque sabe que el americano no se encuentra bien.
—Entiendo, seguro, nos vemos Madds,— la comprende la asiática.
Luego de una despedida entre ambas chicas, la española con pasos firmes y rápidos se dirigió hacia el motorhome del piloto de Williams.
Tocó la puerta y escuchó la voz de Logan desde adentro.
—Pasa— dijo él.
Al entrar, Maddie notó inmediatamente el semblante apagado de Logan. Se acercó a él, y Logan recostó su cabeza en el cuerpo de la pelirroja la cual se encontraba parada en frente de él, la cual comenzó a acariciar suavemente su cabello segundos después.
—¿Qué sucede, Logie? —le preguntó de manera dulce y cariñosa.
Logan decidió finalmente quebrarse, dejando que las lágrimas fluyeran sin parar. Maddie intentó consolarlo, acariciando su cabello de manera suave y comprensiva.
—Tenemos que hablar —dijo ella después de unos momentos. Se sentó junto a él, y Logan se acomodó en la cama, colocando su cabeza en el regazo de la española.
—Cuéntame qué te sucede —le pidió Maddie con ternura mientras baja la mirada para verlo y continuar acariciando la cabeza del rubio.
—Me siento tan impotente, tener a Rochel de vuelta y ahora que será mi ingeniera de pista, es aún peor, no se si lo sabes, pero ella es mi ex-novia—confesó Logan, su voz temblorosa.
—Te comprendo, es difícil pero tú no eres débil, eres demasiado valiente, puedes con esto Logan, a veces no sabemos como actuar ante tales situaciones, pero estoy segura en que sabrás hacer lo correcto, Oscar me comentó brevemente y estoy segura que podrás ante esto— le responde con total sinceridad la catalana, comprendía el sentimiento, había sufrido con Eric, sabía demasiado el significado de "Manipular".
Maddie lo aconsejó y lo intentó calmar, acariciando su cabello con cariño. Después de estar en silencio unos minutos, Logan rompe el hielo de una manera inesperada.
—Maddie, ¿tú me amas?— lanza una pregunta tan simple pero demasiado profunda para la pelirroja, la cual se quedó sin saber qué decirle por unos segundos, pero luego respondió con sinceridad.
—Sí, pero no de la manera en que debería— dice lo más honesta posible, sabía que seguir lastimando a Logan no era lo correcto. El estadounidense suspiró, asintiendo lentamente.
—Yo también me siento así. No sé qué decir cuando me preguntan sobre nuestra relación.— le confiesa a ella finalmente lo que comenzó a pensar desde Tenerife, dejando sorprendida a la fotógrafa también.
—Créeme que me la paso increíble contigo, puedo ser yo misma, hablar de muchos temas, besarte no me incomoda, adoro que me abraces, amo la atención y los detalles que tienes hacia mi, pero ambos nos engañamos queriendo ver esto como una relación formal, te amo, si, pero no te amo lo suficiente como para ser tu novia, lamento haber jugado contigo de esta manera, no te merecías algo así, mereces algo mejor, a alguien mejor— se sigue abriendo a sus verdaderos sentimientos la catalana, sin despegar su vista del ojiazul, él cual posó su mano en la mejilla de la pelirroja y la acaricia con cuidado y cierta sutileza, tenía una mirada nostálgica, sabía a donde llegaría esta conversación, se estaba adaptando a alguien más, a ella, pero ahora ya no más, Madeline había dejado demasiado claros sus sentimientos.
—Adoro pasar mis horas contigo, adicto me volví a tus labios y a tu hermoso color de cabello, me aprendí de memoria todos tus gustos, tus ojos es en lo último que pienso antes de dormir, tus manos son como pétalos de rosas cuando me tocas o abrazas, pero también se que no es lo suficiente para tenerte, para decir que eres mía y yo decir que soy tuyo, también te amo, pero no para formar algo tan serio, ambos aunque nos cueste admitirlo nos han roto anteriormente como para dejar que el amor haga de las suyas con nosotros, lamento también pensar tan rápido en un futuro contigo sin siquiera preguntarte si estabas de acuerdo conmigo— ahora es él quien confiesa que todo a sido un tema de sentirse físicamente atraídos el uno hacia el otro, y eso no es suficiente para amarse de verdad e intentar algo de verdad.
—No es algo de amor verdadero, ¿verdad? —dijo Logan, buscando confirmación en sus ojos.
—No, no lo es —respondió Maddie, sonriendo con tristeza.
—¿Seguiremos hablando y pasando el rato juntos?— pregunta con esperanzas el americano, no quería perderla del todo.
—Te prometo que si, seguiremos en contacto— le asegura ahora la pelirroja.
Ambos decidieron quedarse como amigos, buenos amigos. Sin embargo, Logan le pidió un favor.
—Por cierto......, te lo diré sin más, porque no se ni como pedirlo, pero por favor, necesito que finjas ser mi novia enfrente de Rochel para que ella se aleje de mí —dijo, con un tono suplicante. Maddie se lo pensó por un momento, pero luego asintió.
—Está bien, con gusto te ayudaré.— responde convencida aunque todo lo que pasó este jueves estaba siendo mucho para su cabeza.
Después de hablar de muchos temas, escuchar música y recostarse en la pequeña cama de Logan, la puerta del motorhome sonó. Maddie se levantó sin ponerse los zapatos y fue a abrir. Era Oscar, quien le extendió una sonrisa habitual en él.
—Madds, es hora de irnos al hotel— le informa con una mirada algo apenada con Logan, seguro y llegó en un mal momento.
—Entiendo —dijo ella, asintiendo.
Se despidió de Logan con un abrazo, prometiéndole que todo saldría bien.
Maddie y Oscar caminaban hacia la salida del paddock, el crepúsculo bañando el lugar con tonos cálidos. Oscar le comentaba sobre su ajetreado jueves de entrevistas y algunas actividades con el equipo, pero Maddie, con la mente en otra parte, respondía de manera cortante.
—Solo quiero ir al hotel y dormir —dijo, claramente afectada por su reciente conversación con Logan. Aunque iban a fingir ser una pareja, ambos habían dejado en claro que no tenían intenciones de serlo realmente. Aunque para ella sonase raro, estaba viviendo un pequeño duelo. Oscar, notando el cambio en el estado de ánimo de Maddie, no dudó en preocuparse con ella.
—¿Estás bien, linda? ¿Pasó algo con Logan?— inquiere con cierta preocupación.
—Solo estoy cansada. Con Logan todo está bien —respondió Maddie, tratando de sonar convincente. Oscar aunque dudó dejo pasarlo.
—¿Te parece ir a cenar a un restaurante cerca del hotel? Podría hacerte bien.— le extiende la invitación que estuvo planeando hace horas, quería pasar un buen rato con ella, era lo único que a él le haría sentir bien.
—Está bien, de igual manera tengo hambre —aceptó ella sin dudarlo, buscando una distracción.
El camino en coche hacia el restaurante fue silencioso, con solo la música llenando el ambiente para evitar que el silencio se volviera incómodo. Finalmente, llegaron al restaurante, tomaron una mesa y pidieron su comida. Maddie se quedó viendo al gran ventanal, sumida en sus pensamientos, cuando un recuerdo del día de su divorcio surgió en su mente. Antes de que pudiera profundizar en el dolor de ese recuerdo, Oscar tomó su mano.
—¿Todo está bien?— inquiere dejando notar que su preocupación hacia ella persiste.
—Sí, solo tengo muchas cosas en la cabeza.— le asegura para suspirar al final y ascender con la cabeza para demostrar que no era tan tan grave lo que ella sentía.
—Te entiendo —dijo Oscar, apretando suavemente su mano—. Mañana por la tarde podríamos visitar algunos lugares interesantes. ¿Te gusta la idea?— le recuerda de cierta manera la salida que ella aceptó cuando ambos se bajaron del avión.
—Sí, me gusta la idea.— acepta la pelirroja sorprendentemente forzando una sonrisa para el Australiano.
La comida llegó, y mientras ambos empezaban a comer, Maddie no pudo contener más sus emociones. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, deslizando silenciosamente por sus mejillas. Oscar, sorprendido y preocupado, se inclinó hacia ella.
—Hey, Maddie, está bien. Estoy aquí contigo —dijo, tratando de consolarla.
—Es solo que... —sollozó Maddie—. Estoy procesando muchas situaciones— decide expresar, la realidad también era que estaba llegando a la fecha cuando vivió su divorcio y eso para ella era jodido a pesar de trabajarlo con una profesional.
Oscar se levantó de su asiento y se sentó a su lado, abrazándola suavemente.
—Vamos a terminar de cenar, y luego podemos ir a descansar. Mañana será un nuevo día.— le calma mientras le extiende una sonrisa que transmitió paz a la española.
Maddie asintió, tratando de calmarse. Terminaron su comida en un ambiente más tranquilo, con Oscar asegurándose de que Maddie estuviera bien. Luego, se dirigieron al hotel. Oscar la acompañó hasta la puerta de su habitación.
—Déjame quedarme contigo para que no te sientas sola —sugirió él.
Maddie negó con la cabeza, agradecida pero firme.
—Necesito estar sola, Oscar. Gracias por todo.— responde segura de que tenía que desahogarse ella sola, como siempre lo había echo.
—Lo comprendo —dijo él, con una sonrisa tierna—. Si necesitas algo, estaré en mi habitación. Buenas noches, Maddie.— le extiende su ayuda y se despide con una mirada pacifica.
—Buenas noches, Oscar —respondió ella, entrando en su habitación mientras Oscar se dirigía a la suya.
Maddie se dejó caer en la cama, exhausta emocionalmente. Sabía que tenía mucho que procesar, pero también sabía que tenía amigos que la apoyarían en cada paso del camino.
Continuará.......................................
omggggg, ni yo me lo esperaba jajaja.
seguimos con el dramaaaaaaaa.
POR CIERTOOOOO. COMO SABEMOS, EL DOMINGO OSCAR GANÓ EL GP DE HUNGRÍA POR LO TANTO, LES DOY ESTE MARATÓN COMO REGALITOOOO. AUNQUE SE SABE QUE ES REGALO ATRASADO JEJE, PERO NO EH TENIDO INTERNET HASTA HOY, UNA DISCULPA.
SIN MÁSSSSSS.
LAS AMOOOOO, NOS LEEMOS PRONTOOOOOOOOOOOOOO.
XX ALI <3
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