Para no quedarse dormida, Hazel se tomó una taza de café con leche muy cargado. Tessa y Artemis sospechaban que algo pasaba con Hazel, porque Hazel no tomaba café tan tarde. 

⎯Algo está pasando, Hazel ⎯dijo Tessa cuando Hazel, ella y Artemis estuvieron solas. 

⎯Y no nos puedes mentir ⎯siguió Artemis cruzándose de brazos. 

Hazel las miró debatiéndose si debía contarles a sus amigas su plan. No estaba muy segura sobre si ellas la iban a entender. Finalemente suspiró escogiendo la mejor opción: contarles la verdad. 

⎯Hablemos en otra parte ⎯contestó mirando a ambos lados⎯. Nadie nos puede escuchar. 

Artemis y Tessa compartieron una mirada alzando una ceja. 

⎯Vamos ⎯dijo Tessa, y las tres salieron del Gran Comedor. Estuvieron caminando un rato hasta que encontraron un lugar vacío y tranquilo⎯. Okey, ya estamos lejos, ¿qué te está pasando Hazel? 

⎯¿Recuerdan lo que dijo Draco sobre la trampa a mi hermano y su amiguito? ⎯preguntó Hazel. 

⎯Claro, no me parece una idea muy inteligente, pero no me molesta ⎯contestó Artemis. 

⎯Ya. Esta noche voy a evitar que los atrapen ⎯confesó Hazel finalmente. Las expresiones de Artemis y Tessa expresaban muy bien la sorpresa que sentían en ese momento⎯. Sé lo que están pensando y déjenme explicarles. Sí, mi hermano no me cae bien, me parece una persona muy insoportable y que tiene muy mal gusto para hacer amigos. Pero sigue siendo mi hermano, y sé que si lo atrapan, corre riesgo de ser expulsado de Hogwarts. Y como ya lo he dicho, lo odio, pero no quiero que lo expulsen. Lo que me sorprende es que tú no quieras detener a Draco, Tessa. Pensé que querías a tu hermano. 

⎯Sí lo quiero, pero si él se quiere meter en problemas eso ya no es culpa mía ⎯se explicó Tessa, teniendo un punto⎯. ¿O se les olvida que fue él el que metió a tu hermano en este problema? 

Eso fue lo último que se habló de ese tema. Hazel hizo prometer a Artemis y Tessa que no le dirían nada a nadie. 

Cuando fue media noche, Hazel hizo lo posible para que nadie la viera salir de la sala común. Por suerte, pudo llegar, justo para escuchar a Weasley hablar: 

⎯Se están retrasando, tal vez se han acobardado, sobre todo tu hermana, Harry. 

Hazel decidió acercarse. 

⎯¿Disculpa?

⎯Ah, viniste, ¿dónde está tu amiguito Malfoy? ⎯se burló Weasley. 

Hazel rodó los ojos preguntándose que estaba pensando al meterse en el plan de Draco. Sobre todo cuando vio que también estaban Granger y Longbottom. 

⎯Vine a avisarles que tienen que irse ⎯dijo Hazel finalmente⎯. Esto es... 

Hazel fue interrumpida por otra voz. 

⎯Olfatea por ahí, mi tesoro. Pueden estar escondidos en un rincón. 

Era Filch.

⎯Mierda ⎯susurró Hazel. 

⎯Tienen que estar en algún lado ⎯lo oyeron murmurar⎯. Probablemente se han escondido. 

⎯¡Por aquí! ⎯señaló Hazel de inmediato, pensando con rapidez un plan de escape. Los demás dudaron antes de hacerle caso y seguirla. Podían oír los pasos de Filch acercándose y Hazel tuvo que empezar a contar hasta 1000 para no golpear a Longbottom y Wealsey por hacer el ruido suficiente para despertar a todo el castillo⎯. Idiotas. 

⎯¡CORRAN! 

Los cinco se lanzaron por la galería, sin detenerse a ver si Filch los seguía. Se metieron a travez de un tapiz y llegaron a un pasadizo oculto. Hazel estaba tan fascinada que casi se le olvida en la situación que estaba y lo cansada que estaba de correr. 

⎯Creo que lo hemos despistado ⎯dijo Harry. 

⎯Te... lo... dije ⎯dijo Granger⎯. Te... lo... dije. 

⎯Ti li diji ⎯se burló Hazel cruelmente⎯. Ti li diji. No te metas, Granger. 

⎯Tenemos que regresar a la torre de Gryffindor ⎯dijo Weasley⎯. Y tú tienes que irte a tu nido de víboras. 

⎯Malfoy te engañó ⎯le dijo Granger a Harry como si ya no fuera obvio⎯. Te has dado cuenta, ¿no? Y ella lo sabía. 

Y señaló a Hazel con el dedo. 

⎯Es de mala educación apuntar, Granger ⎯espetó la rubia de mal humor⎯. Además, yo vine a avisarles que era una trampa. Sólo que no llegué a tiempo. 

⎯No te creo nada ⎯dijo Granger en tono despectivo. 

⎯No me importa si no me crees, Granger ⎯dijo Hazel⎯. Sinceramente, no me importa si ninguno de ustedes me cree, manga de... 

Hazel fue interrumpida por alguien que salía de un aula que estaba frente a ellos. Era Peeves. Hazel se mantuvo al margen, sabiendo que no era una gran idea meterse con Peeves. 

⎯Cállate, Peeves, por favor... Nos vas a delatar. 

Peeves cacareó. 

⎯¿Vagabundeando a medianoche, novatos? No, no, no. Malitos, malitos, los van a agarrar del cuello. 

⎯No, si no nos delatas, Peeves, por favor. 

⎯Debo decírselo a Filch, debo hacerlo ⎯dijo Peeves⎯. Es por su bien, ya lo saben. 

⎯Quítate de en medio ⎯dijo Weasley con un tono que Hazel entendió lo que pasó después. 

⎯¡ALUMNOS FUERA DE LA CAMA! ⎯gritó Peeves, mientras. Hazel gritaba "imbécil"⎯. ¡ALUMNOS FUERA DE LA CAMA, EN EL PASILLO DE LOS ENCANTAMIENTOS! 

⎯¡Estamos listos! ⎯gimió Weasley mientras intentaba abrir la puerta que estaba frente a ellos que estaba claramente cerrada. 

Hazel iba a intervenir, pero Granger fue más rápida y abrió la puerta de un sólo hechizo. 

⎯Es toda tu culpa, Weasley ⎯espetó Hazel mientras entraban sin ver que había en ese salón⎯. Si no hubieses actuado de impulso, pero, ¿qué puedo esperar de un Gryffindor? Todo lo hacen por impulso. En cambio nosotros los de Slytherin sabemos usar la cabeza. 

⎯¡Suéltame, Neville! 

La voz de Harry sacó a Hazel de sus insultos y se dio cuenta porque Longbottom estaba haciendo ruiditos raros. Frente a ellos estaba un perro de tres cabezas. Con sus seis ojos puestos en ellos, sus tres hocicos con saliva goteando y sus tres narices olfateando el aire. 

Hazel no lo pensó dos veces antes de abrir la puerta que estaba detrás de ella y sin importarle si los demás habían salido, corrió y de suerte logró llegar a la sala común de Slytherin sin que nadie la viera. 

Pero cuando entró a la habitación, Artemis y Tessa la esperaban, las dos con los brazos cruzados, y Hazel supo que tenía que darles una explicación de lo que había pasado.