Capítulo Especial
Avisos:
Capítulo con lemon, o al menos eso he intentado.
Si alguien quiere escuchar con Yoongi y Hoseok la música que Hoseok pondrá en el capítulo, solo tenéis que clicar en multimedia.
.
.
.
.
Capítulo Especial
(Narración en primera persona : Min Yoongi.)
Cuando desperté las gotas de lluvia todavía bailaban sobre las ventanas de nuestra habitación y la luz oscura de las mañanas invernales me hacía querer permanecer el día entero dormitando abrazado a Hoseok. Pase mi mano por su pecho sintiendo la cálida sensación de su piel y deje un beso sobre su mandíbula notando como comenzaba a despertar.
Los amaneceres de Hoseok eran tranquilos, sus párpados se movían con pereza y antes de pestañear siempre dejaba escapar de sus labios un suspiro mañanero. Entonces llegaba mi parte favorita, su abrazo de oso. Uno de esos abrazos que me atrapaban sin dejarme mover ni una sola parte de mi cuerpo.
Sonreí notando como se acomodada en la cama y a mí con él, sus brazos sujetos a mi cintura mientras que sus piernas se envolvían con las mías y mi frente terminaba escondida en el hueco de su cuello. Realmente me gustaba despertar a su lado, incluso con los días grises que solo me invitaban a dormir. Vivir con Hoseok se había convertido en mi mejor razón para sonreír a diario. Realmente lo quería. De hecho, lo amaba.
—Buenos días Hobi - susurré aún con una de mis manos acariciando su pecho.
Hoseok dejó sobresalir de su boca un sonido perezoso que me invitó a reír al instante antes de escalar entre sus brazos hasta quedarme frente contra frente con él. Lo observe sonreirme de vuelta por lo que al instante aproveché mi turno de mimos para pasar mis brazos sobre sus, levemente musculados, hombros.
—Buenos días pequeño - su voz todavía era ronca y eso sin duda me encantaba. Hoseok ya debería saber después de tanto tiempo que cosas tan sencillas como esa me volvían completamente loco.
—No quiero ir a trabajar hoy - note como los ojos de Hoseok se dirigían hacia la ventana de nuestra habitación y luego una sonrisa complaciente se posó en su rostro.
—Podemos tomarnos el día libre hoy, es Navidad al fin y al cabo. Enviaré un mensaje a Jin para que se vaya a casa con Namjoon.
Una vez más sonreí. Era Navidad, cierto, y yo estaba realmente feliz por poder pasar ese día con mi familia. Jungkook había aceptado unirse a nosotros después de dos años en los que sólo lo veíamos en contadas ocasiones, todo me emocionaba acerca de hoy. Pasar estas fechas con mi hermano ahora que tenía estabilidad sería grandioso.
Sabía que además de todo lo hogareño, Hoseok estaba preparando un gran y perfectamente superficial regalo para mí. Uno de esos que tanto me gustaban.
—¿Cuándo tendré mi regalo Hoseok?
Mi pareja soltó una carcajada, sabía que haría esa pregunta. Él siempre se adelantaba a mí y me gustaba pensar que eso era debido a lo bien que me conocía. La única persona en el mundo que realmente podría llegar a saber tanto de alguien como yo sin forzar la información. Jung Hoseok se esforzó en conocerme desde el primer momento.
—Vamos a ducharnos, tendrás el regalo después de la cena de esta noche.
—¿Es grande y lujoso? - pregunte emocionado sentandome sobre la cama cuando Hoseok se levantó.
Sólo llevaba los pantalones flojos de pijama puestos y a pesar de las muchas veces que lo había visto desnudo, todavía seguía babeando como un adolescente. La culpa era de sus brazos y su torso, Hoseok no era excesivamente musculoso pero tenía esa uve en su cintura que predecía el placer que podía proporcionar cada vez que se quitaba la ropa, también mantenía en forma sus humildes abdominales y después estaban sus brazos venosos rematando en esas manos grandes decoradas por anillos de plata. Adoraba esas manos.
—Será grande y lujoso Yoongi, lo prometo. Ahora deja de mirarme y ven a ducharte conmigo. Apuesto a que quieres aprovecharme antes de que Tae se despierte.
Sus palabras fueron suficientes para sacarme de la cama, deje caer las arrugadas sábanas de seda negra por encima del edredón y prácticamente salte ágilmente sobre la espalda de Hoseok, quien se aseguró de sujetar mis piernas antes de caminar hacia el baño. Aproveche de nuevo para posar mis brazos sobre sus hombros mientras me llevaba a caballito y llene su cuello y mandíbula de suaves besos cariñosos.
—¿Ducha o baño? - preguntó dejándome en el suelo mientras ponía algo de música en el altavoz.
—La ducha siempre es más fácil y efectiva - Hoseok sonrió entendiendo a lo que me refería y me ayudo a librarme de su camisa. Siempre robaba sus camisas de pijama, por algún motivo me gustaba llevar su ropa - ¿Qué opinas tú?
—La ducha ciertamente es más práctica para lo que solemos hacer en este tipo de momentos.
Sonreí y corrí hacia la gran ducha mientras mi pareja acababa de decidirse por una canción. Observe a través de la mampara de cristal como se desvestía.
—Travieso. Ni siquiera llevas boxers debajo de eso.
Hoseok se revolvió el cabello negro echándolo hacia atrás, se miró por unos segundos en el espejo y posó la mano en su barbilla para tocar la leve barba de dos días antes de caminar hasta donde yo estaba. Realmente hacía latir con fuerza mi corazón con gestos tan sencillos como ese, simplemente me parecía atractivo todo lo que hacía. Su piel morena, su cabello negro, sus labios atrayentes… Todo.
—Tú tampoco llevabas boxers, has pasado la noche rozandote contra mi como un perro en celo.
Tan pronto como me levantó en el aire enrolle mis piernas en su cintura. Y… ¿ya lo adivinas? De nuevo mis brazos descansaron sobre sus hombros antes de lograr besarlo con intensidad. Hoseok siempre había tenido esa cosa acerca de ser el único hombre de mi vida, me agradaba que sus labios fuesen tan duros y controladores sobre mí porque de una forma u otra siempre acababa poniéndome duro.
Sentí sus manos bajando por mi espalda y me apegue más a él notando como el agua cálida de la ducha comenzaba a mojar nuestros cuerpos.
—Todavía estás dilatado - note los dedos de Hoseok acariciar mi entrada antes de comenzar un juego de lentas pent raciones y me arquee contra su torso. Nuestras cinturas chocando y nuestros penes rozandose en una adictiva fricción. Ambos estábamos duros con tan sólo un beso como preliminares.
Hoseok podía jugar conmigo cuanto quisiera. Un dedo lentamente, luego dos, incluso tres y el ritmo se hizó más rápido hasta hacerme gimotear necesitado. De nuevo dos dedos, no necesitaba ser dilatado tras nuestra sesión de sexo de la noche anterior pero a él le gustaba torturarme. Movió sus dedos imitando el movimiento de unas tijeras para después sacarlos. Proteste cuando me hizo quedarme de pie sobre la ducha.
—¿Por qué me bajas? - proteste con un puchero digno de un niño pequeño.
Hoseok volvió a sonreír antes de tomar uno de nuestros juguetes de la repisa de la ducha y yo simplemente sonreí agradecido. Amaba esa mierda.
Me dió la vuelta y mis manos se posaron sobre la mampara de cristal. Agradecía mentalmente que Hoseok hubiese insonorizado nuestro baño y habitación, los trabajadores realmente lo miraron extrañados cuando mencionó que insonorizasen el baño pero la habitación de Taehyung está cerca y ninguno de los dos pretendíamos tener sexo silencioso en nuestra propia casa solo por ese mocoso.
Percibí como abría mis nalgas con sus manos y después su lengua se colaba en mi entrada poniéndome incluso más duro si era posible. Tras unos minutos note como Hoseok me ponía el dildo, eche mi trasero hacia atrás encantado con la sensación mientras lo notaba sonreír con la bonita imagen. Mierda, realmente me había convertido en un sucio maricón. Y eso me flipaba. Simplemente me encantaba esto.
Suspire necesitado notando como Hoseok seguía jugueteando en mi trasero con el dildo y eche mi cabeza hacia delante, mi frente estaba ahora posada también sobre el cristal de la mampara del baño y las piernas me temblaban cada vez que mi pareja hacía más fuertes y rápidas las estocadas con el juguete sexual.
—Nunca pensé que podría divertirme tanto así, deja que consiga tu anillo.
Quise negar pero no pude, antes de que lograse decir nada Hoseok ya estaba colocandome el maldito anillo para el pene que me impediría correrme y me volvería un completo loco sumiso. Más aún de lo que lo suelo ser generalmente si se trata de él. Y de nuevo el juguete golpeando mi próstata mientras mi erección se hinchaba debido al anillo. Podía sentir la cabeza de mi pene contra el cristal torturandome también.
—Debiste habérmelo puesto cuando aún no estaba erecto - proteste notando la presión.
—¿Acaso te disgusta? - negué - Agradece que decidí poner todo esto en el baño, de lo contrario tendría que salir y entrar constantemente y alargaría tu sufrimiento.
—Ya lo estás haciendo, por eso me has puesto el anillo - bufé. A quién quería engañar, me gustaba jugar a este tipo de cosas con Hoseok.
Hoseok sonrió y pasó las manos por mi cuerpo, el dildo seguía plenamente en mi interior y yo casi estaba gritando por algo de atención en mi necesitado glande. Por suerte mi pareja me conocía bien y su toque no tardó en llegar para calmarme. Mierda, mierda. Me estaba perdiendo a mi mismo. Él conocía incluso las partes de mi cuerpo más sensibles.
Fueron varios minutos en los que Hoseok acarició mi glande con lentitud, ni siquiera podría decir si me estaba calmando o encendiendo todavía más. Fuese como fuese nuestro pequeño cajón del baño estaba repleto de juguetes y yo sabía que este no sería el final.
—¿Qué opinas de un vibrador ahora Yoonie? - de nuevo las manos de Hoseok recorrieron mi cuerpo marcando especialmente mis caderas cuando sus dedos apretaron sobre la piel de estas. Entonces llegó una fuerte nalgada que me hizo volver a temblar.
Me limité a asentir sin respiración. Podría dejarle hacer cualquier cosa en ese preciso instante.
—Contesta. Ahora. - otra nalgada. No dije nada - Dije ahora. - y otra.
—S.. Sí. Vibrador. - una nalgada más y yo seguía temblando encantado con la voz autoritaria que mi pareja mostraba. Seguía ronco por el reciente despertar.
Note como Hoseok deslizaba el dildo fuera de mi entrada para sustituirlo por un vibrador. En cuanto esté comenzó a moverse en mi interior gemí con fuerza.
—¿Más potencia cariño?
¿Estaba bromeando? Sabía que por supuesto quería más. La espera era algo que sin duda formaba parte del juego.
—Yoongi, contesta.
—Sí.
—¿Sí, qué? - dejó escapar una carcajada de su boca.
—Mierda Hoseok, más potencia.
Una nueva nalgada antes de obtener más potencia casi logra que me derrita ahí mismo. Entonces de nuevo subió la potencia y me tuve que dejar caer de rodillas en el baño, mis piernas realmente no lo soportaban. El placer era todo lo que notaba.
Hoseok se encargó de girarme y yo supe lo que mi chico necesitaba. Tomé con una de mis manos su erección y abrí la boca ayudándole a colocarse. Entonces simplemente dejé que moviese sus caderas mientras jugaba variando la velocidad de mi vibrador con ese maldito mando que llevaba en la mano. A veces me sentía egoísta, para él era mucho más importante mi placer que el suyo. Se preocupaba demasiado por nunca ser poco para mí, a estas alturas debería saber que es incluso más de lo que merezco y no sólo en el sexo. En todos los aspectos de nuestras vidas.
—Yoongi - oírlo gemir fue un regalo para mis oídos. Llevé mis manos hasta sus testículos y los acaricie mientras seguía penetrando mi boca.
A esas alturas mi erección estaba tan hinchada y necesitada de correrse que simplemente tuve que apartar a Hoseok para poder gritar un gemido en condiciones. Sus fuertes brazos me levantaron, pensé que llegaría el momento de tenerlo en mi interior pero en lugar de eso comencé a recibir besos en el cuello sobre los tatuajes. La tortura más placentera que jamás nadie pueda tener estaba sucediendo.
—Hobi - tire de su cabello excitado cuando los besos bajaron hasta mis pezones.
—Mierda Yoongi eres perfecto - lo escuche comentar en bajo.
Él también lo era. Mierda, él era increíble.
Fue casi una hora de tortura hasta que Hoseok dejó de besarme y se deshizo del vibrador para estrellarme contra la pared de la ducha y empezar un placentero vaivén de penetraciones. El anillo me hacía sentirme, en contra de lo que muchos podrían pensar, realmente bien. Era un estúpido masoquista al excitarme tanto por el hecho de saber que Hobi controlaría cuando podía o no podía correrme.
—Ahora - susurro en mi oído.
Un minuto después después de que lo dijera yo ya estaba derritiéndome en gemidos y semen entre sus brazos.
—Te quiero Hoseoki. - y mis brazos de nuevo sobre sus hombros. Realmente me gustaba esa posición en la que nuestras frentes siempre se posaban la una sobre la otra.
—Y yo a ti precioso.
Ninguno de los dos sabíamos lo que ocurriría en nuestras vidas más adelante pero teníamos claro que sin duda lograríamos mantenernos juntos hasta el último aliento.
---------------------
Solo deciros que Yoongi habla de la cena de Navidad con Jungkook en este capítulo, con esta cena se iniciará The Dancer (Vkook) que como ya sabréis estrenaré el día 25 de Diciembre.
Espero que os haya gustado mi intento de lemon 🍋
Un beso, Mel 😘
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top