Capítulo 39
"La herida es cada vez más y más profunda. Es como un vaso de cristal roto e irreversible. Mi corazón duele cada día más. Una persona tan frágil como tú tuvo que pagar por mis pecados."
—Stigma ( V )
-Duele. - Jungkook clavó su mirada en Taehyung cuando este protestó por el dolor. El sofá estaba manchado de sangre y la herida de su cabeza parecía grave. - He sido bueno pero duele. - el susurro desgarrado del jinete indicó que este había entrado de nuevo en uno de sus ataques de pánico. - No me castigues, limpiaré lo que he manchado...
Jungkook solo pudo fruncir el ceño y tragar saliva ante las palabras del chico ante sus ojos mientras una de sus manos tomaba con cuidado la de este. Taehyung realmente parecía completamente frágil y asustado en ese instante. Desearía poder hacer más que simplemente sostenerlo, pero lo cierto es que él también estaba asustado. El pequeño de los Min no había dejado de temblar ni un poco desde el instante en el que se topó con la imagen del hermano de Hoseok completamente ensangrentado en los establos de los Jung.
-TaeTae, mírame. - la mano del hermano de Yoongi se posó sobre la mejilla del chico. - Soy Jungkook, nadie te va a castigar por nada. No has hecho nada malo y por supuesto que has sido bueno, siempre lo eres.
-Mamá se enfadará. - el llanto había llegado a sus ojos y Jungkook ni siquiera sabía qué hacer para detener esas saladas lágrimas que recorrían sin descanso las suaves mejillas del hermano de Hoseok.
-Entonces yo la echaré, nadie va a enfadarse contigo. ¿Okay?
-Okay... - el susurro de Taehyung fue inseguro pero de alguna manera sus nervios parecieron calmarse levemente.
Cuando Yoongi llegó a la mansión los médicos ya estaban situados en la entrada de la casa preparando una camilla para Taehyung, quien se negaba a dejar ir la mano de Jungkook y apretaba sus dedos alrededor de la muñeca de este.
En ese momento tomó una nueva decisión equivocada, no avisaría a Jung Hoseok porque temía la respuesta de este. Así que simplemente se subió a la ambulancia con los dos muchachos mientras en el interior de su cabeza multitud de pensamientos e ideas parecían pelearse afectando a sus emociones. Estaba asustado, ansioso y perdido. Sin saber qué hacer para poder mantener bien al hermano de su marido.
Sabía que tenía que llamar a Hoseok. No dejaba de repetírselo a sí mismo.
Debería llamarlo. Incluso si temía su respuesta. Debería...
-Vas bien, respira. - dijo con tranquilidad fingida cuando Tae comenzó a gimotear dolorosamente. - Estamos aquí contigo. En unos minutos el médico te verá y curará esa herida tuya del modo adecuado. No es nada Tae, solo una pequeña cicatriz de guerra sin importancia.
-Quiero a Hoseok. - pidió el pequeño de los Jung entre lágrimas.
El chico de los tatuajes suspiró y se negó, incluso Jungkook había comenzado a insistir para realizar una llamada al magnate. Su hermano no dejaba de intentarlo, pues quizás Hoseok era el único que podría calmar a Tae de la forma adecuada, pero Yoongi sencillamente continuaba negando con su cabeza ante las peticiones de las dos personas ante él. Le daba igual eso, no quería perder su dinero por una tontería como esa o puede que... Tal vez no quería decepcionar a la única persona que le había dado un buen lugar en el mundo y le proporcionaba algo de confianza. Con un poco de suerte Taehyung quizás estuviera exagerando todo, por lo que no se arriesgaría a ser regañado en consecuencia de una falsa alarma. No quería. Él de verás sabía que estaba haciendo las cosas mal y aún así la idea de una expresión de enfado o decepción en las facciones de su marido superaba cualquier resquicio de responsabilidad que pudiese tener.
Observó al hermano de Hoseok durante unos instantes, su corazón dolía por negarse así a un deseo tan simple. Más tarde quizás su opinión cambiase pero sin un veredicto del médico no permitiría esa llamada. Tae estaba excesivamente nervioso, lo mismo ocurría con Jungkook... Ambos necesitaban una estabilidad que les permitiese entender que solo era un golpe y un poco de sangre, que todo estaba bien.
Una cicatriz. Yoongi tenía muchas de esas y nunca había soltado lágrimas por ellas tras la perdida de sus padres. A veces el alma podía llegar a ser desgarrada con más fuerza que la piel.
-No es para tanto. - el mayor de los Min forzó una sonrisa. - Podría haber sido peor, unos puntos y para casa. Llamarás a Hoseok en cuanto el médico nos diga algo. Si lo llamamos ahora se preocupara para nada y se enfadará conmigo por no haber prestado atención.
-No, que no se enfade. - Jungkook le lanzó una mirada de advertencia a su hermano. -Sigue en medio de un ataque de pánico, no lo amenaces con Hoseok enfadado. - explicó finalmente Jungkook acariciando lentamente el brazo de Taehyung. - Nadie se va a enfadar, te lo he prometido y lo cumpliré Tae.
Yoongi asintió llevándose las manos al cabello para revolverlo. Estaba realmente nervioso, incluso si quería mantener la calma o fingir que el dinero era lo que más le importaba. Ver al hermano de su marido bañado en sangre era horrible, pero lo era todavía más cuando recordaba que le había prometido a Hoseok cuidar de este sobre todas las cosas. El accidente ocurrió mientras se follaba a una chica, eso lo destrozaba. Su conciencia se estaba volviendo loca con cada ramalazo de pensamientos que lo golpeaban.
Porque había estado follando. No había ido a encontrarse con el amor de su vida, no. Nada de eso. Había sido frío sin importar el placer.
-Lo siento. - dijo finalmente. - Hoseok no va a enfadarse contigo, él te adora Taehyung. Solo se preocupará y eso es lo que trató de evitar. Si va a enfadarse con alguien es conmigo únicamente. No es tu culpa nada de esto.
A pesar de la sinceridad de sus palabras estas pronto quedaron en el aire cuando la ambulancia llegó al parking del hospital. Yoongi sentía las ganas de llorar acumulándose en su garganta hasta hacerlo sentir que ni una sola palabra podría salir de su boca.
Después de tantos años e infinidad de cicatrices, de repente sentía la necesidad de dejarse llevar y llorar.
Yoongi jugueteaba con su teléfono en la sala de espera del hospital mientras que los médicos se ocupaban de Taehyung. La herida había sido grave pero por suerte no en exceso, todo lo que necesitaba eran varios puntos y reposo. Aún así la tranquilidad no se instalaba todavía en su cuerpo.
Las manos le temblaban, se había comenzado a hacer sangre en los dedos por la insistencia con la que estaba mordiéndose las uñas. Debido al frío y a que su pantalón permanecía mojado, en consecuencia de la lluvia que se derramaba en el exterior, las piernas habían comenzado a dolerle... Se encontraba tan sumamente mal ante lo que había ocurrido que las lágrimas pronto llegaron a sus ojos haciéndolo entrar en un bucle de llanto imparable. Muchas cosas se acumulaban y cada una de estas empujaba con más fuerza la sensación de ansiedad en su pecho.
Seguía solo en esa sala de espera una hora después, con el cuerpo frío y la mente enferma de ideas negativas. Hoseok iba a romper el contrato después de eso, estaba seguro.
-Yoongi. - la voz de Jungkook llegó hasta sus oídos entre el cúmulo de autocastigo. - He llamado a Hoseok, mañana estará aquí. No le he dicho que estabas divirtiéndote cuando pasó, no es tu culpa que uno de los caballos se descontrolase.
En un primer instante su estímulo fue el de acercarse a Jungkook y golpearlo por haber desobedecido sus órdenes. Pero no lo hizo. Entendía sin problemas que Taehyung tuviese la necesidad de comunicarse con su hermano para contarle lo ocurrido, sin duda Kook había tomado la decisión inteligente esa noche. Esa que él no fue capaz de llevar a cabo como debería haber hecho.
-¿Taehyung ha podido hablar con él? - preguntó con la cabeza gacha.
-Sí, ahora está más tranquilo. La voz de Hoseok lo trajo de vuelta a la realidad en un instante.
-Todo esto se acabará por mi culpa, voy a perder ese contrato cuando se entere de que estaba en un bar mientras su hermano esperaba una ambulancia. Me pidió que lo cuidase, sabes lo sobreprotector que es con él.
Jungkook asintió tomando asiento a un lado de Yoongi, pasó su brazo alrededor de los hombros de este y sonrió muy levemente instándole a relajarse un poco. Taehyung estaba bien, era un chico fuerte. Lo que había hecho de la situación algo grave fue su ataque de pánico y ahora estaba solucionado, al igual que la herida de su cabeza. Le dolía, pero no tanto como para volverse loco.
-Tenías razón en algo. - confesó Jungkook mirando a su hermano. - Si no hubiésemos esperado hasta saber la gravedad de su herida, habríamos asustado a Hoseok por algo absurdo. Aún así ha decidido volver antes para comprobar el estado de su hermano. Mañana llegará.
El corazón de Yoongi vibró con fuerza, estaba dividido entre la alegría de que su marido regresara antes de tiempo y el miedo a explicar porque no había ayudado de inmediato a Taehyung. No quería decirle que estaba fuera de casa pero sabía que Hoseok lo preguntaría. Como siempre lo hacía el magnate.
-Realmente vamos a perder nuestro dinero. - dijo exasperado, volviendo a llevarse las manos al cabello.
Jungkook lo frenó al instante.
-Si sigues haciendo eso, te quedarás calvo. Si perdemos el dinero podemos volver a vivir como siempre. Preocúpate mejor por tu corazón, quizás salga dañado si Hoseok nos echa a la calle como los perros que siempre hemos sido.
El chico de los tatuajes tragó saliva, eso era cierto. Siempre habían sido perros callejeros, sin ningún tipo de confianza en el ser humano. Eran el juego de familia preferido de un chico rico y Hoseok podría simplemente abandonarlos en las calles de nuevo, sin que tuvieran derecho a protestar. Pues desde el inicio se les aviso que eso era un pasatiempo, que Jung quería un chico malo para divertirse de una forma diferente a la que los muchachos de su entorno le proporcionaban.
Yoongi y Jungkook, los dos habían caído en el hechizo que los hermanos Jung extendieron. Después de tanto tiempo en un hogar caliente, la calle simulaba ser demasiado fría para vivir.
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