❋Blossing Rose❋


[ღFlorecimiento de la Rosa ღ]

Aún tiene doce años y cree que está perdiendo a sus mejores amigos.

Sonic, Knuckles y Tails tienen aventuras, aventuras a las que ya no la invitan. Ella trata de volver a ser incluida, pero siempre deja que su estúpida obsesión por Sonic se sobreponga a todo y todos. Y promete, incluso jura, que será la última vez que lo haga. Pero miente, y ellos solo se decepcionan de ella cada vez más.

Al parecer Sonic no es el único que rompe promesas.

Ella no es la misma Amy, sus amigos lo saben y por eso mismo la extrañan. La quieren (y nunca dejarán de hacerlo) pero su "amor" por Sonic nubla demasiado su juicio y ese nuevo comportamiento les asusta.

Golpes, insultos y amenazas. 

Todo con el fin de encontrarlo. Les duele cuando ella los trata así y también les duele alejarse, mas saben que es lo mejor para todos.

"Está muy distraída últimamente, Eggman podría aprovechar para atacarla...la estamos protegiendo ¿no?"

La pregunta de Sonic queda sin respuesta y, con un poco de pena, los tres se van sin mirar atrás y sin esperar por ella.

Amy solo los observa alejarse, y con mucha tristeza acepta que ella es la única responsable de esta situación.

"Vaya...quien diría que la amistad puede doler más que un amor no correspondido".

Amy Rose tiene una nueva mejor amiga (y quizás su primera amiga), su nombre es Cream The Rabbit y ella es tan dulce como su nombre. No solo es dulce, también es muy ingeniosa, curiosa e inteligente. Pero sobretodo, tiene muchas ganas de ayudar a los demás.

También tiene a Big The Cat, que quizás es un poco despistado, mas con un gran corazón.

Ambos se ganaron con rapidez su cariño y su confianza, por lo que decidió formar su propio equipo junto a ellos.

Mientras Sonic y su equipo salvan mundos lejanos, nosotros ayudaremos a las personas que viven aquí. Quizás nuestras aventuras no sean tan peligrosas y reconocidas comos las de ellos...pero son nuestras y eso es lo que importa, prometo que juntos nos ayudaremos y vamos a mejorar. Alguien no se hace héroe por el tamaño de sus aventuras, sino por el tamaño de su valentía y sus ganas de hacer el bienentonces...¿Formamos un equipo?

Ambos chicos aceptaron la oferta de la eriza, emocionados con la idea de llegar a ser héroes.

Ahora solo debemos escoger el nombre.

Team Rose, como tú, Amy. sugirió Big. 

No lo sé, Big, quizás deberíamos escoger algo más general ...responde la de mirada esmeralda no muy convencida.

¡No, es perfecto! apoya la pequeña conejita Es un nombre muy bonito. 

Ese fue el nacimiento del Team Rose. Los amaba y disfrutaba de cada misión que tenían juntos, de aquello no había duda. Sin embargo, a veces extrañaba las aventuras peligrosas que tenía con Sonic y los demás.

—¡Amy, sonríe!—pide la conejita al ver expresión de su mejor amiga—Encontraremos pronto, al señor Sonic...no te preocupes.

—¿Eh?.... Sí, estoy segura que lo encontraremos pronto. 

—Ya no estés triste, yo te quiero mucho. 

Y sin perder más tiempo, se acerca a abrazarla con fuerza. Big se une diciendo que un abrazo grupal hace sentir mejor a cualquiera. Amy pudo confirma aquello en ese mismo instante. 

Se siente muy bien volver a querer y ser querido.

Eres tú, porque para mí, nadie más tiene sentido, solo tú...Sonic The Hedgehog

Escribe la frase en su diario sin dudar, sabe que esa es la única verdad. No había nadie más en su corazón que el erizo cobalto, ni nunca lo habría. Ellos terminarían juntos, el destino lo había escrito y contra el destino nadie podía ir...¿verdad?

Por eso cuando Rouge le dijo que quizás debería ver otras opciones, se enojó.

¿Cómo se atrevía a sugerir que reemplazara a su amado? ¡Que estupidez!

 Amy sabía que era solo cuestión de tiempo para que Sonic regresara a ella, se diera cuenta de que también la amaba, se lo confesara y se volvieran una pareja perfecta. Solo que Sonic era muy tímido, pero no importaba... porque Amy Rose sería paciente hasta que su momento soñado llegara.

Él también la amaba, solo necesitaba "pequeños" empujoncitos para que se diera cuenta.

Todos los que le decían que era hora de"dejarlo ir" estaban equivocados, eran ignorantes de la verdad y de lo que el amor podía lograr si uno persistía. El amor podía contra todo y todos. 

"¿Incluso con el dolor del rechazo constante?"

Se preguntó a sí misma, y se enojó todavía más de que su mente la estuviera traicionando de esa manera. 

¿Por qué nos afecta tanto darnos cuenta de algo que en el fondo ya sabíamos?

Hace algunos días celebró su cumpleaños número catorce, y su rutina no ha cambiado mucho. Bueno, quizás algunas cosas sí habían cambiado, como que sus amigos de la infancia ya la volvían a tratar con normalidad, y que se ha vuelto más cercana a sus demás compañeros de equipo. Amy aún ayudaba a los ciudadanos y así se ha ido ganando su respeto. Muchos pensarían que ella se sentía fenomenal en ese momento, pero algo había cambiado, algo que nunca se había imaginado que le incomodaría.

Aquí tiene su bolso, señora.la eriza rosa le entregó su pertenencia a la anciana, quien estaba más que aliviada de que la eriza pudiera atrapar al sujeto que hace poco le había robadoY no se preocupe, ya entregué al ladrón a la policía. 

Muchas gracias, señorita Rose, no sé que habría hecho sin usted. Lo que tiene de bonita, también lo tiene de fuerte y perspicaz.

Se siente muy bien cuando alguien se toma la molestia de decirte un cumplido acerca de tus cualidades, acerca de tus capacidades o de tu inteligencia. Para la eriza, eso se siente mucho mejor a que la elogien por belleza física. Amy sonrió orgullosa de sí misma, y estuvo a punto de agradecerle a la señora su halago, pero fue interrumpida.

Estoy segura que Sonic estaría más que impresionado de sus habilidades, seguro que pronto se dará cuenta de la gran chica que se está perdiendo. 

Tan pronto como la mujer mencionó al erizo azul la sonrisa de la joven desapareció. 

¿Qué pintaba Sonic en esa situación?

Incómoda, agradeció a la señora por el cumplido, y se alejó de la escena lo más rápido que podía. A medida que avanzaba, algunos la reconocían y murmuraban entre ellos. 

"Ella es la chica que quiere ser la novia del erizo azul."

"Aún le falta mucho para estar al nivel de Sonic, si quiere ser su novia tiene que mejorar más."

Amy se sintió enojada de escucharlo, no por sentirse insuficiente, sino porque no había día en el que no relacionaran todo lo que hacía con el erizo azul. Al principio no le molestaba, de hecho, tomaba los comentarios como algo positivo e incluso motivación para mejorar como heroína y o darse por vencida con el amor de su vida; sin embargo, últimamente los comentarios se hacían más frecuentes y ya estaba empezando a hartarse.

Ella se sentía satisfecha con sus habilidades, ella no necesitaba que Sonic le diera "el visto bueno", ni él...ni nadie. Nadie necesita a nadie, así que tampoco necesitaba la aprobación de los demás.

¿Acaso ellos creían que su razón para ser heroína SOLO era impresionar a un chico?

"Tú, dijiste que ser su novia era tú más grande meta, esas personas solo creen que te están animando." se recordó a sí misma con un amargo sabor en la boca. 

Entonces cayó en cuenta que no solo esas personas así de ella, sino que sus propios amigos creían que todo su mundo giraba en torno a Sonic.

 Y tal vez ella misma se lo había creído todo este tiempo...

Algunas horas más tarde, ya de noche.

—Pareces estar triste y eso no es habitual, ¿pasó algo?

La eriza rosa levanta la mirada sorprendida cuando reconoce la voz masculina detrás de ella.

—Sonic...— pronuncia su nombre con un poco de timidez, cosa que no pasa desapercibida por el héroe— No pasa nada malo, solo estaba pensando.

—Vaya, ¿Acaso discutiste con alguien en la ciudad?— cuestiona el erizo, al tiempo que se acomodaba a su lado. Ella hizo un gesto de desagrado.— Perdón si pregunto demasiado, no quiero incomodarte.

—No me incómodas, y tampoco he peleado con alguien...solo reflexionaba sobre algunas cosas.

Amy notó que podía tener conversaciones tranquilas con Sonic cuando no estaba obligándolo a casarse o atosigándolo en busca de atención, sorprendentemente, ella también se sentía mejor de no saltar encima de él.

Él se veía más relajado, más feliz.

—Quizás es porque estás estresada.— comenta él— Me pasa seguido, pero correr siempre me relaja.

—A lo mejor tienes razón, por cierto, ¿Por qué estás parado afuera de mi ventana?

—Pasaba por aquí y me topé con una pequeña eriza distraída que miraba triste por su ventana, entonces me vi en la obligación de ver si algo andaba mal.— bromea Sonic, haciendo que ella sonría.

—Eso fue muy amable de tu parte.—admite la de mirada esmeralda conmovida— Creí que...yo ya no te agradaba.

—¿Pero qué estás diciendo? ¡Claro que me agradas, eres mi mejor amiga, Ames!

—¿En serio?

—Por supuesto, si lo dices por no haberte llevado a misiones antes y por huir de ti a veces...yo...lo siento, no era mi intención hacerte sentir mal, solo que...es complicado para mí, lo sabes.

Un silencio algo incómodo se formó entre ambos erizos por algunos segundos, fue Sonic el que decidió romperlo.

—Pero mira el lado bueno. Ahora volvimos a tener aventuras juntos, con el equipo. Sé que muchas cosas han cambiado, incluso nosotros hemos cambiado...pero pase lo que pase siempre seremos amigos y nos cuidaremos, nada podría cambiar eso.

Amy observa al erizo y admite que tiene razón. No importaba lo que sucediera, ellos siempre estarían juntos.

Incluso si nunca se volvían pareja, ambos estarían para el otro si lo necesitaban, porque eso es lo que hacen los verdaderos amigos...y al fin ella lo había comprendido.

—Te ves mejor sonriendo, Amy.—dice el erizo cobalto con sinceridad, antes de caminar unos metros lejos de ella.— Es hora de irme, pero si necesitas algo ya sabes que puedes decírmelo con confianza.

Amy lo vio alejarse con lentitud. Las púas del erizo cobalto se movían con gracia a la par del viento con cada paso que daba. Una extraña sensación de atravesó su cuerpo, quizás era un mal presentimiento o solo no quería que ese bonito momento terminara.

—¡Sonic!— grita para detenerlo.

Ambas miradas esmeralda se toparon. Una de las miradas expresaba confusión, la otra expresaba gratitud.

—Fue agradable charlar contigo después de tanto tiempo.

El erizo sonrió y asintió de acuerdo con ella.

—También fue agradable hablar contigo. Nos veremos mañana. Oh, y no duermas muy tarde, nunca se sabe lo que el viejo bigotón tiene planeado...sabes que tu ayuda es importante para detenerlo.— le recuerda el erizo cobalto, para luego salir corriendo a toda prisa del lugar.

Amy nunca se imaginó que ese sería su último encuentro con Sonic en mucho tiempo.

Tiene catorce años. La guerra ya había comenzado, y no había rastro de Sonic o Tails por ningún lado. 


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