Two
Cuando los rumores se esparcieron, aquel estadio que utilizaron durante los primeros meses en UA nuevamente estaba ocupado. La pelea estaría supervisada por los héroes, y los alumnos estarían de espectadores ante tal combate que no se había hecho en mucho tiempo.
Una pelea de territorios: Dos alfas –Todoroki Shouto y Yaoyorozu Momo– peleando con el único objetivo de que el ganador se quedaría con el omega que ocasionó la disputa. En este caso, Bakugou Katsuki.
– Chicos, debo confesar que no estoy muy cómodo con esta pelea... – Murmura Kaminari, sabiendo que las cosas pueden ponerse realmente peligrosas por el instinto alfa.
– Es injusto, sabiendo que Todoroki tiene dos quirks y Yaoyorozu solo uno que no es muy útil en este caso – Comenta Tokoyami, la vista fija en el estadio.
– Yaomomo está arriesgando a su omega con esto. Si Todoroki-kun gana, entonces no le quedará de otra que aceptar que Bakugou-kun no será más de ella...
– Aun así, Uraraka – Habla Jirou, algo preocupada por cierta alfa pelinegra – No creo que a Bakugou le agrade la idea de ser el trofeo de quien gane.
– No tiene opción – Explica Iida – Estas peleas son demasiado primitivas, quitándole voz y voto a los omegas involucrados. Yaoyorozu-san nunca debió aceptar, por el bien de ella y de Bakugou-kun.
– ¡Oigan, dejen de quejarse de ellos! ¡De quien realmente deben quejarse es de Todoroki! – El grito de Kirishima los hizo entrar en razón – ¡Él fue quien pidió esta absurda pelea!
– La verdad creía que Todoroki-kun era mejor que eso...
– Muchas veces creemos conocer a alguien y luego te das cuenta que no es así, Midoriya...
– Sí, tienes razón Sero-kun.
– Lo que realmente me preocupa es si Yaoyorozu podrá manejar los quirks de Todoroki. Yo sufrí mucho con el de hielo, ¡Me congeló el culo!
– Su quirk de fuego tampoco es algo que se tome a la ligera... – El recuerdo de su pelea con el alfa pasa por su mente.
– ¡Chicos, la pelea va a iniciar! – Interrumpe Mina, haciendo que toda la clase mirase con dirección a la arena de pelea. Las otras clases también se encuentran ahí, pero un poco más lejos.
– Bien, quiero un pelea limpia; ya conocen las reglas, quien termine inconsciente, inmóvil, salga del área marcada o se rinda, pierde. Si las cosas se ponen demasiado riesgosas tendré que intervenir y ya saben el resto – Aizawa se retira de la arena, y cuando estuvo fuera dijo – Comiencen.
El primero en atacar fue Todoroki, Momo lo sabía. El chico prefería las peleas a distancia gracias a sus quirks, debía pensar rápido si no quería acabar congelada o incinerada. Recordó los contenidos de las armas que memorizó ayer, ahora no tenía tiempo para leer nada.
Un escudo circular fue lo que logra sacar de su pecho antes de que el hielo la alcanzara, evitando que los cristales de hielo se incrustaran en su cuerpo y que la lucha terminara sin pelea como ocurrió con Sero. Había sido difícil hacerlo y lograr que saliese de tamaño promedio, se agotaría rápido si seguía así. Pero no tenía opción.
– ¡Ten algo de dignidad, Todoroki-san y enfréntame como alfa! – La ráfaga de hielo había cesado con sus palabras, aunque los cristales seguían en la arena evitándole salir – Tengo un poco de tiempo antes de que rompa el hielo, espero que mi idea funcione.
Con toda la energía que podía, y sabiendo que ya no tenía las fuerzas ni material necesario para que su quirk funcione en algo más, decide que era hora de sacar un arma con la cual defenderse del hielo y fuego de su contrincante. ¿Una espada? No ¿Una ballesta? Tampoco ¿Un hacha? Menos ¿Una lanza? Inútil ¿Dagas? Claro que no.
Debía ser rápida con su elección. Algo útil, fuerte y que pudiese manejar sin estar en desventaja y moverse con facilidad. Una idea cruzó por su mente. La única arma que había memorizado y que sería lo suficientemente fuerte para este caso, era un mangual medieval. Sin embargo, podría lastimar a Todoroki de manera grave si algo salía mal.
La alerta el hielo que comenzaba a ser derretido. Bueno, Todoroki no estaba teniéndole mucha compasión en realidad así que... Con eso en mente, y sabiendo que no tenía más tiempo para pensar en alguna otra arma, decide recordar y crear el mangual, utilizando la energía que le quedaba para no quedar debilitada.
Comienza por sacar el mango, respira hondo para tirar de él y así poder sacar la cadena gruesa que lo unía con la parte más difícil de hacer, pero que era la más esencial. Con un grito y la fuerza que podía, lo saca de su pecho. Una bola de acero del tamaño de un melón grande, llena de pinchos en puntas. Debía ser cuidadosa si no quería lastimarse también.
Toma el escudo con el otro brazo y rompe el hielo con el mangual del lado que no estaba siendo derretido para salir. Los cristales eran duros pero el acero podía con ellos. Pequeños fragmentos volaban provocándole uno que otro corte superficial. Pero era hora de salir, no podía quedarse en esa área tan pequeña para siempre y esperar que Shouto la atacara.
– Me sorprende que haya encontrado una manera de escapar de ese hielo – Comenta Aizawa, viendo el combate junto con los otros maestros y Bakugou.
El rubio veía todo con preocupación no demostrada. Él le había ganado a Todoroki hace tiempo pero, en ese entonces el bicolor no usó su lado izquierdo, por no mencionar que sus explosiones eran útiles para combates a distancia.
¿Podría Yaoyorozu contra el otro alfa siendo que su quirk no era de mucha ayuda y que esta vez Todoroki usaría ambos? La duda estaba en toda la academia que veía el espectáculo. La victoria para Shouto estaba casi a la vuelta de la esquina.
Y por más que Bakugou aun sintiese atracción por el bicolor, realmente esperaba que la pelinegra no se lastimara.
– ¡Todoroki-san, usted es mejor que un cobarde que ataca a lo lejos! ¡Si realmente quiere a Bakugou-san luche por él en una pelea justa!
– Yaomomo está haciendo molestar a Todoroki – Habla una preocupada Mina al ver como el bicolor se concentraba en la chica que había salido de su prisión de hielo.
– Si los instintos de alfa se activan, realmente podrían intentar matarse.
– ¿Por qué lo dices, Shoji?
– Porque hasta ahora, el único que ha mostrado signos de perder ante su instinto es Todoroki, y si Yaoyorozu no le sigue, podría terminar muerta. No hay nada peor que un alfa enojado y cegado – Jirou siente un escalofrío por todo el cuerpo.
– ¡No, Yaomomo no puede morir así! – La omega comienza a llorar, siendo consolaba por Kaminari.
El rubio deseaba tener algún olor para calmar a su novia, pero lastimosamente él solo era un beta. La escena era observada por un pelirrojo de mirada melancólica, antes de desviarla de nuevo a la arena de lucha.
– No digo que lo haga, pero digo que es posible.
– Basta, solo asustas a Jirou – Fumikage silencia al otro chico, y trata de encontrar las palabras para calmar a la chica – No pasará, los maestros los detendrían antes. Confía en ellos.
– ¡Chicos, miren! – Mineta da un grito que atrae la atención de toda la clase de nuevo a la pelea.
Entre las llamaradas de fuego y una que otra columna de hielo, Yaoyorozu hacía buenos movimientos. Cubriéndose con el escudo del fuego, y rompiendo el hielo con el mangual de acero. Sincronía, agilidad y fuerza. Tal vez Momo no fuese tan genial como Todoroki que tenía dos quirks, pero tampoco iba a perder sin dar pelea.
Lastimosamente, el hecho de que el bicolor solo le atacara desde lejos y ella tuviese que moverse mucho, la estaba cansando.
– Ríndete, Yaoyorozu. No podrás mantener el ritmo más tiempo – ¿Rendirse? Era buena idea, así Bakugou saldría con el alfa que quería. Una mirada rápida a donde el omega se encontraba, y aun con la lejanía, pudo distinguir la incomodidad del chico.
¡No soy un puto premio que hay que ganar, carajo!
Fue cuando reaccionó. No, no se rendiría, no perdería, aun cuando sabía que no amaba al omega y que el corazón de este perteneciera a Shouto, no iba a dejar que ese alfa insensible la derrotara. Porque se dio cuenta que no peleaba por ayudarlos a unirse, no.
Peleaba porque estaba defendiendo a Bakugou, su honor, su status como omega, como posible pareja de alguien que realmente le mereciera. Ella, que fingía ser su alfa, solo era una prueba para quien realmente quisiera salir con él.
Y si Todoroki Shouto quería demostrar que era el indicado, debería pasar sobre su cadáver.
...
– Yaoyorozu ha cambiado estos últimos minutos de la pelea – Bakugou escucha el comentario de Endeavor. El hombre había venido para ver a su hijo pelear, aunque se sorprendió por el motivo.
– Estoy de acuerdo, hace un rato parecía a punto de desmayarse de cansancio, ahora la noto más fuerte...
– El instinto alfa – Interrumpe Eraserhead. Midnight y Endeavor le miran con curiosidad – Yaoyorozu ha activado su instinto alfa, por eso tiene más fuerza.
– Pero eso significa que...
– Sí, ahora la pelea será en serio – Responde Aizawa, contestando la duda de su alumno.
Katsuki mira a la arena, dándose cuenta que Momo iba a atacar. No se lo esperaba, realmente no. Hasta el momento la alfa solo se había defendido de los ataques de su contrincante. Esto podría terminar en una masacre si Yaoyorozu cedía a su parte irracional.
El mangual rompe los hielos y el escudo desvía las llamas. Era casi lo mismo de hace tiempo con una excepción. Que esta vez la chica avanza mientras se protege, logrando llegar a una distancia muy próxima de su rival. Como respuesta, Todoroki crea un muro de hielo, pero era algo que Momo ya se esperaba, por lo que lo utiliza como escalera.
Aterriza detrás de Todoroki, tomándolo por sorpresa. Y por más que el bicolor utiliza el fuego y hielo, la chica esquivaba todo. Aunque eso no evitaba que su cuerpo tuviese lesiones por cortes y quemaduras. No había que olvidar que el traje de héroe de ella era demasiado revelador. Pero era como si no le dolieran.
– Lo siento mucho, Todoroki-san – Se disculpa la chica antes de arrojar el mangual para comenzar una pelea cuerpo a cuerpo limitada por el muro de hielo.
– No me creas un rival tan fácil – Y con el mismo hielo, Todoroki crea picos para que Momo no se acercara tanto a él – Siento que tenga que ser así.
– No importa, no esperaba menos de ti. Queriendo robarle el omega a alguien, después de lastimarlo. Dime, ¿Crees poder hacerlo feliz? – La plática descoloca un poco a Shouto.
– ¿Por qué no lo sería conmigo? Él confesó amarme.
– ¿Y no crees que ya cambió de parecer? Realmente eres muy ingenuo, Todoroki-san – La chica lanza un golpe con la bola de acero que el chico esquiva con un salto.
– Cállate, no sabes nada.
– Sé más de lo que te imaginas, recuerda que era muy unida a tu familia.
– Nuestro status social no tiene nada que ver – Una llamarada de fuego que Momo detuvo con el escudo, hasta que el lado izquierdo del otro cesó para no autolesionarse.
– Tal vez, pero la razón de esta pelea no te vuelve mejor que tu padre – Bingo, la pelinegra había tocado un punto sensible en la vida del otro alfa.
– ¿C-Cómo sabes...?
– Te lo dije, ¿no? Sé más de lo que te imaginas – Ella le rodea, obligando a Shouto a hacer lo mismo, quedando ahora contra el muro de hielo, mientras que Todoroki estaba libre.
– Eso no...
– Atácame con todo lo que tengas, hijo de Endeavor – La comparación provoca enojo en Todoroki, utilizando su puño con fuego para golpear directamente a la chica. Esta no se defiende, si no que espera hasta que el golpe llega y luego lo esquiva.
Entonces la mano con llamas golpea el muro de hielo, derritiéndolo un poco y provocando una ligera grieta que movió todo como si fuese a caer una avalancha. Shouto retrocede algo asustado por su acción precipitada, aliviado de no haber roto el hielo y así evitar un desastre.
– Oh, parece que necesita un empujón – Shouto mira sorprendido como su compañera utiliza la bola con pinchos del mangual para golpear el muro donde estaba la grieta – Listo, será mejor que corramos, Todoroki-san – Sugiere mientras los cristales de hielo se derrumbaban sobre ellos.
Momo corre utilizando su escudo como paraguas, mientras que Todoroki utiliza su mismo hielo como una especie de rampa para huir. Aun así, el muro cayó haciendo a ambos caer al suelo. Los espectadores miran todo con preocupación y sorpresa; con los héroes listos para saltar en cualquier minuto.
– ¡Todoroki-san, ¿Está bien?! – Aunque pelearan, la preocupación de Momo por su compañero era real.
– Lo estaría si no hubieses causado eso – Dice haciendo referencia a los cristales de hielo esparcidos por la arena, después de la caída.
– Lo siento, me emocioné un poco... – Confiesa avergonzada – En la película funcionó bien.
– ¿Pusiste nuestras vidas en peligro por una jodida escena de una película?
– Ya me disculpé – Dice enojada. Como pueden, ambos se levantan para continuar con la lucha; heridos y cansados. Ella apenas tiene fuerzas para levantar el mangual, así que deja el escudo, dejándose vulnerable.
– Esto se vuelve fastidioso – Comenta el alfa – Ríndete Yaoyorozu, sabes que no vas a poder vencerme.
– Es verdad, no puedo ganarte dejándote inconsciente, tienes más resistencia que yo – Momo, siendo la más debilitada y cansada de los dos, se levanta para acercarse lentamente a su oponente.
Todoroki siente la victoria cerca, así que solo espera a que ella se acerque para dejarla inconsciente de un golpe y poder terminar todo esto.
– Tampoco vas a rendirte, ¿cierto? – Pregunta la chica, y Shouto niega con la cabeza – Sí, me lo suponía...Tampoco sé cómo inmovilizarte... – Cuando está a una distancia prudente, Momo se endereza y dice – Pero esto no acaba todavía.
Y con un grito logra utilizar lo que le queda de energía para lanzar un último ataque con el mangual, haciendo retroceder a Todoroki de un salto, evitando su ataque sin mucho esfuerzo. Yaoyorozu sonríe, antes de caer al suelo desmayada.
– La pelea terminó – Aizawa aparece mirando a sus dos alumnos con preocupación escondida. Se para a lado de Todoroki para sostenerle del hombro, y dice las siguientes palabras – Yaoyorozu Momo es la ganadora.
Eso deja por completo confundido al bicolor.
– ¿Qué? ¡Ella se desmayó!
– Sí – Interrumpe Aizawa – Pero fue después de haberte sacado del área.
Entonces, Todoroki mira hacia abajo, dándose cuenta de que efectivamente estaba fuera del campo de batalla. El golpe final que Momo había dado, era para hacerlo salirse al esquivarlo. Lo había planeado todo, y aunque había quedado inconsciente, le había ganado.
– Ahora, vayan con Recovery Girl.
...
– ¿Cómo se encuentran? – Bakugou fue el primero en entrar y por el momento el único. Al ser la razón de la pelea, tenía el permiso de ver a los oponentes antes que todos.
– La chica era la más lastimada, pero por suerte no hubo nada grave – El rubio suelta un suspiro de alivio ante esas palabras – Un beso y los dos ya están como nuevos. Puedes pasar a verlos, aunque creo que Yaoyorozu-chan no se ha despertado.
– No importa.
– Bien, entonces puedes entrar.
Bakugou hace a un lado la cortina para entrar donde los dos alfas se encontraban en camilla. Momo aun dormida, pero con alguna que otra venda. Todoroki también tiene unas en el cuerpo, pero estaba despierto y sentado. Levanta la cabeza y al ver al omega, desvía la mirada.
– Oye, bastardo mitad y mitad – Se sorprende al ver que Katsuki se acerca a él en vez de ir con su alfa que se encontraba inconsciente – Carajo, hazme caso.
– ¿Qué se te ofrece, Bakugou?
– Eres un verdadero hijo de puta – Sí, Todoroki mentiría si dijese que no se esperaba algo así – No me parece justo, ¿Por qué usaste tus dos quirks? ¡Y no me vengas con la idiotez de que ella es alfa porque con el estúpido Deku también lo hiciste!
– ¿De qué hablas...? – Pregunta confundido. Pensaba que el rubio le insultaría por haber retado a la chica a una pelea y haberla herido mucho, no por un capricho.
– Joder, cuando te gané no usaste tu estúpido lado izquierdo y ahora muy descaradamente te atreves a utilizarlo en una pelea. Mierda, ¿Por qué no lo hiciste conmigo?
– Espera... ¿Estás molesto porque me ganaste en el festival deportivo?
– Sí que eres lento, Todoroki-san – La voz de Yaoyorozu atrae la atención de los dos chicos. Finalmente la alfa había despertado aunque seguía recostada en la camilla – Por eso no me sorprende que hubieses tardado en darte cuenta de que querías a Bakugou-san.
– Cola de caballo, ¿Cómo te sientes? – La atención del omega se dirige ahora a la pelinegra.
– Como si una manada de elefantes me hubiese pasado encima – Dramatiza – Pero supongo que solo es emocional, gracias a Recovery Girl me sentiré mejor en unas horas.
– Diste una buena pelea, Yaoyorozu.
– ¿Una buena pelea? Por favor, limpió el suelo con tu cara quemada, estúpido icyhot – Katsuki se carcajea y Shouto no puede evitar pensar que es el sonido más bonito que ha escuchado.
– Vamos, no fue para tanto...
– No seas modesta, bastarda – Interrumpe Bakugou – Los extras de la clase te llaman "Creati: La gladiadora". No esperaba que con algo tan primitivo lograses derrotar al helado de fresa.
– Admito que me tomó por sorpresa, pero fue una buena estrategia. Me olvidé por completo del área que dividía la arena – La sonrisa de Todoroki era sincera, aun cuando hubiese perdido la pelea.
– Diste una dura pelea también, Todoroki-san. Muchas veces pensé que caería antes de poder derrotarte – Momo le devuelve la sonrisa antes de desviar la mirada al omega – Pero no podía perder, porque peleaba por alguien más.
– Ahórrate el discurso y mejor vuelve a dormir – Le pide Katsuki.
– Sí, eso haré – Y la pelinegra se acomoda en la camilla para cerrar los párpados y descansar un rato más, bajo la atenta mirada de los dos chicos.
Todoroki realmente agradece que las cosas entre los tres no estén tensas; dado que la pelea fue para poder quitarle el omega a un alfa, algo despreciable desde cualquier punto de vista. Había perdido, pero se sentía bien haberlo hecho. Siente que si hubiese ganado, no tendría tan cerca a ese omega como lo tiene ahora, sin ataduras.
– Bakugou – Llama – Quiero disculparme por las acciones que hice. No pensé claramente las cosas, debí saber que ya no querías tener nada que ver conmigo.
– Tú nunca piensas – Se burla el rubio – Dime, ¿Cómo carajos se supone que te quiera si ya me habías dicho que soy un fenómeno para mi raza y que te gustaba el estúpido Deku?
– No dije tales cosas...
– Así las sentí yo – Bakugou cruza los brazos sobre su pecho y Shouto suspira al saber que sus errores no tendrían perdón. Se sorprende al escuchar la pregunta del omega – ¿Por qué cambiaste de opinión y ahora me querías? ¿Te rechazó Deku o algo así?
– No lo sé. Es decir, me confesé a Midoriya y me rechazó, pero no fue por eso. Me incomodaba verte a ti y a Yaoyorozu desde antes, y fue peor cuando anunciaron que eran pareja. Luego intenté lo de la confesión; creía que así alejaría el sentimiento de verlos juntos.
– Realmente eres lento, bastardo – Katsuki ríe porque el bicolor no se da cuenta de que tiene celos. Tan estúpido y adorable.
– Da igual. Tomé acciones precipitadas, perdí y ahora no tengo nada que ver con la vida que tú y Yaoyorozu quieran formar. Tuve mi oportunidad y la desaproveché, esto es lo que merezco.
– Oye, no hables de ti como si lo único que existiera en tu vida fueran desgracias – La mirada heterocromática le juzga, y Bakugou cae en cuenta de que tal vez el chico no exagera.
– Al parecer así es – Todoroki no dice nada, pero el rubio recuerda la plática del bicolor y Midoriya que escuchó a escondidas. No, la vida de ese alfa nunca había sido fácil – Tuve la oportunidad para poder tener un omega que me quiera por quién soy, y la tiré a la basura.
– Aun te quiero.
La respuesta de Katsuki deja el lugar en silencio salvo por las respiraciones de una durmiente Momo. Todoroki mira hacia el rostro del chico, notándolo más sumiso y vulnerable que de costumbre, con las mejillas ligeramente de un tono más rojo que el resto de la cara. Le encantaría poder sentir las feromonas que suelta y así poder saber su estado de ánimo.
Es ahí donde se da cuenta de que en el cuarto no hay ningún olor omega.
– Ya no tienes olor... – Menciona con algo de tristeza, temiendo que la razón de esto sea que Yaoyorozu ya le hubiera marcado.
– Bueno, dijiste que te incomodaba mi aroma, así que me puse un parche antes de entrar para que no te dé asco – Y el rubio le muestra la nuca donde se encontraba pegado el parche quita olores.
Es ahí cuando Todoroki se da cuenta de todo lo que Bakugou ha cambiado desde que le rechazó. La ropa omega, su obediencia al responder y decir menos insultos, su sumisión, el hecho de que demostrara buenas cualidades para los quehaceres de hogar, y ahora haber obstruido su aroma porque él le había dicho que era desagradable.
Shouto se da cuenta de que no merece que nadie le quiera. No merece el amor de ese bonito omega que tanto quería estar con él. Joder, Bakugou merecía alguien como Yaoyorozu, no una mierda de alfa en la que él se había convertido.
– Podrías... – El bicolor traga saliva y moja sus labios resecos antes de hablar, con las palabras temblando en sus labios – ¿Podrías quitártelo, por favor?
– Habías dicho que no te gustaba...
– No es así. Es solo que... era diferente... pero no en mal sentido.
– Bien, pero si luego vomitas te diré "te lo dije" y me lo pondré otra vez – Intenta bromear, aunque se nota la incomodidad en su voz. Con delicadeza, retira el parche y las feromonas envuelven toda la habitación – Listo, ¿Estás feliz, icyhot?
No tiene tiempo de seguir insultándolo. El alfa se le ha tirado encima para abrazarlo. Bakugou siente a su cuerpo quedar rígido, que se le calienta la cara y a su instinto omega saltando de felicidad. Shouto le abraza fuerte, escondiendo el rostro en su pecho.
– Lamento si te he incomodado – Murmura intentando no derrumbarse frente al rubio – Pero si no puedo tenerte, al menos déjame abrazarte como primera y última vez.
...
– No puedo seguir con esto, de todas maneras, ¡¿Por qué diablos seguimos con esto?!
– Bakugou-san, entiendo que se sienta frustrado, pero...
– ¡Al diablo! ¡No puedo dejarlo así! ¡Él está devastado por pensar que somos pareja!
– Bien, se lo merece.
– ¡ESE NO ES EL PUNTO, COLA DE CABALLO!
Una fuerte discusión tiene lugar en la habitación del omega. Después de la escena en la enfermería, Todoroki se había ido, dándose por vencido diciéndole que le dejaría en paz y deseándole una feliz vida con su alfa. Katsuki no había podido reaccionar a tiempo, y los días siguientes no fueron mejores. Era como si para Shouto ya no existiera el rubio.
Y eso dolía, de nuevo.
– No desespere, Bakugou-san – Llama la pelinegra. Sabe que el chico es impulsivo, pero aún tiene unos asuntos que atender antes de que su plan se dé por finalizado – Solo espere hasta mañana, le prometo que hoy terminaré con todo esto.
– Más te vale, perra. O de lo contrario voy a deshidratarme – Dice haciendo referencia a las lágrimas traicioneras que se escapan de sus ojos.
...
Después de la pelea de territorios donde Momo salió victoriosa, ganó más respeto y admiración por parte de toda la academia. Su quirk, que creían algo lento y dificultoso para pelear, había demostrado ser tan genial como para vencer a uno de los mejores de la clase.
No es como si ella no fuera uno de ellos, pero la mayoría tenía su punto puesto en Bakugou, Todoroki y Midoriya, supuestamente los tres más fuertes de la clase. Ahora ella estaba a su nivel, aunque creía que eso de clasificarlos por fuerza era innecesario. Cada quirk es poderoso y útil a su manera y sí se emplea el uso correcto.
– Todoroki-san, ¿Puedo hablar un momento con usted? – Iida, que estaba caminando a la par con el bicolor, queda sorprendido por eso, pero no dice nada.
– Claro – Acepta – Iida, los alcanzaré luego – Le dice como despedida, esperando que el beta se vaya. Tenya entiende la indirecta y se retira para dejarlos solos – ¿Puedo ayudarte en algo, Yaoyorozu?
– ¿Qué sientes por Bakugou-san? – Todoroki tarda un tiempo en contestar, especialmente porque no se esperaba esa pregunta y menos sabe cómo responderla.
– No creo que esa sea el tipo de pregunta que un alfa le diría a otro.
– No me contestaste.
– ¿Qué se supone que diga? Mi corazón late cuando está cerca y me duele no poder hablarle, su aroma es... no extraño, sino más bien exótico, porque es diferente en el buen sentido. Es un omega con carácter, belleza, fuerza, y no se queda callado si algo no le parece. Es simplemente genial y al igual que yo tiene la idea de formar una familia en el futuro...
– Se escucha como el perfecto omega para ti...
– Si te estás burlando, me lo tengo merecido. Pero es demasiado cruel.
– No me burlo – Momo suspira antes de hablar con toda la sinceridad que puede – Hace unos meses, yo rechacé a una omega que me quería, y que después me di cuenta, que era perfecta para mí. Lastimosamente, ella ya le había entregado el corazón a alguien más cuando era yo quien la quería ahora. ¿Te suena esta historia?
– Me parece familiar... – Dice con ironía.
– Fácilmente pude haber retado a su nuevo amor para poder tenerla de vuelta, y no dudo en que con dificultad, pero habría ganado. ¿Sabes por qué no lo hice? – Todoroki desvía la mirada – Porque la notaba tan feliz con él, que no tuve el corazón para hacerla llorar de nuevo...
– ¿Y se supone que te tenga lástima o algo así?
– No. Quiero que recapacites. Yo perdí a una perfecta omega para mí por mi inseguridad, tú perdiste al tuyo porque supuestamente querías a Midoriya-san. Fue un caso diferente, pero el resultado fue el mismo.
– Sé que cometí muchos errores, y confundí la amistad con amor, pero eso ya quedó atrás. Prometí dejar de molestarles, así que si es todo lo que tienes que decirme, entonces me...
– Existe una diferencia entre mi historia y la tuya – interrumpe Yaoyorozu, haciendo que los ojos dispares le mirasen con intriga – En el final.
– ¿Qué diferencia?
– Yo terminé con el corazón roto, al igual que el alfa que estaba enamorado del nuevo amor de la omega – Es ahí donde el bicolor comienza a sospechar de quién hablaba la chica – Pero a diferencia de ti, nuestros corazones no tienen reparación alguna.
– ¿Y por qué mi final es diferente? – Pregunta sin tener idea de lo que habla la pelinegra.
– Porque yo no estoy saliendo con Bakugou-san – Termina confesando la alfa, mirando a Shouto con una expresión estoica y seria – Ese omega no es mío, nunca lo fue ni lo será. Porque solo tiene ojos para un alfa, y ese eres tú.
– ¿De qué me estás hablando?
– No soportaba escuchar y ver que estabas cometiendo los mismos errores que yo, así que actué antes de que te ocurriera lo mismo. Bakugou-san estaba tan devastado por tu rechazo que por un momento vi en él a aquella omega que tanto quiero, así que decidí ayudarlo fingiendo ser su alfa para darte celos, y funcionó. Pero no pensé que me retarías a una pelea de territorios.
– Tú, ¿Planeaste todo esto? – Momo asiente – Me... ¿Me hiciste creer que había perdido el amor de Bakugou para que yo...? Para que yo...
– Notaras que te perdías de un amor sincero. Lo siento, Todoroki-san, pero era la única forma que encontré. Ojalá alguien hubiese hecho lo mismo con esa omega, pero lo de ella fue real.
– Realmente lo siento, yo no sabía que sentías esas cosas por Jirou. Nunca lo demostraste – La pelinegra no se sobresalta cuando el chico adivina el nombre.
– Como dije, me gusta verla feliz aunque sea con Kaminari-san; así que no tengo por qué causarle problemas.
– ¿El otro alfa es Kirishima, no?
– ¿Cómo lo dedujiste?
– Él me dijo que había estado enamorado de un beta, supongo que hablaba de Kaminari...
– Olvida eso. Casi olvidas la parte más importante de tu historia – El bicolor le mira completamente perdido, y Momo suspira por tener que explicarle todo. Pensó que lo habría captado – En donde corres hacia tu omega para tener su final feliz. Cielos Todoroki-san ¿Entendió o se lo explico con marionetas?
Yaoyorozu está sacando un pequeño títere de su brazo cuando Shouto pasa corriendo a su lado. Sonríe terminando de crear el objeto que no es más que un títere sin diseño, son solo los pedazos de madera unidos. Al menos ahora Bakugou-san y Todoroki-san tendrán su final feliz.
– A veces se gana, otras se pierde. Supongo que no puedo quejarme – Se dice a sí misma antes de retirarse del pasillo.
Podrá tener el corazón roto, pero eso no le impedirá evitar que otros cometan sus mismos errores.
"Guío a otros a un tesoro que no puedo poseer".
Perra frase más cruel pero exacta.
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