-¡Dusty!~- Llamó Blue al llegar a su casa connsu pareja.

Este se encontraba en la cocina, haciendo la cena. Se detuvo y fue a recibir a Blue.

-Que bueno verte otra vez, cariño...-Dijo Dust abrazando a Blue, a lo que este correspondió.

-Huele delicioso... ¿Qué has preparado?- Preguntó sonriendo curioso el menor, separandose del abrazo.

-Spaguettis. Escuché que querías probarlos un dia. Sabes que haría lo que sea por tí.-

-Claro que lo se, por eso te amo tanto...-

Dust sonrió y como la comida no estaba tan lejos de terminar de hacerse, luego de un par de minutos, sirvió esta en cada plato.

Blueberry solo se habia sentado en uno de los asientos del comedor mientras veía a su pareja. No paraba de sonreir.

Ciertamente Dust ha sido el mejor. Se alegraba tanto de conocerlo. Era todo lo que necesitaba.

Lo habia conocido en la secundaria, pero no mucho antes de ir a la universidad se hicieron pareja.

Dust era el novio perfecto. Siempre se ofrece a hacer todo, labores, trabajos, tarea. Mientras que Blue se podría dar el lujo de no hacer nada.

-Aquí está.- Dijo Dust poniendo los platos en la mesa.

-¡Se ve delicioso!- Exclamó Blue mientras veía la cena.

Dust sonrió y tomó asiento cerca de este.

-Buen provecho.-

-Buen provecho.- Dijo Blue para luego comenzar a comer.

Y la verdad era que, ¿Cómo no amarlo? El era increible en todos los aspectos. Pero todo el crédito debería de ser para Blue, que habia logrado "entrar en su corazón".

La cena pasó tranquila, al terminar, Dust fue a limpiar los platos y demás. Mientras que Blue fue a una habitación, la "habitación de premios", donde guardaba todos los "recuerdos".

Paso la mano por los diversos objetos que habia, recordando nombres, rostros, momentos...

-Horror, Nightmare, Killer...- Murmuró Blue, mientras veía aquellos objetos.

La coronilla de Nightmare, la chaqueta de Killer y Horror...

"Mi querido Novio no necesitaba de amigos como esos..." Fue lo que pensó orgulloso Blue.

-¡Blue, hora de dormir!-Exclamó Dust desde la sala.

-¡Voy!-Respondió Blue para luego salir de allí.

Sí.

Claro que tenía al novio perfecto.