Capítulo 17




______ estaba en la cama entre Zayn y Justin y se quedó mirando el techo. La euforia en torno a ella aún no se disipaba. Su cuerpo aún se sentía hormigueante y vivo inmediatamente después de las relaciones sexuales más fantásticas de su vida.

Miró a Zayn, incapaz de controlar el ablandamiento en su pecho. La semana pasada con él había sido increíble. Había aprovechado sus conversaciones y reconstruido sus fantasías. Había hecho que cobraran vida, y lo había hecho porque se preocupaba por ella.
No estaba segura exactamente cuándo se había enamorado de él. Mirando hacia atrás, no podía recordar un momento en que hubiera tenido profundos sentimientos por él. Pero la semana pasada los había reunido y los había empujado a un primer plano. Ella quería estar con él.
Como si se sintiera su mirada, volvió la cabeza hacia ella, sus ojos azules radiantes de satisfacción.

Extendió una mano para ahuecar su mejilla.

―Pensé encender un fuego en la chimenea ―dijo.
Ella frotó la mejilla contra su palma.
―Hmmm, me gustaría eso.
―Dame cinco minutos y vuelvo por ti.

Ella miró mientras él se levantó y se puso la ropa interior. Luego desapareció de la habitación.
Una cálida mano se deslizó sobre la curva de la cadera, sobre el vientre y hasta ahuecar uno de sus pechos. Cerró los ojos, disfrutando de las caricias de Justin.

Él mordió ligeramente la curva de su cuello mientras le tocaba los pezones.

―¿Te he hecho daño antes? ―preguntó. ―Me preocupaba ser demasiado grande para ti.
Ella sonrió y se dio la vuelta en sus brazos.
―No me encontrareis quejándome del tamaño de vuestra polla ―bromeó. ―Pensé que había muerto y que había ido al cielo.
La besó suavemente, y ella sintió el pene en cuestión volver a la vida contra su estómago.
―No puedo esperar para probarlo ―dijo ella con voz sensual.
―Mierda ―murmuró Justin. ―No puedo esperar tampoco.
―Tenemos unos tres minutos antes que Zayn vuelva a por mí ―dijo ella con picardía. Deslizó su cuerpo más abajo en la cama hasta que su boca estuvo nivelada con su erección.
Esta era la primera vez que había llegado tan cerca, y sus ojos se abrieron con apreciación.

El hombre estaba congestionado. Se humedeció los labios en anticipación, y Justin se estremeció a su lado.

―Dios, mujer, deja de atormentarme.

Ella se rió con voz ronca y lamió la cabeza. Él se estremeció de nuevo y hundió sus dedos en su pelo. Ella deslizó su boca sobre él, chupándolo profundamente.

―Oh sí, nena, chúpala. Así. Maldición.
Ella lo llevó tan profundo como pudo, y su respiración salió con un silbido largo. Ella lo empujó sobre su espalda y se arrodilló sobre sus caderas, sacando su pelo del camino.
Envolvió el puño alrededor de la base de su polla y movió la mano arriba y abajo al ritmo de su boca.
―¡Para! ―se quejó. ―Nena, para antes que me corra.
Él le tiró suavemente del cabello hasta que se liberó de su boca. Su pecho respiraba agitadamente con el esfuerzo, y sus ojos brillaban intensamente mientras la miraba.
―El fuego está encendido ―dijo Zayn desde la puerta.

Se giró para verlo apoyado en el marco de la puerta, mirándola a ella y a Justin. Enderezó sus piernas y se puso de pie al lado de la cama. Justin levantó también, y salieron de la habitación hacia la sala de estar.

Se acurrucó en el sofá justo enfrente de la chimenea y suspiró de placer. Para su sorpresa, Zayn se sentó junto a ella y empujó su pecho contra los cojines.

Arrastró sus brazos detrás de su espalda y la ató con la misma cuerda que había usado la noche anterior.

―Total y completamente a nuestra merced ―murmuró.

Cerró los ojos y apretó los dientes contra la marea de deseo rodando sobre su cuerpo.

Zayn se puso de pie y tiró de ella que estuvo junto a él. La guió hacia el lado del sofá, luego la inclinó boca abajo sobre el brazo del sofá. Sus pies dejaron el suelo, y su mejilla se apoyaba en el suave material del sofá. Su culo estaba en el aire, vulnerable.

Ella escuchó el tintineo de... ¿un cinturón? Segundos después, sintió el aguijón del cuero en las nalgas. Jadeó y se retorció. No tenía ni idea quién administraba la paliza.

Una vez más el golpe del cinturón, el sonido de la carne golpeada, el delicioso ardor en su culo. Después del cuarto golpe, jadeaba para respirar. Después del quinto y sexto, estaba rogando. Después del séptimo, sintió manos suavizando su culo en llamas. Dedos enroscados bruscamente alrededor de sus muslos.

Una polla empujó y a continuación apretó contra ella. Justin. ¡Oh, Dios! No era tan suave como lo había sido antes. Tal vez ahora sabía que podía acomodar su tamaño. Empujó duro, enviándola en espiral a un mundo de increíble placer y emoción de dolor erótico.

Él hizo una pausa por un momento, estaba tan firmemente incrustado que ella no podía moverse si quisiera. Entonces él se forzó a sí mismo
más profundo y ella gritó.

Se retiró de su cuerpo, y Zayn inmediatamente se deslizó dentro de ella, remplazando a Justin. Apretó y sobó las mejillas de su culo mientras empujaba en ella una y otra vez. Luego le golpeó las nalgas con la mano, y ella gritó. La piel, tan sensible desde el cinturón, cosquilleó y quemó bajo su mano. Él la cabalgó con más fuerza, impulsado por sus gritos. Su mano cayó una y otra vez hasta que ella sollozó su liberación. Y aún así continuó.

Increíblemente, su cuerpo reaccionó a sus exigencias. Sentía que subía hacia otro orgasmo incluso mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

Entonces Zayn se detuvo. Le pegó en el culo una vez más antes de salir fuera.

―¡No! ―gritó. ―No podía detenerse. No cuando ella estaba tan cerca de nuevo.

Oyó una risa y no estaba segura de quien procedía. Entonces sintió su culo siendo expandido, el lubricante fresco suave por encima de su ano. Ella temblaba de pies a cabeza. Justin se colocó entre sus piernas.

Reconoció su tacto. ¡Oh, Dios, seguramente él no iba a tomar su culo!

―Vamos a hacer esto agradable y lento, ______, niña ―dijo Justin tranquilizándola. ―Vas a tomar todo de mí.

Ella cerró los ojos mientras él posicionó la polla y empujó hacia delante. Poco a poco, la presión era angustiosa. El placer atravesó su abdomen aún cuando la pizca de dolor la intranquilizaba. Fue una combinación embriagadora.

El sofá se hundió y Zayn levantó su cabeza y se deslizó por debajo de ella. Agarró su polla en una mano y enroscó la otra en su pelo. Deslizó la polla entre sus labios mientras Justin se sumergió en su ano.
El impulso la llevó hacia adelante, forzando la polla de Zayn profundo en su boca. La opresión en su culo era casi insoportable.

Entonces Justin le pegó en la mejilla con la mano y ella se resistió contra él.

―Te voy a cabalgar ahora, _____ ―dijo Justin cuando comenzó a moverse dentro de ella. ―Voy a montar tu culo mientras Zayn folla tu hermosa boca.

_____cerró los ojos, su cuerpo tensándose y con espasmos sin control por el lenguaje erótico de Justin. Estaba loca de necesidad. Quería más. No podía hacer nada entre ellos, era incapaz de moverse. Su cuerpo era de ellos para hacer con él lo que quisieran, y le encantaba.

Ellos follaban su boca y su culo, renunciando a su suave estilo anterior. Este era sexo crudo, duro, sudoroso, el tipo que ella había soñado. Fueron implacables mientras hacían demandas de su cuerpo. La poseían, la usaban, y ella no quería que se detuvieran.

Ella gritó, pero Zayn empujó profundamente en su boca, poniendo fin a todo intento de toma de sonido. Cerró los ojos, los apretó con fuerza, mientras su cuerpo se fragmentó y se rompió bajo su implacable asalto.
Los húmedos sonidos de succión llenaron la habitación. La mano de Zayn se enroscó apretadamente en su pelo, empujando su cabeza más cerca de la ingle.

Luego Justin gruñó detrás de ella y dejó escapar un grito cuando se corrió.

―Trágalo, _____―ordenó Zayn. ―Quiero que te lo tragues todo.

Él gimió y se sacudió contra la parte posterior de su garganta luego inundó su boca con su semen. Ella aspiró con avidez, queriendo complacerle de una forma en la que nunca había querido complacer a un hombre.

Justin cuidadosamente se retiró de su cuerpo tembloroso mientras Zayn terminaba en su boca. Justin le desató las manos, y Zayn tiró de ella en sus brazos.

Ella yacía contra su pecho, los ojos cerrados, demasiado cansada para formar un pensamiento coherente. Zayn la abrazó más cerca mientras la levantaba con él. La llevó al baño y abrió la ducha.

La lavó suavemente, teniendo cuidado con las partes tiernas de su cuerpo. Cuando terminó, la envolvió en una toalla y la llevó a la cama.

Ella se enterró en su pecho y fue vagamente consciente de Justin acurrucándose contra su espalda. Manos suaves se lanzaron sobre su piel, mimándola y acariciándola.

Ella bostezó y se dejó ir a la deriva.

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