[6 de enero, 1956]  

Sin duda el tiempo era capaz de poder cambiar a las personas, y Wilsa se había dado cuenta de ello. El pasar un tiempo en familia con su padre y con su hija, la había hecho comprender que era mejor olvidar el pasado y disfrutar del presente, en el cual toda su familia, incluido su padre, estaban presentes.

Era una fría mañana de invierno. La joven se había levantado temprano para preparar café y el desayuno para su padre y su hija. También aprovechaba y revisaba el correo: unas cuantas cartas de Andrómeda y Mimi, también de sus hermanos y su pequeño se encontraban entre tantas cartas, pero últimamente la mente de Wilsa solo se centraba en una persona, James. No había sabido de él desde que estaba con su padre y, a decir verdad, no creía que fuese porque el pelirrojo no hubiese escrito nada para ella, le conocía muy bien. Todos los días pensaba lo mismo, pero justamente ese día, su mal presentimiento se había intensificado.

Su padre y su pequeña habían bajado e interrumpido sus pensamientos. Trató de disimular su angustia y se dispuso a servir el desayuno y las tazas de café.

- ¿Todo bien? - preguntó su padre mientras ella se sentaba en la mesa.

-Claro que sí- contestó con una sonrisa. - ¿por qué algo habría de estar mal?

-Soy tu padre, así que siento que algo no te tranquiliza- al decir esto, Wilsa le dirigió una rígida mirada, indicándole que guardara silencio o cambiase de tema; tan bien se entendían el uno al otro, que Aarón instantáneamente dirigió la conversación hacia otro extremo, para que su nieta no ganase preocupaciones.

- ¿qué es lo que no te tranquiliza mami? - inquirió antes la pequeña Emme tomando un pedazo de pan de la canasta en la mesa.

-le debe preocupar que ya no tenemos verduras para el almuerzo, princesita. – dijo Aarón con una sonrisa cómplice para las dos, la cual solo Wilsa pudo entender a la perfección.

-Así es padre, deberías ir con Emme y comprar cosas para la cocina, nos hacen falta muchas-

-Wuuu, ¡ya quiero ir, abuelito! - dijo la pequeña enfocándose en terminar rápido su comida.

Una vez el desayuno acabó, Aarón y Emme salieron al mercado en busca de provisiones para su despensa; mientras, Wilsa, se quedaba a recoger la mesa, pero su mal presentimiento se había vuelto aún más fuerte que el de hace una hora, terminó de lavar los platos y se sirvió una taza de té de manzanilla para intentar tranquilizarse, cuando de pronto, vio una lechuza bastante familiar entrar por la ventana, era Piddy, la lechuza de James, por lo que rápidamente fue a su encuentro y encontró la pequeña nota, algo maltratada del pelirrojo.

"No queda mucho tiempo. Te necesito, boba. Busca a Abril primero, necesito que la ayudes, hasta Mimi si es necesario, estamos en peligro.

Vayan por Abi primero. Chipre. Busquen las colinas al este.

Atte. James"

Wilsa parpadeó un par de veces para entender lo que pasaba. ¿James en peligro? ¿Abril en peligro? ¿qué era todo eso? Necesitaba irse, necesitaba encontrarlos. Sin duda Piddy tenía algunos días de vuelo, por lo que el tiempo podría acortarse. Tomo Pluma y una servilleta y le escribió a su padre palabras básicas que por favor llevase a Emme de vuelta al colegio si es que ella no regresaba antes. También le sugirió usar el amuleto que ella le había regalado de navidad, para que ambos pudieran comunicarse y pedirle ayuda de ser extremadamente necesaria. Tomó una mochila, echó algunas cosas y se dirigió a su habitación y en cuestión de segundos, dibujó un portal de tamaño medio con runas y lo activó hacia su hogar, en Londres, debía ir por Mimi.

Una vez en casa, buscó por más cosas y las guardó en la mochila. Justo entonces su hermana Minerva entró en su habitación y la observó con algo de intriga

-De prisa, empaca algo de comida y cosas personales, debemos salvar a Abril y James, no hay tiempo- dijo Wilsa sin ninguna otra explicación y por el tono usado su hermana sabía que no era ninguna broma, siguió las ordenes su hermana y terminando de alistar todo, con un pequeño giro sobre ellas, desaparecieron, teniendo como destino, Chipre, desde donde debían dirigirse al este, en busca de las colinas, en busca de Abril... en busca de James.

[8 de enero, 1956]

En las montañas del Este de Chipre, en una colina al amanecer se podía observar a 4 chicas que bajaban de ella corriendo hacia una cabaña, mientras pasaban los árboles, al mismo tiempo que en la colina oeste se podía observar a 2 chicas pelirrojas corriendo hacia la misma cabaña, cuando las 6 chicas llegaron a la puerta, chocando miradas y reconociéndose, todas se miraron de manera extraña y antes de que dijeran una palabra, la puerta se abrió y tras de ella se encontraba Abril Wood, con su cara de preocupación mirando a las patatas y a las otras chicas. Ambos grupos se abrazaron para consolar a Abril, quien se veía angustiada por no poder encontrar al pelirrojo.

 –Lo encontraremos, ahora estamos contigo. 

Dijo Odhet, entraron todas a la cabaña, unas comían un poco, otras descansaban y Wilsa, junto a Abril y Adela estaban sentadas en una mesa hablando sobre cómo había sucedido tal tragedia, cuando Maie habló. 

–Hay que comenzar a planear su búsqueda, pero si queremos encontrarlo más fácil debemos descansar todas un poco. - terminó de decir la pelirroja, todas estaban de acuerdo con ella y Abril aceptó el trato, por lo que se fueron a descansar.

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–Se ve preocupada, creo que debemos actuar rápido. – escuchó susurrar Abril a Mimi, quien hablaba con Bella y Wilsa, la chica de ojos verdes con sus ojos entre cerrados observó el lugar, Odhet y Adela tenían pergaminos en la mesa, Maie escribía una carta.

 –¿Qué hora es?– preguntó la chica, a lo que Wilsa respondió-

 –Es casi medio día, ¿nos haces compañía?– Abril asintió con su cabeza, levantándose de la cama, tomando una mochila con pergaminos y fotos dentro, las sacó y se las mostró a Mimi, Bella, Maie y Wilsa. 

—Estas son pruebas que hemos encontrado durante estos meses sobre mis padres, las últimas pruebas que encontramos fueron en Rusia, cuando acampamos con otras personas que buscaban familiares, pero ellos no quisieron venir, encontramos mucho y no me iré de aquí hasta encontrarlo...– expresó Abril mientras mostraba las fotos y lo demás, a lo que Wilsa respondió. 

—¿Quieres decir que hay más personas que buscan familiares perdidos?– pero antes de que la chica de ojos verdes pudiera responder, Adela llamó al grupo, al parecer necesitaba enseñar algo. 

—Tenemos un plan, Maie se quedará buscando a los alrededores de la cabaña junto a Abril y Bella, yo iré con Odhet hacia el norte, quizá podemos encontrar algo, Mimi y Wilsa pueden buscar al sur, ¿les parece? – todas asintieron con la cabeza. —Pues tomen sus cosas, mochilas, comida, vamos a partir ahora. – exclamó Odhet, todas las chicas hicieron lo que se les pidió, salieron de la cabaña y fueron hacia los lugares indicados, comenzando una búsqueda, juntas.