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—Entonces... ¡Ya quedó!– se escuchó murmurar a un joven pelirrojo con felicidad, al parecer decorando una habitación.

 —¡Se ve muy divino!– exclamó una mujer, que al aparecer era su esposa, ambos admiraban el lugar con una gran sonrisa, cuando sonó la puerta, alguien tocaba.

 —¿Es ella?– dijo el chico mientras caminaba hacia la puerta, al llegar ahí, tomó la perilla girándola y seguidamente abrir la puerta.

 —¡Hola James!– exclamó la mujer al mismo tiempo que entraba a la casa y saludaba al pelirrojo

 —¡Hola Pad! Abi está en la habitación de los pequeños.– decía el chico mientras cerraba la puerta, seguidamente revisó el reloj de su bolsillo, se cambió su camisa y se dirigió a la habitación.

 —Amor... Debo ir al parque cerca de King Cross, Ruth estará esperándome ahí, volveré rápido.– dijo el hombre, mientras se despedía de su esposa con un beso en la mejilla.

—¿Como seguiste luego de lo de Chipre, volviste con tu familia?

—Oh todo va de maravilla, por fin estamos juntos.

—Eso me alegra Dean.– esta era la conversación de un hombre de color, junto al pelirrojo, que al parecer se habían conocido hace ya un tiempo en Asia.

 —Bien, creo que ya debo volver con Ashley, fue un gusto verte James.– dijo Dean, mientras se iba del lugar trotando, de repente, se escuchó un fuerte golpe que provenía de la calle, al parecer eran dos autos que habían chocado, James a lo lejos visualizó a Alex, su mejor amigo, esforzándose para sacar a alguien del asiento de copiloto, al final lo logró y James se percató de quien era, sus impulsos lo hicieron correr, tan rápido que rebasó a su amigo en segundos hasta llegar donde su sobrina y su amigo.

 —James por favor ayúdame!– decía el muchacho.

 —No pierdas la calma amigo, tranquilo.– le respondió el pelirrojo, quien observaba a su sobrina, en un rápido impulso le tomó su cabeza con cuidado y la cargó.

 —La llevaremos a un hospital muggle y de paso te revisarán ahí, espero traigas zapatos cómodos, adelantate tú Alex.– dijo James.

—Fue mi culpa... No me percaté.

—No fue tu culpa amigo, fue un accidente...–los chicos hablaban sobre el accidente reciente, esperando noticias sobre la chica. Un doctor se acercó a ellos y explicó detalle a detalle la situación de la chica, estaba en coma, no se sabía cuando despertaría y les permitieron pasar a mirarla, pero antes de que el chico pelirrojo pudiera entrar, notó una lechuza en la ventana del hospital, era Piddy, con una carta, James se acercó y la tomó, comenzó a leer: "James, soy Padme, te escribo urgentemente para avisarte que Abril está en San Mungo, pronto dará a luz, apúrate." —Oh Dios...– el pelirrojo dio una última mirada a la habitación y susurró.

 —Lo siento...– seguidamente, salió corriendo del hospital.

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