Capítulo 8:
El sol estaba empezando a bajar. El ambiente en la antigua casa de James era tenso. Los cinco aún esperaban una respuesta.
—¿Y si no está de acuerdo? —preguntó Adela.
—Igual mandaría una carta para decirme —dijo Marck—-. Además, ella no me daría un "no" por respuesta.
Mientras hablaba, James entró por la puerta con dos pergaminos en la mano.
—¡Chicos! Llegó esto con nuestra lechuza, parece ser la respuesta.
"Querido Marckus:
He recibido tu carta con éxito. Quiero decirte que ahora no puedo ayudarte de una manera más directa, pues hasta que no los vea en el acto, no puedo detenerlos, pero la lechuza que mandaste trae una carta interceptada que al parecer era de Wilsa hacia Erin, léela y descubrirás los detalles.
Saludos."
—¡Rápido! La otra carta —dijo Mimi apurada mientras James tomaba el papel y lo abría.
"Erin, escribo para decirte que estamos listos, si nos necesitas estaremos en el cementerio de la Ciudad de Birmingham, en West Midlands. Tú conoces nuestro plan, si James aparece infórmanos.
PD: 23:50 será la hora."
—Muy bien chicos, preparen todo —dijo Adela mientras guardaba su varita en su bota.
—Será un largo viaje.
...
La noche había caído y señalaba la hora de partida para Wilsa y sus compañeros.
—Emme —le habló a su hija desde la puerta de su habitación, la peligris estaba leyendo unos libros sobre encantamientos avanzados.
—Dime, mamá.
—Los hijos del tío James se quedarán aquí esta noche también. Cuida de ellos, debemos ir a hacer algo.
—De acuerdo. Oye, ¿dónde están Lyanna y Marlene? Y la tía Mimi.
La chica de cabellos castaños tragó grueso.
—Tus primas están con Agnes y Alex. Tu tía, debía hacer unas cosas.
—¿Mami, ella va a volver, cierto?
Wilsa se dio cuenta que no podía ocultar nada a su hija, ya no era una niña pequeña.
—Eso espero, cariño, eso espero.
—¡Wilsa, ya debemos irnos! —gritó Bella desde el piso de abajo.
...
—¿Listos?, será un viaje un poco largo, considerando que no deben vernos muggles —dijo Elías mientras subía a la escoba tras Wilsa. Estaba un poco nervioso considerando que sería su primera vez volando en una de esas.
—¡Vamos! —gritó Wilsa, dando una patada al aire haciendo que su escoba se elevara, sus compañeros la seguían, hasta su destino.
—¡Wuuu!
—¡Oye, haz silencio, ciego!
—Oh si, lo siento... —eran las palabras de dos amigos conversando mientras surcaban el cielo.
—¡No seas tan dura con él, Maie, nunca había volado en una! —gritó Odhet mientras reía.
Después de un rato de vuelo, aterrizaron a las afueras de un cementerio muggle dejando sus escobas en el suelo.
—Bien, ya conocen el plan, ustedes hacen la cúpula cuando Elías y yo saquemos el cuerpo.
—Sí, capitán —dijo Bella con una sonrisa, Wilsa le devolvió la mirada con una cara de enojo, pero en broma.
—Por favor... no vuelvas a... —la castaña fue interrumpida por Bella.
—Lo siento... —dijo, Wilsa sonrió y siguió caminando junto a Elías.
—Bien... yo excavo, tú lo sacas y yo vuelvo a poner la tierra en su lugar.
—Entendido, jefa —dijo Elías mientras apuntaba a lo que sería el suelo. Alrededor de ellos, Bella, Maie, Odhet y Abril lanzaban hechizos de protección.
James y Minerva corrían para ubicarse cerca del lugar donde Dean estaba enterrado, Wilsa aún sacaba tierra con su varita. Ambos se ocultaron antes de que la cúpula que estaban creando los demás se sellara. A lo lejos, Luis, Marck y Adela notaron unos destellos.
—¡Allá! —gritó Adela mientras señalaba con su dedo— ¡Vamos! —corrieron con mucha cautela, y dirigiéndose a la cúpula, sacaron sus varitas y la comenzaron a desestabilizar.
Maie notó que algo no iba bien:
—¡Hey, están atacando la cúpula! —gritó mientras miraba desde dentro.
—¡Imposible! ¿Cómo supieron que estaríamos aquí? —dijo Wilsa.
—Aún te falta mejorar un par de tácticas, hermana —se escuchó decir a Mimi a las espaldas de Wilsa. Esta se giró y al mirar detrás, a la distancia vio a su hermana con James, ambos con la varita en mano.
—¡Ustedes no entienden! Minerva... no tienes por qué negarte a hacer esto, míralo desde otra perspecti... —la chica castaña fue interrumpida por un encantamiento lanzado por su misma hermana, que Elías alcanzó a repeler, Wilsa estaba enojada.
—¡Te dije que no lo harás! ¡Yo apoyo a James!
—¿Ah, sí? —la joven castaña levantó su varita— ¿Y James sabe por qué no quieres que reviva?
Su hermana menor, furiosa, lanzó otro hechizo que esquivó con mucha suerte. James dirigió una mirada incrédula a su compañera.
—¡Si no protegemos la cúpula, caerá! —gritó Odhet.
—¡Ustedes encarguense de ella! Elías, ayúdame con estos dos... —exclamó la castaña, comenzando así una batalla de hechizos entre Wilsa, Elías, Minerva y James.
Era cuestión de tiempo para que la cúpula que los protegía se destruyera, James peleaba contra Wilsa recordando aquellos viejos tiempos donde jugaban con magia, pero esta vez no era un juego. Elías se rendía a batalla intensa con Mimi, se sentía un poco rencoroso por lo que había pasado la noche anterior...
—¡Wilsa, es tarde! – decía Odhet mientras ella y sus otras compañeras corrían hacia Wilsa, colocándose a un lado de la castaña y del chico de gafas. Todos comenzaron a atacar a los pelirrojos frente a ellos, a quienes no les quedó más remedio que protegerse, los rodearon en un círculo hecho por ellos mismos y comenzaron a atacarlos, logrando dejar a James en el suelo. Al poco rato, Mimi cayó.
¿Estaban derrotados?
—¡Es suficiente! No me dejaron hacerlo por las buenas, tendrá que ser por las malas —gritó furiosa Wilsa, apuntando a su amigo y hermana, iba a atacarlos con un encantamiento, pero antes de que pudiera hacer algo, se escuchó un estruendo y todos se giraron.
Se dirigían hacia ellos Adela, Marckus y Luis, corriendo a toda velocidad, los pelirrojos aprovecharon el momento para tomar sus varitas y reintegrarse a la batalla, el grupo de Wilsa retrocedió, Mimi y James se pusieron de pie y los otros tres estaban al lado de ellos.
—¿Qué haremos James? —Luis preguntó con la voz cansada.
—Pelear —respondió, comenzaron a lanzarse todo tipo de hechizos entre cada persona, rebotaban en tumbas y suelo.
Mimi peleaba con Bella a un costado, esta cayó al suelo mientras Bella se tiró sobre ella con intención de quitarle su varita, pero se giró y se posó sobre Bella.
—¿Seguimos siendo amigas, no? —dijo Bella.
—Dependerá de tus hechizos... —le respondió Mimi, luego de eso recibió una patada de Bella para sacarsela de encima y seguir batallando con magia.
Adela peleaba con Odhet, Elías con Marckus, Luis con Maie y Abril. Wilsa aún seguía lanzando hechizos que James detenía. La joven de cabellos castaños se distrajo un poco, motivo que James aprovechó para hacerla caer al suelo.
Abril se percató y se colocó frente a su esposo, ambos se miraron, no querían atacarse. Wilsa se puso de pie, Abril se apartó y el resto de los grupos se juntaron quedando frente a frente de nuevo, querían seguir peleando. De repente se escuchó un estruendo, alguien había aparecido frente a ellos, con una capucha color verde oscuro. Apuntó con su varita a James dándole en el pecho, repitió el acto con Wilsa y ambos quedaron en el suelo, bajó su capucha y levantó su cabeza, parecía furiosa.
¡Ya basta! —exclamó la Ministra.
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