Minerva miró seriamente a Maie y los que estaban detrás de ella. James aún se encontraba cerca suyo, protector. La menor de los Griffith carraspeó. Había tomado una decisión:

—Lo siento... deberás decirle a Wil que no iré.

—Mala decisión —dijo Maie mientras sacaba su varita, James se colocó delante de Minerva e imitó la acción de la joven.

—No pueden obligarla —dijo James, mientras apuntaba a Maie.

—Rojito, no tienes porqué hacerlo —el chico sabía que no podría pelear contra cuatro buenos magos, menos siendo sus amigos. Así que miró a Mimi por el rabo de su ojo y la chica le asintió disimuladamente, así que pensó muy rápidamente y decidió. Tomó a Mimi rodeando un brazo sobre su cuello y colocando su varita en su cabeza.

Las demás personas en el bar se exaltaron y el cantinero gritó, pero fue ignorado.

—Alejense y la dejaré libre... —dijo, pero no hicieron caso. Maie estaba muy dispuesta a pelear si era necesario.

—James —dijo Mimi fingiendo temor —, suéltame por favor.

—Ya la oíste, Jameson —dijo Elías, serio.

Pero el joven Sawyer comenzó a caminar de espaldas en dirección a la salida que llevaba al Callejón Diagon, aún tomando a Mimi. Cuando llegó hasta la puerta, la abrió, tomó la mano de la chica y gritó:

—¡Corre!

—¡Vamos, vamos! —gritó Odhet, comenzando una persecución.

—Esto no es una buena idea James... ¿A donde se supone que vamos? —inquirió Mimi, soltando la mano de James para sacar su varita, mientras corría al lado de su amigo.

—No lo sé, déjame pen... —antes de que el chico terminara, un encantamiento cayó a su lado, casi aturdiéndolo.

El Callejón estaba desolado a esas horas de la noche, por lo que no habían otros magos que pudieran presenciar la carrera que se llevaba a cabo.

—Esto va en serio, pues así será —Mimi apuntó hacia atrás mientras corría, conjuró y el encantamiento dió a Maie, haciendo que su varita cayera al suelo.

—¡Sigan ustedes, los alcanzaré después! —gritó Maie mientras alentaba el paso para recoger su varita.

—¡Bien, Mimi! Estamos llegando al final de Diagon, debemos girar en Knockturn y volver antes de que nos acorralen contra el muro.

—Entendido, Capitán —respondió la chica, riendo por su comentario, pero inmediatamente un encantamiento de Odhet le dió a Mimi haciendo que esta cayera al suelo, James usó el encantamiento protector, ayudó a levantar a la pelirroja y continuaron corriendo.

—¡Eso estuvo cerca! —dijo James, el pelirrojo miró hacia atrás, lanzó un encantamiento que lograron esquivar los otros, pero no les dió tiempo de esquivar el de Minerva.

Odhet y Bella habían caído. Elías lanzó un encantamiento contra James, impactándolo.

—¡James! —el joven Sawyer estaba tratando de ponerse en pie e intentó detener a Elías con un hechizo, pero este lo esquivó y siguió corriendo tras Mimi. En cuestión de segundos la alcanzó, tirándose sobre ella y logró frenarla.

Ambos se miraron con cara retadora, el chico de gafas estaba dispuesto a aturdirla, pero antes de que eso pasara, James se tiró sobre Elías. Ambos se levantaron rápidamente y los tres se miraron, Mimi y James apuntando al Prewett con sus varitas. Odhet, Bella y Maie llegaron rápidamente al lugar, logrando acorralar al par.

Elías soltó furioso:

—¡Se acabó!... Vendrán con nosotros.