[Queens, 1995]

Un hombre castaño con barba se encontraba en un bar de Nueva York, el lugar estaba repleto y él se encontraba sentado en la barra totalmente solo. 

—¿Quieres algún otro trago, señor? — preguntó el barista tras la barra. 

—No… creo que ya es suficiente. 

De repente, una mujer se acercó a la barra, pidiendo un trago para ella y otro para el hombre sentado a su lado. 

—Enseguida, señorita. 

—No era necesario que lo hicieras. — dijo el hombre. 

—Te ves mal, ¿Quieres contarme qué sucedió? — dijo la mujer. 

—No es momento para hablar de eso. 

—Sé lo que sucedió con el Ministerio en Inglaterra, está afectando a todo el mundo. 

—Alguien tiene que detenerlos… — susurró el hombre. 

—¿Y vas a quedarte ahí sentado esperando que alguien lo haga? 

El tipo miró a la mujer, con una cara seria. 

—Suena a que tienes algo en mente. 

—Bueno, yo no… pero conozco a alguien que sí, por eso vine hasta acá. 

Una mujer más joven se acercó hasta donde conversaba el castaño con la pelinegra. 

—Señor, es un placer. 

—¿Quién eres? — preguntó el hombre. 

—No importa quién sea, tú y yo buscamos lo mismo, vencer la corrupción del Ministerio. 

—No trabajaré con alguien que no se identifica. 

La mujer suspiró, luego extendió su mano. 

—Llamame “A”. 

El hombre se levantó y correspondió al apretón de manos. 

—Isaac Thargot. 

Izzy miró a ambos y sonrió. 

—¿Manos a la obra? — dijo la mujer.