Capítulo 18: El Trío Sombrío.

El equipo se mantenía en movimiento dentro del departamento, buscando pistas de donde sería el próximo ataque de Tessa y sus aliados. Estefania entró al lugar junto a Alex Nuttley, quienes habían sido llamadas por el equipo para ayudar.

—¡Mimi! — exclamó la castaña al ver a su hermana después de tanto tiempo.

Ambas se fundieron en un abrazo. Alex se acercó a Bella y Luis.

—¿Cómo estás? — preguntó Bella.

—Bien bien, estaba con unas cosas cuando me llamaron. Y bueno, de camino me encontré a alguien en Hogsmeade... — contestó Alex.

Elías caminó tranquilamente hacia el grupo, saludando levemente a todos..

—Tío, ¿Dónde te habías metido? — preguntó Bella, preocupada. El hombre de lentes suspiró.

—Necesitaba un descanso... — contestó. —... lamento haberme ido sin avisar.

—Todos necesitábamos un descanso luego de lo que pasó. — contestó Mimi acercándose a su amigo para luego darle un abrazo. — nos asustamos de tu desaparición inmediata.

—¡Elías! — exclamó Abril. — me alegro de que estés bien.

—Gracias muchachos, de verdad.

—¿Nos ayudarás en el caso? — preguntó Isaac.

—Sí logran convencerme. — contestó el hombre con tono burlón, el resto del equipo sonrió.

—Bueno, ahora solo faltan un par de personas para completar el equipo. — dijo Mimi.

—¿Y James? — preguntó el de lentes.

—Aún nadie lo convence de pelear ni de liderar. Dijo que solo contactará con Erin para buscar la diadema. — contestó Ruth.

Elías se quedó pensativo mientras miraba un bolso redondo que protegía lo que él creía era el escudo del pelirrojo.

—¿Dónde está? — preguntó nuevamente.

—Está afuera tomando aire, dijo que volvería en un momento.

—Bien, ahora vuelvo. — dijo Elías, caminó hasta el bolso redondo y lo tomó para luego caminar a la salida.

—¡Chicos! Llegó una carta de Jack. — dijo Isaac. — está de camino a Londres y no saben con quien viene. — Abril se acercó al castaño y leyó el nombre en la carta del acompañante de Jack, luego sonrió.

—Sigamos con los preparativos muchachos. — dijo la pelivino.

James se encontraba en la parte trasera del departamento, admirando el cielo azul que pocas veces se veía desde el lugar, con las manos en sus bolsillos y recostado lo más firmemente a una pared cercana, de repente sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz conocida.

—¿Porque la cara larga? Adivino, no funcionó lo de Hogsmeade. — dijo Elías, dejando aquel bolso recostado sobre la pared.

—Entre otras cosas... ¿Qué haces aquí? — preguntó amablemente el pelirrojo.

—Vine a ver a unos amigos, bueno, más bien a ayudarlos.

—El equipo dijo que aún no saben nada sobre dónde estará Tessa, quizá ni aparezca.

—Por eso necesitan un líder, alguien que los guíe. Abril está un poco abrumada y agotada, quizá se le acabaron las ideas.

—Tú serías un buen líder, junto a Marck eres el más experimentado.

—Y el más viejo también. — contestó el de lentes con una sonrisa. — oye, lo que dije la última vez que nos vimos...

—No te equivocaste, aunque fue duro, tenías razón.

—No debí decirlo de esa forma, tampoco era un tema de mi incumbencia. Pero, ahora solo quiero paz, ya sabes, el rencor es corrosivo y lo odio.

—Somos dos. — contestó el pelirrojo, sonriendo.

—James hay algo que debes saber, estoy dispuesto a ayudar al equipo, pero habrá que tomar riesgos. Hay una peculiaridad con los entes que Celso y Mirabilis no mencionaron, pero te voy a necesitar para hacerlo. — Elías se acercó al bolso redondo, lo abrió y sacó el escudo del pelirrojo, para luego entregárselo. — Y de paso, me pidieron que te dejara esto, si lo tomas, asumes el mando del equipo.

—Elías, yo no...

—¿Porque no? Fue hecho para un líder, para ti... además, eres al único al que le lucen esos patéticos colores.

James miró seriamente al de lentes y luego bajó su mirada al escudo. Dudó, pero tras algunos segundos de pensamiento, colocó el objeto en su mano izquierda sintiendo un ligero calor en la misma.

» Bien pensado, Cap, estamos en el mismo equipo ¿No? — dijo Elías, estirando su mano hacia su amigo. James la estrechó y contestó.

—Definitivamente.

—¿Vine tarde para el beso o ya sucederá? — dijo Mimi quien apreciaba todo desde la puerta del lugar.

—No podía faltar el chiste de una Griffith. — dijo James con una sonrisa.

—Es curioso, la última vez que estuvimos los tres juntos también había una crisis en el mundo mágico. — dijo Elías.

—La diferencia es que ahora estaremos todos juntos, no divididos.

—Que alguien le envíe un mensaje a Tessa Whitney, el Trío Sombrío está de vuelta. — dijo Mimi, estirando su mano con la palma abajo. James y Elías hicieron lo mismo.

—Entonces, manos a la obra. — dijo James.

El trío se dirigió con el resto del equipo.

Los Patengers seguían trabajando arduamente para encontrar alguna pista, pasaron algunas horas hasta que Mccall encontró algo. Con un pergamino en mano corrió hasta donde estaba el resto del grupo y colocó el papel sobre una mesa.

—¡Hay algo! — exclamó. Todos se acercaron. — el equipo táctico del MACUSA que trabaja con la policía muggle informó de un ataque al norte de Estados Unidos, hay múltiples heridos y unos cuantos fallecidos.

—Pudo ser un ataque normal, algún muggle hacia otros. — dijo Laia.

—Exacto, pudo ser. Pero hay algo peculiar, la policía informó que encontraron palos de madera junto a las víctimas fallecidas, son varitas.

—¿Han hablado con los heridos? ¿Están conscientes? — preguntó James.

—Voight envió un vociferador, va de camino a la escena. En cuanto tenga algo, enviará más información.

—¿Deberíamos enviar a alguien de los nuestros? — preguntó Mimi.

—Quizá no sea relevante, tal vez no tenga que ver con Tessa... creo que lo mejor sería que el MACUSA se encargara. — dijo Abril.

—Démosle prioridad a la investigación, que el MACUSA investigue allá, tenemos a Voight que es de confianza. — dijo James. — Mccall, si Voight envía algo házmelo saber.

—Lo haré Cap.

El grupo se dispersó y continuó trabajando.

—Elías, lo que me ibas a contar sobre los entes... — susurró el pelirrojo al de lentes.

—Claro, te iba a decir que...

Elías fue interrumpido por la voz de un hombre que entró al departamento.

—¡Señores! — exclamó Jack Black.

—No hagas tanto ruido, Jack. — dijo una mujer pelinegra.

—Con razón apestaba a cartas de poker. — dijo Loly, acercándose a Jack para darle un abrazo.

—¡Hey! ¿Dónde está? — dijo Abril.

—No te apures, cuñadita. — contestaron.

Una mujer pelirroja de ojos azules caminaba tranquilamente hacia Abril, dándole un abrazo. James se levantó de su asiento al reconocerla y se quedó perplejo, Erin lo miró.

—James... — susurró la pelirroja. 

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