Capitulo 1: Dejar caer la mascara
Las Islas Hirvientes, ubicada en el que es conocido como el Reino de los Demonios, el día apenas y estaba dando comienzo.
Entre la zona de bosque de las islas, se encontraba la Casa Búho, hogar de la bruja mas buscada por el emperador Belos, Eda Clawthorne, alias la Dama Búho.
Sin embargo, desde hace al menos unos pocos días, ahí ha estado viviendo una chica humana de 14 años de edad, que por lo que se podría que fue por accidente, ahora se encontraba ahí viviendo siendo la aprendiz de la Dama Búho.
Esta chica, se encontraba apenas levantándose a la vez que se tallaba los ojos, esta chica tenia la piel morena, con el cabello castaño oscuro y corto, y al terminar de tallarse los ojos se podía ver que estos eran de color avellana.
La chica en cuestión, responde al nombre de Luz Noceda, una chica que accidentalmente llego de su mundo a uno totalmente diferente, y que decidió quedarse ahí para poder lograr un sueño que en su mundo muchos considerarían imposible...
Convertirse en una bruja.
Sin embargo, había algo en ella que en realidad no estaba muy bien que se diga.
Pues, normalmente ella es alguien con una actitud alegre e hiperactiva, pero a la vez que volteaba a ver a todos lados de la habitación se notaba algo diferente en su mirada.
Lo que su mirada dejaba ver era cierta clase de seriedad, pero a la vez había algo mas.
Algo que, uno a simple vista no podría ser capaz de llegar a describir con facilidad.
Al final, la chica deja salir un suspiro para luego salir de su habitación y dirigirse al que era el baño de la casa.
Una vez que entra, prende la luz y lo primero que ella termino viendo frente a su ser, es al espejo que había ahí adentro.
Al verlo, la chica veía obviamente su reflejo pero, al verlo no estaba segura de que debía de pensar cuando notaba sus ojos.
La verdad, es que había algo en ella, algo que ella misma no dejaba que otros ni siquiera su propia madre, vieran.
Y eso era... lo que había detrás de su sonrisa.
Si, por fuera ella siempre se ha visto siempre sonriente y alegre, pero ahora ese ya no estaba siendo el caso en esta ocasión.
Por dentro, había muchas cosas que a ella le pesaban.
Le pesaba no tener amigos en su mundo solo por ser como es, le pesaba el no encontrar a otro ser humano que la pudiera llegar a entender y, le pesaba que su propia madre no la llegara a entender en su totalidad.
Básicamente eran muchos factores los que, la verdad la tenían sumamente deprimida.
Pero nunca se ha molestado en dejar ver lo que ella realmente sentía al respecto, solo dejaba ver en su rostro una sonrisa que, a veces podía llegar a ser sumamente falsa.
Una parte de ella, le decía que debía de mantenerse fuerte y no dejar que otros vieran lo vulnerable que era ella por dentro.
Pero ahora ya... eso ya no era algo que importará.
Ya estaba harta de mantener esa maldita mascara de puras sonrisas, de no dejar ver lo que por dentro ella sentía.
Pero aun así, todavía sentía miedo por lo que podría llegar a pasar si los demás vieran lo que ella siente en el fondo de su corazón.
Sin embargo, en ese momento a su mente aparecía la imagen del rostro de un hombre de piel morena, barba y cabello castaño, y los ojos color avellana como los de ella.
-Papá. -dijo Luz en un susurro casi inaudible.
Rápidamente, la chica sale del baño hasta volver a su habitación y ahí agarra su celular.
Al tener el dispositivo entre sus manos, revisa donde eran las fotografías y ahí ve una foto de ella cuando era muy pequeña, siendo cargada por su madre quien se hallaba sentada en el sófa de la casa.
Y, junto a ellas estaba aquel hombre que apareció en su mente, el hombre que... en realidad era su padre.
Siempre sentía nostalgia al ver esa foto, le recordaba como eran las cosas antes de que el falleciera.
Recordaba como su padre siempre estaba con ella y le daba apoyo para que, cuando le tocara a hacerle frente a la vida por si misma, siempre supiera el como hacerlo.
Tan solo ver esa fotografía, le hacia pensar que si el aun estuviera vivo y estuviera viendo lo que ella sentía en realidad, sabría lo que le diría.
Que no tuviera miedo de expresar lo que realmente sentía y era cierto, porque al final sabía que, si no lo dejaba salir, eso mismo la destruiría tarde o temprano.
Ya sabía que es lo que debía de hacer y, luego vuelve a ver la fotografía en su celular para así darle un pequeño beso a la pantalla.
-Gracias papi. -dijo Luz para luego dejar el dispositivo en donde estaba.
Ella ya tenia claro lo que debía hacer, debía de cambiar ese problema suyo, debía dejar caer la mascara que por mucho tiempo había estado manteniendo.
Debía dejar ver... lo que había detrás de su falsa sonrisa.
...
Y Fin.
Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.
Saben, para esta historia me base en parte en el capitulo mas reciente de la segunda temporada de la serie, de como Luz se sentía realmente resoecto a su padre, dejaba ver el dolor que por dentro ella misma se guardaba.
La razón, por la que escribo esto es porque siento que el personaje de Luz es uno con el que fácilmente puede identificarse, y es lo que hace especial su esencia.
Es todo por ahora, los invito a que dejen sus votos si les gusta el capitulo, también los invito a que escriban sus opiniones sobre el capitulo en los comentarios, estoy abierto a sugerencias, nos vemos.
Bye.
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