Capitulo 3: Flying Solo (Parte 1)
Todos aún observaban a Dizzy sin entender, incluso Chad y Anthony intercambiaron miradas, justo cuando el chico que se encargaba de manejar las luces apareció en el escenario.
—Hey, ¿a dónde fue el resto de la banda? —Quiso saber el muchacho, confundido. La pelirroja lo miró, sin saber qué decir.
—Espera. ¿Esos eran hologramas? —Propuso Milli, la chica de Auroria giró la cabeza para observarla, igual que el chico de las luces y la VK.
— ¡Sí! —Afirmó la chica de anteojos, señalandola con un brazo. —Sí, esos eran hologramas.
La descendiente de Hércules solamente rodó los ojos al darse cuenta del reproche en los ojos de Audrey, quedándose callada.
—Lo conecté al proyector del techo antes del show. Lo explicaría, pero involucra algoritmos y cosas de ciencia. —Se justificó la chica de anteojos, recibiendo aplausos inmediatamente.
—Eso es salvaje. —Dijo Uma, que estaba a un lado de la multitud con sus amigos, cerca de las escaleras para subir al escenario. —Ellos podían vernos cuando tocabamos pero no cuando la música terminaba.
—Deberíamos chequear dos veces. —Sugirió Harry, dándole un golpe en el pecho a su capitana para luego subirse a los escalones y empezar a mover el trasero frente a la audiencia, que ni siquiera se inmutó. —Sí, yo no... Yo no creo que ellos puedan vernos. —Les dijo a sus amigos, bajando los escalones y regresando junto a ellos.
—Yo desearía no poder verte. —Murmuró Gil, avergonzado.
—Ok, gente, el show acabó. Volvamos a clase, por favor. —Intervino el Hada Madrina, girándose para ver a todo el alumnado, todos se dieron la vuelta y comenzaron a caminar hacia la salida.
— ¿Qué fue eso? —Le recriminó Audrey a su amiga. — "¿Esos eran hologramas?" —La imitó.
—Perdón, me emocioné. —Se disculpó la chica de traje morado, justo cuando Hook se acercaba a ellas.
—Hey, bonita. Hola. Harry. —Se presentó el bajista, coqueto, ignorando la discusión de las jóvenes.
— ¿Qué mierda fue eso? ¿Qué fue eso? —Insistió la princesa de Auroria, sin tener ganas de oír las excusas de su compañera, por lo tanto comenzó a alejarse; siendo seguida por la semidiosa.
— ¿Puedo llamarte alguna vez? ¿Cuál es tu numero? —Preguntó Harry, siguiéndolas.
—Señorita Ariel, lo siento tanto por no haber pedido permiso. —Dijo Dizzy rápidamente, tomando asiento en el preseño del escenario y dejando el micrófono en el suelo, delante de su profesora. —Yo solo quería demostrarle que pertenezco aquí. —Se justificó, colocando sus manos sobre sus piernas.
—Por más asombroso que eso fuera, tu lugar ya fue ocupado por otro estudiante. —Le informó la adulta, señalando a un chico que bajaba del escenario un violonchelo en su estuche, haciendo mucho ruido cada vez que aquel objeto descendía por los escalones.
— ¡Vamos, esa cosa es demasiado grande para él! —Se quejó la pelirroja.
—Él se acostumbrara. —Lo justificó la profesora. —Desearía poder ayudarte, pero mis manos están atadas.
Luego de felicitar con muchos abrazos, palabras y besos en la mejilla a Jane para finalmente dejarla volver a clases, la directora se acercó hacia las dos pelirrojas.
—Las mías no lo están, y aunque desapruebo este pequeño truco que hiciste, no pasaré a la historia como la directora que sacó a Dizzy Tremaine del programa de música. —Intervino el Hada Madrina, sacándole una sonrisa a la adolescente.
— ¡Gracias! —Exclamó la VK con emoción.
—Pero... —Prosiguió la mujer, alzando un dedo hacia la estudiante. —... cuando ganes tu primer Grammy, quiero que me agradezcas. —Le dijo, usando aquel dedo para señalarse a sí misma.
—Definitivamente. —Accedió la descendiente de Drizella.
—Gracias. —Le dijo la señorita Ariel antes de que la madre de Jane se retirara, tarareando Bright. — ¡Felicitaciones! ¡Oh! ¡Aw! Bienvenida de nuevo. —Habló, envolviendo a su estudiante en un abrazo que la joven correspondió, para luego separarse y marcharse.
Celia se acercó al escenario y Dizzy saltó del mismo para correr hacia ella.
—Wow. Lo hiciste. —Mencionó la princesita voodoo con orgullo.
—Gracias a ti. —Le recordó la pelirroja, pero al ver que su mejor amiga no sonrió ante aquello, se preocupó. —Hey, ¿estas bien?
—Uh... estoy genial. —Respondió la contraria. — ¿Cuándo empezaste a tocar con una banda de hologramas? —Quiso saber, señalando el escenario con una mano y colocando la otra en su cadera.
—Oh, solo fue una canción. No somos una banda. —Exclamó la hija de Drizella. —Ellos son una banda, una banda de hologramas. Definitivamente hologramas.
—Sí, lo vi. —Afirmó su mejor amiga. — ¿Por qué has mantenido en secreto a ese trío? —Le preguntó con curiosidad.
—Hay una razón para eso. Solamente es... realmente loca. —Masculló la chica de anteojos, esbozando una sonrisa repleta de nerviosismo.
—Oh, adoro las locuras, todo el mundo dice que yo estoy loca. Vamos a escucharla. —Le insistió Celia, dispuesta a apoyarla.
—Ok. Um, así que ellos son... —Comenzó a hablar Dizzy, notando la concentración en el rostro de la otra VK. Perderla no era una opción, por lo tanto continuó—: ... de Sweden.
La morena asintió, sorprendida.
—Sí. Resulta que ellos no solamente son geniales haciendo albóndigas, también son buenos haciendo música. —Prosiguió la joven Tremaine, la contraria frunció su ceño al escuchar aquello. —Sí, así que ellos tocan allá, yo los transmito por stream aquí; tocamos juntos, ellos se van y eso es todo. —Añadió, gesticulando con sus manos de forma exagerada.
—De todas maneras, ¿quién esta emocionada de que vuelva al programa de música? —Se apresuró a cambiar de tema la muchacha mientras hacía manos de jazz.
—Dizz, ¿estas mintiéndome? —La interrogó la hermana de Freddie.
Su mejor amiga dejó de hacer manos de jazz y su sonrisa desapareció.
—Sí. —Admitió la prima de Chad, bajando sus manos, avergonzada. —Sí, estoy mintiendo.
— ¿Desde cuando nos mentimos la una a la otra? —Le recriminó la princesita voodoo, tan indignada como dolida.
—Celia... —La llamó la pelirroja, sin encontrar una excusa, porque no la había. —Lo siento.
— ¿Lo siento? ¿Eso es todo lo que tienes? —Le echó en cara la morena, mirandola con desaprobación antes de darse la vuelta y correr hacia la salida.
—Espera, Celia. ¡Espera, no! —Suplicó Dizzy, comenzando a perseguirla. —Ven... Espera. Vamos.
Su mejor amiga abrió la puerta del gimnasio, retirándose sin mirar atrás.
— ¡Celia! —Gritó la joven Tremaine, yendo tras ella y saliendo al pasillo. —Vamos, Celia. ¡Espera! —Le dijo, tratando de alcanzarla en el pasillo que estaba repleto de alumnos, hasta que el muchacho con el violoncello le impidió el paso a la pelirroja.
— ¿En serio? —Protestó la chica de anteojos, haciéndose a un lado para pasar, buscando a su compañera con la mirada.
— ¡Hey! ¡Gran trabajo! —Le dijo uno de sus compañeros, chocando los puños con ella, justo cuando Anthony se interpuso en su camino junto a otras chicas.
— ¡Dizzy! ¡Dizzy! Esos hologramas eran tan cool. —Dijo su primo. —Es como si estuviéramos en la Isla, pero con mucha más producción.
—Gracias. —Masculló la pelirroja, tratando de localizar a su mejor amiga con la mirada, una de las muchachas que acompañaban a su pariente le chocó los puños antes de que Dizzy los rodeara; siendo detenida por el hijo de Cenicienta.
—Es verdad. —Concordó Chad. —Eso fue increíble. —Afirmó, pero entonces su novia se acercó a ellos.
—Fue mucho mejor que cuando lloraste y corriste. —Intervino la princesa de Auroria.
La pelirroja la observó, mientras guardaba sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—Hey, uhm... tal vez deberíamos... ir a ciencia. —Intervino el rubio, su pareja lo miró.
—Uh, sí, entonces tal vez podrías estudiar las propiedades químicas de los modales o algo así... —Añadió la chica de anteojos, causando que su enemiga solamente riera.
— ¿Eso supuestamente fue una respuesta ingeniosa? —Se burló Audrey. —Wow.
—Wow para ti. —Le gruño la hija de Drizella.
—Otra respuesta ganadora. —Dijo la castaña antes de darse la vuelta para retirarse con elegancia, con una mano en la cadera.
El descendiente de Cenicienta solo le dedicó una última mirada a su pariente antes de ir a perseguir a su novia.
—Hey, eso fue un poco cruel. —Le hizo saber el príncipe, alcanzándola en medio del pasillo. —Ustedes dos solían ser amigas. —Le recordó, la líder de Dirty Candy se detuvo frente a él.
—Me gané mi lugar, Chad. —Le recordó Audrey. —Dizzy perdió el suyo después de que no cantara una nota por un año. Y entonces, de repente, ¿aparece sin avisar para eclipsarme con su pequeño acto de holograma?
El muchacho soltó un suspiro mientras apartaba la mirada, incómodo, relamió sus labios para luego volver a observarla. Él era, sobre todo, un caballero; a pesar de que su pareja se estaba metiendo con su prima.
—Trabajé duro en esa rutina. —Le aseguró la princesa de Auroria, el joven bajó la mirada por unos segundos, para entonces volver a establecer contacto visual con ella. —Dizzy no es mi amiga. —Finalizó antes de continuar su camino justo cuando el timbre sonó, mientras el príncipe solo la observaba hasta que la perdió de vista.
—Eso me pasa por entrometerme. —Habló solo antes de ir a clases.
—— ⋆∞⋆ ——
La hija de Drizella estaba caminando por los pasillos de la escuela, cabizbaja.
— ¡Dizzy! —La llamaron los fantasmas, Harry y Gil sostenían a Uma, que estaba encima de ellos. La adolescente gritó.
— ¡Ustedes! ¡Dejen de hacer eso! —Los regañó la pelirroja, mientras la chica de cabello turquesa volvía al suelo de un salto. —Lo digo en serio.
— ¡Whoa! ¡Whoa! ¡Whoa! Esta vez fue tu culpa. Nosotros ya estábamos aquí. —Replicó el chico del garfio, elevando las manos en señal de inocencia. —Bueno, de hecho, estábamos por allá y luego vinimos para aquí. —Aclaró, señalando varios lugares del pasillo.
— ¿No vamos a hablar de lo que acaba de pasar? —Cambió de tema la capitana, moviendo sus brazos para enfatizar sus palabras.
—Sí, la escuela entera los vio. —Masculló la chica de anteojos. —Y me está asustando un poco.
—Ok, bien, porque también me está volviendo loco. Ya sabes, tú puedes vernos, y la gente puede vernos cada vez que tocamos música. —Comenzó a hablar Gil, pronunciando las palabras cada vez más rápido, Uma tuvo que darle palmadas suaves en la espalda para intentar calmarlo. —Y mi ropa está hecha de aire pero, por alguna razón, aún sigo sintiendo que me hacen calzon chino. —Añadió, Dizzy y Harry hicieron una mueca.
—Hay tantas preguntas. —Exclamó el rubio, frustrado, la pirata dejó de tocarlo.
—Lo importante es que rockeamos ese lugar. —Les recordó la chica de cabello turquesa con alegría. — ¡Ellos te estaban amando! —Le dijo a la VK.
— ¿Estas bromeando? ¡Ellos nos amaron! —La corrigió la pelirroja. —Esa fue una canción genial, Uma. Gracias.
— ¿Y-y-y ustedes vieron que las porristas me estaban mirando? Creo que ellas me estaban mirando. —Comentó Harry, tomando por los hombros a su capitana. —Por favor dime que me estaban mirando. —Le rogó, haciendo que la hija de Drizella riera, antes de que la morena colocara sus manos en la nuca de su primer oficial.
—Hook, ellas te estaban mirando. —Le confirmó la brujita del mar.
— ¡Oh, lo sabía! —Exclamó el pirata, soltándola inmediatamente.
—Estoy muy... estoy muy confundido, ¿saben? —Dijo Gil, la pelirroja ladeó la cabeza. —La vida después de la muerte debería venir con instrucciones o una guía rápida o algo.
—Bueno, lo bueno es que todo el mundo pensó que ustedes eran hologramas, y yo volví a entrar al programa. —Informó la chica de anteojos, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón, seria.
— ¿Por qué luces tan decaída? —Quiso saber el primer oficial.
—Sí, estás haciendo esta cara. —Añadió Uma, tomando por los hombros a sus amigos para acercarlos a ella, los tres hicieron sus expresiones de tristeza más realistas que pudieron.
La estudiante presionó sus labios.
—Esa... no es mi cara. —Replicó la VK.
—Eh... —Balbuceó Harry.
—Es tu cara. —Afirmó la capitana, separándose de los otros dos fantasmas lentamente.
—Y las cosas se pusieron raras entre Celia y yo. Ella me preguntó sobre ustedes y no pude decirle. —Prosiguió la nieta de Lady Tremaine.
—Qué dulce. —Comento el chico del garfio, divertido. —Las chicas ya están hablando sobre nosotros. —Les dijo a sus compañeros, Uma chocó los cinco con él.
—Basta. Hablo en serio. —Masculló la chica de anteojos. —No le puedo contar sobre ustedes por la misma razón por la que no le puedo decir a mi papa. ¡Ella pensará que he perdido la cabeza!
Los piratas se giraron, haciéndose a un lado para que el conserje pudiera pasar con sus cosas de limpieza sin atravesarlos.
—Este tipo definitivamente piensa que has perdido la cabeza. —Puntualizó Hook, señalándolo. El hombre se detuvo para observar a la estudiante con una expresión seria antes de continuar su camino. —Mm. —Añadió, feliz de tener la razón.
—Tengo que volver a clase. —Dijo la descendiente de Drizella a modo de excusa, pasando a un lado de ellos.
—Hasta más tarde, Dizzy. —Se despidió el primer oficial, saludándola con la mano y levantando un dedo. — ¡Oh! Dile a esas porristas que estoy soltero. —Añadió, dándose media vuelta junto a la chica de cabello turquesa para ver cómo la estudiante se retiraba, pero luego el primero volvió a girarse.
—Oh, y que está muerto. —Sugirió el baterista de Sunset Curve, girándose lentamente.
—Oh, no, no, ¡no! Deja esa parte afuera. Deja esa... —Le rogó el fantasma, dándose la vuelta para darse cuenta de que la joven ya no estaba, entonces miró a sus compañeros con resignación. —Ella se ha ido.
— ¡Whoo! —Grito Uma, festejando que podían ser vistos cuando tocaban.
—— ⋆∞⋆ ——
De regreso en el garaje, Uma y Harry estaban sentados en el sofá, viendo como Gil caminaba de un lado a otro de manera nerviosa.
—Creo que él está practicando para sus caminatas en la pasarela. —Habló el primer oficial en voz baja.
—Él está tan nervioso, casi me está poniendo nerviosa a mi. —Susurró la chica de cabello turquesa, el chico del garfio asintió con la cabeza hasta que finalmente su amigo se detuvo para pasar una mano por su cabello y enfrentarlos.
—Ok, miren, ustedes saben que no manejo bien los cambios; ¿está bien? ¿La muerte? —Les dijo el rubio, haciendo una pausa para procesar aquello. —Ese fue un cambio.
—¿Ok?, entonces nos volvimos fantasmas, ¿está bien? Otro cambio. —Prosiguió el baterista, gesticulando con sus manos. —Y... y ahora podemos ser vistos cada vez que tocamos con Dizzy. ¡Gran maldito cambio! —Añadió.
—Sí, pero, hermano; ese fue un buen cambio. —Replicó la capitana. —Con Dizzy podemos tocar en el escenario de nuevo y ser la banda que no pudimos ser. —Le dijo, mientras Harry asentía con la cabeza, pero su compañero no dijo nada.
—Vamos. Quiero decir, tienes que estar dispuesto a eso. —Insistió la muchacha.
—Sí, quiero decir, ¿quién no lo estaría? Yo solo... —Accedió el hijo de Gaston, para luego dejar caer los brazos al costado de su cuerpo. —Sabes, quiero averiguar por qué.
—Olvida el por qué. —Masculló la morena, incorporándose del sillón. —Hombre, yo digo que invitemos a Dizzy a unirse a Sunset Curve. —Propuso, girando la cabeza para buscar la aprobación de Hook, quien también se levantó.
—Sí, totalmente. Quiero decir, piénsenlo. —Accedió el chico del garfio. —Con una nueva cantante principal, esta banda será legendaria. —Dijo con ambición y esperanza.
— ¡Hey! —Se quejó la descendiente de Úrsula, captando la atención de su primer oficial, quien la observó. —Yo soy nuestra cantante principal.
Gil volvió a caminar por el estudio.
—Mujer, esa chica tiene la voz de un ángel, y puede hacernos visibles. —Replicó Harry, tratando de hacer entrar en razón a su mejor amiga. —Sin ella, nosotros somos como música para elevador.
—Bueno, no tienes que ser tan malvado al respecto. —Le indicó Uma. —Y nosotros estamos en la pista de nuevo. —Añadió, extendiendo un brazo hacia el rubio, quien dejó de caminar.
—Ok, lo siento, ¿está bien? Yo solo... —Se disculpó el baterista, gesticulando con un brazo para luego meter las manos en los bolsillos de su pantalón. —Solo debo ir a aclarar mi cabeza. —Añadió, caminando hacia la puerta de salida, estiró un brazo para tomar la manija pero su mano la traspasó así que lo intentó de nuevo; pero aquello volvió a sucederle.
—Hombre, eres un fantasma. Solo desvanécete. —Le recomendó el bajista.
— ¡No me digas cómo ser un fantasma! —Le recriminó Gil con la voz a punto de quebrarse, dándose la media vuelta para observarlo con los ojos llenos de lágrimas antes de girarse nuevamente, suspirar y abandonar el garaje mientras Harry unía sus manos y silbaba para aliviar la tensión mientras que la morena solamente observaba hacia el techo.
—— ⋆∞⋆ ——
El rubio caminaba por las calles de Hollywood con las manos en sus bolsillos, pasando por al lado de una Marilyn Monroe que se sacaba fotos con una familia y esquivando a las demás personas, hasta que se detuvo cuando reconoció a dos caza fantasmas en la vereda.
—Oh Lucifer, estoy acabado. —Se lamentó Gil, comenzando a retroceder. —Oh, Lucifer, ¡no! —Gritó, sacando las manos de sus bolsillos para cubrirse la cabeza mientras se agachaba cuando los dos sujetos pasaron junto a él, traspasándolo.
El pirata se incorporó, fingiendo que no había sucedido nada, mientras aclaraba su garganta para luego mover la cabeza, logrando acomodar su cabello y metiendo las manos en sus bolsillos nuevamente para continuar avanzando.
— ¡Beep beep! —Exclamó un muchacho, imitando el sonido de una sirena mientras pasaba por alrededor de los vivos en su skate, arrebatándoles cosas que guardaban en sus bolsillos o bolsos sin que se dieran cuenta. —Voy pasando, ¡hey!
— ¡Oh! Bonito sombrero. —Halagó el joven al traspasar a un hombre con sombrero que usaba mientras hablaba con una mujer, luego se dirigió hacia una turista que estaba sacando fotos con su celular y le quitó la billetera que guardaba en el bolsillo trasero de su pantalón para entonces meterla en los bolsillos de la camiseta que llevaba atada a la cintura junto con sus otros 'tesoros'. — ¡Queso! —Añadió mientras reía y seguía patinando, intentando pasar a un rubio, pero para sorpresa de ambos; chocaron y cayeron al suelo.
— ¡Aah! —Protestó el muchacho que andaba en skate, por suerte estaba usando su casco, se quedó en el suelo durante unos segundos antes de tomar su patineta e incorporarse al mismo tiempo que el contrario. — ¡Oh, hombre! —Dijo, viendo las ruedas de su skate.
—Oh, tú golpeaste mi patineta. —Masculló el chico del casco, el pirata miró el skate y luego a él
— ¿Golpeé tu patineta? Hombre, me atropellaste. Tienes suerte de que yo... —Lo enfrentó Gil, hasta que se quedó callado al darse cuenta del significado de sus palabras y su enojo se esfumó cuando vio a los ojos al desconocido—. T-T-Tú... tú... tú me atropellaste. ¿Tú eres un fantasma?
—Mm, sí. Desde que aprendí de la manera difícil que... —Afirmó el contrario mientras desataba su casco y se lo quitaba para luego inclinarse hacia adelante y sacudir su cabello largo, levantando la cabeza ante la mirada del rubio –cuya boca estaba entreabierta porque el moreno era el fantasma más bonito que había visto en su no vida, no importaba si era el primero que conocía– y acomodando un mechón de su cabello para colocarlo detrás de su oreja— ...patinar en el tráfico era malo. —Dijo, mientras aún acomodaba su cabello.
El baterista cerró la boca y tragó saliva, todavía mirándolo y percatándose de que el skater tenía un collar con un dije de una llave pero se dijo a sí mismo que tal vez lo estaba observando demasiado, así que intentó que sus acciones no lo delataran.
—Hey, lo siento, me estrellé contra ti. —Se disculpó el desconocido. —Pensé que eras un corpóreo y yo te traspasaría.
Gil dejó de relamerse los labios al oír aquello, sin comprender ni una sola palabra.
—Uh, ¿un corpóreo? —Repitió el mejor amigo de Uma, confundido, el skater alzó ambas cejas para luego bajarlas.
—Sí, así, um; así es como les decimos a la gente que aún está viviendo. —Le explicó el chico de cabello largo—. ¿Eres nuevo en toda esta cosa de fantasmas, no es así? —Se atrevió a preguntar.
—Sí. ¿Eso es muy obvio? —Menciono el rubio, entre risas.
El skater puso los ojos en blanco, pensando en que aquel fantasma era demasiado lindo como para robarle algo.
—Totalmente. —Admitió el chico de cabello largo, luego dejó escapar una pequeña risa, contagiándosela al contrario. —Hey, yo, um... soy Jay. —Se presentó, extendiendo una mano hacia él.
—Oh, uh, Gil. —Exclamó el pirata, estrechando su mano y observando aquel contacto por unos segundos antes de volver a meter las manos en sus bolsillos.
—Así que, uhm, ¿qué te trae a Auradon, hombre? —Lo interrogó el skater, desviando la mirada hacia el lugar que los rodeaba para luego chasquear la lengua. — ¿Tú, uh, estás haciendo turismo? ¿Sacándote fotos con esa tal Marilyn? —Dudo, señalando a la muchacha y alzando ambas cejas.
—Uh... sí, de hecho, estaba teniendo una pequeña crisis después de la muerte así que estaba, ya sabes, aclarando mi cabeza hasta que intentaste abrirla. —Replicó Gil.
El contrario no pudo evitar soltar una carcajada, lo cual sorprendió al rubio.
— ¿Si te hice darte vueltas como un panqueque, huh? —Se burló Jay. El contrario bajó la mirada, y el primer fantasma supo que había cometido un error. —Lo siento. Um, así que, ¿pequeña crisis después de la muerte?
—Sí, yo solo... yo solo sigo enloqueciendo por todo, ¿sabes? —Admitió el pirata. — ¿Nosotros no deberíamos estar en el Cielo o algo así? —Volvió a preguntar.
— ¿Quiénes somos nosotros? —Inquirió el chico de cabello largo, sin comprender del todo la situación.
—Oh, uh, yo y mis compañeros de banda. —Explicó Gil, gesticulando con una mano que volvió a meter en el bolsillo de su pantalón. —Todos morimos.
—Cierto. —Afirmó Jay. —Ahora, eso es trágico, hombre. ¿Ustedes tuvieron alguna clase de accidente o...? —Dudo.
—Sí. —Respondió el rubio al instante. —Sí, tú podrías... tú podrías decir eso. Comimos unos hot dogs en mal estado.
— ¡Whoa! De ninguna manera. —Masculló el skater, sorprendido.
—Sí. —Afirmó Gil.
—Extrañamente, eso es lo que le pasó a Mozart. —Quiso calmarlo el chico de cabello largo, sonriéndole.
—Wow. Eso es verdaderamente reconfortante. Gracias. —Dijo el baterista, esbozando también una sonrisa. —Hey, ¿te importa si te hago un par de preguntas más? —Inquirió, tomando valor.
—Eso es lo tuyo, ¿no es así? —Mencionó Jay, coqueto, alzando las cejas antes de dejar caer su skate al suelo y señalarlo con un dedo mientras se subía a la patineta. —Está bien. Tú solo tienes que seguirme el ritmo. —Accedió antes de pasar a un lado del contrario, comenzando a alejarse.
— ¡Hey! —Lo llamó Gil, viendo como el moreno se colocaba el casco, entonces no dudo en comenzar a caminar velozmente detrás de él. —Um, ¡espera!
—— ⋆∞⋆ ——
Cuando Dizzy llegó a su hogar, abrió la puerta despacio y se quitó la mochila para dejarla a un costado de la misma, percatándose de que su padre se encontraba en el comedor así que corrió hacia el.
— ¡Papá! —Gritó la pelirroja, deteniéndose junto al hombro del contrario, quien soltó un grito mientras reía y la menor reposaba ambos brazos sobre el hombro de su progenitor.
—Bien. Estás en casa. —Exclamó Henry, cuyas manos estaban encima de un montón de papeles que había puesto encima de la mesa.
— ¿Qué es todo esto? —Quiso saber la recién llegada.
—Ah, ya sabes, algunas cosas en otras escuelas con programas de música y... y algunas cosas de lecciones privadas de música. —Le dijo el escritor, mientras su descendiente tomaba algunos folletos con una mano y los observaba. —Sé que luce como un desastre, pero tu papá lo tiene controlado.
—Bueno, afortunadamente para ti, volví al programa en mi escuela. —Le hizo saber la chica de anteojos, separándose de él y comenzando a alejarse hacia las escaleras lentamente mientras lo miraba de reojo, viendo como el adulto sostenía algunos papeles.
—Espera. Espera, ¿qué? —Masculló su padre, su descendiente se giró para verlo. — ¿No estás bromeando ahora mismo? —La interrogó, logrando hacerla reír.
—Me presenté, di un show con algunos fan... —Empezó a explicar su descendiente, pero antes de terminar de hablar, dijo lo primero que se le ocurrió—: fanáticos y el Hada Madrina me dejó volver. —Finalizó, Henry arrojó al aire todos los folletos que tenía en las manos.
— ¡Sí! ¡Sí! —Alzó la voz el escritor, viendo como las hojas caían encima de su hija, a quien abrazó y levantó del suelo para dar un par de vueltas con ella. — ¡Oh! ¡Mm! ¡Oh! Eres asombrosa. Estoy tan feliz por ti. —Mencionó, volviendo a dejarla en el suelo.
—Eres la mejor. —La halagó, sonriendo con felicidad para luego agacharse con la intención de recoger todo el desastre que él mismo había causado. —Lo tengo. Lo tengo. —Dijo, pero de todas maneras la pelirroja imito su acción para ayudarlo, tomando un folleto y leyendo lo que decía.
— ¿La escuela Australiana de música? —Leyó en voz alta para entonces observar al mayor a los ojos. —Eso es la mitad del mundo.
—Yo... Yo iba a traerte de regreso para Navidad. —Se justificó el hombre, su descendiente apenas sonrió antes de arrojarle el folleto al pecho y levantarse para dirigirse hacia las escaleras. Henry se incorporó. —Hey, tú rockeas. —Le recordó, señalándola.
La menor simplemente subió las escaleras con una sonrisa en su rostro.
—La mejor. —Insistió el escritor cuando estuvo solo. —Sí. —Añadió antes de volver a lanzar los papeles al aire, demasiado feliz como para contener su emoción.
—— ⋆∞⋆ ——
En el garaje, Uma y Harry estaban tocando sus instrumentos, de hecho la capitana le estaba enseñando a su primer oficial algo que acababa de improvisar.
—Harry, ¿qué piensas de este riff? —Quiso saber la chica de cabello turquesa, mientras tocaba.
—Dulce. Lo estoy sintiendo. —Exclamó el chico del garfio a modo de aprobación, mientras su mejor amiga continuaba improvisando, así que el joven decidió unirse a ella. —Y entonces yo entro con un poco, uh... —Añadió para luego comenzar a tocar su bajo.
—Entonces Dizzy entra con sus lyrics asesinas. —Propuso Uma, mientras los dos tocaban, disfrutando de la música que estaban creando juntos.
—Y Sunset Curve renace. —Afirmó Hook, justo antes de que la pelirroja abriera la puerta del estudio e ingresara al mismo para luego cerrar la puerta, deteniéndose al verlos.
—Chicos, se supone que no deben estar aquí afuera tocando solos. —Les recordó la recién llegada, los fantasmas dejaron de tocar y el primer oficial se giró para verla.
—Pero no estamos solos. —Replicó Harry, mientras la capitana se levantaba de su asiento y pasaba un brazo por encima del hombro de su compañero con una sonrisa. —Porque siempre nos tenemos el uno al otro. —Añadió, señalando a Uma con una sonrisa, quien se apartó luego de eso. La hija de Drizella rodó los ojos.
— ¡Ugh! —Protestó la chica de anteojos, soltando el picaporte y caminando hacia uno de los parlantes para desconectar el cable del bajo y continuar avanzando por el lugar.
—Pero... pero teníamos el nivel del volumen en uno. —Se justificó la hija de Úrsula, quitándose la guitarra velozmente y dejándola en su soporte.
—Pero lo rockeamos en volumen 10. —Alardeó el chico del garfio. — ¿Quieres que la toquemos de nuevo? —Sugirió, pero a modo de respuesta, la otra VK desconectó el cable de la guitarra del parlante; sosteniéndolo en su mano por unos segundos.
—Yo realmente no creo que ella lo haga. —Le murmuró la capitana a su primer oficial, viendo como la pelirroja soltaba el cable, dejándolo caer al suelo.
—No. —Concordó Hook, quitándose el bajo y poniéndolo en su soporte mientras Uma lo miraba de reojo, hasta que el chico sacó su garfio de su chaqueta y volvió a mirar a la pelirroja; quien ahora tenía las manos en los bolsillos de su chaqueta.
—De hecho, estábamos esperando a que llegues a casa. —Cambió de tema la chica de cabello turquesa, mientras el otro fantasma frotaba sus manos con entusiasmo. —Ok, entonces tenemos algunas noticias importantes que contarte.
Dizzy simplemente los observaba, sin decir ni una sola palabra, manteniendo un semblante serio.
—Tuvimos una reunión de la banda antes y... —Prosiguió Uma, señalando a Harry, quien comenzó a golpear sus rodillas para simular redobles de tambores. — ¡...Queremos invitarte a unirte a Sunset Curve! Y no, no estás soñando. —Anunció con emoción.
—Oh. —Fue lo único que dijo la chica de anteojos apenas unos segundos más tarde, logrando que las sonrisas de ambos fantasmas desaparecieran.
—Oh, uh... ella dijo "oh". Umm... —Exclamó la capitana, mirando de reojo a su mejor amigo antes de comenzar a jugar con una de sus trenzas, aquello no había salido como ella lo había planificado. —Eso es lo que dices cuando recibes medias en tu cumpleaños, no cuando eres invitada a unirte a la banda más épica.
—Lo siento. —Se disculpó Dizzy, sacando las manos de los bolsillos de su chaqueta para gesticular. Uma colocó sus manos en sus caderas, mientras que Harry unió sus manos, oyendola con atención. —Estoy honrada, pero ahora mismo no puedo pensar en nada más que en Celia. Ella todavía sigue enojada conmigo por haberle mentido. Ella ni siquiera ha respondido mis mensajes. —Se justificó, estando algo alterada, porque no solía discutir con su mejor amiga.
—Sí, estás en una situación difícil. —Admitió la cantante principal de Sunset Curve.
—Sí. —Repitió Hook.
—Entonces, ¿quieres unirte a la banda? —Volvió a preguntar Uma, sin perder las esperanzas.
—Aprende a ubicarte, amiga. —Le recriminó la prima de Anthony, dirigiéndose hacia la puerta del estudio, dispuesta a irse a la mierda.
— ¡Oh, vamos! —Insistió la capitana, rodeando a su primer oficial para detenerse en medio del lugar y señalar a la pelirroja con un brazo. —Te necesitamos, y tú nos necesitas porque tú necesitas la música. —Masculló, logrando que la chica de anteojos se detuviera y soltara el picaporte, dejando caer ambos brazos a cada lado de su cuerpo y girándose lentamente.
—Encontramos este poema que tú escribiste. —Prosiguió Uma, sacando una hoja del bolsillo de su pantalón y mirando a su compañero para darle un golpe en el brazo. —Y Harry y yo le agregamos esta melodía realmente cool. Suena maravillosa.
— ¿Dónde encontraron eso? —Quiso saber Dizzy. Hook la miró, luego giró la cabeza para ver a su capitana y volvió a ver a la pelirroja.
—Uh... —Masculló la pirata, tomando del brazo a su primer oficial y arrastrándolo para colocarlo entre ambas chicas, luego se dio la vuelta para ver la hoja; sosteniéndola con ambas manos. —...Definitivamente no en tu caja de sueños. —Afirmó.
— ¿Revisaste mis cosas? —Le gruñó la pelirroja, avanzando hacia él, Harry inmediatamente se apartó de su camino y la capitana comenzó a correr hacia el piano.
—L-L-Lo sé pero... —Comenzó a justificarse la hija de Úrsula mientras era perseguida por la joven Tremaine.
—Sí, ¡nosotros podemos hacer eso ahora! —Mencionó Hook con orgullo, señalándola con su garfio.
— ¡No! ¡No, ustedes no pueden! —Alzó la voz Dizzy, furiosa, mientras corría. — ¡Límites! ¡Devuélvemela!
— ¡No! —Se opuso Uma, estando frente a ella, siendo separadas por el gran piano. Se subió al banquillo de un salto. —Hey, necesitas darte cuenta de lo increíblemente talentosa que eres. —Afirmó la fantasma, convencida.
— ¿Ok? Escucha esto. —Le pidió la pirata, apoyando la hoja sobre el piano. —"If somebody hurts you..." —Empezó a leer, pero la otra VK intentó arrebatarle, sin embargo la capitana fue más rápida y apartó el papel de su alcance; ocultándolo detrás de su espalda con una mano mientras reposaba el otro brazo sobre el piano.
— "If somebody hurts you, I'm gonna get hurt too..." —Volvió a leer Uma. —And my life, my life would be real low, zero, flying solo... —Cantó esta vez.
—Oh-oh. —Cantó Harry, levantando su garfio con orgullo. Su capitana le sonrió en agradecimiento, mientras que la chica de anteojos solo giró la cabeza hacia él para observarlo con seriedad antes de volver a mirar a la fantasma que no conocía los límites.
—Es una melodía asesina. —Dijo la chica de cabello turquesa. La otra VK suspiró, demasiado abrumada como para lidiar con sus inquilinos ahora.
—Escribí eso sobre Celia cuando ella me estaba ayudando con todo lo de mi mamá. —Les confesó la pelirroja, dejando caer las manos a los costados de su cuerpo para luego meter las manos en sus bolsillos, mientras negaba con la cabeza. —Tengo que irme. —Informó antes de darse la vuelta para caminar hacia la salida.
—Hey, ¿qué pasa con la banda? —Volvió a insistir Uma, viendo como la chica que vivía allí abría las puertas del garaje.
—Oh... Casi lo olvido. —Mencionó Dizzy, saliendo del estudio y dándose la vuelta para enfrentar a esos dos fantasmas—. ¡Manténgase fuera de mi habitación! —Les gritó antes de cerrar las puertas y retirarse.
La capitana bajó del piano de un salto y lo rodea, corriendo hacia la salida.
— ¿Si? —Alzó la voz Uma mientras se detenía al llegar a las puertas y traspasaba su cabeza tras las mismas—. ¡Lo haremos si te unes a nuestra banda!
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