-Narra Cass-

-Gracias por lo de ayer, enserio, gracias.-Volví a decir. Celine rodó los ojos con una sonrisa, Mar me dio un codazo y Axel solo reía.

-No hay de que rubia.-Sonrió el rubio.-Entre rubios nos ayudamos.

-¡Aquí estoy!

Por favor, que no sea quien yo creo. Que sea su gemela, por favor, que sea su gemela de voz...

Fui la primera que de giró, fui la primera en saltar al vacío, fui la primera a la que vio.

-¡Cassie!-Chilló contenta y dio un abrazo.-Estas genial, tu pelo es perfecto.

-Gracias Haliee.-Intenté parecer normal. Mis amigos se giraron intentando sonreir.

-Prima.-Haliee abrazó a Mar y esta rodó los ojos haciendo una mueca.-¡Axel, Celine!-Haliee soltó a su prima y saludó a los dos restantes. Ellos sonrieron falsamente.

-Vaya, veo que habéis visto a una habitante.

-Si mama.-Respondí intentando parecer normal de nuevo.

-No habría sido posible sin Cruella.-Sonrió Haliee.

Apreté los puños.

-¿Y eso?-Pregunté. Mar puso una mano sobre mi hombro, Axel me calmó con la mirada y Celine me palmeó la espalda.

-No pensabas que por muy mala que sea dejaría a su hijo sin regalo de cumpleaños.-Respondió mamá.

Creo que me falta el aire.

-Por muy equivocado que estuvo aquella vez que tuvo que hacer vuestro trabajo... Sigue siendo el mismo y eso no va a cambiar.-Sonrió Haliee.-¿Sabéis donde esta?

-No.-Respondió Mar antes de que yo saltara con un "Si, pero no te vas a acercar, maldita".

-Y tampoco te importa.-Me susurró Axel entre risas. Choqué un puño con el por lo bajo.

-Yo me tengo que ir.-Dije y me di la vuelta.

-¿Donde vas?-Preguntó mama interrogante.

-A dar una vuelta sola.-Sonreí falsamente. Corrí hacia donde se suponía que Carlos debería estar trabajando y me encontré a Jay en la entrada.-¿Esta el?

-¡Te buscan Romeo!-Chilló Jay.-Pasa.

Entré buscando a Carlos y cuando le vi fui sincera y pregunté sin rodeos.

-¿Haliee y tu tuvisteis algo?

-¿Que?-Preguntó confundido y le lancé una mirada insistente.-¿Haliee? ¿Porque preguntas eso?

-Porque tu madre la ha traído como tu regalo de cumpleaños.

-¿Haliee esta aquí?-Preguntó sorprendido.

-¡Carlos de Vil, responde!-Exigí.

-Le gusté a Haliee y mi madre y la suya eran algo así como... Mal y Evie, o Mar y tu.-Explicó y me crucé de brazos. Dio un paso hacia mi y me acarició la mejilla.-No me gusta Haliee. Tu me gustas, tu me encantas, tu me vuelves loco, tu me enamoras.

Admito que me hizo sonreír, el sabia como hacerlo. Como sacarme la chica buena de dentro que el mismo construyó.

-No quiero que por culpa de tu madre se repita el episodio que vivimos con Jane.-Acepté.

-No se va a repetir porque no voy a dejar que nadie nos separe.-Sonrió dulcemente.-Algún día se me va la cabeza y chillo que eres mi novia a los cuatro vientos.

-Ojala pueda pasar pronto.-Sonreí.

-Sería demasiado arriesgado besarte, ¿verdad?-Dijo mirando al suelo sabiendo que iba a decir que si.

-Dejaré la ventana abierta.-Le sonreí y suspiró.-Te quiero.

-Y yo.-Me fui no un ojo.-Date por besada y vete antes de que tu madre te eche en falta.

Salí de allí arrepintiendome de no haberle besado.

(***)

Mis amigos y yo estábamos en mi sala de estar juntos y hablando. Mi madre se había ido a no se donde y se estaba bastante tranquilo.

-Haliee tiene un problema mental muy serio si piensa que todo va a volver a la normalidad.-Dijo Celine estirándose en el suelo.

-¿Cuando ha sido este sitio normal?-Preguntó Axel.

-¿La isla o Auradon?-Pregunté bufando y antes de que el contestara tocaron a la puerta de mi casa. Mar fue a abrir.

-Suicida a la vista.-Dijo cerrando la puerta de golpe y haciendo entrar a alguien.-Tu quieres morir, ¿verdad?

-Es que la ventana estaba cerrada, ¿por donde pretendías que entrara?-Me giré al escuchar esa voz, negué con la cabeza y volví a mis cosas. Noté como se sentaba junto a mi en el sofá y me pasaba un brazo por los hombros.-Hola.

-¿Que hay?-Dije saludando sin sonreir.

-¿Sigues enfadada? ¿No me crees?

-Claro que te creo Carlos...-Suspire.-Pero no estoy cómoda mientras ella este por aquí sabiendo lo que me contaste.

-Oye, ya te lo dije, no va a pasar nada.-Me cogió de la barbilla obligándome a mirarle.-Nada de nada.

-Aww, sois tan monos.-Exclamó Mar y sonreí sin apartar la vista de mi chico.-Enserio, esto es tan bonito. ¡SI YO NO HUBIESE TENIDO LA IDEA DE IR A ESTUDIAR A AURADON PARA EL ERROR DE LA VENGANZA ESTO NO ESTARÍA PASANDO! De nada.

-Gracias estúpida.-Reí y ella me lanzó un cojín pero lo esquivé. Carlos me dio un beso en la mejilla entre risas y sonreí de nuevo.

-Lo he decidido Carlos.-Le dije suspirando. Me acarició la mejilla.-Quiero arreglarlo todo.

-Cass...

-Pero no puedo hacerlo sabiendo que no estarás ahí para cubrirme la espalda.-Le corté.-Quiero que estés conmigo.

-Ni tu ni yo Cass, no quiero que te hagan daño.

-Es su madre.-Dijo Mar.

-¿La misma que se transformó en dragón para intentar matar a Mal, Evie, Jay y a mi?-Preguntó irónico.

-Ha sido el peor ejemplo de la historia, tienes razón.-Apuntó mi mejor amiga.

-Carlos entiende a Cass.-Pidió Axel.

-Nosotros la fastidiamos, nosotros lo arreglamos.-Continuó Celine.

-Pero necesito que estés ahí.-Volví a mirarle. Miró al suelo, suspiró y levantó la mirada. Estaba sonriendo.

-Supongo que no hay plan todavía.

Sonreí con dulzura y entrelacé nuestras manos.

-No.-Respondí.-Pero lo va a haber.