Me desperté sobre las 5:00 a.m por notar la ventana abierta. Abro los ojos poco a poco por el sueño, aunque, los abro como platos cuando veo a Carlos entrar por la ventana.

-¿Que haces aquí?-Pregunto saliendo de la cama.

-Yo también me alegro de verte.-Dice entrando en mi cuarto completamente.

-Me alegro de verte.-Le digo y el sonríe.-Pero si mi madre te pilla aquí me corta la cabeza, o peor, a ti.-Le digo. El se acerca a mi y me abraza por la cintura mientras yo pongo mi cabeza en su hombro.-No nos la podemos jugar tanto Carlos...

-Lo se.-Dice.-Pero... Es injusto todo lo que esta pasando princesa.

-Todo es por mi culpa.-Digo a punto de llorar.

-No, no lo es.-Me dice.-Debería haberme dado cuenta... Y te abría detenido antes de la coronación de Mal.

-Es todo mi culpa.-Vuelvo a decir.-Perdía a Evie, Jay y Ben como amigos, perdía a mi hermana. Te perdí a ti.

-No vuelvas a decir eso, ¿vale?-Me dice y me levanta la cabeza para que le mire.-No pienses que me vas a perder, ¿vale?

-¿Como lo sabes?-Pregunto.

-Porque juro que no te pienso dejar sola.-Dice y eso hace que sonría. Después de eso me da un bes. Como el de antes de la coronación, lleno de cariño. Me separo de el un segundo. Pienso en lo que voy hacer, pienso lo que le voy a decir, y la verdad, no voy a guardármelo.

-Carlos.-Le digo, me mira con esos ojos tan bonitos.-Te quiero.-Le suelto. Se queda sorprendido, aunque quien no. Cuando deja de lado su pose de sorpresa sonríe y me abraza.

-Yo también te quiero.-Dice el. Iba a darme un beso, pero una piedra choca contra mi ventana haciendo que nos asomemos. Cuando miramos abajo vemos a Jay, quien hace señales a Carlos para que salga.

-Creo que... Tienes que irte.-Le digo.

-Si, supongo que si.-Dice.-¿Te acuerdas de nuestra primera cita?-Pregunta a punto de salir por la ventana.

Claro.-Le respondo.

-Mañana a las cuatro espérame en ese sitio.-Me dice y salta directamente por la ventana. Me asomo y le veo despedirse con la mano. En cuanto empieza a correr junto a Jay me vuelvo a acostarme en la cama.

(***)

-Buenos días alteza.-Esa voz que me despierta es demasiado familiar para mi.

-¿Mal?-Pregunto al abrir los ojos.

-Levántate, Carlos está deseando verte.-Dice ella sonriendo.

-La cita es a las cuatro.-Le digo confusa.

-Di alteza, y son las tres de la tarde.-Dice riendo.

-¿¡¿Que?!?-Chillo y me levanto corriendo, tropezándome por todos lados con el camisón de dormir.

-Pero relájate...-Rie mi hermana. Mi hermana... Mi gemela... Una mitad de mi... Y la decepcioné.

-Mal yo...-Digo y ella me mira.-Créeme que lo siento, me siento fatal por lo que hice aquel día.-Explico.-Mal, de verdad, lo lamento.

-Tranquila, esta todo bien.-Me dice sonriendo.-Ya arreglaremos estas cosas luego. Ahora importa que te vistas.

-Maléfica-

-Jane.-Llamé a la pequeña mocosa hija del Hada Madrina.-Ven aquí un segundo.-Ella se acercó a mí con temor, lo que me hizo sonreír.

-Di-Dígame señora Maléfica...-Dijo ella mirándome.

-¿Te gusta Carlos de Vil?-Pregunté, ella asintió temblorosa.-Escúchame, tu también le gustas a el mucho.

-¿Enserio?-Preguntó esperanzada.

-Si.-Respondí.-Voy ha ayudarte a declararte.

-¿De verdad Majestad?-Dijo esperanzada.

-Si.-Dije fingiendo sonrisas.-Os reuniré a los dos en un sitio solos y en cuanto notes un dolor de cabeza le besas.

-De acuerdo.-Dijo saltando.-Muchas gracias Majestad.-Se fue corriendo y chillando y escuché la voz de la Reina Malvada por detrás:

-¿A que ha venido eso Maléfica?

-A que he descubierto que el pequeño cachorro de Cruella y mi hija están saliendo.-Expliqué.-No pienso dejar que mi hija tenga amor en su vida, no pienso dejar que termine yendo por el mismo camino que Mal.

-Maléfica...-Dijo una voz a mis espaldas.

-Mar, cariño.-Dije acercándome a ella.-¿No has escuchado nada verdad?

-Pero...

-¿No has escuchado nada verdad?-Repetí.-Ella negó con la cabeza y se fue corriendo triste.

"Lo hago por ti hija, lo hago solo por ti."