IV. Vestidores



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El miércoles después de la última clase, Alex junto a Rosie se metieron a los vestidores para averiguar quienes tenían practicas el día de mañana.

— ¿Estas segura que nadie nos atrapará? — preguntó Alex por tercera vez en lo que estaban allí.

— No Alex, nadie nos va a descubrir — Repitió Rosie, sabía que su amiga no quería un castigo. — Además esto me sirve para saber que días quedan libres, si alguien nos descubre me culpare.

Se acercaron hasta el tablero donde pudieron ver que el día de mañana el equipo de Slytherin tenía entrenamiento.

— Mañana Slytherin lo tiene ocupado — murmuró Rosie mirando el tablero. — Que bueno que pedí el viernes.

— Genial — murmuró Alex algo temerosa. — Ya descubrimos, ¿Ya podemos irnos?

Rosie hizo un sonido con su boca que salió como una afirmación.

Las dos Hufflepuff estaban por salir de los vestidores, pero Rosie se distrajo viendo una de las escobas de otro equipo, se trataba del último modelo que sacaron las vio en el callejón cuando estuvo allí, estiró su mano para poder tocar la madera.

— ¿Acaso nos estás espiando, Williams? — hablo James logrando asustar a su amiga y a la mencionada.

Rosie se giró para ver al gryffindor que estaba recargado en la puerta, por suerte no derramó el aceite para escobas que estaba cerca suyo.

Alex tenía la mano en su pecho por el susto que se llevó, sentía cómo subía y bajaba por su respiración agitada

— Por el amor a Helga, te pondré un cascabel como a los gatos que están en Hogsmeade — hablo Alex controlando los latidos de su corazón.

James se acercó a Alex dándole un abrazo escondiendo un poco de chocolate en su túnica. — Lo lamentó pulga.

— Creo que es mejor que nos vayamos, se hace tarde — murmuro Alex mirando a su compañera quien solo asintió.

La chica Williams estaba por marcharse junto a su amiga, siendo detenida por la voz de James quien la nombró.

— Rosie... — la mencionada se giró a verlo sin mucho interés. — Puedes usar la escoba si quieres, nadie se va a enterar.

— ¿Qué tal si el dueño aparece, Potter? No quiero tener un castigo y hacer que Gryffindor tenga un pie adelante de la copa — Rosie se cruzó de brazos mirando al azabache.

James la miró cruzando sus brazos también. — El dueño ya está aquí, es mía, puedes usarla no hay problema.

Rosie moría por decir que si, pero su instinto la detenía.

— Qué tal si es tu manera de hacer que tenga un accidente y lograr que Gryffindor gane.

Mientras la Hufflepuff y el gryffindor discutían, Alex se marchó dejando que ellos siguieran su conversación desde hace unos minutos había sentido que sobraba en esa conversación.

James esbozó una sonrisa, esa típica sonrisa que hacía a las demás chicas derretirse en sus encantos, pero que Rosie veía normal.

— Tanto Hufflepuff como Slytherin llevan un día de ventaja en entrenamiento, tendré que pedir los miércoles comenzando la próxima semana — mientras hablaba daba cortos pasos para acercarse a ella, Williams se mantenía en la misma posición. — Solo será una vuelta.

James tenía razón, solo sería una vuelta, ¿que podría salir mal? Rosie dio su brazo a torcer aceptando la invitación del chico, sin dejar su carácter de lado.

— Si le cuentas a alguien de esto juro que te rompo una pierna.

— Será nuestro secreto, Williams.

James fue el primero en salir, asegurándose que nadie estuviera cerca para verlos. Rosie salió encontrándose con James montado en la escoba.

— Creí que quien iba a subirse era yo.

James sonrió ante las palabras de la Hufflepuff. — Eres la nueva capitana del equipo, si te llega a ocurrir algo no quiero que los tejones se me lancen encima.

— Buen punto, pero yo dirijo.

Rosie se subió a la escoba, James la rodeó con sus brazos para evitar caerse. Los dos emprendieron el vuelo el aire golpear sus mejillas y la sensación de estar por los aires hacía sentir cosquillas a la chica Williams como la primera vez que se subió a una escoba.

Dio varias vueltas alrededor de los aros haciendo algunas maniobras conocidas por ambos capitanees, las risas de ambos no faltaron.

Cuando bajaron de la escoba, el joven Potter ayudó a la chica Williams a bajarse sin borrar la sonrisa de su rostro.

— Fue divertido — admitió Rosie con una sonrisa.

— Cuando quieras, Williams, sabes dónde buscarme.

La Hufflepuff se acercó al Gryffindor para darle un apretón de manos a modo de agradecimiento.

— Si le dices a alguien de esto, juro que lo negaré todo.

James levantó sus manos rápidamente a modo de defensa. Rosie se marchó del campo dejando a Potter a sus espaldas, la chica seguía con aquella sensación de seguir arriba de la escoba, la adrenalina y el cosquilleo que sentía en su cuerpo en cada partido o entrenamiento, decidió culpar a dicha sensación por el bombardeo rápido de su corazón.






NUEVO CAPITULO

Al fin tuvieron su primer acercamiento sin golpearse

¿Qué opinan de Rosie y James?

Dany🖤

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