Capítulo 37
Kang Gaeul
Después de mi impactante confesión, todos me miraron con decepción, pero ya no podía ocultarlo. Es como si mi corazón hubiera querido gritarlo desde hace mucho tiempo. Además, confesar lo que había vivido con Jin me hizo sentir libre, a pesar de todas las consecuencias que me aguardan.
—Bueno, ustedes son adultos, así que es su deber decidir si siguen juntos o terminan definitivamente —dijo mi padre.
—Claro que seguimos juntos. No vamos a permitir que nos dejen sin nada —espetó Jungkook a su suegro.
—Jungkook, son nuestros hijos a pesar de todo. No los dejaremos sin nada porque queremos que tomen una decisión desde el corazón y puedan ser felices —explicó el padre de Jungkook.
—Solo que, si se separan, tus acciones disminuirán en un 5% y Jeon Corporation se mudará a otro edificio —mencionó mi padre, sorprendiendo a Jungkook. No obstante, las consecuencias no eran tan malas después de todo.
—Está bien, voy a discutir este tema con mi esposa y les avisaremos nuestra decisión —dijo Jungkook, algo molesto.
—Hijo, antes de que tomes una decisión, la señora Kim te dejó una carta antes de morir. Lamento no habértela entregado antes —dijo el padre de Jungkook, entregándole la carta.
—Pueden irse a casa, tienen el día libre para pensar qué hacer con su matrimonio —dijo mi papá.
—Gracias, papá, y gracias, señor Jeon —dije con una sonrisa—. Nosotros tomaremos la decisión correcta para nuestra relación.
Salimos de la oficina de mi papá y tomamos el elevador para dirigirnos al subsuelo, donde subimos al auto de Jungkook.
—Hablaremos cuando lleguemos a casa —dijo Jungkook—. No quiero que tengamos un accidente en el camino.
—Ni yo. Así que está bien —respondí, de acuerdo con él.
Durante el trayecto, no dijimos ni una sola palabra. Solo nos mirábamos casualmente de vez en cuando. Al llegar, él estacionó el auto y entramos a nuestra casa.
—Ahora sí —dijo, tomando aire—, ¿cómo es posible que todo este tiempo me hayas engañado con Jin?
—Sé que estuvo mal, pero tú me dejaste sola. Por culpa de ella jamás pude sentir tu amor. Sentía que yo era la que interfería entre ustedes —confesé.
—¿Por qué él? —dijo, molesto, refiriéndose a Jin.
—Jungkook, cuando me dijiste que no me amabas la noche de bodas, sentí como si mi corazón hubiera muerto. Desde entonces, no había podido sentir nada hasta que él apareció —confesé.
—¿Él es así de especial? —dijo, aún más molesto.
—Sí, porque a pesar de que al principio solo éramos dos personas tratando de arreglar su corazón roto, al final terminamos enamorándonos uno del otro.
—¿Por qué no me lo dijiste antes de que él empezara a trabajar contigo? —dijo, indignado—. Pensé que estaba loco por sentir celos cuando estabas con él.
—En ese tiempo, tú y yo estábamos bien y no quería arruinar lo nuestro —expliqué.
—Por eso él quería luchar por ti —dijo, tomando aire—. Cómo fui tan tonto... Era obvio que ambos se conocían desde antes.
—Lamento no habértelo contado antes —expliqué—, pero pensé que cuando volví contigo, mi relación con él había terminado.
—¿Entonces no ha terminado? —dijo, aún más molesto.
—No ha terminado, porque nunca olvidé mis sentimientos por él —confesé—. Además, el hecho de que me dijeras que no había oportunidad entre nosotros solo hizo que Jin y yo reaviváramos lo que teníamos.
—Está bien, admito que parte de esto es mi culpa, pero eso no significa que no me duela —confesó Jungkook.
—¿Y qué se supone que debemos hacer con nuestro matrimonio? —preguntó Jungkook.
—Primero debemos saber qué sientes realmente por Jennie y qué es lo que siento yo por Jin —expliqué.
—Está bien. Abriré esta carta con Jennie y descubriré si realmente debo cumplir mi promesa —dijo Jungkook.
—Y yo iré con Jin. Necesito saber si lo que tenemos es verdadero —dije, y él asintió—. Pero antes, quiero que hagamos una promesa.
—¿Qué promesa? —preguntó Jungkook, curioso.
—Que no importa lo que decidamos, vamos a respetar la decisión del otro.
—Está bien, lo prometo —dijo Jungkook, y cruzamos nuestros dedos meñiques.
Jungkook tomó la carta y salió de casa. Mientras tanto, me arreglé un poco antes de salir. Finalmente lista, tomé un taxi que me llevó a la oficina de Jin en los Hoteles Moonlight.
Al llegar, subí hasta su oficina. Su secretario, Yoongi, le informó que yo estaba allí y le preguntó si podía pasar. Jin, sin dudarlo, me permitió entrar de inmediato.
—Hola, Jin. Lamento interrumpir así en tu oficina —dije, sintiéndome algo avergonzada.
—No te preocupes, sabes que para ti nunca estoy ocupado —respondió con una sonrisa cálida.
—Gracias. La verdad es que vine aquí porque—solté un suspiro—quiero entender lo que siento por ti.
—¿A qué te refieres? —preguntó, curioso.
—Necesito saber si eres el indicado para mí —dije, y por un momento, sus ojos se iluminaron con esperanza.
¿Podré finalmente descubrir si Jin es realmente el indicado para mí? ¿O, si no lo es, significa que Jungkook ha sido el indicado para mí todo este tiempo?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top