Capítulo 24

Jeon Jungkook

Estaba revisando unos informes en mi oficina, pero no podía evitar pensar en cómo Seokjin la miró. Fue como cuando vi a mi esposa por primera vez, tan enamorado e hipnotizado por su belleza.

Pero no pienso dejar que él la aleje de mí, eso jamás.

—¿Puedo pasar? —escuché la voz de Taehyung detrás de la puerta.

—Adelante —vi a mi amigo entrar y sentarse frente a mí.

—Estaba hablando con tu suegro —dijo y comenzó a reír.

—¿Qué es tan gracioso? —pregunté.

—Nada, solo que me expresó su deseo de ser abuelo —explicó—pero todos sabemos que eso no va a pasar, a menos que Gaeul se case de nuevo.

—¿Qué te hace pensar eso? —me puse algo molesto.

—Porque perdiste el amor de Gaeul. Si le pides un hijo ahora, su respuesta será un rotundo no —dijo Taehyung—¿de verdad crees que su relación tenga solución?

—Sí la tiene, esta semana al menos he logrado dormir a su lado —dije y él me miró.

—De esas veces, ¿ella te ha buscado para dormir contigo? —negué con la cabeza, siempre la busco yo, pensé.—Lo ves, ella no te ama y probablemente no ha dejado de pensar en él.

—No me lo recuerdes, si algún día descubro quién es, le rompo la cara por meterse con mi Gaeul —dije enojado.

—Aunque no está mal, ella tenía derecho de hacerlo, porque tú estabas con Jennie —dijo Taehyung—¿crees que a ella no le dolía?

—Ella sabía que... —él me interrumpió.

—Dahyun me contó que el descanso que se tomó tu esposa, fue porque siempre que te veía con Jennie, se sentía mal —explicó Taehyung—lo que más hacía en su oficina, era llorar.

—Soy de lo peor, pero no te preocupes, no pienso dejarla nunca más —dije y suspiré.

—Si Jennie, deja a ese sujeto y te dice que cumplas su promesa, lo harás, lo sé, te conozco —dijo Taehyung.

—Basta Taehyung, hasta empiezo a pensar que te gusta —dije enojado.

—No me gusta, es solo porque el hecho de que sea tu mejor amigo, no significa que este de acuerdo en todo lo que hagas —dijo molesto.

—Es hora del almuerzo, ¿vas a venir? —pregunté cambiando el tema.

—No gracias, le prometí a mi padre almorzar con él —dijo y tomó aire para calmarse—lamento si me exalté, solo no quiero que le sigas haciendo daño, es todo.

—Lo entiendo, no te preocupes, nos vemos después —dije y me despedí de él.

Él se fue de mi oficina y yo fui a buscar a mi esposa. Dahyun me dejó pasar, entonces encontré a Gaeul explicándole algunos temas a Jin.

—Y es todo —dijo y me miró—lamento hacerte esperar, Kook.

—No te preocupes, amor —dije en un tono dulce.—¿Nos acompaña, señor Kim?

—Sí, vamos, he escuchado que la comida de su cafetería es deliciosa —respondió.

—Dahyun, puedes acompañar al señor Kim a la cafetería, por favor —le pedí—quiero hablar de un tema importante con mi esposa, no demoraremos mucho.

—Claro, no hay problema, sígame, señor Kim —dijo y lo escoltó hasta la cafetería.

Ellos se fueron de la oficina, dejándome a solas con mi esposa, que me miró confundida.

—¿Pasó algo malo? —preguntó y yo negué—pero dijiste que...

La interrumpí con un beso, que al principio no correspondió, pero después movió sus labios al compás de los míos.

Por un momento tuve la necesidad de sentir al menos por unos minutos, que ella es solo mía.

—¿Este es un asunto importante? —preguntó.

—Son asuntos, que solo puedo discutir con mi esposa —dije y le di un beso en los labios—porque la extraño mucho.

—Eres muy coqueto, Jeon —dijo y se sonrojó—pero no pienso quedarme sin almorzar esta vez.

Ella salió de la oficina y tomé su mano para bajar juntos a la cafetería del edificio. Llegamos, tomamos nuestra comida en bandejas y nos sentamos en la misma mesa que Seokjin, Jimin y Dahyun.

Todos empezamos a comer en silencio, hasta que vi a mi esposa moviendo sus verduras de un lado a otro.

—¿Te las cortó? —le preguntó Seokjin a mi esposa.

—No te preocupes, yo lo haré —dijo Gaeul, pero él tomó sus cubiertos y los cortó en pequeños trozos para ella.

—Gracias —la vi sonrojarse.

—Al parecer ahora alguien más conoce tu hábito de comer las verduras así —dijo Dahyun—pensé que solo lo sabía yo.

—Solo lo supuse porque no las comía, es todo —explicó Seokjin.

—Ya quisiera ser igual de atento que tú —lo halagó Jimin.

—No tiene de qué preocuparse, para eso estoy yo, su esposo —dije celoso.

—Kook, solo intento ser amable, es todo —dijo tratando de calmarme.

—Pensé que iba a ser el primero en saberlo, porque pasan juntos todos los días —dijo Seokjin con un tono desafiante—no me diga que es de esos esposos adictos al trabajo.

—Que rico este arroz —dijo Dahyun tratando de cambiar el tema.

—Para su información, si le doy tiempo a mi esposa —dije molesto—y aún si no lo hago, eso no le compete.

Seokjin iba a decir algo más, pero miró a Gaeul que está algo estresada por la situación y se calmó de inmediato.

Tal vez mis sospechas sean ciertas, a Seokjin le empezó a gustar mi esposa, desde que entró en su oficina.

¿Será que a Gaeul también le gusta Seokjin?

Aunque tal vez deba relajarme un poco; después de todo, ellos acaban de conocerse.

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