— Levántate — escuché la voz de Taehyung entre sueños — ¡DESPIERTA YA! — sentí como alguien me golpeó en la cabeza

— Aish — me quejé abriendo mis ojos — ¿Qué te pasa? —

— Me pasa que debemos volver a casa, ahora — dijo viéndome mal — ¡Párate ya! —

No sé qué hora era, pero desde hace un buen rato caminando en línea recta y lo único que veo son árboles y tierra, estamos en algo parecido a una montaña, no lo sé. A la justas puedo seguir el paso de Taehyung, está caminando muy rápido.

— Ta-taehyung para... — estaba agitado, tenía hambre y mucha sed

— No podemos parar —

— Quiero comer algo — dije molesto

— Bien, come esas frutillas de allá y vamos rápido a casa — dijo renegando

— Están sucias —

— No importa, ¿Tienes hambre no?, si es así comerás lo que sea —

Era molesto, llevamos caminando más de tres horas y no hemos encontrado nada, yo también quiero volver a casa, pero las piernas me duelen.

— Come rápido —

— Eso hago — dije viendo como Taehyung se veía nervioso — ¿Pasa algo malo? — pregunté viendo como él solo me miró mal — solo quiero ayudar —

— Me ayudarías comiendo rápido —

— Aish, qué molesto — me quejé

— Date prisa —

No pude comer en paz, pero llevé algo para el camino, no quería comerlas, estaban sucias, pero tenía hambre y nada importaba. Mientras caminábamos podía darme cuenta de que Taehyung se veía muy tenso, además de nervioso.

— Pasa algo malo, dime que es — dije poniéndome a su lado

— No te importa — dijo alejándose de mí

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Debía de estar lejos de Jungkook, era peligroso porque mi celo estaba cerca. No esperaba que nos secuestraran, no esperaba nada de esto y no estuve preparado, debía de tomar mis yerbas y bañarme en ellas, si no Jungkook sabría que soy Omega, eso no puedo pasar.

Necesito encontrar rápido el camino a casa, necesito encontrar a alguien quien nos ayude, pero parece que nada pasa por aquí, todo está completamente desolado, es horrible.

— Ta-taehyung... — escuché la voz de Jungkook

— Silencio — dije sin dejar de caminar

— ¡WEAAA! — escuché arcadas que me hicieron voltear a verlo

Estaba vomitando, no sabía que hacer, Jungkook solo vomitaba algo de color rosado, muy oscuro.

— La frutilla... — dije acercándome lentamente a él

— Me-me duele el estómago — dijo con pocas fuerzas

— Tranquilo — dije sobando su espalda — vamos a encontrar un lugar para descansar — dije poniendo su brazo en mi hombro para alzarlo

Jungkook pesaba, pero no tanto, tenía mucha resistencia que esperaba que hoy funcionara. Caminamos durante cuatro horas, pero no avanzamos mucho, Jungkook no dejaba de vomitar, incluso si ya no había nada en su estómago, tenía miedo, se empezaba a ver algo pálido.

— ¿Te sigue doliendo? — pregunté al ver que paró de vomitar

— No... ahora me duele la cabeza — dijo cerrando sus ojos

— Debemos seguir — dije acercándome a él — cerca debe de haber algún depósito de heno o una granja, algo — dije viendo como respiraba con dificultad

Caminamos media hora más, estaba desesperado, pero no por mí, si no por Jungkook quien se veía realmente mal, además ya tenía algo de calentura, al parecer le ha dado una intoxicación por las malditas frutillas del bosque.

— Un-una cabaña — dije viendo a lo lejos una

Con dificultad seguimos caminando, yo ya no tenía muchas fuerzas, pero daría todo para llegar. Cuando estuvimos cerca me di cuenta de que estaba muy deteriorada, pero no importaba, solo debíamos de refugiarnos por un día, o hasta que Jungkook mejore.

— Échate — dije echando a Jungkook con cuidado en el heno — debes de dormir un poco —

— Ten-tengo frío — dijo sin abrir sus ojos, estaba sudando mucho

— Tranquilo, voy a buscar algo de agua — dije saliendo de la cabaña

Caminé por cada rincón en busca de agua, pero nada, o eso pensé hasta que vi un pequeño pozo, rápidamente me acerqué, estaba casi vacío, pero la poca agua que tenía logré obtenerla. No haría que tome esto, solo quería mojar su cabeza para bajar la fiebre.

Al llegar a la cabaña vi a Jungkook aún mal, dejé la pequeña olla de agua en el suelo y me puse de rodillas al lado de Jungkook.

— Vas a estar bien — dije pasando mi mano por su cabello

Rompí mi manga, era necesario porque de otro modo no podría mojar la cabeza de Jungkook.

— Pa-panecillos — dijo agitado

Estaba alucinando creo, desde hace rato no dejaba de decir nombre de comidas.

— ¿Por qué eres tan débil?, se supone que los alfas deben de ser fuertes, pero a tí solo el comer frutillas te está matando — dije poniendo mi manga mojada en su frente

Todo el día lo estuve viendo, procurando que la molesta fiebre baje, y funcionó, cuando el sol ya no estaba presente a Jungkook se le fue en gran medida la fiebre, así que en ese momento aproveché para buscar algo con lo que hacer una fogata, debía de mantenernos calientes y también debía de estar alerta.

— Cuando lleguemos a casa pediré muchos panecillos — dijo Jungkook sin abrir sus ojos

— ¿Te sientes mejor? —

— Me duele la cabeza un montón —

— Duerme entonces, no te preocupes, te voy a cuidar —

— Me siento como un maldito omega delicado, no lo soy Taehyung —

— Mejor cállate la boca — dije queriendo lanzarle un puñete — duerme y cuando te recuperes discutiremos si en realidad no eres un maldito omega delicado — dije suspirando — porque en realidad pareces ser e... —

— ¡MMM! — escuché su ronquido

— Ay... no puedo — dije riéndome — eres muy molesto — dije sonriendo

Toda la noche estuve despierto, toda la noche viendo a Jungkook y manteniendo prendida la fogata. Fue cansado, quería tanto dormir, los ojos me pesaban mucho y creí que en cualquier momento caería dormido, pero lo logré, viendo al final la luz del solo salir.

— Creo que debemos de comer algo — dije tocando mi estómago, tenía hambre — pero por acá no hay nada... —

Era cierto, las frutillas no eran una opción, no me arriesgo a que Jungkook se ponga mal de nuevo, no podría cargar con un muerto en mis espaldas, un muerto muy espeso.

— Buenos días — dije viendo como Jungkook abrió sus ojos de repente — ¿Te sientes con fuerzas como para seguir caminando? —

— En realidad no, pero puedo intentarlo — dijo intentando pararse pero de inmediato cayó — me duele la cabeza como el infierno —

— Bueno... supongo que tendré que irme yo —

— ¿Me dejarás solo? —

— No puedo ni aunque quisiera, iré simplemente en busca de comida... o algo comestibles para ambos, si seguimos así ambos moriremos y no queremos eso — dije viendo como él asintió

— Entonces... —

— En media hora vuelvo, espero encontrar algo — dije saliendo de la cabaña, viendo afuera solo el sol y mucho, pero mucho polvo en el aire