¡Wow! ¡Ya es el capitulo 95 de este libro! O_O

Espero que les guste~

Petición de: MariangelMelendez1

-Ho rayos...- Oswald dejo escapar un largo suspiro. -...¿Qué paso esta vez?- pregunto, sabiendo perfectamente que se estaba metiendo en alguna locura.

-¡Fue culpa del Doc!- chillo Ink con las orejas bajas.

-¡Dividimos a Bendy!- chillo Félix, moviendo la cola con nerviosismo.

-¿Disculpa?- enarco una ceja, sin saber si había escuchado bien o no.

-¡Lo dividimos!- repitió el gato, luciendo como si estuviera por entrar en pánico. -Estábamos en el laboratorio de Doctor Loco y Bendy tropezó...- hizo una mueca. -...algo cayo sobre él y ¡Poof!- movió las manos en un gesto de "explosión".

-¡Había cuatro Bendys de diferentes colores corriendo por todo el laboratorio!- continuo ella.

-¿Y en donde están?- fue lo primero que se le ocurrió preguntar.

-El amarillo y el rojo fueron a las Inkwell- respondió él.

-Perdimos al gris y al azul de vista- la coneja bajo las orejas.

-Ammm...- se voltearon hacia la puerta, donde Mickey estaba entrando con alguien siguiéndolo muy de cerca. -...creo que encontré a uno- Bendy, que ahora era de un suave color gris, estaba aferrado al brazo ajeno y medio escondido tras él, mirándolos.

-...hola...- murmuro.

-¿Eres...?- pregunto el rey con curiosidad.

-¡Soy Miedo!- salió un poco de su escondite pero no soltó el brazo del ratón. -Son...Son amigos de Bendy, ¿no?- los miro con nerviosismo. -¿Podrán arreglarnos?-

-Haremos todo lo posible- asintió el conejo, sonriendo ligeramente. Era extraños ver una versión tan temerosa del demonio. -Ustedes dos...- miro con seriedad a la coneja y al gato, quienes se sobresaltaron y se tensaron, viéndolo con nerviosismo. -...les toca ir a las Inkwell-

-¡Si, señor!- asintieron rápidamente y corrieron fuera del castillo, saltando dentro del proyector.

-Buscare al azul- suspiro y miro a su hermano, quien no parecía ser que iba a ser liberado pronto. -Mickey...-

-Yo me quedare con él~- sonrío Mickey. El conejo sonrío ligeramente y saliendo del castillo, mirando a su alrededor. Pregunto a los otros habitantes del Páramo si vieron al demonio azul pero solo obtuvo respuestas negativas. Siguió buscando hasta que lo vio, escondido en un rincón, lo más alejado de la vista de todos. El demonio de color azul claro estaba de piernas cruzadas y moviendo la cola, dibujando con su dedo figuras al azar en el suelo a su lado.

-Hey...- se le acerco, logrando que el demonio levantara la vista y lo mirara. -...supongo que eres Tristeza- se miraron entre ellos por unos segundos, hasta que...

-Oswald...- Tristeza empezó a llorar y el conejo no pudo evitar suspirar con algo de cansancio.

... ... ... ...

-¡Chicos!- el par se acerco a los hermanos apenas los vieron.

-¡Hola!- sonrío Mug con entusiasmo.

-¿Y ahora que hicieron?- Cup enarco al verlos lucir ansiosos, mirando a su alrededor como si estuvieran buscando algo.

-Historia corta: dividimos a Bendy y ahora debemos buscarlos- hablo Ink rápidamente, los hermanos parpadeando un par de veces ante eso.

-¿Por qué no me sorprende?- suspiro el de pantalón rojo.

-¿Han visto a alguno?- pregunto Félix pero antes de que los hermanos pudieran responder, se escucho fuertes golpes contra el piso y gruñidos venir de no muy lejos.

-Ho no...- el par se miraron entre ellos con pánico, corriendo hacia el origen del ruido, dejando a los hermanos solos.

-En serio, sigo diciendo que necesitamos vacaciones- murmuro el mayor para si mismo.

-¡Cuphead, mira!- el menor llamo la atención, señalando. Ambos vieron con curiosidad como Bendy, que ahora parecía ser de un brillante y llamativo color amarillo, se alejaba dando saltitos y con una gran sonrisa. Se miraron entre ellos y suspiraron, para después trotar para seguir al demonio amarillo.

-¡Adoro este lugar!- chillo, contento.

-¡Hey!- el de amarillo se volteo, sonriendo al ver a los hermanos acercarse.

-¡Cuphead! ¡Mugman!- se lanzo a abrazarlos con emoción. Cup palmeo torpemente la espada ajena, mientras que Mug simplemente rio ligeramente. -¡Estoy tan feliz de verlos!- se separo de ellos. -¿Ya es hora de que volvamos a ser Bendy?-

-Supongo que si- los hermanos se miraron entre ellos de reojo, para después volver a mirar al demonio con una ligera sonrisa.

-¡Genial!- tomo con su derecha la mano de Mug y con la izquierda la mano de Cup. -¡Vamos!- empezó a caminar, con los hermanos siguiéndolo con algo de confusión. Ni siquiera se habían esforzado para convencer al de amarillo a volver.

... ... ... ... 

-¡Oye!- el par se detuvo en seco al ver al demonio color ojo.

-Ho, son ustedes- bufo, rodando los ojos.

-Si, somos nosotros- ella se cruzo de brazos.

-Tienes que volver al Páramo y...- empezó a hablar él pero el demonio lo interrumpió.

-No me interesa- los ignoro, dándoles la espalda. El gato y la coneja se miraron entre ellos.

-Tenemos dulces- hablaron al mismo tiempo, sacando una bolsa de dulces del bolso magico de Félix.

-Ahora si, hablamos el mismo idioma- se dio media vuelta al instante, caminando hacia ellos y agarrando la bolsa de dulces.

... ... ... ...

-¡Miedo! ¡Tristeza!- Alegría se lanzo a abrazarlos a los mencionados, quienes simplemente suspiraron y se dejaron.

-Raros- bufo Furia, sacando un dulce de la bolsa para comerlo. Oswald simplemente rodo los ojos, acercándose y empujando al de rojo para que se acercara a los demás. -¡Hey!- fue lo único que pudo decir porque en cuanto los cuatro demonios se tocaron, se derritieron en un charco de tinta. Los demás no pudieron evitar suspirar de alivio al ver que, después de unos segundos, Bendy emergía lentamente con cara confusión.

-¿Me...perdí de algo?- los miro con curiosidad, bajando la mirada al notar que tenía algo en la mano. -Ho, dulces~- sonrío enormemente.