¿Cup malo?

Mucho quería ver que pasaba con Bendy y Cup, así que...aquí lo tienen :3

Espero que les guste~

Y no olviden que acepto peticiones ^_^

-Me gusta tu nuevo look, Copita~- Bendy no pudo evitar sonreír con diversión, solo recibiendo una gruñido molesto como respuesta. Cuphead tenía una sonrisa que mostraba unos blancos y filosos dientes, con los ojos de un ligero amarillo y pupilas violetas, su nariz, pantalones y sorbete del mismo color, con este último con lo que parecía ser un gran mordisco en la parte superior. -Muy lento~- sonrío, esquivando sin mucho esfuerzo el repentino intento de ataque que él le lanzo.

-Quieto- gruño, su voz mucho más profunda de lo que el demonio esperaba.

-Así que hablas, ¿he?- no mostró su sorpresa, ni el escalofrió que recorrió su espalda ante la voz ajena. -Aunque sigues siendo tan comunicativo como siempre- rodó los ojos al no recibir respuesta, tensándose al instante en que sintió unas manos sobre sus hombros y un fuerte empuje, un bufido saliendo de su boca cuando su espalda choco contra el piso. Esta a pinto de soltar una maldición pero se queda callado y tieso, levantando la vista para encontrarse con una intensa mirada. Aprieta los puños contra su pecho y abre los ojos lo más que puede con sorpresa: Cuphead esta encima suyo, con las rodillas apoyadas a cada lado de su cadera y sus manos con garras a cada lado de su cabeza, dejándolo sin salida.

-¿Ya no hablas?- enarco una ceja, el nerviosismo del pobre demonio aumentando ante la sonrisa ajena llena de colmillos. Cup se relame los labios y solo así reacciona Bendy. Suelta un grito innecesario de pánico, cerrando los ojos mientras se hundía en un charco de tinta que creo bajo su espalda y reapareciendo frente a la puerta.

-¡Déjenme salir!- golpea con los puños la puerta, sin encontrar una razón por la que no pudo aparecer del otro lado. Se tensa, unos brazos deslizándose a su alrededor y un cálido cuerpo apoyándose en su espalda. -¡Dice, bastardo!- gruñe con molestia, chillando ligeramente al escucharlo reír, su aliento chocando contra su mejilla.

-¿Y tu valor de antes, demonio?- logro darlo vuelta para estar cara a cara, su sonrisa divertida solo agrandándose al notar el color gris en las mejillas del demonio. Bendy apoya sus manos en el pecho ajeno, tragando con dificultad y logrando no estremecerse ante las manos apoyadas en su espalda, manteniendolo quieto.

-Acaba de irse por la puerta...- murmura sin poder evitarlo, solo logrando que él soltara una ligera risa. -¡Esto esta mal!- piensa con pánico, notando la mirada depredadora en el rostro ajeno. -Me va a...¡¿comer?!- ese simple pensamiento solo causa más pánico en su interior. No cree que su amigo lo valla a comer pero realmente no confía en el en su estado actual. -¡No soy delicioso!- termina por gritar, empujándolo con sus manos pero sin lograr que se moviera ni un poco. -¡Te voy a engordar!- él solo lo mira fijamente. -¡Y te sabre a tinta!- cierra los ojos con fuerza y espero lo que sea...menos unos labios sobre los suyos. Abrió los ojos con gran sorpresa, ¡eso no se supone que debía pasar! Lo sintió separarse y no pudo hacer nada más que mirarlo fijamente, sintiendo sus mejillas arder. Apostaría lo que sea a que estas estaban de un notorio color gris.

Abre la boca para decir algo, solo para ser silenciado con un nuevo beso. Los brazos a su alrededor se aprietan y, con sus brazos atrapados entre su pecho y el ajeno, no puede hacer nada más que aferrarse a la remera negra de Cup y cerrar los ojos con fuerza, soltando un gemido ahogado cuando algo rozo sus labios. Sin muchas opciones, abre la boca y permite la invasión, su agarre en la remera ajena solo apretándose ligeramente. Esta nervioso, sorprendido y apenas puede seguir el ritmo demandante de Cup pero...

-...se siente bien- piensa de manera ausente. No sabe cuanto tiempo están así pero Cup se separa lentamente. Bendy parpadea algo atontado, tensándose y avergonzándose al notar la sonrisa traviesa que él le muestra, el agarre en su alrededor apretándose ligeramente.

-No sabes tan mal...- el demonio no puede evitar abrir grande los ojos, sus mejillas solamente ardiendo aun más ¡el maldito se relame los labios en su cara! Impulsado por la vergüenza y el nerviosismo, termina por empujarlo con toda su fuerza y alejándolo, aprovechando la distancia para hundirse en un charco de tinta y quedarse ahí, cruzado de brazos.

-Imbécil...- gruñe al escucharlo reír, sobresaltándose al escuchar algo romperse. Se asoma por el charco en el piso, viendo sin mucha sorpresa la puerta de la habitación rota y sin encontrar a la tasa por ningún lado. Suspira mientras escuchar gritos y múltiples cosas romperse a lo lejos, apoyando sus brazos en el suelo y su cabeza ahí, aun podía sentir los cálida que estaban sus mejillas. No se quejaba de semejante beso pero siendo sincero, esperaba que para la próxima fuera su Copita normal.

Extra XD 

Cuphead se asoma para ver dentro de la habitación, viendo con atención al demonio dormido en el suelo y rodeado de tinta. No paso mucho tiempo para volver a la normalidad, ignorando la mala cara de King Dice y alejándose rapidamente, ocultando el sonrojo de su rostro. Había sido consiente de lo que su "versión demonio" hizo, así que la vergüenza y el nerviosismo lo invadió por completo al recordar el beso.

-Maldición...- gruñe y termina por entrar a la habitación, caminando a paso firme hasta donde esta el demonio y arrodillándose a su lado, mirándolo con atención antes de poder pensarlo. Bendy se veía tranquilo, murmurando algo entre dientes y soltando ligeros suspiros, una ligera sonrisa dibujándose en su rostro. -No deberías ser lindo...- murmura, agradeciendo que el demonio estuviera dormido. Suspira, pasando uno de sus brazos por debajo de las rodillas ajenas y el otro tras sus hombros, acunándolo contra su pecho antes de levantarse. Baja la vista, notando como él se acomodaba y dejaba escapar una ligera risa, haciendo sonreír a Cup de manera inconsciente. Empieza a caminar hasta salir de la habitación, dispuesto a buscar a su hermano e irse lo más pronto posible. Mira de reojo el rostro del demonio en sus brazos y no puede evitar que su sonrisa se agrande. No lo admitiría ante nadie pero...no se arrepentía de nada.

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