Por muchos años, cada víspera de Navidad, Jimin esperaba ansioso la visita de su tío abuelo Namjoon; el tío abuelo de Jimin era un reconocido inventor y (de hecho) el juguetero de cabecera del pueblo, siempre estaba hablando de sus grandes viajes y a los lugares a los que llegaba a asistir sólo por fabricar juguetes.

¡Era alucinante! pero lo más emocionante de las visitas de su tío, eran esas historias mágicas que solía contarle con lujo de detalle, acerca de cómo a mitad de la noche en casa de los padres de Jimin, mientras todos dormían y no se escuchaba ni el chocar de las copas de los árboles contra las ventanas, su tío contaba, que una madrugada se levantó para ir por un vaso de leche a la cocina y pudo ver claramente cómo el muñeco cascanueces que regaló a Jimin un año atrás, se batía a duelo con un ratón y quizá diez más —Seokjin, el padre de Jimin, rió al escuchar a su abuelo. ¡No había manera de que existiera cosa semejante! y odió cómo su hijo pareció mirarle con ojos esperanzados — Pero Jimin, a sus cortos quince años, terco y soñador como ningún otro, decidió creer en las palabras de su tío.

Incluso cuando su pequeño hermano de once años, Taehyung, lo jaló del hombro después de que ambos escucharan la historia del Cascanueces y el Rey Ratón, y con una mirada incrédula, murmuró con voz queda:

"Hyung, no creerás todo lo que el tío Nam nos contó, ¿Cierto?. ¡Tanto trabajar con juguetes lo ha vuelto un loco de remate!" Exclamó.

Pero en lugar de la respuesta que el menor esperaba, Jimin asintió, dejando a su hermanito muy confundido.

Taehyung se acercó para darle un abrazo de buenas noches, susurrando antes de separarse un:

"Es sólo un cuento de Navidad más hyung, no creas todo lo que el tío te cuenta" Jimin le sonrió, dándose la vuelta para adentrarse en su habitación, que estaba frente a la de su hermanito, una vez estuvo recostado se tapó con las mantas de su cama para mantenerse caliente y pensó en las palabras del tío Namjoon a profundidad.

Las historias de su tío contenían secretos, él lo sabía, podía verlo en el brillo de los ojos del mayor, pero ¿Sería realmente posible lo que su tío afirmaba? ¿Que los juguetes hacían actividades por las noches mientras no se percataba? Que su cascanueces, el que con tanto esmero había cuidado, ¿Por las noches batallaba para salvar sus tierras?.