Capítulo 5: Muerte Inesperada.

Habían pasado unas cuantas horas desde que el pelirrojo había llegado al hospital. Ahora se encontraba sobre una camilla, dormido. Chris y Claire habían despertado y ya habían sido visitados por sus tías. A las afueras de la habitación de James se encontraba Amy junto a Sam.

-¿Crees que esté bien? - preguntó la rubia.

-El doctor dijo que las heridas fueron bien cerradas. Lo más grave es la vértebra que tenía fuera.

-Según escuché, ya la acomodaron. Pero le tomará días recuperarse, quizá hasta meses.

Sam asintió con su cabeza. Erin se acercó a su hermana mayor con una cara de tristeza.

-Ya van a entregarnos a nuestros padres... - le susurró. Sam abrazó a Erin y habló.

-Tranquila mi niña, ellos están bien ahora.

-Quiero buscar a esos malditos y hacerlos pagar.

Un policía se acercó a las mujeres, había sido enviado para interrogar a las víctimas del ataque.

-Disculpen señoritas, vengo a ver a James Sawyer y Abril Wood.

-Se encuentra fuera del horario de visita señor oficial. - contestó una enfermera.

-Vengo a interrogarlos, señorita.

-Lo siento, las reglas son iguales para todos, ahora dese la vuelta y váyase.

El hombre, resignado, salió del lugar.

-Pensé que la autoridad tenía derechos diferentes.

-No es un oficial de policía, es un periodista disfrazado. Acá la gente usa mucho el ingenio para conseguir la información que necesitan.

-Eso veo... - susurró Amy.

-Señoritas Sawyer, ¿Alguna quiere pasar a ver al señor James? - preguntó el doctor que recién salía de la habitación del pelirrojo.

-Creí que no se podía...

-Los familiares tienen prioridad. - dijo el doctor, guiñando el ojo.

-Ve tú, Erin, yo iré a firmar para los cuerpos de nuestros padres.

Erin siguió al doctor, entró a la habitación y vio a James medio despierto.

-Hey... - susurró el pelirrojo.

-¿Cómo te sientes?

-Realmente no siento nada, solo estoy desorientado y mareado. ¿Cómo están ellos?

-Abril está despierta y preocupada, los pequeños ya se están recuperando.

-¿Y papá y mamá?

-Ellos... Sam está firmando para que nos entreguen los cuerpos, James.

El pelirrojo solo suspiró.

-Necesito saber porque pasó esto.

-Ahora solo preocúpate por recuperarte, recuerda que ya ahora tienes sólo la mitad de tu don mágico y eso te afectará, tardarás más en sanar.

-En un par de días estaré caminando, ¿Quieres apostar?

Ambos pelirrojos rieron.

-Te dejaré, duerme un poco, ya es tarde. Mañana puedes ver a Abby y a los pequeños, ya verás.

-Gracias, te quiero. - le expresó James a su hermana.

-Y yo también te quiero a ti, pequeño. - contestó la pelirroja luego de una sonrisa, para después salir de la habitación.

[2 días después]

Abril ya podía caminar, le habían dado el alta en el hospital mientras sus hijos aún se recuperaban. El día estaba oscuro, Erin Y Sam habían hecho los preparativos para el funeral de sus padres, mientras Abril ayudaba a su esposo a vestirse y acomodarlo en una silla de ruedas para que pudiera asistir.

-No creí que llegaría a una de estas tan joven. - dijo el pelirrojo

-Ahora tú pareces más mayor que yo. - contestó Abril, riendo.

La mujer trasladó a su esposo hasta la salida del hospital, donde un auto los esperaba para dirigirse al cementerio. Tras un largo viaje para el pelirrojo, por fin habían llegado. Todos los conocidos de la familia Sawyer Prince se hicieron presentes en el lugar, incluso algunos viejos amigos de James y Abril.

-Lo siento mucho, James. - dijo Laia Potter, mientras se colocaba al lado de la pareja. - ¿Necesitan ayuda en la búsqueda de Venecia y Aurorus? Puedo decirle a Tim que nos ayude...

-La policía se está encargando, si no encuentran nada en estos días, te avisaremos, gracias Laia. - contestó Abril.

-De acuerdo. Dejé a Aria con Ayla en Hogsmeade, espero que no les moleste.

-No hay razón para molestarse. - contestó James amablemente.

El funeral había comenzado, el sacerdote dio un discurso e invitó a la mayor de los Sawyer a despedir a sus padres junto a él.

-Yo... no sé ni qué decir. - dijo la mujer al sacerdote.

Agatha tomó la mano de su madre, se acercó hasta el ataúd de sus abuelos y se agachó levemente para colocar una rosa junto a un clavel, las flores favoritas de la pareja. Sin más, el ataúd fue puesto en su respectivo lugar y los hombres encargados del funeral comenzaron a enterrarlo.

James solo miraba, una pequeña lágrima de tristeza y culpa bajaba por su mejilla derecha.

-Cariño... sé lo que estás pensando.

-Y sabes que es verdad. - contestó el hombre, mientras limpiaba la lágrima.

-No fue tu culpa, ni siquiera sabes por qué pasó lo que pasó.

James solo bajó su mirada y contestó.

-No, no lo sé... todavía. - susurró esto último.

-No vayas a hacer una locura, ni siquiera puedes moverte de esa silla.

El pelirrojo sonrió levemente y tomó la mano de su esposa.

-Gracias por el apoyo. - dijo sarcasticamente.

La familia Sawyer se dirigía nuevamente hacia el hospital, pues James aún necesitaba recuperarse y los demás querían saber sobre la situación de los jóvenes Sawyer Wood. La familia fue recibida por un grupo de doctores y policías.

-Señores...

-¿Qué demonios pasó aquí? - preguntó Erin exaltada.

Un policía se acercó y habló con los Sawyer.

-El ala oeste del hospital fue atacada por un grupo de terroristas, el lugar sufrió muchos daños.

Una enfermera se encargaba de cubrir los cuerpos de dos muchachos jóvenes mientras recibía ayuda para sacarlos de la sala.

-¿Y Chris y Claire? - preguntó Abril.

El doctor giró su mirada lentamente mientras las camillas de los recién fallecidos salían de la habitación.

-Lo siento mucho. - contestó.

Abril se sentía desorbitada, no sabía cómo reaccionar a la noticia. El momento fue interrumpido por aquel mismo grupo de terroristas que recién atacaban.

-¡Arriba las malditas manos! - exclamó uno de los hombres enmascarados.

James tenía una combinación de sentimientos, sentía furia, angustia y tristeza. Quiso levantarse de la silla de ruedas para atacar sin piedad a los hombres, pero recibió un fuerte golpe en su cara que lo lanzó al suelo totalmente inconsciente, sin embargo, escuchaba el desastre que había de fondo.

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