Capítulo 1: Tragedia.
[Nueva York, 1980]
Un señor anciano se encontraba en el segundo piso de un departamento, apreciando la vista de la ciudad con gran emoción.
-No había salido de Inglaterra desde la luna de miel de tu madre y yo. - dijo el señor.
-¿Dónde fueron? - preguntó alguien a su espalda.
-París, fue un mes maravilloso. Tiempo después nació tu hermana mayor. Ahí nos dimos cuenta que nuestra vida juntos sólo estaba comenzando.
-Es bonito saberlo, padre. - soltó de nuevo aquella voz.
James Sawyer se acercó al balcón, colocándose al lado de su padre.
-¿Cómo está Abril? - preguntó el señor.
-Ella está bien, ya se acostumbró a la normalidad luego de dejar el Ministerio.
-Trabajó ahí durante mucho tiempo, supongo que le afectó.
-Lo hizo, pero así es la vida, cambios constantes.
-¡Mira! - exclamó el señor, señalando hacia la izquierda con su dedo. - ahí vienen, a tiempo.
James bajó hasta el primer piso y antes de que tocaran la puerta la abrió.
-Wow, ¿Estudiaste adivinación? - dijo Abril, sarcásticamente, pero con una sonrisa.
-Mi padre los vio, me avisó que estaban cerca.
-¡Papá! - exclamó una mujer de cabello color vino.
-¡Mi niña! ¿Cómo estás? - dijo James, mientras abrazaba a Claire.
-Hola papá. - Chris se unió al abrazo.
-Me alegro de verlos chicos.
-¿James, quién toca la puerta? - preguntó una señora, quien tenía el cabello negro hasta la espalda y una corona canosa en la superficie del mismo.
-¡Abuela! - exclamaron Claire y Chris en conjunto. Ambos entraron al departamento a saludar a sus abuelos.
-¿Y las chicas? - preguntó James.
-Dijeron que querían conocer la ciudad, volverán para la cena. - contestó Abril.
-Supongo que Aria prefirió quedarse con su tía Laia. - dijo el pelirrojo.
-De hecho, irán con Padme a conocer las maravillosas vistas del sur de Europa. ¿Me ayudas con las maletas?
-Pero claro, dame.
El pelirrojo tomó las maletas, subió las escaleras y las colocó en habitaciones diferentes. Abril traía el resto.
-Ya no eres tan fuerte como antes, Sawyer. - dijo la pelivino, burlonamente.
-Te daría la razón, pero claramente no la tienes, Wood. - contestó el hombre.
Ambos rieron, James se giró luego de dejar la última maleta en su lugar, al hacerlo, quedó frente a frente con su esposa. Ambos se miraron a los ojos, parecían nerviosos, como si se miraran por primera vez en aquella tarde del mil novecientos cincuenta.
-Y-yo... te he extrañado tanto.
-¿Noto nervios en tu hablar, rojito?
-Sabes que toda la vida me has puesto nervioso, desde el primer día en que te conocí. - contestó el hombre.
Cerraron la conversación con un dulce beso, un beso que ambos necesitaban desde hace bastante tiempo.
-James... lamento interrumpir, ¿Nos ayudarás con la cena? - preguntó Michael Sawyer, con una sonrisa en su cara.
James y Abril se separaron rápidamente al notar la presencia del señor.
-Sí papá, iremos ahora. - contestó el pelirrojo, un poco ruborizado.
Abril solo sonreía.
[Queens]
Venecia caminaba al lado de Aurorus, ambas portaban mochilas en sus espaldas.
-Wow, aquí los edificios son enormes. - dijo la pelirroja.
-La última vez que vine no eran taan grandes que digamos, ¿O será que no lo recuerdo bien?
-Yo creo que es la segunda opción, la vejez te hace perder la memoria, hermana.
Ambas rieron ante el comentario de Venecia. Pasaron horas caminando, el tiempo se fue rápido, pues cuando se dieron cuenta, comenzaba a oscurecer.
-Hay que volver donde los abuelos, papá debe estar desesperado.
-Ay... ese señor. Tienes razón, vamos.
Las chicas siguieron su recorrido hasta la casa Sawyer Prince, todo parecía normal, hasta que a mitad de camino, Aurorus notó que alguien las seguía, giró su cabeza para identificar al tipo. Un hombre de estatura media, rubio y con cabello corto.
-Hey, creo que ese tipo nos está siguiendo... - le susurró la chica a su hermana.
Comenzaron a caminar rápido, el tipo que las seguía les siguió la jugada. Venecia comenzaba a sentirse amenazada, por lo que tenía su varita casi lista para atacar, las muchachas doblaron en una esquina, estaban cerca de la casa de sus abuelos. Cuando giraron hacia atrás, el hombre que las seguía había desaparecido.
-¿Quién crees que haya sido?
-No lo sé, quizá nos equivocamos... - respondió Venecia.
Cómo si nada hubiera pasado, se decidieron a seguir su camino, pero en cuanto se giraron para seguir caminando, dos hombres altos y corpulentos estaban frente a ellas, las tomaron de las manos y comenzaron a arrastrarlas a la fuerza para subirlas a un auto negro. Aurorus mordió la mano de uno de los tipos, quedando su boca libre.
-¡Ayudennos! ¡Papá! - gritó la mujer, quien seguidamente recibió un golpe del tipo que mordió, dejándola inconsciente.
En la casa Sawyer Prince, la familia se encontraba cenando.
-Creo que debimos esperar a las muchachas, no me gusta comer sabiendo que faltan personas en la mesa. - dijo Anette.
-Tranquila mamá, de seguro se les olvidó la cena que teníamos. - contestó James.
El pelirrojo se encargó de recoger la mesa y lavar los platos. Eran las nueve y media de la noche y las muchachas no aparecían. La casa de los padres de James nunca había tenido tanto ruido desde la última navidad en ella. Toda la familia se entretenía con juegos de mesa, charlas extensas y risas fuertes. El pelirrojo se acercó a la mesa con una toalla, secando sus manos y con una sonrisa. Todo parecía tranquilo, hasta que el oído desarrollado del pelirrojo escuchó un grito.
-¡Ayudennos, papá! - exclamaba alguien.
El hombre reconoció esa voz.
-Chicos, ahora vuelvo, iré a comprar algo a la tienda. - soltó el hombre, un poco angustiado. Salió de la casa sin decir la verdad, no quería alarmar a nadie, corrió hasta la esquina de la calle y vio a un auto negro acelerando a gran rapidez.
» Que carajos...
-El águila a salido de la cueva, cambio. - soltó aquel hombre que seguía a Aurorus y Venecia, desde un edificio.
El hombre volvió a escuchar algo a unos metros de distancia. El sonido de armas de fuego pesadas siendo recargadas, inmediatamente después se escucharon las detonaciones.
-¡Mierda! - soltó Chris, mientras ayudaba a su madre, hermana y abuelos a esconderse.
-¿¡Qué está pasando!? - exclamó Claire.
Las balas cesaron, las personas dentro de la casa Sawyer Prince se pusieron de pie al escuchar el sonido de la puerta tratando de abrirse.
James corrió hasta el lugar donde se escucharon los balazos, pero fue interceptado por un hombre que le apuntó con un arma.
-James Sawyer... oh, pero cuánto tiempo.
-¿Quién eres? ¿Qué está pasando aquí?
-¿Ya no me recuerdas? Vaya lástima...
Un par de hombres entraron al departamento de los padres de James, vestidos de negro y con armas y cuchillos en sus manos. Abril sacó su varita disimuladamente.
-¿Quiénes son? - preguntó la pelivino, quién fue ignorada.
Uno de los hombres habló.
-Ya saben las órdenes, muchachos, todos muertos.
Abril puso una cara seria.
-Baja el arma, podemos hablar civilizadamente. - dijo James.
-Te conozco muy bien, Sawyer, si bajo esta arma tratarás de darme una paliza. Lo cual no podrás hacer, claramente, ya estás viejo para esas cosas.
-No sé de qué hablas, no sé quién es James Sawyer. Sólo quiero que te vayas de aquí, estoy protegiendo a mi familia.
-Déjate de rodeos, vaquero. - el hombre apuntó firmemente a James, le quitó el seguro a su arma. - hoy no será el día que salves o protejas a tu familia, ya no más.
El pelirrojo no sabía qué hacer, tampoco sabía lo que estaba pasando.
» Notarás que soy un poco parlanchín, me lo dicen siempre. ¿Sabes que pasará esta noche, James? - preguntó el hombre. - primero haremos que tu familia tenga una muerte... rápida y segura, así no sufrirán tanto.
-¿De qué estás hablando? - soltó James, quien comenzaba a enfurecer.
-Oh, querido Sawyer, ¿Tanto tiempo trabajando para la policía de Nueva York y nunca supiste lo que es una distracción? - el hombre sonrió.
-Será mejor que se vayan si no quieren una paliza, señores. - dijo Chris Sawyer.
Los hombres frente a él sólo rieron. De fondo, se escucharon dos impactos de bala bastante cerca, haciendo que los hombres se distrajeran. Chris aprovechó el momento y se lanzó sobre uno de ellos para molerlo a golpes.
-¡Chris, no! - exclamó su hermana.
-Claire, cuida a tus abuelos, no te acerques por nada! - le ordenó su madre, mientras el otro hombre la tomaba de un brazo. Abril golpeó la cara del tipo, quién la soltó inmediatamente. Chris tenía la intención de moler a golpes a su contrincante, pero su plan falló y quién terminó fuertemente golpeado fue él. Abril le brindó una patada al hombre que atacaba a su hijo, dejándolo en el suelo, pero el otro sujeto la tomó del cabello y la lanzó al suelo, dejándola medio inconsciente tras golpearse la cabeza. Los tipos iban tras Claire y sus abuelos, la joven pelivino no había tenido tiempo de salir del escondite ni a sacar a sus abuelos del mismo.
-¡Alto! - exclamó la chica. -Me quieren a mi ¿verdad? Déjenlos ir a ellos.
Los muchachos se miraron entre ellos y luego miraron a la mujer.
-Lo siento niña, pero ese no es el trato.
Mientras hablaban con Claire, los ancianos trataban de escapar por una puerta trasera.
-¡Hey, que no escapen! - gritó uno de ellos. Su compañero sacó un arma y le apuntó al anciano, pero Claire le brindó una cachetada, haciendo que el disparo fallara. El otro sujeto le hizo una llave y le amarró sus manos.
-¡Suéltame, maldito desgraciado!
Otro disparo sonó en el ambiente, aquel tipo le había disparado a Michael Sawyer.
-A-abuelo... no... - susurró Chris, mientras trataba de ponerse de pie.
-¿Quieres una bala en tú cuerpo también, mocoso? - soltó aquel hombre.
-¡Déjalo! - exclamó Abril, mientras se levantaba del suelo.
El tipo tomó a Chris de la camiseta y lo tiró a los pies de su hermana. Abril se levantó totalmente e impactó dos golpes en el estómago de su rival, rápidamente corrió hacia al que tenía atado a Claire y lo alejó de ella.
-Hazme lo que quieras a mi, pero no toques a mis hijos, ¿me entendiste? - soltó la pelivino, furiosa.
-¡Abril! - se escuchó un grito a las afueras de la casa. James apareció, con sus nudillos llenos de sangre y con dos impactos de bala, uno en su pecho y otro en su abdomen. El pelirrojo entró a la casa, siendo bienvenido por un golpe en la cara del otro sujeto.
-¡No! - exclamó la pelivino. Se giró para devolver la mirada en su rival, pero el hombre no se concentraba en ella. Sacó un cuchillo y trató de clavarselo a Chris a un costado de su abdomen, pero Abril corrió rápidamente hacia él. La chica cayó al suelo luego del empujón del tipo, tomó a Chris de la camiseta y lo levantó, clavando exitosamente el puñal en su cuerpo.
-¡Noooo! - volvió a gritar Abril, quién se levantó rápidamente. El sujeto trató de darle otra puñalada a Chris, pero Abril se interpuso y el cuchillo se clavó en su cuerpo, la pelivino cayó al suelo a punto del desmayo.
-¡Aaagh! - gritó James, desesperado. Con todas sus fuerzas se libró del agarre de su contrincante y le estampó la cara contra la pared, dejándolo inconsciente. Corrió hasta el otro sujeto y lo tiró al suelo, comenzó a llenar su cara de golpes hasta sacarle la sangre.
-¡Ya basta! - gritó el otro tipo, quién había despertado. El hombre le apuntaba con su arma a Claire, quien estaba siendo ayudada por Anette.
» Si te mueves, le disparo a ambos, lo juro por Dios.
El pelirrojo miró las manos de su madre, estaban manchadas por sangre. Giró hacia su derecha y vio a su padre tirado en el suelo, sobre un charco de sangre que provenía de su cuerpo. Anette logró liberar a Claire.
-¡Vete de aquí, niña! - exclamó la pelinegra.
Claire corría hasta donde estaba su padre, se frenó en seco cuando escuchó el sonido de un bala, la cual impactó en el cuerpo de su abuela, la chica se giró, quedó en shock al ver a su abuela tirada en el suelo, volvió a girar, miró a su padre con ojos de tristeza y miedo, se quedó perpleja hasta que sintió el calor de la bala entrando por su cuerpo, luego cayó al suelo.
-No... ¡no! - gritó James, comenzó a caminar con las pocas fuerzas que tenía hasta el sujeto.
-Ellos se lo buscaron.
James trató de impactar un golpe en el hombre, pero su compañero había despertado y con un golpe en la cabeza lo dejó inconsciente.
-¡Tenemos que irnos, Bob! - dijo uno de los tipos, al escuchar las sirenas de la policía.
-Toma al hombre de los pies y yo de las manos, hay que llevárselo al jefe.
El tipo siguió la orden, salieron de la casa con James inconsciente. Todos los demás quedaron en el suelo, los charcos de sangre se hacían presentes por todo el lugar. A la casa entró un equipo de policías muggles, miraron los cuerpos en el suelo.
-Atención a todas las unidades, habla el Capitán Page, necesitamos una ambulancia en la quinientos cincuenta de la calle 14 este, con urgencia.
-Entendido Capitán, una unidad está en camino.
-¿Qué mierda pasó aquí? - soltó el policía.
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