22.- 𖧧 ᴍᴀʀᴋ ꜱʟᴏᴀɴ 𖧧




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Nad no supo en que momento se había quedado dormida abrazando al geniecillo. Sin embargo, cuando despertó logro notar a sus otro hijos acostados del otro lado de la cama. Busco a Hotch con la mirada, pero al escuchar el ruido a fuera dedujo que posiblemente estaba preparando el desayuno o tal vez un oso estaba rondando.


—Shhhh . . . Shhhh.—la castaña se levanto de su lugar arrullándolos  en el proceso, esperando que no se despertaran por el movimiento repentino.

—¿Qué horas son?—pregunto Reid limpiándose discretamente la baba que aún escurría de sus labios.—¿Ya nos vamos?

—No, aún no tranquilo.—Benson susurro volviéndolo a tapar con la manta para que reconcilie el sueño de nuevo.—Vuelve a dormir.


Salió de la habitación con el propósito de encontrar el origen del sonido, pero no tardó mucho en ubicar a su pareja empacando las cosas de los niños junto con las de ellos. Tenía la mirada perdida, como si trabajara de manera automática.


—Amor, ¿Qué haces? . . . Creí que nos iríamos en la noche.—murmuro Nadya sacando a Aarón de su burbuja de concentración, haciendo que volteara a verla.

—Tenemos que hablar.—el azabache menciono usando un tono serio mientras se acercaba a ella para tomar su mano.—Pero tienes que prometerme que estarás tranquila.

—Me estas asustando.—comento la castaña sintiendo un nudo en su pecho ante esas palabras. No estaba segura de lo que diría su pareja, pero sabía que por el bienestar del bebé tenia que guardar la calma.—¿Qué ocurre?

—¿Recuerdas que Mark tuvo que asistir a una conferencia?—Aarón la guio hacía el sofá para que se sentara, recibiendo un leve asentamiento.—El avión donde iba tuvo algún falló, estuvieron un par de días a la deriva, pero . . . 


Nady intentó preguntar algunos detalles sobre lo que su pareja le estaba diciendo. Sin embargo, el nudo en su pecho se lo impedía. Sentía sus manos temblar ligeramente, pero lo único en lo que pudo pensar fue en su pequeña Irina. Sabía que Mark no había sido un buen padre para su hija, pero jamás habría deseado que viviera algo así.


—Olivia te estuvo llamando hace un par de horas.—confeso el agente del FBI apretando la mano de su pareja con fuerza, como si pudiera trasmitirle un poco de paz.—Dijo que lo había llevado al hospital para evaluar sus heridas y determinar si debería de tomar medidas extraordinarias para . . . quieren mejorar su estado.

—¿Puedes llevarme al hospital?—pregunto la castaña en un murmullo, teniendo la intensión de que su ex esposo pudiera ver a su hija, en caso de que su condición empeorara.

—No tienes que preguntarlo.—contesto Aarón dejando un beso en la frente de su pareja.—Iré a despertarlos . . . trata de respirar, no ganamos nada en alterarnos.

—Gracias.—Nadya sonrió suavemente antes de levantarse del sofá, tocando su vientre para recordarse de que debía de estar tranquila.


Hotch salió del cuarto con la pequeña en brazos, intentando que se acomodara en su hombro para seguir durmiendo, mientras que Jack caminaba detrás de ellos, tallándose los ojos, aún adormilado por el sueño. No dio muchos pasos antes de que Spencer lo levantara del suelo, bostezando en el proceso.


—Buenos días.—murmuró el castaño, notando todas las maletas en la entrada. Su mirada se poso en su amiga, quien tenía un rostro pálido.—¿Todo esta en orden?

—Si, solo es . . . las nauseas matutinas.—mintió Nadya evitando el contacto visual, no quería que Ina escuchara y se preocupara.


El genio asintió antes de sonreír de manera incomoda, no sabía si el silencio en la habitación era por el momento de vulnerabilidad que tuvo frente a ella. Tal vez el hecho de decirle mamá fue algo inapropiado, pero en medio de las circunstancias tuvo que imitar las acciones de tomar su propia maleta y seguirlos hacia el sendero del bosque.

La caminata hacia la zona del estacionamiento transcurrió en un relativo silencio, roto solo por el sonido de las hojas crujientes bajo sus pasos. Sin embargo, para cuando llegaron al vehículo, los niños ya estaban completamente despiertos, su energía renovada.


—Papá, ¿Podemos venir la próxima semana?—pregunto Jack mientras Nad ajustaba su cinturón de seguridad.

—No lo creo campeón.—respondió Hotch terminando de guardar las maletas en la cajuela, sabía que con la condición de Mark no sería lo ideal salir de viajes.

—¿Entonces iremos al zoológico?—cuestiono Irina recargando su cabecita en el brazo del 'Tío Reid'.

—Eso ya lo veremos cariño.—contesto la castaña desde el asiento del copiloto, acariciando aún su vientre.


Sin dar espacio para un intercambio de palabras, Hotch encendió el motor del auto y lanzó una mirada rápida al espejo retrovisor, observando a los niños en los asientos traseros. Esperaba un viaje tranquilo y silencioso; quizá era justo lo que Nadya necesitaba para reflexionar sobre cómo abordar la conversación con su la pequeña. Sin embargo, apenas el auto comenzó a moverse, las preguntas no tardaron en surgir.


—Papá . . . ¿El bebé será una niña o un niño?—preguntó Jack apartando la vista de la ventana, intentando cambiar su asiento con Irina.

—Bueno, aún no podemos saberlo.—respondió el azabache contento al ver el entusiasmo sobre el nuevo integrante.—Hay que esperar unas semanas más antes de que podamos ver el género del bebé en el ultrasonido.

—Quiero una hermanita, para jugar con mis muñecas.—exclamo Irina pataleando sutilmente el asiento de adelante. A pesar de que en un inicio no estaba convencida con la noticia, la idea de tener una cómplice la emocionaba.

—¡No!—grito el pequeño cubriendo su cara con sus manos, como si hubiera visto una escena de terror.—Necesitamos un hermano. Tú ya eres la única niña y sería aburrido si hubiera otra.

—Mamá puedes hacer que sea niña.—pidió Ina intentando hacer ojitos de cachorro, pero por el ángulo del asiento no podría verlos la mujer.

—El bebé será lo que tenga que ser.—respondió la castaña con la vista fija en el paisaje, antes de voltear a ver a Hotch de manera rápida.—Pero estoy segura de que los va a querer mucho.


Ambos niños sonrieron antes de cambiar de tema, intentando discutir sobre alguna trivialidad. Sin embargo, Reid se inclino hacía el asiento de la castaña intentando disculparse por ponerla en una situación incomoda o al menos ese era su razonamiento ante la falta de brillo en su ser.

Llamo su atención tocando suavemente su hombro, logrando que volteara de inmediato como si estuviera alerta en todo momento, brindando una sonrisa ladilla a manera de disculpa.


—Quiero disculparme si te causé alguna incomodidad al llamarte 'mamá'. No era mi intención. Es solo que en ese momento, fue como si . . . bueno, algo se conectara en mi cabeza y salió naturalmente.—el genio intento decir, pero sus palabras fueron interrumpidas cuando la mujer comenzó a acomodarle su cabello rebelde.

—Jamás te disculpes por algo que sientes.—murmuro Nad recordando el dolor en las palabras que había escuchando la noche anterior.—Serás un gran hermano mayor . . . Otra vez.


El castaño sintió una cálida sensación recorrer su cuerpo mientras regresaba lentamente a su lugar. Aún le resultaba algo nuevo; con su madre, las cosas siempre habían sido distintas. Él era quien debía cuidarla y estar pendiente de ella todo el tiempo. Pero con Nadya, era diferente: por primera vez sentía que podía dejar salir a su niño interior, disfrutando de la infancia que le había sido arrebatada. 

Los minutos transcurrieron lentamente hasta que el auto se detuvo en el estacionamiento del hospital. Aaron apagó el motor y permaneció en silencio, dudando sobre qué hacer. No podían entrar todos, ya que desconocían el estado de Mark. Podría estar intubado o, peor aún, tal vez había perdido la batalla. No podía permitir que lo vieran así, especialmente Irina. Era un riesgo demasiado grande para la salud del bebé, además del dolor emocional que ella sentiría al enfrentarse a esa situación.


—Voy a entrar un momento para preguntar por . . . ya saben quién.—dijo Hotch en un susurro, eligiendo cuidadosamente las palabras para no despertar la curiosidad de los demás.

—Espera, amor . . . Te acompaño, solo dame un segundo.—declaró Nadya quitándose el cinturón de seguridad, dispuesta a bajarse del auto.

—No.—expreso el azabache en un tono firme, conociendo lo terca que era.—Quédate aquí con los niños. Si la situación es . . . grave, no quiero que te pongas mal.

—Puedo manejarlo.—mintió la castaña en un intento desesperado de sentirse útil y no la hicieran aún lado solo por su embarazo.

—Confía en mí.—replico Aaron en voz baja, su de voz tono era calmado mientras le dedicaba una mirada que hablaba más que mil palabras: preocupación, cuidado y la necesidad de mantenerla tranquila por el bien de todos.


Nady suspiró con frustración, pero sabía que discutir con Hotch en ese momento sería inútil, así que tuvo que declinar en su idea de ir. Viéndolo salir del auto para dirigirse hacia la entrada del hospital. 

Se reclinó en el asiento, cerrando los ojos por un momento, tratando de calmarse. Después de unos segundos, volteo su mirada para asegurarse de que los niños estuvieran tranquilos. Jack estaba tranquilo jugando con el reloj de Spencer, pero Irina no apartaba la mirada de su madre, como si esperara respuestas a preguntas que aún no había formulado.


—¡MAMI!—el pequeño llamo su atención, provocando que diera un ligero salto debido a que rompió el silencio de manera inesperada.—¿Cómo se hacen los bebés?


La pregunta fue tan inesperada que la joven de cabello castaño quedó sin reacción. Sus ojos se abrieron de par en par y, sin saber qué responder, dirigió su mirada hacia Spencer, buscando su ayuda. Sin embargo, él también lucía visiblemente desprevenido. Abrió la boca como si fuera a ofrecer una solución, pero no logró emitir palabra alguna durante varios segundos.





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Hotch estaba caminando por los pasillos del hospital, intentando encontrar a la persona menos atareada para preguntar sobre Mark, hasta que finalmente encontró el mostrador de enfermería, dirigiéndose a una mujer de mediana edad acomodando expedientes.


—Buenas tardes.—Aarón hablo con un tono calmado, volteando hacía los lados para buscar algún rostro conocido.—Estoy buscando información sobre un paciente: Mark Sloan.

—Un momento.—la enfermera murmuro antes de revisar los registros en la computadora frente a ella.—¿Es usted familiar?

—Bueno . . . —el azabache titubeó por un par de segundos, debido a que sabía que si decía la verdad, no le permitirían verlo.—Sí, somos familia o algo así.

—Está en la habitación 317.—informo la mujer mirándolo directamente, no quería decirle a su 'familiar' que el Sr. Sloan había firmado una orden de no resucitar después de que despertó.—Según sus informes se recuperó sorprendentemente rápido; solo estuvo grave un par de días.


Hotch inclinó la cabeza, agradeciendo con una sonrisa breve antes de dirigirse hacia el ascensor. Sabía que la mala señal en el bosque fue factor para ser los ultimos en enterarse, pero el hecho de que estuviera vivo era reconfortante para él. Odiaría ver a la pequeña pasar por lo mismo que vivió su hijo. 

Sin prestar atención comenzó a caminar una vez que se abrieron las puertas del elevador, era como si estuviera programado para eso, hasta que llego al final del pasillo. Se detuvo un par de minutos, antes de entrar. Esperaba encontrarse una escena peor, pero solo vio a Mark acostado en la cama, con la cabeza recostada contra la almohada. Aunque estaba visiblemente pálido y débil.


—¿Dónde están ellas?—pregunto el herido intentándose recomponer en su lugar, quería ver a alguna de sus hijas lo antes posible.

—Están en el auto, quise venir primero para asegurarme de que estuvieras "bien", antes de que te vieran.—informo el azabache notando los monitores que tenía conectados a su cuerpo, era claro que su situación aún era delicada.

—Si . . . eso fue una buena idea.—Mark logro decir quitándose ligeramente la mascarilla de oxigenación.

—Bueno, viendo que no estas muerto, creo que iré por Ina.—expreso Aarón acercándose lentamente hacía la puerta. Sin embargo no logro salir porque la voz del otro hombre interrumpió sus acciones.

—No me agradas.—confesó Sloan con una ligera sonrisa, intentando mostrar que todo estaba bien, aunque no lo estuviera.—Solo tuviste un hijo y eres el superpapá . . . Mientras que yo tuve tres oportunidades para serlo y solo acerté en la última.


El agente del FBI se giro para verlo con un rostro lleno de confusión, no entendía la razón por la cual quería hablar de temas delicados y sobre todo con él. Sin embargo, logro sentir algo de empatía y al verse incapaz de dejarlo ahí solo se quedo a escuchar. 


—Creí que solo tenías a Irina y a la otra pequeña de Seattle.—dijo Aarón, mientras consideraba la posibilidad de que Nady no le hubiera contado todos los engaños que soportó por parte del otro hombre.

—No me mires así, paso antes de que conociera a Nadya, de—informo Mark sintiendo su cuerpo más pesado, como si estuviera siendo aplastado de nuevo por el avión.—Era joven . . . estúpido . . . embaracé a una chica y no estaba preparado para ser padre, me fui por el camino 'fácil' . . . ya sabes . . . esperando que abortara.


Hotch no dijo nada, pero su mandíbula se tensó ligeramente. Sabía que no era su lugar juzgar, pero la confesión lo incomodo, cuestionándose sobre si Benson pasó también por esa situación o fue la excepción.


—Tuvo a la niña y ni siquiera lo sabía. Hasta que simplemente apareció en mi trabajo y ¡PFFF!  ya era toda una adolescente e incluso soy abuelo.—dijo el castaño dejando escapar una risa áspera que terminó en una tos seca.

—No hables demasiado,  tienes que conserva tus fuerzas .—pidió el azabache acercándose a él para ajustarle la mascarilla de oxigeno con cuidado.—Se que es desesperante estar en cama, pero solo dale tiempo y saldrás de aquí.

—¿Tiempo?—pregunto Mark sintiendo una opresión en todo su cuerpo, había visto tantas veces el resurgimiento que no podía negar las señales.—Eso es lo que menos tengo, pero . . . escucha . . . Se que no soy la persona favorita de muchos, pero necesito que me prometas algo.

—Prefiero dejar esta conversación para otra ocasión.—indico Aarón sintiéndose incomodo por la dirección que esta tomando la platica.

—Solo quiero que las cuides.—comento Sloan evitando el contacto visual, para él era bastante difícil expresar esas palabras a la nueva pareja de su ex esposa.—Nadya . . . es complicada, pero es especial . . . Necesitas pepinillos y crema de maní para sobrevivir a ese embarazo. Tal vez no estuve presente durante su embarazo con Irina, pero siempre escuché sus mensajes de voz. 

—Iré a buscar una enfermera.—comunico Hotch al notar un pitido en particular de la maquina que monitoreaba sus latidos.

—Y a Irina . . . hazla feliz, ¿Sí? No dejes que esté triste, nunca. Ella es un rayo de sol . . . y por favor . . . que no practique ningún deportes de contacto. Esa niña . . . tiene más fuerza de la que crees.—intento bromear el hombre herido, pero no podía ignorar que le faltaba el aire. Era como si su momento habría llegado.—Quiero verla . . . quiero despedirme de ella.


El agente del FBI se negó de inmediato ante la petición; no podía traer a la pequeña mientras su padre agonizaba frente a ella. Sería traumático para cualquiera. Sin embargo, al ponerse en el lugar de Mark, comprendió que, si él estuviera en esa situación, querría ver a Jack a toda costa. No estaba seguro del estado de salud, tal vez no estaba muriendo y era que los medicamentos dejaron de hacer efecto. pero no quería arriesgarse a ser el malo en la situación.


—Bien, solo trata de resistir.—murmuro Aarón antes de salir corriendo de la habitación, aunque para ese punto creía que solo era exageración del hombre, tal vez su nivel de dolor era bajo.


Cruzó el pasillo con paso rápidos, ignorando las miradas de los enfermeros mientras empujaba las puertas que lo separaban de la entrada del hospital. Sin más demora se acerco al vehículo para poder dar un 'informe' de como estaba el ex esposo.


—Él esta bien, pero quiere verla . . . ahora.—Hotch dijo quitando el cinturón de seguridad que tenía la pequeña, notando que Nadya también iba a ir con ellos.—Spencer, cuida a Jack . . . No tardaremos.

—¿A donde vamos?—pregunto la rubia estirando sus bracitos para que la cargaran.

—Cariño, vamos a ver a Mark.—informo la castaña haciéndole una señal de que estaba bien, antes de comenzar a caminar detrás de ellos.


Irina asintió sin entender del todo lo que estaba pasando, pero estaba feliz de ver a su papá biológico. Había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que se había visto. Sin embargo, estaba de acuerdo en visitarlo en su trabajo.

Pero en cuanto estaban cerca de la habitación destinada, el sonido de las alarmas del monitor de signos vitales llenó el aire. Enfermeros y médicos entraron para ver el paciente, abriendo la puerta apresuradamente. Nadya, al ver el caos, supo lo que estaba pasando y sin pensarlo dio un paso adelante para tratar de cubrir el caos mientras Aaron tapaba los ojos de la pequeña.


—No mires, cariño.—murmuro Hotch dando la vuelta para regresar al pasillo, quería evitar que mirara la escena.—Todo estará bien.

—¡Papá! —protestó Irina, tratando de quitar las manos del hombre, quien se negaba a soltarla.—¡¿Qué pasa?!

—Nada, cariño.—Hotch intentaba distraerla mientras se alejaban del lugar. Necesitaba esperar a que le dieran instrucciones si estaba estable o no.—Todo está bien.

—Iré a ver que pasa.—menciono Benson evitando el agarre de su pareja para apartarla de ahí.


Estaba dispuesta a entrar, pero una enfermera que iba saliendo de la habitación la intercepto en medio camino. Antes de guiarla hacía un medico, haciéndole una señal indicarle que ella era familiar del hombre.


—Lo siento mucho.—el doctor en guaría hablo con un tono suave, entregándole una bolsa con las pertenencias de Mark.—Hicimos todo lo posible para que estuviera estable y se recuperará lo antes posible, pero firmó una orden de no resucitación.

—Gracias.—la castaña murmuró, antes de que sus ojos distinguieran un llavero que Irina había hecho con cuentas de colores, demostrando que de una manera extraña amaba a su hija.


Sus manos se quedaron recorriendo el objeto como si quisiera memorizar cada detalle, antes de regresar la vista a su pequeña, podía sentir como un nudo en su pecho comenzaba a formarse, tal vez si fuera en otras circunstancias hubiera huido con ella, la hubiera alejado del dolor que se avecinaba. Sin embargo, sabía que no podía ser posible, así que regreso con pasos lentos, como si quisiera alargar la situación.


—Cariño . . . —la castaña se arrodillo a su altura para poder mirarla directamente, acariciando su cabello para quitárselo de la cara.—Necesito hablar contigo . . . es sobre tu papá.

—¿Ya puedo verlo? ¿Está trabajando mucho?—pregunto la rubia mirando desde lejos la habitación donde iba a entrar su madre.

—Disculpe.—una enfermera llamo la atención de los presentes, esperando no incomodarlos.—Necesito que firmen algunas formas, solo es . . . papeleo.

—Yo me encargo.—indico Aarón brindando un poco de privacidad, era consiente de que Nad sabía lo que hacía. Además de que sabía que ella no tendría cabeza para papeleo.


Aarón se alejo un par de pasos, notando como las manos de su pareja temblaban ligeramente, intentaba tener un mayor control por el bien de Ina. Podía ver como le costaba trabajo hablar e incluso respirar. Sin embargo, su atención se redirigió a las múltiples hojas de papel con detalles del accidente, así mismo sobre cosas del certificado de defunción, no supo cuantos minutos pasaron, pero el grito de la pequeña hizo que regresara a la realidad.


—Solo necesita un beso como en el cuento de la Bella Durmiente, ¿no?—hablo Ina con un tono alto haciendo que todos voltearan a verla.—¡Puedo hacerlo, mami! ¡Puedo despertarlo!

—Irina . . . no.—Hotch intento cargarla cuando paso a su lado, pero la pequeña logro esquivarlo y así entrar en la habitación.


La rubia entró corriendo al cuarto, ignorando la atmósfera silenciosa y pesada. Ni siquiera se dio cuenta de que todos los aparatos a su al rededor estaban apagados, solo subió a la cama con dificultad, usando todas sus pequeñas fuerzas para alcanzar a su papá.


—¡Papá, ya basta de jugar!—la pequeña Sloan pidió mientras lo sacudía suavemente por el hombro.—¡Papá, despierta, esto no es gracioso!


La pareja se acercó detrás de ella, pero ninguno tuvo el corazón para quitarla de ahí. Les dolía ver a la niña en la etapa de negación, era como si su pequeño solecito se estuviera llenando de nubes grises.


—Papá, ¡vamos!—ordeno la rubia, dejando un pequeño beso en la frene justo como lo vio en las películas.—La maldición ya se rompió, ¿Recuerdas? Dijiste que . . . ¡Ya no tienes que esconderte! —dijo con una risa nerviosa, sacudiéndolo con más fuerza—. Papá . . . por favor, despierta . . .

—Cariño, tu papá . . . está descansando ahora.—Aaron se paro junto a la cama, colocando una mano en el hombro de Irina.

—¡No! ¡Él está jugando! Siempre lo hace. ¡Papá, por favor, ya despierta!—exclamó Ina con desesperación, su pequeña voz rompiéndose mientras sus manos intentaban mover a Mark con más fuerza.—Prometo . . . prometo que no me enojaré cuando rompas una promesa. ¡Por favor, papá, despierta!

—Cariño, papá ya no puede despertar.—Nadya dijo en voz baja, notando como se acercaban las enfermeras detrás de ellos.

—¡Sí puede!—gritó Irina, su voz alzándose con alteración—¡Es mi papá, él siempre despierta!

—Sra. lamentamos mucho su perdida, pero tienen que abandonar la habitación.—indico una mujer con arrepentimiento en su tono, sabía que era un momento difícil, pero necesitaban guardar la calma por los otros pacientes.—No queremos llamar a seguridad . . . Por favor.


Hotch negó con la cabeza, era 'increíble' la falta de empatía ante lo que estaban viendo, se acerco a sujetar a Irina, quería llevarla aún lugar vació para hablar mejor con ella y explicarle mejor las cosas.


—¡No, no, no! ¡Déjame! ¡Papá!—suplico la pequeña entre sollozos, pataleando en los brazos de Aaron mientras este la abrazaba con firmeza.





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