12-. ⸙ ᴊᴇᴀʟᴏᴜꜱʏ ⸙




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Nadya se limitó a cruzarse de brazos, mostrando su postura ante esa conversación antes de desviar su atención a su teléfono, notando un pequeño mensaje de buenas noches de Hotch, lo que le causó cierta ternura al reconocer el esfuerzo que estaba haciendo el hombre en expresar sus sentimientos. 

No dudó ni un segundo en devolverle los 'dulces sueños' junto con un breve resumen de lo que estaba ocurriendo en ese momento; no quería que el día de mañana se malinterpretaran las cosas y se salieran de control.


—Nad, solo son un par de minutos, tu nov . . .  ese hombre no se va a morir si tardas un poco en responderle.—Mark intentaba que la castaña regresara su atención 

—Sloan déjate de rodeos y solo dilo.—pidió Benson mientras sentía la ansiedad recorrer su cuerpo por completo.

—He estado reflexionando mucho últimamente, sobre todo desde nuestra última conversación. —informo el hombre haciendo contacto visual con su exesposa.—Pedí un traslado al hospital de Quantico.

—¿No crees que debiste de consultarlo conmigo primero?—cuestiono la castaña con un suspiro de frustración.

—¿Por qué tendría que haberlo consultado contigo?— Mark hizo una mueca ante el comentario de su exesposa. No estaba seguro de cuál era su molestia, si al final estaría más cerca de su hija.—Soy un adulto, no necesito tu permiso para tomar decisiones sobre mi vida.

—Es increíble tu nivel de . . . idiotez, por no usar otro tipo de lenguaje, pero a mi no me importa lo que hagas o dejes de hacer con tu vida.—dijo Nadya antes de aventarle un conejo de peluche de su hija.—Lo único que me importa es Irina.

—Pensé que te alegrarías sobre mi mudanza.—Sloan se excuso mirando desde lejos los dibujos que estaban pegados en toda la pared, intentando simular un mural.

—Irina necesita estabilidad, no que estés constantemente apareciendo y desapareciendo de su vida.—se quejo la castaña recordando todas esas noches donde la pequeña lloraba por su papá.


Ambos se quedaron en silencio cuando escucharon unos pasitos en el piso de arriba, miraron hacía las escaleras encontrándose a su hija, quien estaba batallando para no quedarse dormida mientras se agarraba de lo que estuviera a su alrededor para no caerse.


—¡Papi! . . . Estas tardando mucho y quiero que nos leas el cuento.—murmuro Irina señalando a su perrito que la esperaba detrás de ella.

—¿De donde saco el perro?—Mark le pregunto a su exesposa en un tono bajo viendo como ella solo negaba con la cabeza.

—Estuviste aquí por más de tres horas y no lo notaste.—Benson se quejo pidiéndole al universo que le diera paciencia antes de que sus impulsos la arrinconaran a golpearlo.—Mejor ve con ella, hablamos cuando se duerma.


La castaña se dirigió de nuevo a la cocina para servirse una copa de vino, esperando que eso le ayudara a relajarse o a pensar con claridad. Desviando su atención para responder los mensajes que le mandaba Hotch preguntando sobre como iba la situación.


—¿Desde cuando ya no le gustan los muppets?—cuestiono el hombre, sacando a Nadya de su burbuja.—Ahora solo habla de planetas y dinosaurios.

—Creo que no conoces nada de tu hija.—respondió Nadya juntando todas las cosas importantes que se había perdido por ser un padre ausente.—Su color favorito es el naranja, pero no el tono del gato . . . si no el de los atardeceres, quiere ser chef cuando sea grande, pero cada vez tiene una 'discusión' con Reid cambia lo que quiere ser.

—¿No crees que la estas consintiendo demasiado al dejarla tener todos . . . esos animalejos?—Sloan desvió el tema señalando el gato naranja que solo le gruñía desde la distancia erizándose hacía un desconocido para el minino.—Podrías malcriarla en cualquier momento.

—Si tan solo conocieras un poquito a tu hija, sabrías que ella no es así, Ina tiene un gran corazón . . . ni si quiera le importa todas esas veces que le has fallado, sigues siendo un superhéroe para ella.—contesto Benson con un tono molesto, intentando guardar la calma no quería hacer algún escandalo y despertar a la pequeña.—Creo que es mejor que te vayas, te acompaño a la puerta.

—Nad espera.—pidió el hombre haciendo una mueca mientras la retenía del brazo.—Se que me odiaras, pero pude hacer una reserva en ningún hotel y . . . tienes una casa bastante espaciosa . . . con un, lo que sea de madera que esta del otro lado de tu jardín.

—Es un granero a medio construir.—respondió Benson de manera directa recordando que su abuelo quiso ser granjero en su juventud.—Y no, no puedes quedarte aquí, tengo una pareja y no quiero que las cosas se malinterpreten.

—Tranquila voy a quedarme en otra habitación o incluso en el sofá.—aclaro Mark con una sonrisa para apaciguar las cosas.—Solo iré al auto por mis cosas.


Nadya solo observó cómo su exesposo salía de su casa, seguro de que pasaría la noche allí. Ella se limitó a seguirlo con la mirada y, cuando finalmente lo vio en la entrada, cerró la puerta antes de apagar las luces.


—¡NO!, ¡NO!, Nadya déjame entrar.—Sloan se pego a la ventana tratando de verla a través de las cortinas.—No dormiré en mi auto, podría salir un lobo . . . o peor aún uno de esos criminales que persigues.

—Tranquilo, solo asegúrate de cerrar bien tu vehículo.—propuso la castaña asomándose por la ventana, señalando la camioneta estacionada.—Si intentas entrar a mi casa o despiertas a Irina te juro que llamare a la policía.


Sin tener más opción el hombre regreso a su auto dispuesto a dormir incómodamente en el asiento del copiloto mientras que Nadya se dirigía a su habitación lista para descansar.

Pasaron un par de horas antes de que llegara el amanecer. Sloan estaba perdido en sus sueños cuando escuchó un golpe en su ventana que lo hizo despertar de golpe y gritar "¡hombre!".


—Dormir en un auto estacionado en propiedad privada se considera ilegal y es tratado como allanamiento de morada.—informo Hotch haciendo contacto visual con el exesposo de su pareja.

—Supongo que no vienes a darme los buenos días.—murmuro Mark saliendo de su vehículo, sintiendo un dolor horrible de cuello.—¿Nadya te mandó para golpearme o a qué viniste?

—Tenemos cosas mejores que hacer con nuestro tiempo, no te des tanta importancia.—Aarón respondió sintiendo como Jack lo jalaba del saco para llamar su atención.—Si nos disculpas . . . tenemos que llevar a los niños a la escuela.

—¿Enserio crees que mi hija te va a elegir a ti sobre su verdadero padre?—pregunto Sloan con un tono irónico escuchando como ambas salían de la casa.

—Debes ser muy inseguro para usar ese argumento a tu favor.—murmuró el agente Hotchner, esperando que las cosas no se salieran de control delante de su hijo.—Pero es comprensible, dado a que tu comportamiento . . . 

—¿Mi comportamiento?, tu fuiste el que me golpeo la ultima vez.—Sloan no entendía nada de lo que decía ese hombre, era como si hablaran diferentes idiomas.

—Somos perfiladores y puedo ver que solo intentas jugar a la familia feliz con tu hija, has sido tan incompetente que te aterra ser remplazado ahora que Nadya me tiene a mi como pareja.—Hotch se limito a contestar con una sonrisa triunfante, guardando silencio cuando vio a Irina salir junto a su madre.


Benson se quedo estática cuando vio la escena frente a ellas, no entendía el motivo por el cual Hotch estaba en su casa, ya que tenían la rutina de verse en el trabajo. Sin embargo, ahora él se encontraba frente a ella, sosteniéndole la mirada a Mark. 

La tensión se podía sentir en el aire, mientras Irina, ajena a lo que sucedía, solo se acomodaba la mochila en los hombros y saludaba a lo lejos a su amiguito.


—Ratoncito . . . ¿Quieres que te lleve a la escuela?—pregunto Mark dirigiendo su atención a su hija, quien se escondía detrás de la pierna de su madre.—Podemos dejar a tu mami al trabajo primero.

—No papi, es que . . . quiero ir con mi amigo.—contesto Irina corriendo hacia Jack con una sonrisa antes de mirar a Aarón.—Hola Jacky . . . hola señor pa . . . perdón, señor Hotch.

—Hola Ina, ¿Lista para la escuela?—el pelinegro intentaba contener una risa ante la 'elección' de la rubia.—¿Por qué no se adelantan y van subiendo al auto?, estaremos con ustedes en un segundo.

—Vamos Ina.—mini Hotchner encaminaba a su amiga hacía el auto de su papá.—Sabes mi papá me puso un pastelillo de chocolate, pero le pedí que lo dividiera en dos para compartirlo contigo.


Los tres adultos se quedaron mirándose entre si en un silencio incomodo que no sabían como romper. La mujer tenía varias preguntas en su mente y cuando por fin había formulado una en sus pensamientos Hotch la interrumpió.


—Amor es mejor que nos apuremos, no queremos que los niños lleguen tarde.—Aarón sorprendió a la castaña ante su 'apodo' cariñoso.


Nadya se ruborizo en un instante, perdiendo toda la posibilidad de pronunciar una sola palabra, así que solo asintió antes de caminar hacia el auto recibiendo un pequeño beso por parte de su pareja en el transcurso.


—No creas que vas a remplazarme.—Sloan no podía creer que su pequeña hubiera elegido irse con otra persona antes que él.—Podrás ser el novio de Nadya y sentirte muy seguro de lo que siente por ti, pero Irina siempre nos va a unir.


Aarón no se dejo intimidar ante las palabras del otro hombre, así que acorto la distancia entre ellos haciéndole una señal a Benson de que todo iba a estar bien.


—Fui su primer novio, ¿lo sabías? —preguntó Hotch con tono burlón, notando la ligera expresión de sorpresa en el rostro del hombre.—"Ratoncito" era el apodo que le dieron mis padres cuando se escondía para comer su postre favorito, pero me alegra que no te moleste llamar a Irina así.


Aarón se dio la vuelta y se dirigió hacia su auto, dejando a Mark parado a mitad del camino. Observó de lejos cómo cerraba de un portazo su camioneta y tal vez soltaba algunas maldiciones, parecido a una rabieta de niños.

El camino hacia la escuela fue bastante silencioso, interrumpido ocasionalmente por alguna pregunta de los niños que era contestada con palabras cortas y cuando finalmente estuvieron solos, la castaña no pudo más contener la risa.


—Tienes que admitir que verte celoso es muy lindo.—Nadya dijo entre risas, tratando de recuperar el aire antes de besar la mejilla de su pareja.—No 

—No estaba celoso, solo fui a darte apoyo moral.—el hombre se excuso estacionándose frente a las oficinas de la UAC.

—¿Apoyo moral? —repitió la castaña con un toque de burla en su voz.—Claro, porque es completamente normal que mi pareja pase por nosotras después de que te dije que el padre de Irina estaba de visita.

—Bueno . . . Solo quería asegurarme de que todo estuviera en orden.—Aarón murmuro brindándole a la mujer su hombro para caminar hacía el interior del edificio.—No quería que pasaras un momento incomodo.


La pareja camino de manera 'discreta' hacía los elevadores, aprovechando la ausencia de la mayoría de los agentes para tener un pequeño momento cariñoso.


—¿Y como te sientes . . . respecto a su mudanza?—pregunto el pelinegro esperando no ser muy invasivo o estresarla con sus dudas.

—¿Cuál mudanza?— la voz de Spencer se escuchó detrás de ellos, haciendo saltar del susto a la chica.—Lo siento, los vi desde el estacionamiento, pero no quise interrumpir su plática.

—¡Dios, Reid! Deja de hacer eso o te pondré un cascabel —dijo la castaña, llevándose una mano al pecho antes de dejar escapar una risa nerviosa al recordar todas las veces que su amigo la había espantado.

—Es curioso que no estés alerta a lo que pasa a tu alrededor, considerando que trabajas para el FBI y tienes una pequeña que se mueve más sigilosa que Scar . . . Juro que ese gato espera el momento indicado para darme un buen susto.—mencionó el genio, siguiendo a la pareja muy de cerca.—Pero a que se debe con la mudanza, no piensan irse de Quántico, ¿Verdad? . . . Digo apenas acaban de establecerse aquí y nos tienes a nosotros.

—Reid, Reid, Reid.—Aarón lo detuvo al notar que estaba hablando muy rápido justo como cuando se ponía nervioso.—Ellas no se van . . . el padre de Irina se mudara a la ciudad.

—¿Estas bien con eso?—el castaño trataba de indagar como se sentía su jefe, pero solo logro confundirlo.—Bueno . . . lo pregunto porque cuando un gorila entra en el territorio de otro, el macho dominante, a menudo enfrenta un desafío directo . . . El recién llegado puede mostrar señales de sumisión, intentando evitar un enfrentamiento directo. Sin embargo, la situación puede volverse caótica en cualquier momento.

—¿Me estas comparando con un gorila?—Hotch volteo a verlo de manera directa separándose un poco de Nadya, notando como Spencer se daba la vuelta huyendo de la situación.




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La semana pasó volando, como si el tiempo mismo se hubiera acelerado. Y sin darse cuenta, el fin de semana había llegado una vez más. Los miembros del equipo habían planeado quedarse en casa para recuperar fuerzas de una semana difícil,

El sol que normalmente estaba radiante y llenaba de calidez a Quántico, se escondía detrás de las nubes grises que flotaban en el cielo, cargado de humedad y un suave viento agitaba las ramas de los árboles, haciendo que las hojas bailaran en una danza tranquila.


—Me alegra que te animaras a venir.—murmuro Nadya terminando de picar los ingredientes para la comida.

—Bueno la casa se sentía vacía sin Jack.—respondió Hotch con sinceridad, un fin de semana de sin su hijo era difícil.—Pero el quería ver a su tía Jessica.

—Si lo entiendo, a veces es muy complicado. Los primeros días Irina lloraba porque extrañaba a Liv.—Benson recordó lo difícil que fue para ellas adaptarse lejos de su hermana y sus amigos de la unidad.

—Lo único bueno.—el pelinegro intentaba cambiar el enfoque de la platica.—Es que gracias a estas situaciones, nosotros . . . nos volvimos a encontrar.—dijo mientras se acercaba a besar la frente de la chica para después abrazarla.—Creo que tu perro quiere salir al baño.

—Si que sabes como matar un momento romántico.—se burlo la castaña negando con la cabeza antes de separarse para llevar a Simba al patio trasero.


Hotch solo se rio de la divertida situación, aún le costaba mostrar su lado cariñoso con Nadya, pero se sentía cómodo a su lado a pesar de que solo habían empezado a 'salir' hace casi dos semanas atrás. Creía que esto se debía a su pasado, o tal vez porque ella siempre había estado en sus pensamientos.

El hombre se dio la vuelta para poner la mesa antes de comer notando como la pequeña estaba asomada en el gran ventanal de la sala.


—¿Esperas a alguien Ina?—pregunto Hotch al ver que la pequeña no se despegaba de la ventana.—Por que tu mamá está en el patio, tal vez no la vis . . .

—Mi papá prometió que vendría hoy.—la rubia lo interrumpió parándose de puntitas para una mejor visión.—Pero ya tardó mucho, ¿Crees que se haya perdido?


Aarón sintió un nudo en su pecho al verla caminar de un lado al otro, jugueteando con el libro que Mark prometió leerle en cuanto llegara.


—Tal vez su vuelo se retraso.—mintió el pelinegro haciendo que la niña lo mirara fijamente, notando un par de lágrimas cayendo por sus mejillas.


Irina se secó las lágrimas con la manga de su suéter antes de correr hacia los brazos de Hotch, quien no dudo ni un momento en corresponderle el abrazo, dejando que la niña se desahogara con él.


—Él prometió que vendría esta vez, que estaría aquí para mi hoy.—murmuro la pequeña rubia buscando a su mamá con la mirada.—¿Crees que no le importo?

—No, no es eso.—respondió Aarón tratando de quitar los malos pensamientos de la mente de la niña—Tu padre te quiere mucho, solo . . . hay cosas que están fuera de su control. Tal vez haya habido un problema con su vuelo o aún no termina su mudanza.

—¿Crees que volverá pronto?—Ina volvió a preguntar sintiendo que su respiración se comenzaba a regular, encontrando un apoyo en las palabras del hombre.

—Espero que sí pequeña. Pero pase lo que pase, siempre estaré aquí para ti. Ustedes significan mucho para mí.—confeso Hotch separándose de la pequeña quien asentía mientras limpiaba el resto de las lagrimas.—Sabes . . . ¿Por qué no vamos a buscar algo de helado para animarnos?

—Mi mamá no me deja comer el postre antes.—menciono Irina caminando detrás de Hotch, sus ojos curiosos veían como sacaba un bote de helado de vainilla.

—Bueno . . . creo que podría hacer una excepción, solo por esta ocasión.—comento el hombre sirviendo dos vasos con bolas de nieve, sintiendo la presencia de Scar a lo lejos.—¿Eso es un ojito movible?—pregunto señalando el artefacto falso que tenía el gato.

—No quiero que los otros gatos se burlen de él.—murmuro la pequeña esperando que su minino no los escuchara, no quería lastimar sus sentimientos.—Jamás le digas que su ojo es falso, solo finge que es un real.


Aarón sonrió ante la inocencia de la pequeña, lograba ver a Nadya reflejada en ella, sus mismos gestos, la forma en la que se preocupaba por los demás antes de ver un beneficio para ellas. Sin embargo su atención se debió cuando escucho la puerta del patio abrirse viendo como Simba se acercaba a Irina esperando que le diera algo de lo que estuviera comiendo. 


—Ina . . . conoces las reglas, aún no comemos mi amor.—la castaña notaba como su pequeña señalaba a Aarón, como si lo culpara de todo.

—¡Oh vamos!—se quejo el pelinegro antes de poner una cuchara de helado en la boca de la mujer, haciendo reír a ambas.—Ahora tu también rompiste las reglas.—murmuro antes de besarla.

—¡IUGH!—grito Irina tapándose los ojos antes de mover su dedito para mirarlos de nuevo.—Eso es asqueroso, las personas se besan solo en las películas.


Hotch se rio suavemente ante la reacción de Irina y, sin perder el momento, comenzó a besar las mejillas de Nadya, haciendo que ambas se rieran aún más fuerte, hasta el punto donde ambos cayeron al suelo, donde de los besos pasaron a las cosquillas

Ina, viendo la oportunidad perfecta para ayudar a su madre, corrió hacia ellos, moviendo sus pequeños brazos en un intento de separarlos. Sin embargo ambos adultos la tomaron como rehén haciéndole cosquillas hasta que el cachorro comenzó a ladrar creyendo que la estaban lastimando.


—Muy bien basta de juegos.—Nadya se levantó del suelo con su cabello alborotado y una sonrisa radiante pintada en su rostro.

—No puedes rendirte tan fácilmente, estaba empezando a ganar.—se quejo Hotch ayudando a Irina a levantarse.

—Son unos tramposos . . . Si no tuviera deditos tan pequeños les hubiera ganado.—se quejo la rubia entre risas antes de abrazar a su madre.

—Vayan a lavarse las manos, que la comida ya está casi lista.—ordeno la castaña disfrutando del ambiente familiar, antes de buscar los platos para dividir la comida.


La pequeña camino hacía Hotch con una gran sonrisa en su rostro, agradecida de tratar de animarla después de que su papá le haya fallado otra vez.


—Es muy divertido.—murmuro la pequeña rubia abrazándolo de manera rápido.—¿Creé que pueda leerme mi cuento más tarde? . . . Papá iba hacerlo, pero . . .

—Claro que si Ina.—contesto Hotch haciéndole una seña a Nadya de que todo estaba bien, no tenía que preocuparse de nada.—Una tarde de cuentos se escucha bien.


La castaña le mostro los libros que Reid le había regalado a su hija, esperando que entendiera la emoción que tenía Irina ante la idea de aprender lo mismo que su 'tío'.






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