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La castaña no tuvo otra opción más que secar al pequeño gatito ante de irse a dormir, no podría quejarse su hija era el Karma que le toco pagar por todas las travesuras que le hizo a su padre y abuelos. Además de que estaba consiente del corazón puro y las buenas intenciones de Irina.

—Buen día, ratoncito.—saludó Nadya, apoyándose contra el marco de la puerta con los brazos cruzados, intentando contener la risa.

—Hola . . . ma. —respondió Irina buscando 'disimuladamente' al pequeño felino que había escondido en el baño, agachándose para mirar debajo de los muebles.

—¿Pediste algo mi amor?—preguntó la castaña fingiendo demencia, prefería que su hija revelara su travesura.

—No, nada.—murmuro la rubia subiendo rápido las escaleras, al parecer buscaría de nuevo en el baño.

Benson decidió seguir a su hija al baño, esperando que no cayera en desesperación y comenzara a voltear todas las cosas que encontraban solo para encontrar al gatito. Sin embargo al abrir la puerta la encontró en la esquina llorando mientras abrazaba una caja de catón. Ina se levanto cuando vio a su madre entrar y la abrazo con todas sus fuerzas.

—Mami . . . ayer hacía mucho frío, se me ocurrió meter al gatito porque estaba temblando, pero ya no está . . . él huyó.—la pequeña Sloan sollozó en los brazos de su madre, creyendo que había hecho algo malo.

—¡Ohhh!, no mi amor, no te preocupes, no has hecho nada malo. —susurro Nadya acariciando su cabello, notando lo sensible que era para algunas cosas.—Anoche, cuando subí a limpiar el desastre que hicieron, encontré al gatito. Estaba herido y necesitaba ayuda, así que lo llevé al veterinario para que lo revisaran. Estará bien, lo prometo.

—El estará bien, ¿Verdad?—pregunto la pequeña rubia mientras se limpiaba las lagrimas y veía a su madre directamente a los ojos.

—Claro mi amor, solo esperemos a ver que nos dice el veterinario.—comento la castaña antes de querer tocar el tema sobre 'adoptar' mascotas.—Pero debes de entender una cosa mi niña . . . no podemos seguir metiendo cuanto animalito vemos, no son juguetes.

—Mi tío Spencer me hablo sobre eso y le prometí que iba a ser el ultimo animalito que adopto.—murmuro Ina separándose del abrazo que le daba su madre.—Lo juro por el meñique.

—Más te vale mi amor, porque no creo que mi bolsillo pueda soportar mantener más mascotas.—admitió Nadya antes de caminar hacia la cocina escuchando los pasitos de su hija detrás de ella.

La castaña comenzó a preparar el almuerzo antes de desviar su mirada hacia Irina, quien ponía la mesa para el desayuno con un rostro más amigable. Aunque aún tenía los ojos enrojecidos y ocasionalmente se secaba las lágrimas de forma discreta. Sin embargo, la atención de la niña se desvió al escuchar a su perrito ladrar, corrió rápidamente para sacarlo al patio y que hiciera sus necesidades, antes de regresar a la cocina para sacar la comida de sus mascotas.

—Veo que lo tienes bajo control.—comento Nadya mirando a Ina dividir la diversas croquetas en los platos correspondientes.

—He visto como lo haces.—respondió la pequeña rubia con seriedad, luchando por subirse a un banco cercano. Sus manitas se aferraron al borde de la mesa, impulsándose con toda su fuerza.—Quiero ayudarte, además son mis mascotas no tuyas.

—¡Ohhh, mi amor!, Gracias por ayudarme, eres muy considerada.—dijo la castaña mientras le acariciaba el cabello suavemente.—Sabes, te pareces mucho a mí cuando era niña. 

—¿También eras rara?—pregunto Irina con un tono suave mientras volteaba a ver a su mamá.

—¿Por qué dices eso, cariño?—cuestiono Benson agachándose un poco para esta a la altura de su hija para que era un tema importante.

—Es que . . . en la escuela hay unas niñas que se ríen de mí. Dicen que no hago cosas de niñas . . . porque solo hablo de mis animales y juego a los dragones con Jack.—confeso su hija haciendo una mueca al recordar esa discusión.—¿Por qué no puedo ser normal como las otras niñas?

—Mi niña, nadie es normal en esta vida.—contesto Nadya abrazando a su hija pensando bien sus palabras para hacerla sentir segura.—¿Qué pasaría si todo el mundo fuera de color gris o si solo existieran un solo sabor de helado?

—Sería muy aburrido.—respondió Irina con un ceño fruncido ante la idea de un mundo con un solo helado.

—Exacto mi amor y lo mismo pasa con las personas. Si todos fuéramos iguales, si nos gustaran las mismas cosas y actuáramos de la misma manera, el mundo sería un lugar muy aburrido. —Benson se separo del abrazo para acariciar la mejilla de su pequeña.—Tu juego con 'dragones' y tus animales hacen ser tú. . .  Eso es algo maravilloso, no algo de lo que avergonzarse.

—Gracias mami.—murmuro Irina jugando con la punta de sus dedos antes de mirar fijamente a su madre.—Solo . . . no vayas a la escuela, ellas ya no me van a molestar.

—¿Por que estas tan segura?—la castaña intento indagar sobre el tema, siendo consiente de las técnicas de defensa que le habían enseñado la mayoría de sus amigos.

—Es que yo . . . lasempujedelcolumpio.—dijo la pequeña de manera rápida para que su madre no entendiera ni una sola palabra, aprovechando su momento de confusión para escapar de la situación.

Nadya solo negó con la cabeza al darse cuenta de que su hija había resuelto la situación usando el "diálogo", como solía decir su colega Tutuola antes de que se iniciara una pelea física. Ahora, solo quedaba esperar a que no se metiera en problemas. Estaba a punto de seguir a la pequeña en busca de respuestas, pero en ese momento su celular comenzó a sonar, desviando su atención.

—Esto debe de ser un milagro.—Benson respondió la llamada con un tono sarcástico cuando noto que era su exesposo.

—¿Con que clase de decencia me reclamas por salir con mujeres cuando tu metes distintos hombres a tu casa?—reclamo Mark con un tono bastante agitado.

—Sloan . . . no tengo tiempo, ni paciencia para tus estupideces.—informo la castaña preparándose una taza de café antes de mirar a su hija por la ventana.—Cuando te relajes vuelve a marcarme y tal vez tengamos una conversación civilizada.

La mujer colgó el teléfono antes de ponerlo en silencio, no tenía la intención de echar a perder su fin de semana con discusiones tontas con alguien que no iba a entender razones en ese estado.

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Transcurrieron un par de días después de su 'incidente' con su exesposo y a pesar de eso no habían intercambiado alguna otra llamada. 

Gracias a Reid se entero el inicio del problema, él intento hablar con Irina, pero fue el genio quien contesto la llamada, así que dedujo la situación a algún amorío de parte de la mujer.

—¿Nady . . . Me estas escuchando?—cuestiono JJ dándole un ligero codazo, haciéndola regresar a la realidad.

—Lo siento, estaba pensando en otra cosa.—se disculpo la castaña acomodándose mejor en el asiento del Jet.—¿Qué me decías?

—Te preguntaba sobre tu cita con Hotch.—menciono la rubia en un tono bajo para no atraer la atención de los demás.

—¿Quién te lo dijo?—pregunto Benson acercándose a su amiga, volteando al rededor con algo de pánico.

—Rossi, fue quien nos dijo, se llamo el nuevo cupido de la UAC.—aclaro Jennifer subiendo y bajando sus cejas de manera juguetona.—Entonces . . . ¿Cómo te fue? ¿Crees que puedas conseguirnos un aumento?

 —Ojala pudiera hacer eso.—Nadya continuo la broma soltando una suave risa, esperando que nadie se despertara.—Pero creo que nos fue bien o no lo sé . . . aunque él me beso así que no se en que página estamos.

—¿Cómo . . . No te pidió formalizar una relación?—JJ intento indagar mirando a Aarón del otro lado del Jet.—¿Solo con un beso lo dio por hecho?

—Creo que si consideramos el temperamento de Hotch junto con su carácter. Es lógico que no vea necesario una declaración, tal vez sienta que no están en edad de perder tiempo en formalidades.—informo Spencer desde los asientos de atrás delatando que no estaba dormido.

—Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas Spence.—murmuro la rubia ante la intervención de su amigo.

—Bueno, yo cuide a los niños esa noche, así que tengo derecho de opinar.—expreso el genio recordando como quedo su cabello en esa ocasión.—Además de que Nad es mi amiga y no quiero que la lastimen.

—¡Ohhh, Reid!, eso es muy tierno . . . ahora me siento culpable de haberme comido tus galletas.—la castaña sonrió ante las palabras de Spencer antes de sentir como JJ se cambiaba de asiento rápido.

Cuando dirigió su vista hacía enfrente logro captar que Hotch se acercaba hacia ella con una sonrisa disimulada, tratanban de mantenerlo en secreto. Sin embargo algunas miradas y gestos compartidos los estaban delatando.

—¿Terminaron de hablar de mi?—pregunto el agente Hotchner mientras se sentaba a lado de ella, tomando su mano debajo del asiento.

—No se de que hablas.—contesto Nadya intentando reprimir una risa que amenazaba en salir.—Nosotros seríamos incapaces de hacer algo así.

—¿Tengo que recordarte que soy perfilador?—Aarón bromeo con la chica haciéndola sonrojar ligeramente antes de escuchar una risa de parte de Reid.—Logre notar como ambas volteaban a ver, además de que JJ dijo mi nombre en voz alta.

—Voy a fingir demencia.—Benson se recostó en el hombro de su acompañante sintiéndose segura de lo que fuera que tuvieran.—Pero si te sirve de consuelo también escuche que me nombraste cuando estabas hablando con Rossi.

—Era referente al caso.—mintió el azabache disimulando una sonrisa que se formo en sus labios antes de notar el pequeño golpe que se dio la chica en medio de la persecución.—¿Aún te duele?

—Solo cuando lo toco . . . me he enfrentado a bravucones más grandes, así que esto no es nada.—la castaña buscaba disminuir la tensión recordando la cara de preocupación que tenían todos cuando el ignoto logro derribarla.—Pero ya escuchaste al doctor, solo es un golpe superficial, nada fuera de lo normal.

—De todos modos, prefiero posponer nuestra ida al zoológico.—anuncio Hotch fijando su atención al informe que tenía entre sus dedos.—No quiero que necesites una hospitalización de emergencia.

—Esta bien, pero creo que estas exagerando.—expreso Nadya intentando dormir antes de recibir un mensaje de texto, sonrió al ver el nombre de su amigo en pantalla.

Aarón intento mirar el celular de la chica, quería conocer la causa de esa sonrisa. Sin embargo Nadya guardo su teléfono antes de acurrucarse más su hombro en un intento de conciliar el sueño.

Algunas horas después el equipo había llegado a Quántico, la mayoría lucia cansados puesto que los asientos del Jet no eran los más cómodos. Poco a poco los agentes comenzaron a irse a sus hogares y la castaña solo esperaba a que Hotch terminara de platicar con Rossi para irse juntos como era costumbre de ambos.

—Siento la tardanza, pero Dave es algo . . . platicador.—murmuro el agente Hotchner mientras la ayudaba a subir al auto.

—No era necesario que me llevaras, podría pedir un taxi o aceptar que Reid me acercara.—explico la castaña notando como su acompañante buscaba un pretexto perfecto para interrumpir su conversación con Rossi.

—Prefiero asegurarme de que llegues a salvo a casa.—respondió el azabache colocándose el cinturón de seguridad antes de dejar un beso corto en los labios de su pareja.—Además de que me alegra tener tiempo a solas contigo.

—Bueno creo que en algún momento se van a enterar.—dedujo la menor de las Benson disfrutando del trayecto a casa.—No tiene nada de malo, incluso Penny sale con ese chico . . . Kevin.

—Tienes razón, no hacemos nada malo, pero me gustaría pasar un tiempo así, solo nosotros . . . antes de que las bromas y esas citas dobles que planea David nos alcancen.—confeso el azabache riendo cuando recordó los planes que le compartía su amigo.

—Viéndolas las cosas así creo que tienes razón.—secundo la chica mirando a lo lejos su calle, notando un vehículo estacionado.

—Quiero pedirte una disculpa . . . Reid me dijo lo que hablabas con JJ.—informo Aarón siendo consiente de que 'amenazo' al genio con informes extra si no le decía nada de su charla.—Voy hacerlo, pero quiero que sea algo especial, no quiero repetir la vergonzosa historia de cuando te pedí ser mi novia por primera vez.

—No tienes de que disculparte, una parte de mi lo entiende, no somos adolescentes, ambos tenemos hijos y un trabajo que exige nuestro tiempo, pero sabemos lo que sentimos.—expreso Nadya besando la mejilla del hombre, sintiendo el rubor subir a su rostro.

—Solo dame tiempo . . . confía en el proceso.—bromeo Hotch antes de besar a la chica, disfrutando la suavidad del momento, sintiendo que alguien los observaba de manera 'disimulada'.—¿Esperas a alguien?

—¿Qué?—pregunto Benson notando como su amigo la saludaba desde una distancia considerada.—¡Ohhh, no puede ser!, ven tengo que presentarte.

La castaña salió del auto con una gran sonrisa, caminando hacia su antiguo compañero antes de abrazarlo con fuerza, mostrando lo mucho que lo extrañaba en su nueva unidad.

—Vine a entrevistar a un testigo y quise aprovechar para saludar a mi segunda Benson favorita.—bromeo Elliot separándose de su amiga para posar su vista en el hombre que estaba a su lado.

—Voy a perdonarte eso solo porque te extrañe.—Nadya continuo con la broma antes de sentir una mano posada en su cintura.—Aprovechando la ocasión . . . me gustaría presentarte a mi amigo y viejo compañero.

—Elliot Stabler.—se presento el hombre estirando la mano para estrecharla.—Era compañero de NayNay en Nueva York.

—Un placer, Aarón Hotchner . . . pareja de Nadya.—informo de más el castaño ante la visita de alguien del pasado de la castaña.

—Si, creo que Liv hablaba algo sobre su hermana y un antiguo novio.—contesto el detective preguntándose internamente si ese era el hombre que le había roto el corazón a su amiga hace tiempo.—Bueno yo solo pasaba a saludar . . . tengo que llevar esto a la estación.

—¿No quieres quedarte a cenar?—propuso Benson señalando la puerta de su casa a unos pasos de distancia, sintiendo como Aarón se ponía detrás de ella.

—Me encantaría, pero Olivia me espera con esta información y sabes que suele ser un poco impaciente ante estas cosas.—Elliot comento pensando que ese defecto venía de familia. —Pero . . . prometo venir a visitarlas en otra ocasión.

La platica duro un par de minutos hasta que su compañero tuvo que regresar a Nueva York para llevar su testimonio, al parecer no se equivocaba en que su hermana era impaciente, llegando a las quince llamadas perdidas en menos de cinco minutos.

—Creo que también es momento de irme.—informo Hotch haciendo que la mujer voltear a verlo.—Saluda a Irina de mi parte.

—Tranquilo . . . ve a casa señor celoso.—bromeo Nadya antes de darle un beso a Aarón sonriendo en el proceso.

—No se de que estas hablando.—respondió el azabache desviando su mirada hacia otro lugar.

—Claro, soy Aarón Hotchner . . . pareja de Nadya.—la castaña rio bastante fuerte mientras lo imitaba notando el sonrojo en las mejillas de su acompañante.—Es encantador ver esa faceta tuya.

—Supongo que es algo inevitable cuando cierta personita no te cuenta todo su pasado.—admitió el agente negando con la cabeza, no podía creer que ese tipo de sentimientos aún pudieran estar presentes.

—Prometo contarte todo . . . algún día.—aseguro Benson moviendo su mirada a su casa.—¿Tengo que decirte cariño o algún tipo de apodo? —preguntó con cierta timidez ya que era la primera 'relación' después de su divorcio.

Aaron se acercó un poco más, quedando a centímetros de distancia de ella, acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja, haciéndola sonrojar con un pequeño movimiento.

—Bueno . . . solo tienes que ser tú misma.—respondió Aaron en un susurro antes de tomar las mejillas de la chica para hacerla subir su mirada.

Sin darle tiempo para responder a sus acciones, el azabache se inclino hacia adelante atrapando los labios de su pareja con un solo toque. Las manos de Aaron se deslizaban con delicadeza por la cintura de Nadya, acercándola más a él como si temiera que un solo centímetro de separación fuera demasiado.

Mientras que ella subía sus manos a los hombros de su pareja, buscando algún soporte en tan acalorado momento, pero la falta de aire los hizo separar sintiendo sus mejillas sonrojar, sintiendo que a pesar de los años que habían pasado aún había algo entre ellos.

—Nos vemos mañana —susurró Aaron besando el dorso de la mano de la castaña.

—Hasta mañana . . . cariño.—Benson se despidió guiñando un ojo, sintiendo una mayor confianza ante la situación mientras caminaba hacia su puerta.

Nadya negaba con la cabeza, tal vez sintiendo un poco de vergüenza ante la sensación de 'mariposas' en el estomago o pensar que estaba actuando como adolescente. Tener aproximadamente 36 años, una niña de cuatro años y un divorcio detrás de ella, eran razones por la que se cuestionaba sus decisiones, pero las palabras de Olivia rondaban su mente en todo momento, sobre las segundas oportunidades.

Al ingresar a su casa esperaba encontrarse a la señora Thomson cenando junto con Irina, pero la escena que se desarrollaba frente a ella supero a todos los escenarios que se pudieron crear en su mente.

—¡Mami!—Ina corrió hacia su madre con una gran sonrisa ante la presencia de sus padre en el mismo lugar.

—Hola mi niña.—la castaña cargo a su pequeña cuando , sus ojos no se despegaban de los de Mark, quien solo señalaba el reloj.—¿Cómo estas? ¿Qué tal te fue en la escuela?

—Muy bien mami . . . Papá esta aquí, cumplió su promesa.—la rubio hablo con un tono chillante mientras sonreía de oreja a oreja.

—Creí que salías a las nueve.—murmuro Sloan antes de llevarse un pedazo de comida a la boca.—Ya pasan de las diez, estaba a punto de llamarte.

—No era necesario, la señora Thomson se queda con Ina hasta que llegue.—contesto Benson acercándose a la mesa para que Irina terminara de cenar.

—Esta en el baño.—el hombre señalo el final del pasillo sin romper el contacto visual.—No quiso dejarme a solas con la niña, tal vez pensó que me llevaría a mi hija.

—Nuestra.—aclaro Nadya internamente agradecida de que la niñera no haya ido de la casa a pesar de la presencia de Mark.

La cena transcurrió con un silencio bastante incomodo por parte de la menor de las Benson, solo escuchaba las risas de su hija y de Sloan. Ambos hacían bromas de todo tipo hasta que la pequeña menciono al novio de su mamá.

—Ratoncito, ¿Por qué no vas a lavarte los dientes y en un minuto subiré a leerte un cuento?—Mark limpiaba la mejilla de su hija viendo como ella se levantaba antes de correr hacía su cuarto.

—¿Puedo preguntarte a qué se debe tu visita?—la castaña trato de averiguar la verdadera intención de la presencia de su exesposo, descartando la carta del buen padre.

—Me preocupa el hecho de que dejes entrar hombres a la casa.—confeso Sloan intentando tomar la mano de la chica.—No creo que sea correcto . . . Irina es muy inocente, no me gustaría . . .

—¡Detente!—Nadya lo interrumpió con un tono bastante molesto.—Se que te refieres a Reid porque me conto sobre la llamada y no te voy a permitir que trates de insinuar cosas sobre él . . . Deberías de agradecerle de que se preocupe por ella.

—¿Confías en él?, solo llevas unos meses aquí.—intervino Mark intentando no levantar la voz para no llamar la atención de su hija.

—Claro que confío en él y no importa cuanto tiempo tiene de que lo conozca.—la castaña pensaba en la que iba a decir, esperando que entendiera el punto.—Es increíble que Reid con un par de meses cuide mejor a Irina que su propio padre.

—No empieces con eso Nad.—el hombre se levanto de su asiento dispuesto a subir al cuarto de su hija.

—Hace tiempo que ya no apareces en sus dibujos, ahora es su 'tío Reid' o . . . mi novio.—informo Benson caminando hacia la sala para sacar la carpeta con las hojas guardadas.—Lo único que haces con tu indiferencia es alejarla, entiendo que lo nuestro se acabo sigues con tu vida y yo con la mía . . . pero te estas olvidando de Irina.

—¿Entonces es verdad?—pregunto Sloan haciendo referencia a que ella tuviera una pareja.—No me dejas presentarle mi novia a Irina, pero tu traes a ese hombre aquí.

—La diferencia es que después de todos estos años . . . solo he tenido una pareja y lo conozco desde que éramos niños.—Nadya se defendió ante las acusaciones de su exesposo, sentía que el tono en que lo dijo insinuaba otra cosa.—No tendría que darte explicaciones o detallarte mi vida personal.

—Tienes razón no tienes que hacerlo . . . Nad siéntate por favor . . . creo que necesitamos hablar de algo más serio.—pidió el hombre buscando alguna señal de que la castaña pudiera cooperar con lo que iba a pedirle.

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