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Transcurrieron un par de horas desde esa situación tan comprometedora con Hotch y ambos acordaron hablar de lo sucedido en otra ocasión. No querían atraer la atención indeseada por parte de algún supervisor o que corrieran rumores sobre ellos y mucho menos cuando Nadya seguía a prueba. 

Aún tenían una cita pendiente y aunque quisieran acelerar el tiempo tendrían que esperar. Eso fue lo que reinaba los pensamientos de la castaña mientras conducía hacía su casa, deseando ver a su hija.

—¡INA . . . YA LLEGUE!—gritó Nadya, dejando escapar un suspiro de alivio cuando se quito los zapatos, disfrutando el frio del piso.

—Querida, llegaste justo a tiempo.—hablo la señora Thomson desde el comedor antes de poner un lugar extra en la mesa.—Estábamos a punto de cenar. 

—Afortunadamente solo teníamos papeleo pendiente.—informo Benson acercándose al lugar.—Huele delicioso, enserio no se que haría sin ti . . . no creía que podría hacerlo, me ayudas mucho cuidando a Irina.

—No tienes que agradecerme, querida.—respondió la mujer con una sonrisa.—Cuidar a tu niña me hace sentirme menos sola, aunque mis hijos vienen a verme no es lo mismo . . . nos hacemos compañía entre las dos y gano mi dinerito.

—De todos modos en el momento que sientas que es mucho trabajo . . . con toda confianza dime y busco una niñera . . . No quiero abusar de tu buena voluntad.—la castaña estaba consiente de lo imperativa que era Irina.

—Esa niña es tu mismo reflejo.—reconoció la azabache sentándose aún lado de Nadya.—Aún recuerdo cuando andabas ahí trepada en los arboles como si fueras Tarzán o metías a cuanto animal se te cruzara . . . no se como no le sacaste canas verdes a tu abuela.

—Bueno, ella decía que prefería verme feliz, aunque eso significara rescatarme de algunas travesuras.—expreso Benson sonrió con nostalgia antes de notar la ausencia de Irina.—¿Y mi pequeño ratoncito?

—Esta jugando en el patio trasero, salió a dejarle comida al gatito que viene y como Simba fue tras ella se quedaron ahí, pero en un segundo le llamo para que venga a cenar.—dijo la vecina antes de dirigirse a la puerta.

La cena transcurrió de manera tranquila entre risas y compartiendo su día. Sin darse cuenta la noche había caído haciendo que la señora Thomson regresara a su hogar e Irina comenzara a cabecear por el cansancio, pero ella insistía en que aún no tenía sueño.

—¡Oye! . . . la película aún no terminaba.—Irina le reclamo a su madre mientras veía como se acercaba a ella.

—Quiero hablar contigo, de algo serio.—confeso Nadya, buscando las palabras adecuadas mientras miraba a su hija con ternura.

—¿Le paso algo a mi papi?—preguntó Irina con tono suave y su rostro lleno de preocupación.

—No, mi amor, tu papá está bien.—aseguró la castaña, sintiendo un nudo en la garganta al notar la angustia en los ojos de su hija cuando Mark ni estaba al tanto de ella.—Él esta en su casa . . . haciendo cosas de medico. 

—Entonces, ¿De qué quieres hablar, mami?—cuestiono la rubia intentando subirse al sofá, lista para subirse a la espalda de su madre.

—¿Recuerdas a Aarón Hotchner . . . el papá de Jack?—Benson sabía que Ina no era muy buena recordando nombres con exactitud, así que tuvo que ser más especifica. 

—Si es el señor alto que casi siempre parece enojado.—comento Ina con inocencia, recordando que su amigo le dijo que su papá siempre sonreía cuando veía a Nadya.

—Bueno . . . él y yo fuimos . . . somos amigos desde que éramos pequeños.—informo la castaña omitiendo la parte de su romance adolescente.—A veces . . . las personas y el cariño que se tienen va cambiando.

—¿Ahora te cae mal?—pregunto Irina sin entender a donde iban las palabras de su madre.

—No, no, mi niña . . . —la castaña se apresuró a corregirla, esperando que pudiera comprender, porque no iniciaría una vida amorosa sin que su hija estuviera de acuerdo.— Lo que quiero decir es que . . . posiblemente iré a cenar con Aarón, pero no como amigos, sino . . . de una manera especial.

—¿Cómo una cita?—interrogo Irina al recordando varias escenas románticas en la televisión.—¿Cantaran como en las películas? ¿Puede ser la de esta noche es para amar? . . . podría prestarles a Simba.

—No mi amor . . . solo iremos a cenar, pero si llegamos a necesitar a tu perrito te lo diremos—la castaña hizo una promesa de meñique mientras le daba un beso en la frente a Ina.—Ahora ve a dormir que te estas muriendo de sueño.

—Ok . . . descansa mami.—se despidió la rubia con un pequeño abrazo antes de subir las escaleras junto con Simba.

—¡NADA DE SUBIR AL PERRO A TU CAMA!—grito Benson mirando en la dirección donde se había ido su hija.

—¡LO SIENTO, NO TE ESCUCHO!—respondió Irina dando un portazo en su habitación.

Nadya solo negó con la cabeza siendo consiente del amor que le tenía su hija a sus animalitos, todos los días cuidaba y alimentaba con dedicación a sus patitos junto al pequeño polluelo que sobrevivió esa noche.

Después de una limpieza exprés en el poco desastre que se generaba en su noche de películas, la castaña subió a su habitación, metiéndose dentro de las cobijas lista para ceder ante el sueño o eso creía cuando escucho unas rápidas pisadas por el pasillo antes de que abrieran la puerta. Sintió un movimiento ligero antes de sentir al cachorro acostándose en su espalda y su pequeña subiendo del otro lado.

—Ma . . . ¿Ya te dormiste?—pregunto la pequeña acostándose aún lado de su madre.

—No mi amor, aún no.—contesto Nadya abriendo sus ojos para ver a su hija.—¿Ocurre algo mi niña? ¿Otra vez esas pesadillas?

—Es que . . . estaba a punto de dormir, pero quería preguntarte algo . . . si tu y el papá de Jack se vuelven novios. ¿El señor Hotchner será mi papá también?—cuestiono Ina acurrucándose en el pecho de su madre.

—Ok, mi amor, vamos por partes.—dijo Benson, entendía el temor de Irina ante la idea de que Aarón pudiera reemplazar a su padre, así que tenía que aclarar sus dudas.—Pase lo que pase, Mark es tu papá . . . Eso, nadie ni nada, lo va a cambiar . . . ¿Entendiste?

Irina abrazo a su mamá escondiendo su carita entre su cuello mientras que Nadya acariciaba su espalda, intentando hacer que no se sintiera mal por la ausencia de Sloan.

—Que vaya a tener una 'cita' con Hotch no significa que seremos novios . . . a veces ese tipo de cosas . . . pueden ser un poco complicadas.—comento la castaña intentando llevar la situación con calma.

—¿Complicadas como un rompecabezas o como los acertijos del tío Reid? —cuestiono la rubia 'entendiendo' las palabras de su madre.

—Más complicadas que sus acertijos.—murmuro la castaña arrullando a su hija viendo como el perrito se acomodaba en los pies.—Hablando de cosas complicadas . . . no creas que no me he dado cuenta que estas acercando el plato del gato a la puerta.

—Tu dijiste, "puedes darle de comer solo en el patio", técnicamente el plato sigue en el patio.—comento Irina antes de acomodarse en su lado de la cama.

—Ahora resulta que tengo un Reid 2.0 en casa.—bromeo Benson arropando a su hija mientras la llenaba de besos.—Recuerda que te deje alimentarlo, pero no nos lo podemos quedar . . . ya tienes dos patos, tu pollito y a Simba.

—Pero . . . mamá esta herido . . . le falta un ojito.—replico la pequeña mientras se tapaba uno de ella.—Y . . . nosotras . . . ¿Mamá? . . . ¡OYE NADIE SE DUERME TAN RÁPIDO!

La noche transcurrió entre varias preguntas de parte de la rubia quien tenía curiosidad de todo desde el sobre la juventud de su madre hasta la creación del apodo de 'ratoncito'.

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El viernes llegó en un abrir y cerrar de ojos. La castaña se había acoplado mejor a su rutina matutina, llegando a tiempo para dejar a Irina en la escuela antes de correr al trabajo. 

Claro que había días en los que todo se acumulaba y sentía que ya no podía más. Sin embargo, contaba con el apoyo de sus compañeros de trabajo, que ahora eran amigos y familia, quienes la ayudaban.

—Sabes . . . es raro verte temprano, ¿Cuándo fue la ultima vez que llegaste corriendo? . . . Ya no lo recuerdo—bromeo Spencer entregándole una taza de café.

—Aún recuerdo cuando checábamos su tarjeta de entrada . . . Ahhh que tiempos.— Emily se unió a la broma haciendo que Benson rodeara los ojos en blanco.

—Amanecimos muy chistositos hoy, ¿Verdad?—Nadya se defendió mientras giraba la silla para mirarlos.—Pero si se lo preguntan la clave es que ahora tengo un perro que no para de ladras en las mañanas cada vez que pasa el del periódico.

—Entonces . . . Benedetto sia Simba.—comento Rossi entre risas mientras palmeaba la espalda de Reid, quien era el culpable del cachorro.—Después de todo creo que vas mejorando con tus habilidades sociales.

—Ni lo menciones, porque Irina no deja de hablar de su 'tío Reid'.—Nadya recordaba todas esas noches que su hija no paraba de decirle los mismos datos que el genio le compartía.

—En algún momento el alumno superara al maestro y cuando eso pase . . . cuando Ina te quite tu trabajo no queremos escuchar tus quejas.—jugueteo Prentiss viendo entrar a los dos agentes faltantes.

—¿No deberían de estar trabajando?—pregunto Hotch irónicamente mientras veía como todos regresaban a llenar sus informes.

Aarón y Nadya compartieron una pequeña sonrisa antes de que él caminara directamente a su oficina dejando al resto del equipo concentrados en sus maquinas. Todo era silencio hasta que sintió un pequeño golpe en su silla.

Al voltear la mirada se encontró con el genio quien le sonrió con timidez ante su acción, pero quería distraerse hablando con alguien.

—Entonces . . . ¿Saldrás con Hotch mañana?—pregunto Reid de manera 'discreta' intentando contener la risa.

—Si, así es, solo necesito conseguir una niñera para los niños.—informo la castaña con una ligera mueca, sin embargo al mirar el rostro confundido de su amigo tuvo que especificar.—Es que . . . Jack se quedara a jugar con Irina y siento que es mucho trabajo para mi vecina.

—Bueno . . . yo no tengo nada que hacer el fin de semana.—murmuro el genio sabiendo que era la mejor opción para ser 'niñero'.

—No . . . no quiero molestarte.—contesto Nadya apenada, no quería aprovecharse de la situación.

—¡OHHH!, vamos no es ninguna molestia . . . cuidare a los niños a un costo bajo . . . una pizza de pepperoni y un postre del restaurante a donde vayan.—propuso el castaño estirando su mano para estrecharla.—¿Trato?

—Voy a admitir que . . . eres un buen negociante.—menciono Benson soltando un risa suave mientras 'cerraba' el trato.—Créeme que así me quedo más tranquila.

—Tranquila, los niños estarán bien conmigo, te lo prometo.—aseguro Reid confiado en sus habilidades para entretener a los niños con un poco de magia.—Solo hay una cosa que necesito preguntar, ¿Hay algo que deba saber? ¿Alguna visita sorpresa de su padre o algo similar?

—No, no lo creo.—Nadya se limito a contestar mientras negaba con la cabeza.—Bueno . . . ella suele llamarlo por las noches, pero es rara la vez que le contesta, no se rinde con él . . . Me gustaría tener el mismo optimismo que tiene.

Ambos agentes se quedaron platicando sobre la 'cita' con Hotch, el genio hacia pequeñas bromas sintiéndose en más confianza y bajaban la voz cuando alguien se acercaba, no querían dar algún motivo para esparcir un rumor. 

Las horas siguieron transcurriendo, haciendo que las mayoría de agentes salieran de inmediato mientras que otros se quedaban a terminar algún trabajo atorado. 

Nadya fue la primera en llegar a su casa algo nerviosa ya se encontraba en su casa, probándose miles de atuendos hasta encontrar el 'digno'.

—Creen . . . ¿Qué estos aretes combinan?—la castaña pregunto volteando a ver a su hija, quien estaba saltando en el sofá y a su amigo que evitaba que el cachorro lo lamiera.

—Tienen una mariposa, así que si son bonitos.—respondió Irina acercándose a su madre para mirar mejor.

—Tal vez no lo has notado, pero soy la persona menos indicada para decirte que combina o no.—contesto Reid con una sonrisa torcida.

—Bueno . . . confiare en el juicio de este pequeño ratoncito.—dijo Nadya antes de tomar su bolso dando un vistazo rápido a su atuendo.—La pizza esta en la cocina y hay . . . 

—Dinero de emergencia en el tarro de la vitrina.—Spencer la interrumpió escuchando el sonido del timbre al fondo.—Tu romeo ya llego.

—¿Qué no el papá de Jack se llamaba Aaron?—pregunto la rubia mirando a su madre confundida.—¿Tiene dos nombres?

—No, no mi amor . . . Romeo es . . . —Benson iba a explicarle, pero su amigo la interrumpió.

—Tranquila . . . yo le explico, tu ve, antes de que se te haga tarde.—el castaño animo a la chica a irse a su cita.

Spencer se quedo en la casa de su amiga cuidando a los dos niños mientras la pareja salía a cenar a un restaurante un poco lejano para evitar miradas de algún conocido del trabajo.

Pero a pesar de estar apartado el lugar no quitaba ese esencia mágica o romántica que esperaban ambos.

—Deberíamos brindar por Rossi . . . ya que fue él quien pidió la cita por ti.—bromeo la castaña haciendo voltear los ojos en blanco a Aarón.

—Estaba a punto de hacerlo, lo juro, solo que Dave se me adelanto, eso es todo.—respondió Hotch entre risas, disfrutando de ese momento de complicidad.—

—Si, claro.—Nadya se burlo con un tono lleno de sarcasmo.

—Bueno . . . bueno, tal vez necesitaba un empujón.—el pelinegro se rindió ante los comentarios de su compañera.—¿Puedo preguntar como tomo tu hija esta salida?

—Ya preguntaste.—contesto Benson de manera rápida, tomando un sorbo de vino.—Creo que lo tomo bien, lo que más le emociono es que pasaría más tiempo con su amigo.

—Lo mismo paso con Jack.—confeso Hotchner con una sonrisa sutil al recordar como había guardado todos los juguetes que iban a utilizar.—Sabes . . . jamás me disculpe contigo . . . de manera formal por lo que hice.

—Tranquilo, éramos jóvenes y estúpidos.—la castaña decidió cortar la conversación de manera abrupta, porque no quería arruinar la noche con recuerdos que la habían lastimado.—No teníamos la madures para enfrentar las cosas.

—Prometo que esta vez será diferente . . . Bueno no digo que formalicemos de una vez . . . Solo no quiero presionarte, pero . . . Creo que ese beso demostró que todavía tenemos sentimientos por el otro . . . Además no quiero que pienses que me aprovecho de la situación por mi posición . . . Lo siento se que prometimos no sacar temas del trabajo, pero . . . Dios soy terrible para esto.—expreso Aarón tratando de respirar, se había puesto tan nervioso estaba tropezándose con las palabras.

—Y yo creía que solo Reid hablaba rápido.—bromeo Nadya sonrojándose un poco ante la mirada de su compañía.—Solo tomémoslo con calma . . . la primera vez tardamos casi seis años para ser novios, no le veo la prisa.

—Simplemente no quiero perderte de nuevo, no creo soportar la idea de verte saliendo con alguien más.—confeso Hotch provocando un rubor más intenso en el rostro de la castaña.—Pasamos mucho tiempo separados, no te pido establecer una relación en este momento, soy consiente de tu desconfianza, así que hasta que tu estés lista, pero me gustaría saber que los dos estemos en la misma pagina.

—No me interesa salir con alguien más.—respondió Benson borrando inseguridades en la mente de Aarón.—No voy a decirte que estoy lista para iniciar una relación porque no me gustaría que alguno de nuestros hijos lo tome a mal o afecte su amistad, vayamos a pasos chiquitos, porque tienes mucho que recompensar.

—Bueno . . . creo que podría empezar a compensarte con una rebanada de tu pastel favorito.—propuso Aarón llamando al mesero para pedir un postre incluido el de Reid.—Chocolate con trufas . . . aún lo recuerdo, cuando ibas a casa de mis padres solías comerlo en silencio, para no llamar la atención de nadie y no tuvieras que compartirlo . . . como te decían . . . ¡Ohh ratoncito!

—Irina hace lo mismo, cuando era pequeña solía esconderse debajo de las escaleras para comer sus galletas, pero el caminito de migajas la delataba.—comento la castaña soltando una risa al recordar como acostumbro a Mark a llamar a Irina así, sin que el supiera que era el apodo que le dieron sus ex suegros.

—Voy a aprovechar que sacaste a tu hija a la conversación, para proponerte que nos acompañen el próximo fin de semana, Jack quiere ir al Zoológico de Bronx y creo que a Ina le encantaría ver tantos animales en un solo lugar.—el pelinegro 'casualmente' recordó el lugar que su hijo había insistido visitar desde hace unos meses.

—Si quieren ver un lugar con muchos animales, pueden ir a mi casa e incluso los dejare alimentarlos.—jugueteo Nadya mientras en su mente pasaban todas las mascotas de Irina.—Pero . . . fuera de broma, cuenta con nosotras a Ina le fascinan los animales, siento que en cuanto me descuide meterá al gato por la ventana.

—¿Qué no fue lo mismo le hiciste a tu padre?—pregunto Hotch soltando una risa reviviendo la escena de la chica subiendo a un gran perro a sus brazos.

—Es diferente . . . él era veterinario y el pulgoso estaba enfermo.—la castaña de excuso ante el recordatorio de lo que hizo.

La pareja salió del restaurante entre risas, compartiendo algunas anécdotas del pasado y bromeando de las teorías que tenían sus compañeros sobre ellos. 

Ambos subieron al vehículo listos para regresar a sus respectivos hogares, esperando a que Spencer hubiera sobrevivió a una noche con dos pequeños con mucha energía. Así que para 'animarlo' decidieron comprarle un postre doble.

—Espero que nuestra próxima cita salga igual de bien . . . ya sabes por los niños de por medio.—confeso Hotch cruzando el umbral de la casa.

—Ya veras que si.—aseguro Nadya pasando a la sala encontrándose a Reid con un par de trenzas en su cabello y los niños arreglándoselas.

—No digan ni una palabra . . . Era esto o ver La bella y la bestia por tercera vez.—el genio se justifico con una mueca al sentir un jalón en su cabello.

—Te quedan bien.—Aaron se limito a decir resistiendo la gran carcajada que quería dar.—Jack toma tus cosas . . . ya nos vamos.

Los dos pequeños subieron las escaleras murmurando y riendo. Mientras que Benson le entregaba el postre a Reid, ayudándolo a desenredar su pelo.

—Tranquila, llegare a bañarme, me pusieron muchos brillitos.—anuncio Spencer mirando la plasta de gel.—Después de todo creo que no lo tuve bajo control.

—Bueno, pudieron quemar la casa.—menciono el pelinegro viendo a su hijo bajar y despedirse de los presentes.—Vamos Reid . . . te llevaremos a casa, nos queda de paso.

—Gracias, la verdad no me animo a subirme a un taxi luciendo así.—murmuro el castaño despidiéndose de su amiga e Irina.—Nad . . . Trate de recoger el desastre del baño, pero no quedo de todo bien . . . te recomiendo que subas a verlo.

—Ya estoy acostumbrada a esos desastres . . . créeme.—la castaña comento recordando la inundación que provoco la 'tinita' de agua para los patos.

Hotch mando a Jack junto con Spencer al auto para que pudiera hablar a despedirse de ellas de una manera más 'formal'.

—Yo también tengo que irme.—dijo Aarón dejando un beso corto en los labios de Nadya antes de agacharse a la altura de Irina para un 'choque de puños' como decía su hijo.—Nos vemos Ina.

—Adiós señ . . . ¿Cómo debería llamarlo . . . papá de Jack, señor, agente, Romeo o Hotch?—pregunto la pequeña estirando su puñito para chocarlas con el amigo de su mamá.

—¿Romeo?—cuestiono el hombre mirando a la castaña, quien le hacia la seña de 'luego te explico'—Bueno . . . Puedes decirme como te sientas más cómoda.

—Creo que Hotch . . . Entonces nos vemos señor Hotch.—Irina se despidió del hombre y dejo un beso rápido en la mejilla de su madre antes de subir corriendo a su recamara.

Ambos compartieron una mirada cómplice entendiendo que estaba de acuerdo con lo que tenían, pero había algo detrás.

—Tengo miedo de entrar al baño, pero si no lo limpio yo nadie lo hará.—bromeo Nadya antes de dejar otro beso en los labios de Aarón.—Nos vemos el Lunes.

—Me ofrecería ayudarte, pero tengo que llevarlos a casa.—menciono el pelinegro volviéndola a besar antes de salir de la casa.

Nadya suspiro llena de cansancio mientras subía las escales, imaginándose la escena del caos . . . tal vez gel por todos lado, agua regada en la tina. 

—¿Por qué no me sorprende?—murmuro para si misma cuando abrió el baño mirando al pequeño gatito en una caja, 'oculto' detrás del escusado.

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