•✦───────────•✧ NOTA DE LA AUTORA:

¡Hola, gente hermos@! Les saludo deseándoles buenos días, tardes o noches, según la hora en la que estén leyendo esto.

No se que hice la otra vez que cambie el orden de los capítulos, así que aquí se los dejo ordenados, por si hubo alguna confusión en la cronología:

       01.- ❉ ʙᴀᴄᴋ ᴛᴏ ᴅᴇᴄᴇᴍʙᴇʀ ❉
       02.- ✦ ʀᴏᴄᴋᴀʙʏᴇ ✧
       03.- ➼ ʟᴇᴛ ʜᴇʀ ɢᴏ ♡
       04.- • • ʜᴇᴀᴛʜᴇʀ • •

Ya los enumere, pero igual les prometo que ya no le moveré 😂.

Los amo, gracias por su apoyo en esta nueva historia.

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Nadya no pudo explicar cómo Irina ya conocía a Morgan, ya que el evento escolar estaba dando inicio. Haciendo que todos los padres ocuparan sus asientos para prestar su atención hacia la obra navideña de los niños, tomando fotografías y grabando vídeos de sus actuaciones.

Una hora después, el evento llegó a su fin entre risas y pequeños gritos de emoción por parte de los niños al enterarse de que las vacaciones de Navidad estaban por comenzar, esperaban con ansias la llegada de Santa. 

Madre e hija estaban listas para irse a casa, hablando de una cena sus compañeros de trabajo para Navidad, cuando el pequeño Jack corrió hacia ellas con una gran sonrisa en el rostro.

—¡INA!—grito el pequeño Jack, su respiración era agitada y sus mejillas tenían un tono rosado—Perdón . . . . . Vengo corriendo desde el salón—explico mientras trataba de recuperar su aliento.

—Hola Jacky, ¿Olvide algo?—pregunto Irina quitándole la mochila a su mamá para verificar que todo estuviera dentro.

—No, no es eso. —El niño se rio al ver cómo su amiga tiraba todo al suelo—Mi papá me llevará a tomar un helado al parque y me dijo que les preguntara si quieren venir.

—Ohhh, bueno, nosotros . . . —Nadya se quedó debatiendo en su mente si era una buena idea o no, mientras recogía los útiles de su hija del suelo.

—¡Sí, mami, di que sí! —la pequeña rubia sacudía a su mamá y sin esperar una respuesta, se dio la vuelta y comenzó a caminar con Jack.

La castaña comenzó a caminar a paso rápido, tratando de alcanzar a los niños que, a medida que se acercaba, ellos emprendían una carrera entre risitas. Los pequeños parecían disfrutar  viendo cómo ella intentaba alcanzarlos pidiendo entre gritos que se detuvieran, pero el bolso, sus tacones y la mochila de su hija le impedían continuar con la persecución. Sin embargo se apiadaron de ella, solo cuando notaron que Hotch los estaba viendo de lejos.

El trayecto hacia el parque transcurrió en un silencio sepulcral entre los adultos. Mientras los murmullos y las risas infantiles de Jack e Irina llenaba el ambiente. Los dos pequeños hablaban  sobre su lista de deseos para Santa, esperando verlo este año o al menos a uno de sus renos. Se preguntaban cómo era posible que él supiera dónde vivían, a lo que Jack respondió bromeando que quizás era un agente del FBI, como su papá.

Al llegar al parque, los niños se lanzaron hacia los columpios con una gran energía, Nadya se encargo de vigilarlos mientras jugaban, mientras que Aaron se dirigía hacia el puesto de helados.

—Estoy seguro de que este sigue siendo tu favorito—dijo Hotch acercándose a la castaña, extendiéndole un helado de galleta.

 —¡Vaya!, sigues teniendo buena memoria—contesto Nadya con una sonrisa.—Gracias por el helado y por invitarnos.

—Me alegra que hayan venido—Aaron miraba a ambos niños comer sus helados, mientras intentaban subirse a algún juego—¿Recuerdas cómo solíamos venir aquí después de clases? —preguntó Hotch, mirando alrededor del parque con nostalgia.

—Si, recuerdo que cierto chico se rompió el brazo al intentar grabar nuestro nombre en ese árbol—se burlo la castaña señalando un roble grande.

—¡Eso no fue gracioso en absoluto! —Hotch sonrió, aunque se notaba cierta vergüenza al recordar ese accidente—Tuve que llevar dos meses un yeso que me picaba.

—Bueno para mi si fue gracioso— la chica continuaba riendo ante la mención de ese momento.

—Sabes . . . Se parece mucho a ti, excepto por los ojos.—confeso el hombre sintiendo un deja vu.—Es una mini copia tuya, ¿Tu familia se esta acostumbrando a Quántico?.—trato de averiguar un poco más de la vida de su antigua amiga.

—Creí que acordamos no hablar sobre nuestra vida personal—murmuro la castaña mirándolo fijamente con una sonrisa forzada.

—Si, recuerdo que prometimos separar lo profesional con lo personal, pero técnicamente no estamos en el trabajo—objeto Hotch con un tono burlón—Sabes que puedes contar conmigo, se que fui un mal novio, pero nunca un mal amigo.

—Eres todo un caso Hotch—Nadya negó la cabeza divertida—Bueno . . . somos solo Irina y yo—confeso con algo de nostalgia mientras recordaba su relación con su ex esposo—Después de la muerte de mis abuelos y mi padre. Estaba en un mal momento, no se supongo que me di cuenta que la vida es corta y sentí se me estaba yendo entre mis manos—acepto con un tono apagado—Mark apareció con su estúpida sonrisa de revista, llenándome de promesas y fue como un auto de escape. 

—¿Qué paso con él?—pregunto Hotch viendo algunas lagrimas atoradas en los ojos de la chica.

—Bueno . . . cuando descubrí que estaba embarazada, decidimos casarnos, para hacer las cosas bien.—Benson dijo entre comillas—Pero en menos de un mes, su "mejor amigo", Derek Shepard, me buscó en el trabajo. Me confesó que su esposa y Mark . . . estaban teniendo una aventura, no escuche muy bien lo que dijo después, era como si zumbaran mis oídos, recuerdo algo así de era lo correcto decírmelo—Nadya confeso sintiendo un nudo en su garganta—Discutimos, él se fue a Seattle y durante mi embarazo nos divorciamos. No es un padre presente, él cree que con solo dar dinero ya es un buen padre, pero me duele ver que mi hija sigue esperando más de lo que él puede dar.

—Lo siento mucho . . . . créeme que me hubiera encantado apoyarte en esos momento—Aaron se sinceró dándole un pequeño apretón—Aquí tienes a tu viejo amigo, si hay algo en lo que pueda apoyarte, solo dímelo.

—Solo necesitaba desahogarme un poco, gracias.—la castaña agradeció con una sonrisa, limpiando "discretamente" sus lagrimas.

—Bueno . . . siempre puedes contar conmigo para cualquier cosa. Incluso, puedo olvidar que le presentaste a tu hija a Morgan antes que a mí— bromeó con una sonrisa juguetona, intentando romper la tensión con un toque de humor.—Te conozco desde los seis años, debería de tener derecho de antigüedad.

—En mi defensa, Irina chocó contra Derek en el super, no tuve otra opción —Nadya explicó con un tono de disculpa, repitiendo su asentimiento varias veces mientras trataba de hacer entender la situación.

—Entonces, ¿Todo está bien entre nosotros? Solo quiero recuperar a mi vieja amiga—dijo Aaron con esperanzas de reconstruir esa amistad perdida. Creía que esa era la razón por la que se sentía incómodo cada vez que veía a Morgan cerca de ella.

—Supongo que no sería el fin del mundo recuperar a un viejo amigo—la castaña asintió, con una pequeña sonrisa en sus labios, considerando la idea de tener a su antiguo amigo en su vida de nuevo parecía una buena opción, especialmente ahora que se encontraba lejos de Nueva York.

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Los días pasaban desde aquella tarde en la que ambos agentes decidieron retomar su amistad.  Por un lado, Nadya sabía que Hotch tenía razón: que a pesar de haber terminado su relación de una manera tan inmadura, nunca fue un mal amigo, así que valía la pena intentarlo. 

Sin embargo, por otro lado, Aaron seguía molesto por la cercanía entre Morgan y la castaña. Quería creer que esa sensación provenía de la falta de confianza que ella aún podía tenerle, sintiéndose más cómoda hablando con un "extraño" que con un amigo de la infancia.

08 de Diciembre del 2009

Oficinas de la UAC

Nadya se estaba integrando gradualmente al equipo, encontrándose cada vez más cómoda en los casos y ganando confianza al momento de presentar perfiles. Incluso empezaba a sentir que sus compañeros de trabajo se estaban convirtiendo en una especie de segunda familia para ella, así como paso con su unidad en Nueva York.

En aquel momento, se desarrollaba una conversación interesante mientras algunos agentes disfrutaban de un tranquilo almuerzo en la sala de descanso.

—Nad, ¿Entonces nos honraras con tu presencia para la cena de  Navidad?—JJ pregunto con un tono juguetón, la castaña había quedado en avisarle, pero lo había olvidado.

—¿Qué? . . . .—pregunto algo distraída ya que Spencer le estaba enseñando un truco de química mágica, antes de que alguien le repitiera lo que dijo la rubia—Si sobre eso . . . . tengo una hija y no quisiera ser una molesta.

—Espera, ¿tienes una hija o estas embarazada?—preguntó Emily, exagerando la situación al tocarle el vientre a la castaña.

—¿Por que no nos dijiste?, JJ y Hotch tienen hijos y los conocemos.—pregunto Reid frunciendo el ceño ligeramente.—Somos buenos cuidando niños, somos buenas influencias.

—Lo siento chicos, no era algo que quisiera ocultar, solo no quería mezclar mi vida personal con el trabajo, ya saben cómo es esto, no me gustaría exponerla al peligro. Además, nunca se me dio la oportunidad de contarlo, pero se llama Irina y tiene cuatro años.—explico la castaña sacando su celular para mostrar unas fotos.

—¡Es preciosa!—Penélope chillo al ver a la pequeña rubia—Debes traerla a la oficina algún día— sugirió con entusiasmo.

—Nadya, puedes confiar en nosotros, serán más que bienvenidas en la cena Navideña—aseguró JJ con una sonrisa comprensiva. Ella también era madre y comprendía perfectamente las preocupaciones por la seguridad de su hijo.

—Gracias, de verdad. Irina estará encantada de conocerlos a todos—respondió Nadya con una sonrisa tímida mientras guardaba el celular.

—¿Deberíamos empezar a llamarte 'Mamá Nadya'?—Prentiss comento de manera divertida, provocando una risa de todo el equipo.

—Ohhh, no, por favor—la castaña siguió el juego negando la cabeza entre risas—Si comienzan a ponerme apodos olvidare mi propio nombre en unos meses.

—Tranquila preciosa, te prometo que recordaré tu nombre aunque tenga que escribirlo en mi mano todos los días—dijo Morgan guiñando un ojo, causando una pequeña risa en la chica.

—Eso es un trabajo bastante comprometedor—Nadya respondió, mirando a Morgan con una mezcla de diversión y timidez en sus ojos.

—Creo que es un riesgo que estoy dispuesto a correr—bromeó Morgan con una sonrisa.—Pero, no te preocupes. No soy de los que se olvidan fácilmente de las cosas importantes—se inclinó ligeramente hacia ella.—Y tú definitivamente eres una de esas cosas.

El rubor en las mejillas de Nadya se intensificó, pero no pudo evitar devolverle la sonrisa.

—Vaya, Morgan, ir despacio no es precisamente tu estilo, ¿verdad?—preguntó Emily mientras observaba al moreno, quien no apartaba la vista de la castaña.

—Prentiss ¿me estás llamando impaciente?—Morgan respondió con una risa ligera, aunque sus ojos seguían fijos en Nadya—Pero cuando algo vale la pena, ¿Por qué esperar?

—Eres todo un caso bombón—agrego Penélope antes de darle un pequeño codazo juguetón.

Risas y comentarios cómplices llenaban la habitación, pero el sonido del celular de JJ rompió abruptamente ese ambiente diversión.

—Bueno chicos creo que es hora de seguir trabajando—informo JJ al ver algún tipo de mensaje en su celular.—Hotch y Rossi nos esperan en la sala de juntas.

El equipo asintió en silencio, consciente de que había un caso importante en curso. Sin objetar, entraron a escuchar los detalles del caso, durante toda la reunión, Nadya sentía su celular vibrar en varias ocasiones. Al mirar la pantalla, identificó el nombre "Mark Sloan", pero decidió dejar las llamadas pasar directamente al buzón.

Afortunadamente, era un caso local. La mitad del equipo se quedaría en las oficinas para iniciar la investigación, mientras que los demás irían a entrevistar a los familiares de las víctimas. Así que la castaña aprovechó el hecho de que se quedaría en la UAC para averiguar qué era lo que Mark quería.

—Voy a decir que me sorprende, quince llamadas perdidas en menos de una hora—dijo Nadya cuando la llamada fue contestada.

—También me alegra oírte—contesto Mark desde el otro lado de la línea.—¿Cómo estas?, ¿Ya comiste?—pregunto bastante ansioso, como si preparara el terreno para soltar la bomba.

—¿Qué quieres, Mark?—pregunto las castaña esperando que no le dieran tantas vueltas al asunto.

—Ya que lo pones de ese modo . . . necesito un favor. Es sobre Irina, podrías traerla a Seattle este sábado. Quiero verla y darle su regalo de Navidad de una vez—confeso Sloan con un tono de voz nervioso.

—¿Por qué no viajas tú mismo? Deberías ser tú quien venga a verla. Prometiste poner tu máximo esfuerzo . . . . —exclamo Nadya molesta ante el pequeño "favor ".

—Lo sé, lo sé—interrumpió Mark a la chica, antes de escuchar más reclamos.—Tengo pacientes que están muy graves, puede salir una cirugía de emergencia y necesito estar aquí. Pero mira, te pagaré todo el viaje, te daré el dinero para los boletos de avión, tren o gasolina, lo que necesiten para llegar a Seattle. Por favor, Nadya, es importante para mí.

Las palabras de Mark causaron conflicto en ella, deseaba negarse, molesta por cómo él parecía siempre delegar responsabilidades. Sin embargo, el deseo de que Irina pasara al menos un fin de semana con su padre la llevaron a aceptar.

—Está bien—Nadya suspiró finalmente.—Te enviaré mis detalles bancarios. Pero esta es la última vez, ¿entendido? No puedes seguir fallándole a nuestra hija.

—¡Gracias, Nadya!, lo prometo es la ultima vez—juro Sloan soltando un suspiro de alivio—Eres la mejor ex esposa. Te enviaré el dinero de inmediato, tengo que irme entrare a cirugía—dijo Mark, terminando la llamada.

Nadya se quedó mirando su teléfono, como si esperara algo más de él, pero sabía que era mucho pedir, solo sentía una mezcla de sentimientos recorriendo su mente. Sabía que ayudar a que Irina a ver a su padre era importante, pero también se prometía a sí misma no volver a permitir que Mark la pusiera en esa posición otra vez.

—¿Todo en orden?—Hotch la saco de sus pensamientos, mirando cada detalle en sus expresiones.

—Lo siento, no me di cuenta cuando llegaron—comento la castaña mirando a Morgan y a Hotch.

—Esa no fue la pregunta preciosa, estas pálida, ¿Viste a algún fantasma?—dijo Derek ganándose una mirada fría por parte de su compañero.

—Morgan déjala hablar, si la llenas de preguntas no contestara ninguna—Aaron hablo con un tono lleno de seriedad, viendo a la chica asentir.

—Si, estoy bien solo que . . . . —la castaña señalo su teléfono—Él padre de Irina la quiere ver, pero al parecer no puede venir, así que tendré que llevarla.

—Y yo que pensaba invitarlas a cenar este fin de semana, ya sabes tal vez yo . . —Morgan intento proponerle acompañarla, pero al notarlo Hotch decidió interrumpirlo.

—Morgan esto es un tema serio—dijo Aaron sintiendo esa pizca de incomodidad en el momento—¿Necesitas ayuda para llevarla? Puedo encargarme de algunas cosas aquí y acompañarte si lo deseas.

—Gracias, pero no quiero molestar más de lo necesario, puedo manejarlo.—afirmo Nadya con una sonrisa sincera, antes de escuchar que Spencer la llamaba, señalando unos papeles—Tengo que irme, pero gracias enserio.

Ambos agentes se quedaron en silencio, esperando que la chica estuviera lo suficientemente lejos antes de decir algo.

—¿Hay algo que deba saber?—pregunto Morgan mirando fijamente a su compañero

—No se de que hablas—mintió Hotch encogiéndose de hombros—Vamos el equipo nos espera.

—Oye, oye espera—Derek se interpuso en el camino de Aaron—Me refiero a lo que paso con Nadya.

—Si, creo que tendrá un fin de semana ocupado—reconoció el hombre antes de intentar retomar su camino.

—Sabes que no me refiero a eso.—comentó Morgan, llamando su atención—Sé que son amigos desde pequeños y que tengo un historial muy largo con las mujeres, pero me gustaría salir con ella.

—Morgan, te recuerdo que están en el trabajo, no estas en un bar tratando de conquistar una chica—dijo Aaron con un tono frio, sintiendo una pizca de molestia ante la confesión de su amigo.—Tienes dos opciones, ponerte a trabajar en el caso o molestar a alguien más—poso su vista en el resto del equipo y comenzó a caminar dejándolo atrás.

Derek simplemente negó con la cabeza. Consciente de que si Nadya descubría su pasado y sus numerosas citas, probablemente perdería puntos con ella, se esforzaba por no proyectar la misma imagen que Mark, temiendo que esto pudiera alejarla. Comprendía que las cosas no serían sencillas, ya que la prioridad de Nadya era Irina, no buscar una relación. 

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Hospital de Seattle

Llegaron a Seattle el sábado por la tarde. Ambas estaban cansadas, había sido un viaje agotador, aunque se alegraban de no llevar mucho equipaje, solo era una pequeña mochila con ropa extra para ella y su hija, ya que tenían planeado regresar a Quantico al día siguiente. 

Irina estaba emocionada, dando pequeños saltitos de alegría, ya que viajaron para ver a su padre, señalaba y preguntaba por cualquier cosa que ganara su atención, miraba a doctores y enfermeras pasar de un lado a otro, en el camino ocasionalmente su madre le tapaba los ojos cuando había una persona sangrando o algo que creía que no era apropiado ver.

Nadya estaba molesta, pues Mark le dijo que aún no había terminado su turno, por lo que no podría encontrarse con ella en el aeropuerto, en cambio se encontrarían el la recepción del tercer piso del hospital.

—¡PAPI!—grito Irina corriendo a los brazos de su padre.

—¡Hola, princesa! ¿Qué tal el viaje? —preguntó Mark, abrazándola con cariño—No me mates, ya casi termina mi turno y prometo que iremos a comer, ¿Te gustaría?—le pregunto a su hija que asentía repetidamente.

—Luego hablaremos de eso—Nadya se limito a decir, siempre procuraba no pelear enfrente de su hija.—No creo que el hospital sea una buena opción para esperarte.

—¿Qué dices?—pregunto Sloan con un tono lleno de diversión—El hospital es el lugar más seguro del mundo, tu trabajas en el FBI y no digo nada.

—Si, pero yo no llevo a Ina a mi trabajo—respondió la castaña viendo como algunas enfermeras murmuraban.

—Doctor, nadie puede dejar esta área por el momento—informo una enfermera que se acerco a Mark.

—¿Qué ocurre?—pregunto Nadya tomando la mano de su hija.

—Solo un encierro, tal vez no encuentran a algún niño—Mark dedujo el posible motivo ante la situación agachándose a la altura de su hija—No sueltes la mano de mami, ¿Entendiste?—dijo mientras Irina asentía con la cabeza.

El celular de Nadya comenzó a sonar, al ver el nombre en pantalla sabía que posiblemente había surgido un caso, solo le dio una sonrisa de disculpa a Mark antes de contestar.

—Benson—La castaña contestó la llamada sin apartar la vista de lo que pasaba en esa recepción.

—Nadya, se que no estás en la ciudad, pero salió un caso justo en Seattle y ya vamos para allá, si quieres unirte eres bienvenida, si no puedes se lo explicare a Strauss así que no te preocupes—informó Hotch del otro lado de la línea.

—Bueno Mark podría pasar el resto del día con Irina . . . . solo que estoy en un aislamiento en el hospital, no se que es lo que ocurre que no podemos abandonar el área, pero en cuanto nos den luz verde para salir los contacto.—explico Nadya viendo como un hombre comenzaba a subir las escaleras.—Solo que no traigo mi arma, solo mi identificación.

—Señor—grito una enfermera para llamar su atención—No puede salir del área, el hospital esta . . . 

El hombre sacó un arma y comenzó a dispararle a la gente que se encontraba en esa sección. Nadya soltó el teléfono y se lanzó al suelo junto a su hija. Sin pensarlo dos veces, la cubrió con su propio cuerpo mientras los gritos llenaban el lugar. 

En medio del caos, ella apenas alcanzó a escuchar las palabras de Hotch, al parecer estaba hablando con alguien más, 'Soy gente Aaron Hotchner del FBI, necesitamos ayuda urgente en el hospital de Seattle. Hay un agente federal desarmado en la escena, posible tiroteo'. Antes de que pudiera reaccionar, vio cómo una mujer que corría tropezaba con su teléfono, rompiéndolo.

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