Esta maňana me despierto algo cansada. Miro el techo a la vez que parpadeo un par de veces, tratando de recordar quien soy, en donde estoy y por qué estoy aqui. Estiro mis brazos hacia atras y bostezo antes de suspirar. Miro a mi izquierda y el rubio duerme, con un aire de tranquilidad sobre el que nunca habia visto. Sonrio al recordar lo que pasó anoche.
    Lo habia hecho con el. Habia tenido sexo con el hombre por el que habia pensado en todo este tiempo. Y lo mejor fue que el me habia confesado que estaba enamorado de mi; en ese momento supe que mi amor era correspondido. Estaria con el, y estoy con el. Aqui y ahora. Y por aquel pensamiento, sonrío.

        Pero mi sonrisa se desvanece cuando recuerdo lo que voy a hacer. Lo que haré hoy.

   Saco algunos mechones de su cabello, a la vez que lo observo detalladamente; y sonrie, aun dormido. Creo que va a ser la ultima vez que lo vea, asi que beso ligeramente sus labios, procurando que no se despierte. Puede que sea nuestro ultimo beso.
    Por lo menos uno pequeňo.

    Me levanto lentamente de la cama y me visto con unos jeans, mis botas, y la camiseta gris de Dwight; quiero llevarme algo de el, quiero que cuando me vaya, este conmigo de cualquier forma. Por ultimo me pongo mi chaleco de angel-diablo, empiezo a caminar por la habitacion sin hacer ruido buscando una lapicera y papel; y cuando los encuentro, comienzo a escribir la carta, trazando cada letra con un aire de nostalgia. Cada palabra me hace estremecer, cada palabra me hace recordar a los momentos que hemos pasado juntos, los momentos que de verdad he aprovechado. Doblo el papel escrito, y lo sostengo en la mano cuando voy a buscar mi arco con el carjac de flechas. Trenzo mi cabello mientras observo mi reflejo en el espejo. Mis ojos redondos estan entrecerrados por lo seria que es la situacion; mi ceja derecha tiene un pequeňo corte. Mi rostro no parece estar del todo bonito, pero la belleza no sirve en este mundo, y nunca me sirvió. Siempre decia que era fea como un sapo, aunque mis hermanos me lo negaran. Vuelvo mi mirada a mi reflejo y, aunque mi cabello este un poco desordenado, lo pejno con mis dedos y sigo trenzandolo, con temblor en las manos.

 
       Cuando ya estoy lista para abrir la puerta, miro en direccion a Dwight. Parece tan tranquilo, durmiendo, como un angel, tan... real. El Dwight que conozco bien esta ahi, en nuestra cama, pensando en, tal vez, que es lo que hará conmigo cuando se despierte. De seguro habriamos desayunado juntos, con algunos besos de mas; nos baňariamos juntos; trabajariamos en conjunto con otros Salvadores encargados de la caza; dormiriamos juntos y nos protegeriamos uno al otro.
       ¿Lo dejare asi? ¿Con la sorpresa de que huí? ¿Lo abandonare? , tengo que hacerlo, hacerlo por mi libertad, para volver con mis amigos, mi familia. Tal vez lo ame, y si el siente lo mismo, entendera.

   De seguro entendera.

De una silla al lado de la cama agarro las pertenencias que D le habia quitado a mi hermano: el chaleco de angel, su pantalon y por ultimo y mas importante, la ballesta. Guardo todo en un costal colgado de mi hombro y, decidida, pego la carta en la puerta, para luego salir por ella.
    No volveria a este horrible lugar. Solo volveria para destruirlo. Para matar a Negan.

   Voy por los pasillos, arrastrandome por las paredes, vigilando si viene alguien en cada esquina. Cada vez que escucho algun ruido, saco una flecha y la pongo en el arco, atenta. Este lugar parece un laberinto, demasiados pasillos para llegar al centro, y ni siquiera se donde encontrar la celda de Daryl, que es lo mas importante que tengo que hacer.
<<Quizá me encuentren>> pienso ahora. Pero no es momento para dar vuelta atras.  Debo seguir, ser astuta, como dijo mi hermano Merle. Hemos estado en lugares peores como estos, yo siempre me perdia en los pasillos de la prision, hasta que mi mejor amigo Glenn pudo guiarme bien.... El asiatico, el repartidor de pizza, sobreviviente, padre, esposo, y amigo. Hay muchas palabras con las que describir al que fue ese gran hombre.

    Cuando estoy por cruzar una esquina, escucho unos pasos provenientes de alli, asi que directamente me meto a otra habitacion, cerrando la puerta lentamente. Mi corazon late a mil por hora, y lo siento en mi garganta y todo mi cuerpo del nerviosismo. Será un reto salir de aqui.
    Un ruido detras de mi me hace sacar rapidamente  mi flecha para alzarla en mi arco y darme vuelta para apuntar a aquella persona. Sostengo mi arco fuertemente, y detengo el impulso de la cuerda. Un suspiro sale de mi boca, como si fuera el ultimo. El ruido del arco y la flecha chocando contra el suelo retumba en toda la habitacion llena de cajas, a la vez que corro a abrazarlo, a abrazarlo como jamas lo habia hecho. Aprieto su espalda con mis manos, a la vez que el hace lo mismo con la mia, aferrandome mas a el. Su respirscion pesada choca contra mi hombro, mientras yo escondo mi rosteo en el suyo. Lo extraňaba, en verdad lo extraňaba. No há muerto, edta bien y esta conmigo aqui, abrazándome. Todavia no puedo creer aquello. Es un milagro que aun tenga conmigo a mi unico familoar de sangre, a mi hermano, al que amo mas que mi vida entera. <<No te volvere a abandonar>> me prometo. <<Seré como un grano en el culo para el>>.

Cuando nos separamos, le aparto algunos mechones de sus ojos, como es de costumbre entre nosotros. No esta con su tipico costal "A", ahora lleva una camisa a cuadros, una remera comun, unos vaqueros y una gorra... Esa gorra... aquella gorra que me hace recordar a mi amigo, el repartidor de pizzas.   Recuerdo que es lo que llevo conmigo, y saco la ballesta de mi bolsa para entregarsela; el la agarra, inseguro, pero luego la acaricia, le coloca flechas y se la cuelga en el hombro. Y ahi esta, mi hermano, el viejo Daryl, que sin su ballesta no es nada.
Me sonrie por primera vez y me aprieta el hombro.

Daryl: Salgamos de aqui.

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Luego de muchos minutos paseandonos (con precaucion) por los pasillos del Santuario, llegamos hasta una puerta que cuando Daryl la abre con un golpe de su machete, la luz del dia cega nuestros ojos. Habiamos pasado tanto tiempo en ese infierno, que ya nos habiamos olvidado de que habia vida fuera.
     Escucho unos pasos no muy lejos, y de inmediato alzo el arco con la flecha hacia donde proviene el ruido, y me encuentro apuntando a aquel gordo... El gordo Joey. Ese gordo estupido que me mandó con el que, figurativamente, me ha arruinado. Sigo apuntandole, mientras escucho mis gritos y llantos de dolor que Negan me provocó. Si tan solo el gordo Joey no me hubiera mandado.
    Directamente levanta las manos, mas cagado que nunca.
- Oigan, tranquilos - dice, con un tono de voz miedoso. Le echo una-. Arreglemos esto, chicos... Yo solo sobrevivo, igual que ustedes.. ¡Podemos arreglarlo..! - pero no termina completar la oracion, porque mi flecha esta incrustada en su corazón. Cae al suelo, sin mover ni un dedo. Un charco de sangre se forma alrededor de el, y yo respondo :
- No hay arreglo.

     Miro a Daryl, quien mira hacia su izquierda, y sigo su mirada para encontrarme con esos ojos celestes, y ese cabello mas largo que el de mi hermano que parece lavado en Panténe. Y noto la diferencia.
    Directamente voy a abrazarlo, ya que no lo veo hace mucho. Paul se volvió mi amigo desde el dia en que lo conocí, y tenemos muchas cosas en común. Es en verdad amable y benévolo.
Jesus: Me alegro que estes bien, Lau - dice contra mi oido, a la vez que aprieto su espalda con mis manos, atryendolo hacia mi. Unas lagrimas se me escapan de la emocion de volver a ver a el que se volvio uno de los grandes amigos que tengo.

  Cuando me doy vuelta para ver a mi hermano, me dirige un ceňo fruncido que recozco muy bien. Celos, ¿de quien? No lo se, pero el punto es que escapé. Que estoy fuera. Lejos de Dwight, pero lejos de las garras de Negan.

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El viento que choca contra mi cara es fresco, y me reconforta. Mi brazo esta fuera de la ventana, apoyado en la puerta, con una tranquilidad que no habia sentido hace mucho. Le echo una mirada a Paul, que esta al volante, que cuando se percata de mi mirada, se cruza con mis ojos y sonrie, a la vez que el viento mueve su cabello largo y sedoso que tanto conozco. Daryl, que esta a mi lado, me observa de vez en cuando, con el ceňo fruncido, y aquella mirada significan muchas cosas: curiosidad, enojo y exige explicaciones. Explicaciones, de seguro, de porqué estaba siempre con Dwight o con Negan, de porqué hacia todo lo que ellos me ordenaban... Ya se lo explicaré todo. Pero no es el momento.

    A partir de ahora, todo va a cambiar. Una guerra se esta por avecinar, y quiero que suceda ya... Para poder cobrar mi venganza, la gran sed de venganza que tanto me remuerde por dentro; que me susurra muchas veces al oido, haciendome recordar mi mision: matar a Negan. Un deseo que me hace volver fria y vengativa. Ahora debo concentrarme solo en eso. Mi venganza será importante en el plan, y no desperdiciaré tiempo. Se que cuando llegue a Hilltop me encontraré con Maggie, y verla a los ojos sera como ver a Glenn frente a mi. El me salvó la vida una vez, y yo no pude salvarlo en aquella noche sangrienta. Por esto, mi sed de venganza aumente al pensar en Glenn y Abraham, mis dos amigos leales, que ahora se han ido gracias a ese malnacido, a ese hijo de perra que asesinare de una manera tan asquerosa y sangrienta que jamas volverá a ver la luz del dia.

    Se que Rick y los demas desean lo mismo que yo. Que lo quieren asesinar, planificarlo todo pero, yo seré quien lo asesine. Yó, la asesina de Negan, el temido Lider de los Salvadores.

    Y seré la asesina.

    Lo seré.

    Y nadie va a interponerse en mi camino.

- FIN DE PRIMERA TEMPORADA-