Brown:*resive una patada y speaker woman escapa*....

Mimir:hermano?

Brown;ese negro hijo de perra otra vez.

Mimir:am no creo que esto sea obra su..*no termina de hablar ya que brown ya lo invocó*

Sombra;que chingados quieres?*dice mientras se toma un cafe*

Brown:*trata de golpearlo pero no tiene un efecto *

Sombra:que verga te pasa wey me tiraste mi cafe.

Brown:porque sigues torturandome con verla a ella.

Sombra:a quien?

Brown:a speaker woman.

Sombra:

Brown;no sea payaso tu sabes bien que me sigues atormentado con eso.

Sombra:suspira *ahora no tuve nada que ver en esto.

Brown:si como no no seas pendejo.

Sombra:uno los que yo hacía eran proyecciones mentales y esta es el mismo cadáver de ella por lo cual alguien la revivió  y la trajo para atacarte.

Brown;y sabes quien es?

Sombra;claro que lo se pero no diré nada porque perdemos horas de trama adios *se desparece*

Brown:.....ok entonces el no tuvo nada que ver....vamonos mimir.

Mimir:deacuerdo hermano.

En eso aparece una silueta extraña a lo lejos que mimir parece reconocer.

Mimir:.........atreus.

Rápidamente este ataca en la niebla del lugar a brown el cual lo bloquea y lo lanza pero derrepente aparecen en un campo de pelea.

Brown:que demonios?!

El campo de batalla estaba envuelto en sombras mientras brown avanzaba con pasos pesados, las memorias de sus batallas junto a su hijo grabadas en cada músculo de su cuerpo. Frente a él, Atreus, ya un hombre adulto, lo miraba con ojos que no eran completamente suyos. El dios que lo había manipulado, una presencia astuta y maligna, lo había transformado en una marioneta de su voluntad. Los vientos helados arrastraban susurros de guerra, y el destino de padre e hijo se sellaba en ese mismo instante.

Brown sabía que no podía contenerse, no ahora. La batalla que se avecinaba requería todo lo que había aprendido y todas las armas que había empuñado. Su mente sabia que todo estaría en juego.

Brown:Atreus* comentó, su voz baja pero firme, cargada de dolor.*Sé que aún estás ahí. Pelea contra él.N..No quiero hacer esto.

Pero Atreus no respondió con palabras, sino con acción. Levantó su arco, que se había transformado con la influencia del dios, y lanzó una lluvia de flechas imbuidas de poder oscuro. Las flechas cortaban el aire con velocidad mortal, pero Brown, en un instante, utilizo el vellocinio de oro desviando la mayoría y resistiendo el impacto de las que no logró bloquear.

Brown sintió la furia creciendo en su pecho, una furia que había tratado de controlar durante años, pero que ahora rugía, ansiosa por desatarse.*Muy bien,* murmuró, mientras el poder de los dioses antiguos comenzaba a inundar sus venas.*Si no puedo salvarte... entonces acabaré con el sufrimiento.

Brown invocó a las Espadas del Caos, la, envueltas en llamas que ardían con furia. Con un movimiento rápido, lanzó las cadenas hacia Atreus. Las espadas surcaron el aire con un zumbido mortal, pero Atreus, con la agilidad de un cazador, esquivó el ataque, rodando y contraatacando con un hechizo helado que Kratos apenas esquivó.

La nieve comenzó a caer a su alrededor, mientras Atreus, controlado por el dios, invocaba el poder de la naturaleza, desatando una tormenta de hielo. Brown, golpeó el suelo con las Espadas del Caos, creando una ola de fuego que se extendió hacia Atreus, derritiendo el hielo y forzándolo a retroceder.

Ateus;¡No te detendré!* gritó, la voz del dios resonando junto con la suya. *¡Voy a acabar contigo, viejo!

Brown: lanzó un rugido que resonó como un trueno*¡Entonces ven!*Cambió rápidamente a las Cestus de Nemea. Y Kratos los blandió con la fuerza de un titán. Cargó hacia Atreus, golpeando el suelo frente a él, creando una grieta que avanzó como una ola sísmica hacia su hijo.

Atreus invocó la magia del dios que lo controlaba, levantando una barrera de oscuridad que absorbió parte del impacto, pero no pudo detener la fuerza completa. Fue arrojado hacia atrás, pero aterrizó de pie, inmediatamente disparando otra flecha, esta vez cargada con la magia del rayo. La flecha atravesó el aire, y Brown, reconociendo el peligro, invocó la Lanza de Atreus, el arma que le había servido fielmente como general. La giró en un arco amplio, interceptando la flecha y desviando su energía hacia el cielo, donde estalló en una explosión de relámpagos.

Sin perder tiempo, Brown lanzó a draupnir directamente hacia Atreus, el arma cortando el aire con una velocidad increíble. Atreus intentó esquivarla, pero la lanza se dividió en múltiples copias en el aire, rodeándolo y obligándolo a desviar su enfoque. Mientras Atreus luchaba contra las lanzas, Brown invocó el poder de la Ira de los Titanes, canalizando la fuerza de los titanes misma. Su cuerpo brilló con un fuego encandecente, y el suelo bajo sus pies se quebró, y piedras gigantes emergiendo para aplastar a Atreus.

Atreus:¡Eres débil, Kratos!* rugió con la voz del dios que lo controlaba, mientras invocaba un tornado de energía oscura que lo rodeaba, destrozando las rocas que intentaban aplastarlo.*¡Nunca fuiste más que un peón de los dioses!

Brown sintió la provocación como una daga en su corazón, y del enojo activa la Ira Espartana. Sus ojos brillaron con una luz roja intensa mientras desataba su ira, el poder que había intentado olvidar. Su piel se tornó de un tono rojizo, y cada uno de sus movimientos parecía cargado con la fuerza descomunal.

Brown:¡Este es mi poder!*rugio mientras desataba una lluvia de golpes con las Cestus de Nemea, cada golpe sacudiendo la tierra bajo sus pies. Atreus fue forzado a retroceder, cada impacto derribando sus defensas poco a poco. Pero aún así, se mantuvo firme, sus ojos ardiendo con la magia oscura del dios que lo controlaba.

Atreus:No... dejaré que... me derrotes* murmuró , su voz mezclándose con la del dios. *Él me ha dado más poder del que jamás tuviste.

Brown sintió una ráfaga de orgullo por la resistencia de su hijo, pero sabía que la batalla debía terminar. Invocó su última arma, el Látigo de Némesis, cuyas cadenas brillaban con una energía electrizante. Las cadenas serpentearon hacia Atreus, envolviéndolo con una velocidad cegadora. Con un giro final, Brown activó la Ira de los titanes, la culminación de todos sus poderes divinos. La energía del rayo fluyó a través del látigo, descargándose en Atreus con una fuerza imparable.

Atreus gritó, la energía del rayo envolviéndolo mientras el dios dentro de él luchaba por resistir. Pero la Ira de los titanes era demasiado poderosa, incluso para un dios oscuro. La energía explotó en una tormenta de luz y sonido, el campo de batalla iluminándose como si fuera de día.

Cuando el destello se desvaneció, Kratos vio a Atreus de rodillas, la oscuridad que había nublado su mente disipándose lentamente. Con un último esfuerzo, Kratos desactivó la Ira de los titanes y dejó caer el Látigo de Némesis. Se acercó a su hijo, ahora libre de la influencia del dios, pero gravemente herido.

Atreus:Padre... *susurró mientras sus ojos volviendo a su color normal, llenos de dolor y arrepentimiento.*Lo siento...

Brown:* cayó de rodillas junto a su hijo, su corazón pesado con el costo de la batalla* No hay nada que perdonar, Atreus*dijo Kratos, con una voz cargada de tristeza. *Lo que pasó no fue tu culpa.

Brown envolvió a Atreus en un abrazo, sosteniéndolo mientras la vida se desvanecía lentamente de su cuerpo. El campo de batalla quedó en silencio, para que ambos vuelvan donde estaban antes de que llegarán al campo.

Brown:Descansa, hijo mío*murmuró mientras las sombras de la noche comenzaban a envolverlos.Que con quien sea que estén contigo sean misericordiosos contigo, porque yo no pude serlo.
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1288 palabras.