Capítulo 8
Museo de Antigüedades.
-Kagome le gusta-sonrió el mayor
-si ¿y eso que tiene?-ironizó Nobunaga
Habían regresado al Cairo por la gran insistencia de la azabache ya que tenía una duda que la dejaba intranquila y tenía el presentimiento de que la respuesta no la tomaría tan bien al igual que los demás.
-pero ¿que quiere?-pregunto Hoyo
-sólo hay una persona que puede darnos algunas respuestas-comentó la chica guiándolos por el pasillo del museo hasta llegar a un salón donde todos pararon en seco al ver aquel Medjay hablando con el dueño de la biblioteca-¿¡usted!?-
La sorpresa era inminente que enseguida los hombres lo apuntaron con sus armas.
-señorita Higurashi, señores...-saludó Mushin con cierta tranquilidad
-¿que está haciendo él aquí?-interrogó Kagome frunciendo el ceño
-¿realmente quiere saberlo? O ¿preferiria sólo disparar?-le comentó éste al ver las intensiones de los chicos, estos bajaron sus armas y se unieron a la plática
-después de lo que acabo de ver... Preferiría tomar el camino de la fe-comentó el peliplateado guardando su arma
-somos parte de una vieja sociedad secreta-explicaba Mushin sentándose en un sillón que estaba en el lugar-durante 3.000 años hemos guardado la ciudad de los muertos, hemos jurado a la humanidad hacer lo que sea necesario para evitar que el gran sacerdote Naraku resucite-
-y ahora por su culpa hemos fallado...-comentó Koga caminando por el salón
-¿y creen que esto justifica que gente inocente muera?-interrogó con los brazos cruzados Kagome
-detener a esta criatura, voy a pensarlo...-respondió Mushin
-¡si!-dijeron ambos al mismo tiempo
La chica suspiro y caminó por todo el salón. Inuyasha quien estaba tras de ella sentado en otro sillón, levanto su dedo índice.
-eh... pregunta, ¿por que no le gusta los gatos?-preguntó
-son guardianes del mundo subterráneo, les temerá hasta que se sienta regenerado-le respondió Mushin
-y entonces no le temerá a nada-culminó el Medjay
-¿¡y saben como podrá regenerarse!?-expresó Hoyo algo nervioso
-matando a todos los que abrieron el cofre...-sentenció Nobunaga ojeando su revolver
-¡y dejándolos secos claro!-siguió éste
-Miroku no juegues con eso-le dijo su hermana al ver que el ojiazul se entretenía moviendo el brazo de un maniquí egipcio, este lo dejo rápidamente y la chica miro a Mushin y Koga-cuando lo vi vivo en Hamunaptra él me llamó... Kikyo-
Dicho esto, hizo una pausa cuando vio a los dos hombres mirarse mutuamente y sorprendidos, Kagome siguió.
-y en las habitaciones del señor Akitoki trato de besarme-
-su amor por Kikyo fue maldecido... Aparentemente después de 3.000 años-comentó Mushin pensativo
-está enamorado de ella-terminó la oración Koga
-si, eso suena muy romántico pero ¿que tiene que ver conmigo?-interrogó rápidamente
Empezaba a sospechar que la respuesta si puede ser muy mala. Koga se inclinó al lado del dueño de la biblioteca.
-parece que una vez más trata de sacarla de la muerte...-comentó sin apartar su mirada con la de él
-si... Y parece que ya escogió su sacrificio humano-
Ambos miraron a Kagome tornándose un incómodo silencio en el salón, si, estaban nerviosos y desesperados, la chica los miro confundida por aquellas declaraciones, entonces... Sus sospechas eran ciertas, empezaba a asustarse más de lo habitual.
-mala suerte hermanita-susurró alto Miroku sin creer lo que había escuchado y con el temor de lo q pudiera pasarle algo, la chica lo miro angustiada
-por el contrario... Nos dará el tiempo necesario para matar a la criatura-sentenció el hombre levantándose del sofá
-necesitamos toda la ayuda posible...-sugirió el Medjay mirando la ventana del salón-sus poderes han crecido...-
Todos observaron aquel eclipse solar, donde un enorme círculo negro ocultaba el sol, haciendo que el lugar se tornara un poco oscuro.
-y entonces... Él extendió sus manos hacia los cielos y la tierra de Egipto se hundió en las tinieblas...-expreseba Mushin
Inuyasha no permitiría que algo grave sucediese por esa maldita momia. Aunque... Ya está comenzando.
----*----
-debemos evitar que se regenere ¿quien abrió ese cofre?-preguntó la azabache a los norteamericanos quienes estaban sentados en unas sillas
Habían regresado al hotel, donde estos mismos se quedarían por los momentos en la habitación de la azabache para evitar la misma desgracia que le paso a Akitoki.
-estábamos Nobunaga y yo... Y Akitoki por supuesto-respondió Hoyo-y el egiptologo-
-¿que hay de mi amigo Renkotsu?-interrogó Inuyasha después de apartar la vista de aquel eclipse
-nada salió gritando que no debíamos abrirla-dijo
-si, él fue más listo-le comentó Nobunaga comiendo una goma de mascar
-claro... Así actúa Renkotsu-ironizo el peli-plateado
-debemos encontrar al egiptólogo y traerlo al puerto antes que la criatura lo atrape-sugirió Kagome mirando a Inuyasha
Este asintio.
-si, y ella se queda ustedes vienen conmigo-señalo el chico y caminó a la salida
-no no yo no-
Miroku y los dos chicos discutieron mutuamente negando y más Kagome que estaba en completo desacuerdo.
-¡un momento! ¡¡No puedes dejarme aquí como un pedazo de cosa inservible!!-alzaba la voz Kagome al mismo tiempo que se dirigía a él para reclamarle
Inuyasha suspiro rolando los ojos, giro sobre sus talones y se dirigió a ella. La cargo como cualquier saco de papas ante la mirada sorprendida de Miroku y los norteamericanos quienes se callaron por tal acto del chico.
-¿¡Taisho que crees que estás haciendo!? ¡¡MIROKU!!-
-lo siento Kagome él es un poco alto-excusó Miroku obviamente no quería una enorme golpiza de parte de Inuyasha
El nombrado lanzó a la chica a la cama y se dirigió a la puerta de la habitación mientras que estás se incorporaba y seguía sus pasos pero...
-¡MIROKU ERES UN COBARDE! ¡TAISHO!-antes de decir otra palabra, Inuyasha cerro la puerta casi en la cara de esta, seguidamente le colocó llave
Agarró por las solapas del cuello de Hoyo y lo miro de una manera demandante ignorando el llamado de la bibliotecaria y los golpes que hacía en la puerta desde adentro.
-esta puerta no se abre, ella no debe salir y nadie debe entrar ¿entendido?-
-si c-claro...-asintió, el chico miro a Nobunaga
-¿¡entendido!?-repitió la misma pregunta y este asintió varias veces
-si...-
Inuyasha le dio las llaves a Hoyo y se dirigió a la salida.
-¡no me dejarás aquí!-siguió quejándose la chica
-andando Miroku-
-eh y-yo pensé que podría quedarme aquí y reconocer...-
-¡ahora!-
-¡eh si!-
---*---
Suikotsu iba caminando desesperadamente por los callejones solitarios de Egipto, escucho los rumores de que uno de los norteamericanos había sido asesinado inexplicablemente, y tomó ese rumor como una advertencia huyendo de aquel lugar, por que tal vez él sea el próximo, aún no sabía, pero sentía pánico. Trotó lo más que pudo cuidando de que la pequeña vasija sagrada y el libro negro no se cayeran de sus manos. No dándose cuenta... Que aquella criatura lo seguía sigilosamente.
---*---
Renkotsu sacaba y tiraba todo lo que conseguía a su paso, los papeles, libros y demás en la oficina del egiptólogo planeando lo siguiente; distraer a las personas de ese lugar mientras que Naraku capturaba a Suikotsu y poder regenerarse.
Por una parte no quería ayudar a esa miserable momia sabiendo las consecuencias pero por otra parte obtener todo el oro escondido en aquella pirámide. Tal vez este condenado a eso.
-vaya, vaya... Dejame adivinar ¿te toca limpieza?-apareció Inuyasha junto con Miroku en la puerta
El chico salió corriendo directo a la ventana para escapar pero el ojidorado tomó una silla de madera y con fuerza lo golpeó en sus piernas, haciendo que este cayera.
-que puntería...-halago Miroku e Inuyasha se dirigió a donde Renkotsu, iba a detenerlo pero era mejor no interponerse en lo que el chico le haría al ex-soldado
-Renkotsu te caíste, dejame ayudarte-con cierta burla y enojo lo tomó por las solapas de su ropa y lo estampó con fuerza en un estante de libros-viniste del desierto con un nuevo amigo ¿no es así Renkotsu?-
-¿que amigo? Tu eres mi único amigo-sonrió descaradamente, el chico fruncio el ceño y otra vez lo estampó en otro lugar con más fuerza
-¿¡que rayos haces con esa momia Renkotsu!? ¿¡Tu que vas a ganar!?-interrogó arrastrando las palabras
-es mejor estar en manos del diablo que en su camino... Pero admito que... Con esto será inmune-sonrió burlón, Inuyasha lo tomó y lo acorraló en el escritorio del lugar
-inmune ¿a que?-preguntó
-él cazara..-
-¿que dijiste?-
-no quiero decírtelo así que golpeame a tu antojo ¡ay!-
-¿que es lo que está buscando? ¡Y trata de no mentir!-
Harto de que este tipo no le suelta las verdades, lo tomó y lo elevó a un ventilador en el techo, quería saber todo lo quiere esa momia. Y Renkotsu es el pasaje para eso.
-¡aah! ¡El libro que encontraron en Hamunaptra! ¡Él quiere recuperarlo, me dijo que me lo compensaría en oro!-habló
-¿para que quiere el libro?-esta vez le pregunto Miroku ya cerca de ellos y donde el ojidorado bajaba poco a poco a Renkotsu
-oh vamos no lo sé...-Inuyasha fruncio el ceño y lo volvió a elevar-¡lo quiere para recusitar a su amada! ¡te juro que eso es todo pero el sólo quiere el libro!-miro a Miroku-él sólo quiere el libro... Y a tu hermana pero es solo eso-
Ante estas declaraciones, se escuchó un terrible grito proveniente de afuera. Renkotsu aprovecho y golpeó a Inuyasha en el abdomen y escapó del lugar por la ventana, corriendo rápidamente. Inuyasha y Miroku se asomaron y abrieron los ojos al ver esa cosa tomar la vasija de las manos del egiptólogo quien, ya estaba seco. Las personas al rededor estaban en shock por el acto, la momia volteo a ver a los hombres y con cierta furia y con la intención de acabarlos, de su boca salieron una cantidad de plagas dirigiéndose hacia ellos, pero estos cerraron la ventana rápidamente y los animales se esparcieron en el lugar, contaminando todo.
-dos menos y quedan dos...-espeto furioso Inuyasha
-después él irá por Kag-preocupado le comentó Miroku
No quería que su hermana estuviera en peligro y sabía que Inuyasha tampoco, así que tomaron las riendas y fueron a la habitación.
---*---
-¡al diablo con esto!-se levantó del muro de la ventana Hoyo-voy a bajar a tomar un trago ¿quieres que te traiga algo?-
-si si, traeme un wisky-respondio Nobunaga
-¿nada más?-
-y un agua mineral-dijo levantándose del sofá y colocar una de las vasijas en ella
-si si está bien-salió de la habitación
-¡no olvides el agua mineral!-
Al escuchar la afirmación de su compañero, cerro la puerta y giro encontrándose con la vasija, y como práctica, saco su revolver y lo apuntó varias veces. Justo en el momento de guardar su arma, un viento entro a la habitación inesperadamente haciendo que asustase y apuntara el arma a la ventana donde provenía aquel extraño viento. Se acercó lentamente sin bajar la guardia y al asomarse y no visualizar nada, se alivio pero... Repentinamente una cantidad de arena lo atrapo y lo elevó consumiendo sus fluidos y dejarlo seco completamente tirándolo al suelo.
Naraku apareció entre las arenas ya casi regenerado, miro a la puerta y se acercó a ella atravesándola por la perilla, con su forma arenosa. Observó a Kagome dormida plácidamente y se acercó sentándose en la orilla de la cama y la contempló, se parecían bastante.
-Kikyo...-
Murmuró su nombre, sonrió cuando su hermoso rostro apareció en su mente y, cerrando los ojos beso a la chica. Kagome al sentir unos labios muy fríos posarse sobre los suyos abrió sus orbes y no podía crees lo que veía, ¡era la criatura!.
Se apartó asustada y gritando de terror al mismo tiempo que Inuyasha abrió la puerta y tras de él Miroku.
-¡OYE! ¡QUITA TU HORRIBLE CARA DE LA SUYA!-
Naraku lo miro retadoramente, Kagome aprovecho y se bajó de la cama en el otro lado pues, se asustó mas cuando vió la parte de su boca, estaba seca y se notaba los huesos del esqueleto.
-¡tu serás el primero a quien destruya!-se levantó de la cama dispuesto a matarlo
-mira lo que tengo-en sus manos estaba el gato de Kagome
La momia se asustó retrocediendo cuando el animal le gruñó fuertemente, y no tuvo de otra que escapar, no sin antes gritarle a Inuyasha en señal de que volvería.
Cuando la habitación estuvo en calma, la azabache salió de su escondite y miro a Inuyasha muy aliviada.
-¿estas bien?-
-no... No estoy seguro-respondió Miroku tras de él normalizando su respiración
Inuyasha lo miro de reojo, y dirigió su vista a la de la chica. Se alivio de que esa cosa no se la había llevado, jamás se lo perdonaría, por que inesperadamente y sin darse cuenta, se enamoró de esa chiquilla, de esa bibliotecaria.
Y hará todo con que esa momia no la alejara de su lado, se prometió así mismo y así lo cumplirá.
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Holaa mis amoresss, disculpen la tardanza, como van con la cuarentena? Yo bueno sin ideas jajajaja, aquí el capítulo 8 ya faltan unos... 5 capítulos más y finalizará esta linda historia, apartes creare un capítulo extra por que pronto vendrá la secuelaaaaaaa!!! Jajaa pronto pronto. Espero les haya gustado el capítulo no olviden sus comentarios y estrellitas, nos leemos!💟
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