Arreglé mi cabello haciéndolo una coleta alta y giré para ir hacia la mesita de noche. Abrí el cajón de esta y saqué una libreta, junto a un lápiz y una goma de borrar.

ㅡ¿Qué vas hacer? ㅡpreguntó curioso parándose de la cama y acercándose a mí.

ㅡHoy mi padre invitará a sus amigos a jugar Poker, por lo que no puedo estar en casa ㅡexpliqué terminado de guardar todo en mi mochila.

ㅡPero no puede echarte a la calle.

ㅡSinceramente, no me importa, al contrario, me alegro que no quiera que me quede. No podría soportar estar alrededor de hombres que sólo fuman y beben mientras hablan estupideces.

Oí un suspiro por su parte y volteé para verle. Sonreí ante el puchero triste que se había creado en su rostro. Acaricié su mejilla y él, ante el toque, cerró los ojos.

ㅡVámonos ㅡpedí.

Caminé hasta la salida de mi dormitorio y, tras abrir la puerta, me encontré con mi padre, el cual ya estaba preparando todo. En medio de la pequeña sala se encontraba una mesa de Poker y, sobre esta, fichas y una baraja de cartas.

Recordé la vez que mi padre vendió las joyas de mamá para comprar toda esa basura.

ㅡYa sabes. No vengas a casa antes de las 3:00 p.m. y, una vez estés aquí, limpiarás todo junto a tu madreㅡdijo sin verme.

ㅡ¿Dónde está mamá?

ㅡNo se sentía bien, por lo que todavía está en cama.

Hice puños mis manos. "No se siente bien." Que gran mentira, seguramente comenzó a golpearla cuando estaba durmiendo.

Me dirigí hacia la salida y, antes de irme, dije con voz cortante.

ㅡAdiós.

Tras cerrar la puerta, me percaté que el chico no estaba por ningún lado. Pensé por unos segundos en volver a entrar a casa, hasta que alguien tocó mi hombro, haciendo que brincara en el lugar.

ㅡNo vuelvas a hacer eso ㅡle regañé.

ㅡLo siento ㅡse disculpó sobre poniendo el labio inferior para crear un tierno mohín.

Sonreí y me puse de puntillas para besar su mejilla, ocasionado que sus mofletes se tiñeran de un rojo claro.

ㅡ¿A-a dónde vamos? ㅡpreguntó desviando la mirada.

ㅡA un lugar ㅡexpliqué riendo y caminado.

ㅡ¡Venga, dímelo! ㅡpidió mientras me seguía.

ㅡEs una sorpresa. Así que no insistas más.

Obedeció y se mantuvo en silencio todo el trayecto. En unos pocos minutos, llegamos al sitio. Un parque donde solía pasar el rato dibujando u observando a las personas que pasaban cerca. Nos sentamos en una banca y, nada más acomodarnos en ella, saqué mis cosas de la mochila.

ㅡEs un sitio muy bonito ㅡsusurró observando a unos niños, los cuales jugaban con una pelota.

ㅡSí. Es mi lugar favorito. Me inspira mucho para dibujar ㅡexpresé abriendo la libreta.

Lo miré por el rabillo del ojo. Lucía feliz. Sus orbes negros brillaban descontroladamente.

ㅡ¿Podría entregarnos la pelota, señor? ㅡle preguntó una voz infantil. Él asintió y le dio lo pedidoㅡ Gracias ㅡdijo para después voltear, pero, antes de irse, hablóㅡ. ¿Quiere jugar con nosotros?

El chico me miró, como si estuviese buscando mi aprobación. Yo le dediqué un pequeño asentimiento acompañado de una sonrisa. Se levantó y corrió hacia los infantes.

Los observé manteniendo la comisura de mis labios levantada y, sin percatarme, ya estaba plasmando esa tierna escena en el papel. El chico Luna jugando al fútbol junto a dos niños. Era simplemente hermoso. Intenté memorizar cada pequeño detalle para después depositarlo en la hoja.

Así las horas pasaron y mi dibujo poco a poco se iba culminado. Los pequeños con sus cabellos negros y piel blanca. Uno con ojos azules y otro carmelitas, ambos vistiendo ropa deportiva. Luego estaba él, con su pelo platino y sedoso, el cual brillaba intensamente bajo los rayos del Sol y era movido dulcemente por la brisa. Sus orbes negros transmitían felicidad y aquella sonrisa era única.

Mientras lo apreciaba, nuestras miradas coincidieron. Haciendo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo y, junto con él, se incorporara un cosquilleo en mi estómago. Aparté la vista nerviosa.

¿Qué había sido eso?

ㅡ¿Terminaste? ㅡpreguntó con voz cansada.

Asentí para después intentar cerrar el cuaderno, pero fui detenida por una pálida mano.

ㅡDéjame ver.

Accedí ante su pedido y le entregué la libreta con algo de vergüenza. La abrió y sus ojos viajaron por todo el papel.

ㅡNo creí que dibujadas tan bien. ¡Esto es... increíble! ㅡexpresó riendo y dándome de vuelta el objetoㅡ Pero no te creas gran cosa, te quedó bien porque me dibujaste a mí.

Pestañé con sorpresa. Nunca pensé que de sus labios brotaría tales palabras.

ㅡEs una broma, Haneul ㅡexplicó tras ver mi reacción.

ㅡLo supuse... ㅡme quedé en silencio unos segundosㅡ ¿C-cómo...? ㅡcarrapeéㅡ ¿Cómo te llamas?

ㅡ¿Cómo me llamo? ㅡrepitió pensativoㅡ No tengo nombre ㅡdijo riendo.

ㅡEso... es triste ㅡhablé, haciendo que sus facciones perdieran la poco alegría que tenían.

ㅡLo sé, pero... ㅡno continuó, creando un ambiente incómodo.

ㅡ¿Qué te parece si te pongo un nombre? ㅡsugerí. Él me observó y, por un instante, a sus ojos regresó ese brillo. Asintió ㅡ ¿Te gusta... Max?

ㅡ¿Max? Suena a gato ㅡse quejó.

ㅡ¿Peludito? ㅡhablé riendo.

Rodó los ojos y comenzó a mirar mi cuaderno, observando todas las hojas de este.

ㅡ¡Oh! ㅡexpresó mientras apuntaba a una palabra escrita en la libretaㅡ Me gusta este.

ㅡ¿Cuál? ㅡpregunté dudosa. No recordaba haber escrito nombres en mi cuaderno.

ㅡJin.

Mi boca cayó levemente y sentí un opresión en mi pecho. Las imágenes otra vez golpearon mi mente.

Hola, soy SeokJin, pero todos me dicen Jin. ¿Quieres ser mi amiga?

ㅡVámonos. Ya es tarde ㅡdije mientras limpiaba una pequeña lágrima y me levantaba.

Haneul, vamos a jugar.

Volteé antes que se percatara de mis cristalizados ojos y caminé. Comencé a cruzar la calle mientras los recuerdos iban apareciendo junto al dolor que creí haber olvidado.

Lo siento, Haneul. Jin no ha logrado sobrevivir al accidente.

Mi vista se iba nublando y mis pasos eran cada vez más lentos. Al darme cuenta, ya me había detenido a medio camino.

Él quería regalarte esto.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el resonar de un claxon. Mis ojos recorrieron todo el lugar hasta encontrase con un auto que iba hacia mí a toda velocidad. Era igual que aquella vez...

Inconscientemente, cerré los ojos.

Ten este Atrapa Sueños, Haneul.