The Lake Trip.

El viaje al lago.

Bill mantenía su mirada en el paisaje tratando de mantenerse tranquilo escuchando de fondo a su hermano quién le contaba acerca de sus tatuajes a Mabel.

—Éste es la patita de Wayne y está la de Victoria —dijo mientras señalaba los tatuajes de henna en sus brazos y abdomen—, este me lo hice con Bill y estos 5 me los hice inspirado en canciones y series.

Su hermano se encontraba en los asientos delanteros a él, junto al novio de éste quien se encontraba leyendo algún libro de misterio, del otro lado del pasillo se encontraba Mabel con Xólotl, detrás de ellos se encontraba Vanessa con la hermana de Gleeful, ambas durmiendo con unas máscara en los ojos mientras compartían audífonos.

—Éste es uno que quiero hacer con mi mamá, pero todavía no la convenzo del todo y por último éstos son con Mason, por ejemplo uno es la fecha de nuestro aniversario, ¿verdad, cariño? —le preguntó a su pareja a un lado quién sólo le sonrió y afirmando lo que decía el chico—, blablabla...

Bill estaba seguro que su hermano no había dicho "blablabla", pero a pesar de sus arduos esfuerzos por mantenerse al tanto de la conversación no podía, simplemente ya no lograba entender del todo las palabras que salían de la boca de Will, debido a lo mal que se sentía.

Su cabeza lo estaba matando y cada vez se sentía peor, con debilidad miró al chico a su lado quién lo abrazaba con cariño del brazo mientras se mensajeaba con su madre.

—¿Y tú, Dipper? —preguntó Xólotl haciendo al mencionado mirarlo—, ¿cuando me vas a dejar tatuarte?

—Nunca —respondió el castaño.

—¿Ni siquiera si te hago uno de Spider-man? O uno de Toxic de Britney Spears —le sugirió el mayor—, tú me dices que quieres y yo hago la magia.

El rubio recargó su cabeza en el hombro de Dipper cerrando sus ojos para tratar de calmarse, su cabeza estaba dando vueltas y cada vez le costaba más tratar de no vomitar.

—Por mucho que me tientas, no confío en ti en lo más mínimo —le contestó el castaño sin siquiera levantar la mirada de su teléfono—, diría que no es personal, pero lo es.

—¿Y si hacemos una apuesta? —ofreció, sin querer rendirse—. Si tu pierdes te tatuó algo que tú quieras y si yo pierdo tú me tatuas a mí, sin restricciones.

—Uhh —el castaño titubeó.

¿En serio lo estaba considerando? Es decir, tatuarle a Xólotl lo que sea con henna sonaba tentador.

—Dipper... me siento mal —le soltó en un débil murmuro—, ¿le puedes hablar a Will?

—Seguro —respondió con rapidez—, lo siento Xólotl, en otra ocasión será.

El rubio logró escuchar un quejido de parte de Xólotl y a su hermano acomodarse en el asiento delantero para poder verlos a ambos después de que Dipper le avisara.

—¿Qué tienes? —le preguntó Will.

—Me siento muy mareado —contestó aún acurrucado al menor—, creo que voy a vomitar.

—¿No tomaste tu pastilla para eso? —cuestionó el mayor.

—Sí, pero creo que estaba caducada —dijo el rubio.

—¿Cómo qué "crees"? —escuchó al castaño meterse a la conversación con incredulidad, sin poder creerse lo que escuchaba—, ¿hace cuánto que caducó, Bill?

—No lo sé... —empezó el mencionado, mirando débilmente a su pareja—, no decía cuándo caducaba y si lo decía se borró, así que no tengo idea.

—¿Sabes lo peligroso que es tomarte una pastilla expirada? —le regañó el castaño con la preocupación notándose en su voz.

El rubio hizo un pequeño puchero viéndolo débilmente.

—No me mires así —se quejó el menor—, no te vas a salvar haciendo pucheros.

—Voy a buscar a la chica —soltó Will parándose para hablar con la chica que había organizado el viaje.

—No te molestes —balbuceó el chico—, no es la primera vez que lo hago.

Al escuchar aquello el castaño se apartó para poder verlo mejor logrando un quejido por parte del rubio.

—¿Cómo que no es la primera vez? —cuestionó con incredulidad—, ¿sabes que no estás ayudando a tu caso?

—Ya te dije que no sé cuando caducaron y no es la primera vez que la tomó en un viaje así —respondió sin verlo—, así que voy a estar bien, sólo quiero vomitar.

—Juro que si no te pasa nada te voy a asesinar yo —le contestó Dipper logrando que el chico soltara otro quejido.

Will se acercó a ambos mirando a su hermano con preocupación.

—Van a detener el autobús para que vomites, Bill —le explicó a su hermano—, así que ven.

Dipper se levantó de su asiento y ayudó al rubio a salir de los asientos en los que estaban.

—Quédate aquí —le pidió al castaño—, no quiero que me veas vomitar.

—Bill...

—Por favor —pidió nuevamente.

Dipper asintió con una pequeña sonrisa.

—Está bien —respondió.

Cuando ambos hermanos bajaron del autobús, Will se encontraba burlándose con su hermano de la situación, mientras el rubio intentaba vomitar.

Después de un rato fingiendo arcadas para tratar de provocar una verdadera sin lograrlo ambos decidieron volver a subir, después de todo Bill no iba a vomitar.

Al subirse y dirigirse a sus asientos las preguntas empezaron.

—¿Qué te pasó? —le preguntó Mabel al rubio.

—Me siento mal —le respondió.

—Pues siéntate bien —añadió Xólotl uniéndose a la conversación.

Bill lo miró con molestia, queriendo asesinarlo en ese mismo momento, pero afortunadamente Mabel le dio un codazo.

—¿Entonces no lograste vomitar? —le preguntó Dipper, pero el rubio negó con la cabeza como respuesta.

—Creo que es hoy —dijo Bill.

—¿Hoy? ¿Qué es hoy? —cuestionó Gleeful.

—El día en que finalmente me voy a ir —respondió logrando que Will le metiera un golpe por la tontería que estaba diciendo.

—Eres un estúpido, no te vas a ir a ningún lado —le regañó Will mientras le daba un golpe en el hombro—, ya te dije que no puedes estar diciendo eso cada que te sientes mal.

—Auch —respondió sobándose el golpe.

Dipper lo ayudó a sentarse mientras lo veía de mala manera por su "chiste".

—No digas esas cosas —le reclamó el castaño una vez que estuvieron sentados.

Bill soltó una pequeña risa antes de acomodarse de nueva cuenta con su pareja.

—Perdón —le murmuró sonriendo ligeramente.

[...]

Mientras la mayoría empezaban a armar las tiendas de campaña los hermanos Cipher hablaban de algo con los guías, después de un rato ambos volvieron susurrándose algo en secreto.

—De acuerdo, pero ¿a él? —Dipper alcanzó a escuchar al mayor, sin embargo, prefirió no darle importancia.

—Luego lo hablamos —le dijo Bill antes de sonreírle al castaño.

Los hermanos Cipher habían decidido acampar en un lago no muy lejos de casa, habían conseguido un lugar apartado de los demás junto al agua, la vista era linda y sólo estaban ellos, lo cual hacía preguntarse a los demás cuánto habían gastado.

—De acuerdo, uno de los guías me dijo acerca de los horarios para el paseo en barco —empezó Will hacía el grupo con una sonrisa—, tenemos hasta mañana en la tarde para aprovecharlo porque a las 8 de la noche sale el autobús de regreso.

—¿Y qué haremos hoy? —preguntó Vanessa.

La chica estaba sentada en un tronco con su ropa en perfecto estado, así que probablemente no había hecho mucho para instalar las tiendas de acampar, luego estaba la hermana de Mason Gleeful que al igual que Vanessa estaba impecable, sin embargo, era obvio que a diferencia de la rubia, era quien había hecho la mayoría del trabajo al armar su tienda, por último estaba Mabel quién traía ropa cómoda y estaba terminando de hacer lo que le había tocado.

—Pues tenemos que empezar a hacer la fogata —respondió Mabel con una sonrisa—, ya saben, antes de que oscurezca y todo eso.

—Y esta vez no te vas a salvar de ayudar fingiendo ser una inútil —le dijo la otra castaña a la rubia.

—No estoy fingiendo nada, soy una inútil —contestó orgullosa—, pero si quieren una fogata horrible con gusto puedo ayudar.

—Nos conformaremos con una fogata horrible —soltó la otra—, ahora levántate a ayudar.

La rubia soltó un quejido antes de ser arrastrada para ayudar, después de un rato de haberse dividido las tareas entre los 8 habían reunido lo necesario para fogata aunque estaban teniendo problemas para prenderla.

—Podemos ponerle pegamento industrial inflamable —sugirió Xólotl.

—¿De dónde sacaríamos eso? —preguntó Dipper.

—De mi maleta —respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

—No entiendo porque no prende si traje como 5 ramitas bien secas —comentó Vanessa.

—A ver, apártense y déjenme hacer mi magia —soltó Bill y Xólotl le ofreció el encendedor—, no gracias, yo no necesito esa cosa.

—Creo que si fuera tan fácil ya lo hubiéramos prendi- —Mason se interrumpió cuando vio el fuego encenderse—, ah, mira.

—Llevó encendiendo fuegos desde que tengo memoria —respondió el rubio—, esto no es nada, una vez estaba jugando con fuego junto al tanque de gas y mírame, fresco como una lechuga.

Dipper lo miró sorprendido y miró a Will cómo preguntándole si era cierto y el chico solo asintió como si estuviera acostumbrado a todo eso.

—Entre eso y la pastilla expirada, realmente me hace cuestionarme cómo es que sigues vivo —confesó su pareja.

—Soy un milagro de la naturaleza.

—O simplemente eres un tonto con mucha suerte —le respondió Mason.

—Genial, ya nos podemos sentar —dijo Vanessa con genuina felicidad—, que buen equipo somos, pero ¿creen que sería buena hora para empezar a comer o soy la única?

[...]

Los chicos estaban acomodados alrededor de la fogata que habían cuidado mucho por mantener mientras comían malvaviscos y algunas otras cosas que podían asarse, las cuales se encontraban en ese punto perfecto dónde estaban quemadas por fuera y algo crudas por dentro.

Xólotl había llevado un poco de alcohol para acompañar del cual todos habían tomado a excepción de una persona.

—¿Seguro que no vas a querer ni un poco? —le preguntó Xólotl cuando ambos habían ido a buscar más salchichas a la nevera.

—No puedo, tengo que tomar mis pastillas y después de tomarme la pastilla caduca hoy no creo que sea buena idea mezclar mi medicina con alcohol, como dijo Dipper tengo suerte, pero tampoco quiero tentarla —respondió Bill encogiéndose de hombros—, aparte Dipper me mataría.

—Oh por Dios, tu noviecito está más que cariñoso contigo, no te va a decir nada —le contestó logrando sonrojar al rubio—, en estos momentos podrías pedirle lo que sea y aceptaría.

Lo cual no era mentira, Dipper había estado tomando del licor de Xólotl como la mayoría, no demasiado para ponerse mal, pero sí lo suficiente para soltarse más frente al grupo, dejando los filtros de lado y siendo un poco más amoroso con su pareja en público, a lo cual, Bill no mentiría; estaba encantando.

—¿Crees que si le pides que se deje tatuar algo lo haga?

—No le voy a pedir eso.

—Aguafiestas.

—¡Bill! Tráeme un hielo —le gritó su hermano.

—¿Uno de verdad o es tu manera de pedir dos? —contestó de igual manera de manera genuina.

—¡Dos! —dijo volviendo a la conversación que tenía, luego se volteó rápidamente—, mejor que sean tres.

Will se encontraba sentado en las piernas de su novio mientras asaba malvaviscos, Bill obedeció llevando los hielos a su hermano.

El mayor colocó dos hielos en su bebida y otro se lo metió a su boca, por su parte el rubio regresó a su lugar junto al castaño quien no dudó ni un segundo en acurrucarse con él, abrazándolo del antebrazo.

—¿Sabías que comer hielo es símbolo de frustración sexual? —le preguntó Xólotl al mayor de los Cipher, el cual se atragantó con el hielo al escuchar aquello mientras la hermana de Mason reía.

—Dudo mucho que sea eso —respondió Dipper con burla, ganándose una pedrada de parte de Gleeful, literalmente una pedrada, el chico le había lanzado una piedra.

Por su parte Will miró fijamente a su hermano como diciéndole algo que sólo ellos entendían y se volteó para esconder el rostro en el cuello de su novio, el rubio solo sonrió entendiendo que habían escogido a su víctima y luego mordió su malvavisco.

—¡Bueno! Vane —empezó Mabel con emoción—, ¿cómo te fue con tu crush?

La rubia la miró frunciendo el ceño antes de morder su malvavisco con una mueca.

—Pues... no funcionó —respondió encogiéndose de hombros—, no es para tanto.

—¿Cómo? ¿Qué pasó? —preguntó la castaña—, creí que todo estaba yendo bien.

—Lo estaba —afirmó la chica con cierto disgusto—, pero luego le dije que era mi crush y me dejó de hablar, luego apareció y me dijo que quedáramos como amigas, yo acepté y luego me volvió a dejar de hablar, así que le dije adiós.

—Zas... te aplicó la Esmeralda —mencionó Xólotl añadiéndose a la conversación.

—¿Quién es Esmeralda? —cuestionó su novia con curiosidad.

—Mi crush del kinder —respondió el chico—, me hizo lo mismo, le abrí mi corazón y le regale unos chocolates y simplemente me dejó de hablar, luego quedamos como amigos y me volvió a dejar de hablar... sin explicaciones ni nada, ese fue el día que dejé de creer en el amor.

Mabel lo miró con severidad.

—Hasta que conocí a mi cuchurrumin.

El rubio miró al chico acurrucado con él, quién parecía querer quedarse dormido puesto que difícilmente parecía poder mantener los ojos abiertos, Bill sonrió con ternura al verlo y simplemente lo dejó ser.

—Como sea —continúo Vanessa moviendo la mano y restándole importancia antes de sonreírle a la chica con emoción—, lo importante aquí es que ya pasó y ahora mi nuevo crush me invitó a salir.

—¿Ya tienes otro? —preguntó su amiga.

—Como debe ser —soltó la hermana de Gleeful antes de brindar con la rubia.

—Pues claro que sí —contestó Vanessa como si fuera obvio—, no me iba a quedar sufriendo por alguien.

—Omg, entonces cuéntame del nuevo partido —siguió Mabel.

—El- —empezó la rubia antes de ser interrumpida.

—¡ESMERALDA DÓNDE SEA QUE ESTÉS CHINGA A TU MADRE! —exclamó Xólotl asustando a Dipper quién saltó ligeramente.

Mabel lo miró con una mueca.

—Te juro que sólo me duele por los chocolates, eran mis favoritos —le respondió con un puchero—, pero hace tiempo que quería soltar eso.

Bill soltó una pequeña carcajada, definitivamente Xólotl estaba más que ebrio y eso era obvio, después de todo era quién más había tomado de la botella, por no decir que él se bebió casi toda. El rubio escuchó a su hermano aclarándose la garganta y viéndolo fijamente, pero el chico ya sabía que quería decirle así que simplemente asintió.

—Dipper... —le susurró al chico quién lo vio adormilado—, ¿te parece si ya nos vamos a dormir?

—Pero no tengo sueño —le soltó el castaño susurrando de igual forma y abrazándolo más fuerte—, quiero quedarme así.

—Pero yo sí —mintió con diversión y ternura—, aparte todavia tengo que tomarme mis medicinas.

—Bueno... —accedió débilmente—, pero sólo porque veo que ya estás cansado.

Bill sonrió antes de alzar la voz para hablar con el grupo.

—Oigan, ya estoy cansado —dijo el rubio—, no sé ustedes, pero creo que ya nos vamos a ir a dormir.

—Ajá dormir —le gritó Xólotl y Bill reafirmó su decisión.

—Somos cuatro —respondió Will, evidentemente hablando por su novio—, sin contar que mañana hay que levantarnos temprano para ir al paseo en barco.

—Pues si ustedes se van, mejor nos vamos a dormir todos —soltó Vanessa antes de bostezar—, yo ya estoy cansada y si no nos vamos a dormir ahora, probablemente mañana no quiera levantarme.

—Entonces hay que apagar el fuego —soltó Mason.

El grupo se levantó y estiró antes de empezar a hacer lo que debían, por su parte, los hermanos Cipher se alejaron un poco del resto para poder hablar.

—¿Entonces supongo que será él? —pregunto el rubio.

—¿"Frustración sexual"? —se quejó Will con evidente molestia—, pero claro que lo haremos.

—Perfecto entonces, porque a mí me debe dos —le soltó con una sonrisa—, buenas noches Will.

—Igualmente —le respondió.

—¡Saca esa cosa de ahí! —escucharon un grito venir de parte del grupo.

De Dipper, para ser más exactos.

Ambos hermanos fueron hasta donde estaba el grupo que se había vuelto caos en un segundo, la mayoría estaba con lámparas puesto que el fuego ya había sido apagado, la hermana mayor de los Gleeful sacó con rapidez un cuchillo de su zapato y lo apuntó hacia lo que estaba generando el caos en primer lugar.

El castaño al ver al rubio se dirigió con rapidez a él aferrándose a su brazo y escondiéndose ligeramente detrás de él permitiendo a Bill ver lo que ocurría.

Había una araña cerca de las tiendas de acampar.

—¡No la mates! Yo me encargo de ella —le gritó Mabel a la otra castaña.

—Como quieras —respondió la chica con los cuchillos en la mano, guardandolos nuevamente.

—Um, bueno, yo ya me voy a dormir —dijo la rubia antes de meterse a su tienda—, buenas noches.

—¿No vas a esperar a que Mabel se lleve a la araña? —preguntó la hermana de Mason.

—Nop.

Y sin decir más, la chica se metió a su tienda de campaña.

Xólotl miró con diversión la escena entre el rubio y el castaño, viendo la oportunidad perfecta presentarse ante él.

—¿Te gusta el hombre araña, pero te dan miedo las arañas? —le preguntó Xólotl al chico escondido detrás de su pareja—, me parece bastante hipócrita de tu parte.

—¡Cállate Xólotl! —se quejó el castaño—, yo no soy el que le anda gritando a su crush del kinder cosas.

—¡Oye! —soltó Xólotl y Dipper le sacó la lengua en respuesta.

—Aparte puede ser como Batman que le tiene miedo a los murciélagos —añadió Bill defendiendo al menor—, pero lo usa como un símbolo para que sus enemigos le tengan miedo a él.

—Pero Batman no es Spiderman —respondió Xólotl y Bill sólo se encogió de hombros.

Dipper lo miró con odio.

—¡Listo! ¿Ven? Y sin matarla —soltó la castaña orgullosa de haberse deshecho de la araña, distrayendo a todos—, ahora sí, a dormir todos.

—¡Antes de que se vayan! —empezó la hermana mayor de los Gleeful—, tengo el sueño ligero y si escucho que se ponen calientitos con sus parejitas van a tener un serio problema.

Todos asintieron ante la amenaza de la castaña antes de irse a sus respectivas tiendas de campaña dispuestos a dormir.

Dipper miró al rubio mientras este se quitaba su playera para dormir más cómodo, la cabeza le iba a mil por hora y probablemente el alcohol le estaba haciendo pensar cosas en las que no debería, observó a Bill tomar sus pastillas hasta que la culpa lo empezó a consumir por completo y como pudo se incorporó tratando de no marearse al hacerlo para poder ver al mayor fijamente.

—Bill... —murmuró débilmente.

¿Realmente iba a hacerlo? ¿Realmente le diría? No estaba seguro de si hacerlo o no, pero dentro de él sabía que tenía qué, no podría dormir tranquilo de no ser así.

El menor se mordió el labio al sentir la mirada del rubio clavada en él, sintiendo bastante presión en sus hombros.

—¿Sí? —le preguntó dejando todo de lado para poder ver al castaño—, ¿todo en orden? ¿Necesitas algo?

La culpa lo golpeó otra vez de manera instantánea al ver la preocupación del chico y trato de negar con la cabeza pero ésta le estaba dando vueltas, ¿por qué Bill tenía que ser tan lindo con él cuando él era tan egoísta con Bill?

—Estoy bien, pero hay algo que quiero decirte —soltó el castaño antes de tomar una bocanada de aire—, algo que debí decirte hace mucho.

El mayor lo miró con curiosidad al escuchar aquello, expectante de lo que el chico diría a continuación. Dipper tragó con fuerza, no podía, no podía seguir mintiéndole al rubio.

—Pero no sé cómo —confesó aterrado con excesiva seriedad—, es algo que debí decir hace tanto que hacerlo ahora se siente raro.

—Okay... me estoy empezando a asustar —murmuró Bill, preocupado por la seria expresión y tono del castaño—, ¿seguro que todo está bien?

—Yo soy... —empezó tragando con fuerza, los brillantes ojos de Bill clavados en él, esperando algo—, Spider-man.

Algo que él no podía darle.

Bill suspiró antes de sonreír con ternura.

—Es un alivio —soltó Bill riendo—, por un segundo creí que me dirías que quieres terminar o algo así, aunque creo que ya deberías ir a dormir, mi amor.

Dipper hizo un puchero y sintió su interior derretirse por como le había llamado, puesto que él sabía que Bill era algo reservado con los apodos cariñosos, razón por la cuál este le decía Pino... está simple acción sólo lo hizo sentir más culpable y miró lentamente hacia el piso, decepcionado de sí mismo.

—Ya deberíamos ir a dormir, Spider-man —le comentó el más alto antes de darle un pequeño beso en la frente al castaño—, no quiero que le andes revelando ese secreto a los demás sin querer.

—Mhm —soltó el castaño acostándose nuevamente mientras Bill apagaba la linterna—, puede que tengas razón.

Bill entonces se acomodó frente al castaño con una sonrisa antes de entrelazar su mano con la de Dipper por unos segundos y luego soltarla para abrazarlo.

—Buenas noches, Dipper.

—¿Pero qué tal si aparecen más arañas? —preguntó algo adormilado, culpable mientras abrazaba al rubio.

—Entonces yo te protegeré... —le afirmó el mayor.

Dipper sonrío débilmente al escuchar aquello, agradecido de tener al rubio con él.

—Buenas noches, Bill —murmuró finalmente.

[...]

Bill despertó con pesar cuando escuchó ruidos fuera de su tienda, con la oscuridad aún reinando sobre el lugar, no obstante, podía distinguir una leve luz proveniente de un celular.

—Psss —había susurrado el chico afuera de la tienda—, Bill...

—Voy —respondió de vuelta medio dormido—, enseguida salgo.

A continuación cerró los ojos nuevamente por unos segundos antes de que los recuerdos del sueño lo golpearan, sus mejillas sonrojándose debido a su sueño con Dipper, rápidamente se vistió tratando de relajarse y olvidar sus pensamientos acerca del sueño que acaba de tener, después miró al castaño que dormía plácidamente a su lado.

Sonrió ligeramente al verlo, preguntándose qué podría estar soñando y si sus sueños eran tan lindos como lo era él.

Antes de abandonar la tienda no dudo en depositar un cálido beso en la frente del chico y finalmente se encontró con su hermano.

—¿Por qué tardaste tanto? —le susurró Will a manera de reclamo—, me estoy congelando.

—Perdón —contestó antes de sonrojarse—, tuve que encargarme de algo primero, pero ya, empecemos con esto.

El mayor de los Cipher prefirió no decir nada más y ambos se dirigieron a la tienda donde se encontraba a quién buscaban.

—Espera —le detuvo Will, preocupado—, ¿crees que estén decentes?

—Sólo hay una manera de averiguarlo —respondió el rubio antes de abrir la tienda, tomando el riesgo él—, despejado.

Will entonces vio dentro de la tienda, notando que sólo había una persona y que la victima estaba roncando.

—¿Y Mabel? —cuestionó el chico, preocupado.

—¿Qué hacen? —preguntó una voz tras de ellos asustandolos un poco.

Quienes de milagro no gritaron por el susto, ambos se giraron para encontrar a la chica castaña con visible sueño y confusión parada frente a ellos.

—Estás en un sueño —respondió Will intentando confundir a la chica—, deberías ignorar por completo lo que estamos haciendo.

Bill miró a su hermano sin poder creerse la tontería que había dicho, mientras Mabel los veía con incredulidad.

—Le estamos haciendo una broma a Xólotl, ¿te unes? —le preguntó el rubio ignorando lo anterior.

La castaña entonces sonrió, ¿una broma a su novio? Ella definitivamente estaba dentro.

—No sé diga más —contestó Mabel aún resentida por el chiste de su novio sobre la chica de su kinder... —, ¿puedo preguntar qué es lo que quieren hacer con exactitud?

—Queremos ponerlo en el lago como en juego de gemelas —respondió Will.

La chica contuvo una carcajada.

—Demonios, ¿por qué no se me ocurrió antes?

—Si te hace sentir mejor, llevamos planeándolo por días.

—Sólo estábamos esperando a la víctima perfecta.

La castaña los miró confundida.

—Si Xólotl no hubiera cometido tantos strikes hoy, probablemente le estaríamos haciendo la broma a Gleeful.

—No es cierto —comentó Will—, probablemente me hubiera echado para atrás.

—O le hubieras hecho otra cosa —respondió Bill.

—Bueno eso sí —se rió su hermano, sabiendo que no podía resistirse a hacerle bromas inocentes a su novio de vez en cuando... aunque definitivamente lo estaban haciendo no contaba como una broma "inocente" precisamente.

Sin decir nada más los tres se pusieron en acción para llevar al chico al lago, primero Will se metió a su tienda y comenzó a empujarlo con delicadeza mientras que su hermano jalaba y la castaña sostenía la tienda para que no se cayera sobre de ellos.

Una vez que lo sacaron, comenzaron a arrastrarlo hacia la orilla, el sol comenzaba a dar indicios de querer salir, estaban junto a la tienda de las chicas tratando de no despertarlas, cuando de una rubia salió de su tienda de acampar con su antifaz cubriéndole un ojo furiosa.

—¡¿Qué están haci-?! —gritó, pero se interrumpió al verlos.

Los tres chicos miraron al chico en la colchoneta preocupados de que lo hubiera despertado, pero Xólotl seguía roncando.

—¿Le están haciendo la de "juego de gemelas"? —preguntó la chica en un susurró y el grupo asintió.

—¿Qué haces despierta? —susurró el rubio.

—Estaría durmiendo, sino fuera por el ruido que hace... —dijo la rubia señalando con la cabeza a Xólotl.

—¡Ya sé! ¿Cómo puedes dormir con eso? —preguntó Bill, haciendo referencia a los ronquidos del chico.

Mabel se encogió de hombros.

Vanessa entonces se quedó unos segundos debatiéndose qué hacer: ¿Molestar a Xólotl o seguir durmiendo? Pero todo el mundo sabía que la rubia tenía prioridades.

—Salgo en 5 —les avisó mientras entraba rápidamente para vestirse.

Xólotl balbuceó un poco asustando a los chicos, pero al parecer el alcohol lo había noqueado bastante, después de unos minutos Vanessa se les unió para ayudarlos a mover la colchoneta inflable hacia el agua y el lugar estaba ligeramente más iluminado.

Bill escuchó una voz a sus espaldas.

—¿Bill? —soltó una voz adormilada—, ¿qué haces?

El mencionado observó al castaño que los veía con curiosidad, el rubio entonces abandonó todo lo que estaba haciendo para acercarse al menor.

—Estoy llevando a Xólotl al lago —contestó nervioso sonrojándose un poco.

—Estamos —corrigió Will, pero su hermano lo ignoró.

—¿Dónde estoy? —balbuceó Xólotl medio dormido.

—En un sueño —respondió Vanessa con rapidez.

—Ah, está bien —contestó el chico antes de volver a dormirse.

—¿Por qué a tí si te funcionó? —inquirió Will quejumbroso.

—Suerte —dijo orgullosa guiñandole un ojo.

—Perdona —le susurró Bill al castaño, mientras los demás esperaban un tiempo antes de seguir moviendo al chico—, ¿que haces despierto?

—Um —Dipper respondió antes de bostezar un poco—, me desperté en qué te despertaste, te estuve esperando creyendo que fuiste al baño hasta que escuché todo el ruido y ya me levanté bien.

—Lo siento —se disculpó el mayor—, puedes regresar a dormir si quieres.

—No es lo mismo si no estás —le contestó con una sonrisa—, ¿sólo lo llevarán al lago? ¿No le harán nada más?

—Sí... ¿por qué? —preguntó el rubio—, ¿se te ocurre algo?

—Xólotl trajó su henna, ¿no? —respondió con diversión.

—Me encanta a dónde va esto —contestó Bill emocionado con la idea.

[...]

Cuando Xólotl abrió los ojos, no supo dónde estaba ni qué había pasado la noche anterior, sólo sabía que nada estaba bien.

—¡CHICOS! —gritó con desesperación tratándose de mover cuidadosamente—, ¡¿por qué estoy en el lago?!

En realidad no estaba muy lejos de la orilla, puesto que los hermanos Cipher lo habían amarrado a una roca y lo habían supervisado desde que lo pusieron, eran malos, pero tampoco lo iban a dejar por su cuenta.

—¿Qué tal el agua? —preguntó Bill con burla.

—¡Ayudenme! —les gritó con desesperación, moviéndose en la colchoneta para orientarse.

Los chicos que habían participado en la broma estaban sentados alrededor de una nueva fogata, mientras se preparaban el desayuno, esperando que los hermanos Gleeful se levantarán.

—¡PUEDO JALARME A LA ORILLA SI SABEN, ¿NO?! —volvió a gritar viendo a los chicos que lo veían sonriendo, al notar la soga que lo mantenía cerca de la orilla.

—Toca esa cuerda y la cortamos —gritó Will con severidad.

—¿Y cómo se supone que regreso? —preguntó confundido el chico.

—Convencenos —respondió el rubio con diversión.

El grupo lo observaba desde la orilla con diversión, el otro castaño se levantó y se les unió sin siquiera preguntar por el chico en el lago, simplemente lo había visto y se había girado, centrando toda su atención en Will.

—Bueno si me jalan de regreso a la orilla... ¡prometo dejar de molestar a Dipper y a Will! —ofreció Xólotl.

—Tentador, pero no es suficiente —contestó el mayor de los Cipher.

La otra castaña también se levantó y se unió a los chicos que estaban parados junto a la cuerda, observando a Xólotl y riendo ligeramente.

—¡Dejaré de hacer chistes que los incomoden! ¡No haré chistes de sus miedos! ¡Dejaré de llamar a "ya sabes quién ya sabes qué", Bill!

Bill rodó los ojos ante ese último comentario.

—¿Qué dicen? —preguntó Will después de darle un beso en la mejilla a su novio como saludo—, ¿lo regresamos ya?

Will entonces empezó a jalar de la cuerda acercando al chico.

—¡Espera! —exclamó la novia de Xólotl, deteniéndolo—, ¡tienes que jurarme que terminarás de ver Glee conmigo!

—¡P-pero bebé, desde que se graduaron ya no me gusta! —se quejó el chico.

—Cortale la cuerda entonces —sugirió la otra castaña ofreciéndole uno de sus cuchillos a su amiga.

Mabel lo miró seriamente y Vanessa la miró con curiosidad.

—¿Dónde puedo conseguir de esos? —preguntó la rubia con genuino interés antes de tomar el cuchillo y mirarlo con curiosidad, mientras que Mabel lo pasaba por la cuerda para asustar a su novio.

—Luego te digo —contestó la castaña.

—¿Cuánto le tomará cortar la cuerda? —gritó Bill.

—¡Está bien! ¡Veré Glee! —se rindió y la chica le devolvió el cuchillo a la otra con una sonrisa en el rostro.

—Y yo creí que estábamos siendo crueles con lo de la broma —le dijo Will a su hermano ante la interacción de las chicas.

Después de eso el grupo arrastró al chico cuidadosamente para que no se cayera al agua, pero no lo suficiente para que pudiera salir del agua sin mojarse.

—Bueno, ¿desayunamos? —preguntó Will.

—¡Sí! Muero de hambre —respondió Vanessa con una sonrisa—, llevo demasiadas horas sin comer.

Sin más, el grupo se dispuso a comer ignorando las quejas de Xólotl, a excepción de su novia quien se le acercó con una sonrisa inocente, ayudándolo a acomodarse, Will entonces empezó a servir la comida que había preparado para el grupo.

—¿QUÉ LE HICIERON A MI BRAZO? —soltó el chico.

Dipper y Mabel rieron al escuchar aquello puesto que en el brazo de Xólotl estaba escrito "Tonto el que lo tenga" con henna por sugerencia del castaño.

—¡Y espera a ver el de tu rostro! —soltó Bill con diversión.

Los ojos de Xólotl se abrieron de par en par, y asustado corrió al lago.

—¿QUÉ HICIERON QUÉ? —preguntó viendo en el reflejo del agua como tenía un pene en el rostro—, NO SÉ ATREVIERON.

Vanessa entonces le pasó un espejo para que pudiera verlo mejor tratando de aguantarse la risa, el chico traía un pene de color negro en el rostro.

Xólotl entonces miró a los chicos con incredulidad.

—No lo puedo creer —soltó pero los chicos rieron más—, ya no vuelvo a confiar en ustedes y NO PUEDO CREER QUE PARTICIPARAS EN ÉSTO, CHIQUI-BABY.

Soltó lo último hacía su novia quién se veía sin remordimientos soltando una risa inocente.

—¿Ups? —bromeó ligeramente y su novio hizo un pequeño puchero—, perdona mi amor, pero era imposible no unirseles.

Xólotl era un desastre, entre su molestia podían verse rastros de diversión, pero muy disimulados, como si quisiera reír, pero seguía pensando que realmente era horrible el tatuaje de su cara... aunque todos estaban seguros que él sería él que se reiría más fuerte si hubiera sido alguien más.

Después de un rato ese día los chicos habían levantado todas sus cosas de vuelta al autobús y se habían encaminado al viaje en barco que tenían programado, el cielo no parecía estar de su lado, puesto que se encontraba nublado, pero ninguno le estaba prestando demasiada atención a ese hecho.

Excepto Dipper, quien empezaba a ponerse tenso con la idea de que lloviera mientras estuvieran en el bote.

—¿Qué voy a hacer cuando me vean más personas? —soltó Xólotl refiriéndose a su rostro—, se acabó, no iré con ustedes al barco, que horror.

—No seas dramático —le dijo Will riendo ligeramente.

El grupo se había encaminado hacia el lugar a la orilla del lago y aunque quería reírse de la situación del chico que él había provocado, Dipper se veía visiblemente nervioso y preocupado por la situación del cielo, así que Bill lo tomó de la mano.

—Demonios, creo que tengo una entrevista de trabajo regresando del viaje —añadió con preocupación.

Sin embargo, el rubio notó que eso no era suficiente, así que sin soltarle la mano lo rodeó con el brazo mientras caminaban separándose ligeramente del grupo y caminando por detrás de ellos mientras que le contaba un par de cosas para distraerle.

—¿Le podemos decir ya? —soltó la mayor de los Gleeful a modo de queja—, ya me cansé de oírlo quejarse, ni Vanessa se queja tanto cuando tiene que caminar.

—Yo creo que ya es momento —respondió Mabel quien, a pesar de las quejas, seguía de la mano de su novio—, ¿Dipper?

—¿Mmh? —murmuró perdido, pero luego asintió antes de seguir riendo de algo con el rubio—, hagan lo que quieran.

—¡Yo quiero decirle! —soltó Vanessa.

—¿Decirme qué?

—¿Por qué no sólo te lavas la cara? —inquirió con maldad la chica.

—Porque es henna, la henna no se lava tan fácil —respondió el chico con obviedad—, traté de tallarme el brazo pero no se quitó.

—¿Estás seguro que es henna el de tu cara? —cuestionó divertido Will.

—¿Nunca has oído del método científico? Siempre tienes que comprobar las cosas —le dijo el castaño, divertido.

Al escuchar aquello el chico corrió al lago a lavarse el rostro viendo como en realidad la marca en su rostro se iba con facilidad.

—¿Cómo?

—A Dipper se le ocurrió que si te pintabamos el brazo con henna y luego te pintabamos el rostro con uno de los plumones lavables de Mabel te confundiría lo suficiente para que asumas que el de tu rostro es de henna sin cuestionarlo —reveló la rubia con una sonrisa en el rostro.

—¿¡Me estás diciendo que Dipper es quién se le ocurrió todo esto!?

—No realmente —contestó Will—, fue idea mía y de Bill de meterte al agua en primer lugar, pero luego más personas se unieron y eventualmente Dipper nos sugirió lo del tatuaje, fue un trabajo en equipo, pero tal vez eso te enseñe a no molestarlo tanto.

—Genial —dijo Xólotl con sarcasmo—, los odio, me estaba preocupado a lo tonto.... si mi papá hubiera visto eso me sacaba de la casa.

—Tampoco somos tan malos, bebé —le dijo su novia, intentando aligerar su humor—, no hubiéramos hecho algo así en serio.

—Bueno Pines —empezó Xólotl decidiendo sacar un poco de beneficio a su situación—, tu ya me tatuaste algo, así que yo creo que es momento de que me dejes tatuarte algo.

Dipper sonrío preparado para eso.

—En realidad... Bill lo escribió, yo sólo le di la idea —le contestó con superioridad—, ¿crees que me arriesgaría a que pudieras usar esa carta contra mí?

—¡No se vale! —se quejó—, ¿y el trauma emocional que me dejaste quién me lo paga?

El castaño se encogió de hombros y Xólotl regreso a quejarse con su novia.

Un trueno se escuchó a la distancia y Dipper se tensó por completo, el rubio notó esto y lo abrazó con más fuerza, nadie dijo palabra alguna, pero el castaño se sintió automáticamente mejor en los brazos del chico, temía que las cosas se salieran de control, pero sabía que al menos había alguien ahí apoyándolo y cuidándolo, eso lo hacía sentir más seguro.

Amaba poder sentir esa seguridad que sólo Bill podía darle, despierto o dormido... y se prometió a sí mismo que encontraría la manera de hacer que el rubio pudiera tener lo mismo.


¡Hola!

¿Cómo están? ¿Les gustó el capítulo?

¿Creen que fueron un poco cruel con Xólotl o se lo merecía? ¿Ustedes qué hubieran hecho en su lugar? ¿A Vanessa finalmente le irá bien en el amor y será éste su ser amado? ¿Logrará Xólotl tatuar a Dipper? ¿Xólotl mantendrá sus promesas?

Disculpen muchísimo por la tardanza en la actualización, es la primera vez que tengo un bloqueo tan feo como este y es por eso que tal vez este capítulo no sea el mejor, aún así, lo hice con mucho amor para ustedes.

En fin, les queremos muchísimo a ustedes y a su linda paciencia.

Atte. Tonto el que lo tenga y pito gigante en la frente.

Pd: Todos sabemos que tonto no es la palabra que queríamos usar.

Pd2: Esmeralda... si estás leyendo ésto chinga a tu madre de mi parte también.

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