Capítulo 9: Intromisión

Creep- Radiohead


Lo que primero ve TaeHyung al despertar, normalmente, es sangre. Sangre seca de heridas que se abrieron por la noche. No le perturbaba, habían sido años de la misma rutina.

Pero esta vez, lo primero que vio al abrir sus ojos, fue un cabello de color avellana.

Se alarmó y se arropó más con las mantas que tenía sobre sí.

Aún era temprano para recibir golpes, y esta vez Jungkook no le había empujado a ello. Hoseok jamás le había buscado a su habitación.

Pero claro, aquella no era su habitación. Con solo dar un pequeño vistazo lo había notado.

—Cálmate, nadie te está atacando.

TaeHyung estaba confundido, no sabía por qué se encontraba en esas circunstancias.

—Nadie jamás volverá a atacarte —miró a Hoseok sentado en un sillón frente a la cama en la que había despertado. Tanía su mirada fija en un punto indeterminado, pero sin duda le hablaba a él, no había nadie más ahí que ellos dos—. Nadie, Yoongi.

Soltó una corta risa antes de añadir.

—Ese no es tu nombre, ¿verdad?

Y con eso, las imágenes en el callejón invadieron los parpados de TaeHyung.

—Me gusta TaeHyung, se siente como miel en los labios —Por primera vez, desde que despertó, Hoseok le miró. Le sonrió débil—. Pero tú no piensas así, por eso me mentiste.

—Hoseok... —la voz de TaeHyung era un murmullo, pero era audible.

—¿No tienes curiosidad por saber dónde estás?

TaeHyung no contestó. No sabía cómo reaccionaría Hoseok al saber la verdad, pero esto no era lo que se esperaba. Creía que lo golpearía, o que por lo menos se sentiría depresivo.

Pero su expresión era apacible, y todo en él.

Se levantó del sillón y caminó hacia la ventana, corrió levemente la cortina para mirar hacia el exterior.

—Hay una pareja de ancianos durmiendo en el primer piso —informó sin dejar de mirar hacia la calle—. Si no derrumbamos este lugar no nos descubrirán.

TaeHyung prestó más atención al lugar, era una habitación para una persona. De invitados, supuso. Los cuadros y accesorios que deberían ir sobre el inmobiliario estaba desparramados por todos lados, y no muy lejos de Hoseok, cristales desperdigados adornaban la alfombra.

No había derrumbado el lugar, pero no faltaba poco para eso.

Hoseok notó su inquietud y le volvió a sonreír.

—No te preocupes, si el lugar está así es justo para no desquitarme contigo. Estoy bien, no te haré nada.

El moreno se enderezó y quedó sentado sobre la cama, sentía su cara pesada y creía que era por los golpes. Y era así, pero también notó un olor químico. Hoseok le había curado sus heridas mientras había estado inconsciente.

¿Por qué era bueno con él? Le había mentido en su cara.

Hoseok se acercó a la cama y se sentó en ella, frente a TaeHyung. Este último se encogió por acto de reflejo, durante días solo había recibido golpes de su parte y se le había hecho costumbre esperar siempre un ataque.

—Quiero enmendar mis errores, pero necesito que me respondas unas cuantas preguntas —aproximó su rostro inexpresivo al confundido de TaeHyung— ¿Eres gay?

Había pasado mucho por llegar a este momento: golpes, humillaciones públicas e insultos. Y lo había aguantado, sin quejarse siquiera una vez. A la espera de poder hablar con sinceridad por segunda vez en su vida.

Y ahora que tenía la oportunidad, las palabras no salían.

Hoseok le miraba expectante, Taehyung creía que su tranquilidad se vería quebrada si no respondía.

A pesar del revoltijo en su estómago, asintió.

Sonrió satisfecho, no sabía si era por haber respondido o por la respuesta en sí.

—¿Desde hace cuánto te golpea Suga? ¿Hay una razón más específica del que solo sea homofóbico?

TaeHyung bajó la vista, su timidez con Hoseok había incrementado desde los últimos días, no sabía cuándo volvería a golpearlo.

No quería hacerlo enojar, pero las palabras no querían salir. Y no podía responder con un simple movimiento de cabeza.

Hoseok notó su incomodidad y se relamió el labio inferior, sin alejarse un centímetro.

—¿Por qué mentiste? ¿creías que haciéndote pasar por un desquiciado podrías agradarme?

Volvió a asentir.

—¿Es que eres idiota?

Y asintió otra vez.

Aquello sacó una risa a Hoseok, le revolvió el cabello en un gesto dulce. Y el moreno no pudo evitar sonreír.

—TaeHyung.

El nombrado miró a Hoseok, pero estaba inmerso en sus pensamientos.

—TaeHyung, pequeño TaeHyung —volvió a mirarle—. Tienes una muy linda sonrisa, TaeHyung.

No sabía muy bien cómo se sentía un sonrojo, pero supuso que el calor en sus mejillas significaba eso. Hasta ahora, Hoseok era la única persona que provocaba esa reacción en él.

—No te lo había dicho, no había tenido la oportunidad —continuó el castaño—, pero eres más atractivo de lo que creía, TaeHyung. Sin esas magulladuras con las que te vi por primera vez.

¿Había un segundo nivel en el sonrojo? Porque el calor en su cara había aumentado considerablemente.

—TaeHyung, pronto olvidarás lo que se sentía el impacto de un puño en tu cara. TaeHyung, TaeHyung.

—¿Por qué repites tanto mi nombre? —logró articular el moreno.

—Para recordarlo, te insulté tantas veces con tu otro nombre que se me hace difícil acostumbrarme al real —se acostó al lado de TaeHyung—. Aparte, es agradable de decir.

Era la primera vez que alguien decía disfrutar de su nombre, normalmente se reían de él.

—Y también —agregó— porque eres mi protegido, TaeHyung.

El recién nombrado se sentía azorado, no sabía que resultaría de todo esto, y a qué se refería exactamente con "protegido", pero lo que si sabía era que ya había cumplido con su cometido.

Ahora podría matarse sin culpa alguna.

—¿No irás a la fiesta de la fraternidad? —le preguntó TaeHyung a Hoseok, un poco más confiado.

—¿Irás tú? —le respondió con otra pregunta, con sus ojos cerrados.

—No —¿para qué volvería a ese lugar?

—Entonces yo tampoco.

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Wey, amo este gif

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