Capítulo 53: Felicidades
Party Favors – Tinashe ft. Young Thug
—Vaya manera que tienes para ofrecer trabajo, ¿eh?
Mino se encogió de hombros.
—¿Y qué tiene que hacer? Exactamente. —preguntó Taehyung, volviendo a sentarse.
—Bailar.
Taehyung pudo haber jurado ver a Hoseok palidecer, pero rió como si nada le alterara.
—¿Qué...?
—Figurativamente, claro —aclaró Mino— Tienes que moverte por mí mientras yo no esté. Mi mano derecha, en pocas palabras.
El alivio que experimentó Hoseok fue demasiado notorio, hasta para Mino, quién no le miraba. Sonrió seguido.
—¿Acaso di con algo que no debía? —el silencio de Hoseok logró ampliar la sonrisa de Mino— ¿Creías que debías bailar? ¿literal?
Aquellos segundos en que su silencio se prolongó, Taehyung se preocupó, inevitablemente. Habían tantas cosas por descubrir de Hoseok, tantas que quizás no sean agradables. Y que una sonrisa nerviosa se curvara en sus labios, le decía que no era algo tan simple como probablemente pensaba Mino.
—No tienes que bailar, Hoseok —dijo Taehyung, como si se avergonzara de lo obvio que sonó aquello. Mino ya lo había explicado hace unos segundos atrás.
Pero Mino no se inmutó.
—¿Qué tan mal debes bailar como para que tu piel se vea así de pálida?
—No es eso, yo... —su voz se apagó de golpe, volvió a sonreír, en un débil intento— No puedo bailar.
—Te he visto bailar antes, con Taehyung —insistió Mino, mirando esta vez al recién nombrado— ¿lo recuerdas?
Como si hubiera sido ayer.
—Sí...
—No lo haces nada mal, modesto.
Hoseok negó, algo exasperado.
—No puedo bailar en una presentación, ¿sí? Creía que te referías a eso cuando relacionaste trabajo y baile.
Las palabras de Hoseok picaron la curiosidad de Mino, al igual que la de Taehyung, pero no se sentía con el valor suficiente como para indagar en un tema que parecía tan delicado. Pero el moreno no pensó de esa manera.
—¿Y nos contarás por qué? Si no quieres, bro...
—Da igual —responde él, encogiéndose se hombros— como personas de gran importancia para mí, lo tendrían que saber en cualquier momento.
—¿Oíste eso? —habló Mino a Taehyung— Le gusto.
Era Mino de quién se trataba, no había porque enfadarse, pero le dio en su inseguridad y se limitó a mirarle, pero Hoseok rió sonoramente. Y Taehyung sonrió al verle, las palabras de Mino llevaban la intención de calmar a Hoseok, de alivianar el ambiente que poco a poco había tomado peso. Taehyung se sintió como un verdadero idiota por sentir celos, aunque sea por unos cortos segundos.
—Podría decirlo rápidamente, como lo que realmente pasó, pero no comprenderían y... mejor voy desde el comienzo. Exactamente, fue desde que llegué al orfanato —se levantó algo y apoyó su codo en la colcha, colocando su cabeza en la mano extendida—. Era un... un pequeñajo traumatizado, muy mal. No comía y era callado, tan solo hablaba para pedir disculpas. Sintiendo que todo lo de mis padres era mi culpa, era lo púnico que salía de mí. No fueron muchos los días que pasaron hasta que Chaeyoung y JunMyeon vinieron a mí y, prácticamente, se metieron a la fuerza en mi vida —sonrió con aires pensativos, con la mirada incrustada en los recuerdos—. Pudieron con mi depresión y alimentaron mi lado altruista, al punto de vivir de él. Usaba mis conocimientos académicos para enseñarle a los menores, y trabaja haciendo de todo para poder darles una mejor vida. Luego quise sacar a la luz mi otra pasión, y me di cuenta que ganaba más dinero con ello, por lo que me dedicaba a ensayar en tiempos libres e ir a competencias de baile.
Los ojos de Taehyung brillaban. Parecía casi entusiasmado, oír del pasado de Hoseok le hacía sentir más cercano. Lo tenía decidido, se esforzaría por saber cada mínimo detalle del mayor, aunque le fuera toda la vida en ello. Mino le dirigió un ojeada de soslayo.
—Hasta el momento —dijo Mino— es una bonita historia.
—Sí... —musitó Hoseok, debatiéndose en pocos segundos si era bueno seguir con aquello. Carraspeó— Pueden adivinar que quise ir más allá, vivir del baile. Y así fue como di puerta tras puerta, de academia en academia. Pero nada me resultaba, pedían dinero y eso era lo que menos tenía. Sin embargo, una me aceptó. Supe arreglar mi horario, en el que pudiera ir a la escuela y estudiar, enseñarles a los niños recién llegados, ayudar a los vagabundos y también poder ir a la academia. Todo aquello sin morir en el intento, fue difícil, pero era feliz y... —se interrumpió, buscando la palabra correcta— Bueno, el tiempo pasaba y ello crecía, ya con dieciséis años, tenía fecha para mi primera presentación. Mis profesores pulieron mis movimientos y cuando decidieron que estaba acorde a mi talento, me dejaron como apertura de un gran evento, se celebraban años desde su comienzo. Era un honor para ser solo mi debut.
—O sea que eres muy bueno bailando —intervino Mino, con obvia impresión, dándole énfasis a sus palabras.
Hoseok se limitó a verle, sin ser muy expresivo.
—Chaeyoung y JunMyeon estaban muy felices por mí, se esforzaron e hicieron una pequeña y humilde cena de celebración. Fue fabuloso, primera vez que comía carne desde la muerte de mis padres —rió un poco, por lo triste que se oía aquello—. La cosa es que, al día previo a la presentación, JunMyeon me pidió que le acompañara a ayudar a unos vagabundos. Acepté obviamente, porque necesitaba un respiro de tanta presión —se tomó unos segundos antes de seguir—. Al terminar con ellos, me detuvo en una esquina, lo recuerdo muy bien, me dijo que estaba enamorado de mí, que lo había estado desde hace unos años. Yo no supe qué responder más que un "lo siento, pero yo estoy enamorado de Chaeyoung". Más tarde me di cuenta de que no era así, cuando ella me besó y yo la aparté de una patada. Riendo supe que tan solo la amaba como una hermana. Pero fue cierto, no sentía nada hacia JunMyeon más que amor fraternal, y él lo aceptó. Lloró, pero lo aceptó. Fue algo muy privado, solo los dos lo sabíamos, era un secreto, y por lógica, todo el orfanato se enteró.
Taehyung, en su estupor, solo pudo entreabrir sus labios. Aquel sujeto le recordaba a él, solo que era mucho más valiente. Sabiendo que no sería correspondido, no pensó en alejarse de Hoseok.
Mino estaba atento, y asintió, dándole luz verde a que prosiguiera con su relato.
—A tan solo minutos de que mi presentación comenzara, recibí una llamada de la policía, para reconocer el cuerpo de supuestamente, era alguien que conocía —su mirada se ensombreció— JunMyeon había sido asesinado a golpes y puñaladas por un grupo de homofóbicos, eran seis contra uno y... le cortaron... —su respiración se aceleró de un segundo a otro, se hiperventilaba. Volvió a carraspear, volviendo en sí— En fin, era gente que nos conocía del barrio, no podían estar tranquilos sabiendo que un "enfermo" vivía entre ellos, por lo que le siguieron mientras él iba a buscar a Chaeyoung a la escuela, para luego ir a mi debut.
—Mierda.
—Sí, mierda —repitió Hoseok— Más gente se añadía a mi lista de odio. Aparte de perder la beca en la academia y todas las oportunidades en ese ámbito, perdí a mi mejor amigo, de la peor manera. Y en ese momento decidí que, si no iba a estar él para verme bailar, no lo iba a hacer, porque a mi causa murió. De no ser por mí, jamás hubiera conocido a esas personas, ya que eran parte de los que competían conmigo en baile. Y... eso, me hundí en otra oscuridad de la que solo pudo sacarme Chaeyoung. Siendo tan afectada como yo, no se dejó morir, tenía una mente más fuerte, supongo, no lo sé.
—Pero ahora estás bien —recordó Mino.
—Sí... tengo a mi Taehyung y a los demás, Chaeyoung está viviendo de su música y... no sé, todo es perfecto ahora.
Mi Taehyung.
—A los demás —repitió Mino, con fingido tono dolido.
Hoseok sonrió, mucho más enérgico que las veces anteriores.
—Acepto, te ayudaré en todo lo que pueda, y prometo no ir a ningún otro lugar. Seré solo tuyo, estoy a tu completa disposición.
Mino soltó un alto "yes" y abrazó a Hoseok, extasiado. Hoseok reía y le correspondía el abrazo.
Taehyung, saliendo del trance de haber sido llamado como "su Taehyung" alzó las cejas sorprendido, y carraspeó, poniendo una mano en la espalda de Mino.
—Oh, lo siento —dijo Mino, separándose, sentándose a su vez— que adorable —miró a Hoseok— TaeTae se pone celoso.
—¿TaeTae?
—Así te llamó Hoseok ayer, mientras hablaba toda la noche de ti. Fue un accidente, pero quedó tierno —Taehyung miró a Hoseok, quien sonreía, luego le imitó—. Entonces, ¿es un hecho? Luego te haré el contrato, ahora veré los demás trámites y todo el papeleo —se levantó— Me siento inspirado y más feliz, gracias.
Luego de ver como la puerta se cerraba tras Mino, volvió a Hoseok, quien le miraba en silencio, aun acostado. Taehyung tomó la sábana y le cubrió hasta arriba.
—Por favor, no muestres así frente a nadie más, me molesta.
Hoseok esbozó una sonrisa, y luego tiró a Taehyung hacia él, se subió sobre él y le besó.
—¿Con qué derecho me privas de la libre expresión?
Taehyung le tomó la nuca con ambas manos e intensificó el acto.
—Con el derecho que me da ser tu novio.
—Ah —exclamó Hoseok, con una risita divertida—. Ahora resulta que soy tu novio.
—¿Entonces no eres mi novio? —repuso él, repentinamente avergonzado.
Hoseok ladeó la cabeza, y le contorneó el rostro con un dedo.
—No me lo has pedido...
—Oh —le cortó Taehyung, con las mejillas encendidas. Era cierto, tan solo se habían dicho cuanto se amaban y cogieron, nunca se habló de ser novios— En ese caso... ¿quieres ser mi novio?
Hoseok abrió la boca sorprendido. Ni siquiera había titubeado, se oía tímido, como de costumbre, pero lo dijo con seguridad. Se quitó de encima y se acostó a su lado, pasó un brazo por su estómago y le abrazó.
—¿Eso es un no?
Sus comisuras volvieron a alzarse y le besó sobre el hombro, como lo había hecho al apenas despertar.
—No puedo creer lo mucho que te amo, Kim Taehyung —Taehyung miró hacia el lado, en específico, a Hoseok, y le besó en la frente, sobre su flequillo— Dios, somos tan poco románticos.
—Entonces...
—Obvio que sí.
° ° °
Cerca de las tres de la tarde, al tercer día del incidente de Yoongi, Jimin y Jungkook, Yoongi mostró señales de querer despertar, moviendo su cabeza de lado a lado, claramente encontrándose en una pesadilla. Llamando la atención de su NamJoon, quién le había estado acompañando todos esos días, volviendo a casa solo para ducharse y regresar con un rápido desayuno.
Había podido con la universidad debido a sus perfectas calificaciones, las cuales le daban la libertad de fallar dos o tres exámenes, de otra manera, no hubiera podido resistir estar ahí sin que llamaran a sus padres.
Por eso mismo, Jin solo le podía acompañar en cortos periodos de tiempo, durante la tarde, donde aprovechaba de la presencia de NamJoon para que le enseñara antes de los exámenes. Sabía que no era el lugar indicado, pero también sabía que le hacía un favor al distraerle. El estado crítico de Yoongi tenía tensado al moreno, había perdido demasiada sangre y sus costillas rotas se incrustaron en unos órganos.
Sin embargo, entre que ambos discutían por la eficacia de los medicamentos que le daban, Yoongi abrió los ojos luego de mover su cabeza.
—Por fin despiertas, Blanca Nieves —Jin frunció el ceño, pero no dijo nada—. No te atrevas a decirme nada —adivinó NamJoon— Blanca Nieves también estuvo dormida en un hechizo. No puedo decirle Bella durmiente cuando no es rubio.
Rodó los ojos.
Yoongi les miraba acostado, no había movido un musculo desde que les oyó hablar. Parecía desorientado, como si desconociera la razón por la cual se encontraba ahí.
Y NamJoon volvió a hablar, más serio.
—¿Cómo te sientes?
—De la mierda —respondió, con una áspera y seca voz— Siento como si una aplanadora hubiera pasado sobre mí.
—En realidad, solo fue Hoseok —aclaró— Pero una aplanadora podría tener el mismo sentido, has adelgazado tanto que pensar en eso no sería una locura.
—¿Hoseok? —preguntó con las cejas enarcadas, ignorando las demás palabras de NamJoon como un filtro, solo deteniéndose a pensar en ese nombre.
—¿No lo recuerdas? —habló esta vez Jin— Golpeabas a Jungkookie y a Jimin cuando Hoseok llegó y los defendió moliéndote a golpes.
—Seok-...
—¿Qué?
NamJoon se sobrepuso a Jin y fijó su mirada en Yoongi.
—¿Lo recuerdas? —dijo con cuidado, como si temiera que en cualquier momento fuera saltar para cometer una locura.
Yoongi hizo una mueca, pensativo. Lo recordaba, pero había algo que le molestaba, algo que le decía que no era tan simple como se pensaba. Y lo tuvo. Miró alarmado a su amigo.
—¡¿Mi padre sabe?!
—Evidentemente...
—Mierda, no... Carajo —se sentó e hizo otra mueca, pero esta vez de dolor, la cual fue rápidamente reemplazada por una desesperada, y su piel era cenicienta— No me digas que...
—No —fue firme en su respuesta, queriendo darle algo de estabilidad a su mente— Tranquilo, que no lo mandó a matar. O por lo menos no aún.
El alivio que sufrió Yoongi le dejó un tanto aturdido. Su padre era tan sobreprotector que horrorizaba. Y era muy cómico, teniendo en cuenta que su pareja abusaba de él. Pero así era. Normalmente, cuando alguien amenazaba con la felicidad de Yoongi, contrataba gente para que eliminara a ese "peligro".
Hoseok tuvo mucha suerte.
—No le hizo daño, no físicamente.
Hubo un corto silencio. Yoongi no entendía a qué se refería ¿cómo su padre podría dañarle emocionalmente sin conocerle? Finalmente, Jin dejó que su boca se alzara en las comisuras. Su sonrisa era amarga.
—Lo daño de la peor manera que puedes imaginar, como un niño becado —su odio hacia Yoongi era demasiado obvio, cada palabra cargada con más veneno que la anterior— Siendo mayor de edad, ya no puede volver al orfanato, y ni siquiera tiene dinero con el cual comer, el dinero del gobierno iba con la beca, y al quitársela, lo dejó en la calle, prácticamente —respiró con fuerza, y luego continuó— Felicidades, tu mierdosa personalidad acabó con los sueños de Hoseok. Vamos a ver como consigues hacer que te perdone esta vez.
—————°—————
No hay excusa, he sido una irresponsable y no hay nada más que hacer que rogar por su perdón. Ah.
No, en serio, perdón )-:
Subiré un one shot cuando termine de subir este capítulo. Lo hice por un concurso, pero no creo ganar, así que en vez de escribirlo pensando en si les agradaría a los jueces, pensé en ustedes, porque me debo a mis bebés, más que a nada. Pueden leerlo si os gusta.
Y, no, no he dejado de llorar por el breve momento vhope que mis ojitos vieron ayer;
And then...
[cries in taebineano]
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